REFLEXIONES SOBRE LA PATOGENESIA

A PARTIR DE LA EXPERIMENTACIÓN DE CICONIA CICONIA

Resumen

Queremos compartir el proceso y las reflexiones surgidas de la práctica de una Experimentación Pura, la de Ciconia ciconia.

Hemos intentado realizar esta patogenesia al estilo más ortodoxo, esto es, siguiendo y documentando todas sus fases, desde la elección de la sustancia, al estudio de los síntomas recogidos por los experimentadores, pasando por el importante paso, con frecuencia omitido, de la preparación del medicamento.

Se valoran especialmente los síntomas y comentarios surgidos durante el proceso de trituración, y se evalúa la necesidad de desconocer el origen de la sustancia a probar.

Metodología

  1. Elección de la sustancia.
  2. Elección de los experimentadores.
  3. Preparación del remedio. Trituración.
  4. Toma del remedio y periodo de observación.
  5. Recogida global de sintomatología.
  6. Conclusiones sobre el remedio.

Reflexiones sobre el proceso experimental

  1. Necesidad o no de placebo.
  2. Necesidad o no de conocer la sustancia al inicio de la experimentación.
  3. ¿Qué síntomas son del remedio?
  4. Necesidad del buen adiestramiento del experimentador.
  5. Importancia de la puesta en común de los experimentadores, al final de cada etapa.

Elección de la sustancia

A finales del pasado curso académico nuestro grupo de estudio decidió experimentar.
Varios fueron los factores que nos influyeron para elegir como sustancia a experimentar la pluma de un ave, y aunque la decisión fue consensuada por 4 de nosotros, ahora, con la perspectiva que nos da el tiempo, podemos afirmar que no podía ser de otra manera.
¿Qué otra sustancia nos podía traer un “hijo” a nuestra materia médica?
De todas maneras, disponíamos de plumas de 2 aves diferentes y el laboratorio Iberhome se ofreció a preparar ambos remedios a la 30 cH.

Elección de los experimentadores

Los cuatro teníamos claro que deseábamos hacer la experimentación, y la patogenesia resultaría más completa si aumentábamos el número de experimentadores. Conscientes de nuestras limitaciones acordamos que el número ideal podría rondar los 10 experimentadores. Buscamos entre colegas y amigos, y de los 12 probables, finalmente 10 llevamos a cabo la experimentación.
Somos 7 médicos, 1 economista, 1 profesor de secundaria y una administrativa.
La repartición por sexos es bastante equitativa: 6 mujeres y 4 hombres.
Las edades oscilan entre los 34 y 57 años.
En el momento del inicio no hay patología aguda que excluya a ninguno de la patogenesia. Las alteraciones crónicas, son bien conocidas y no dificultan la observación de nueva sintomatología. Y aquí es obligado decir que convendría cambiar en los criterios de inclusión, la expresión de “individuos sanos” por “individuos estables o carentes de patología activa”.
A pesar de que no existen antecedentes ni clínicos ni patogenéticos con este medicamento, nos pareció más apropiado que el resto de los experimentadores no conociesen el remedio que experimentábamos.

Preparación del remedio. Trituración

Como ya se ha dicho, el laboratorio Iberhome nos  preparó el remedio a la 30 cH.
Cuatro experimentadores ya habían hecho la experimentación.
Pero, influidos como estábamos por las patogenesias realizadas por el Dr. Johnatan Shore, creímos que sería de interés investigar hasta que punto la dinámica de la sustancia se manifiesta también durante la trituración. A tal efecto, teníamos que preparar el remedio de nuevo, y decidimos filmarlo en video.
Conseguimos otra pluma, y el resto del material (lactosa, alcohol y agua destilada) nos los proporcionó el farmacéutico, Sr. Joan Alegre, de la Farmacia COLISEUM.
La trituración, se llevo a cabo en la Academia, en Barcelona, el día 10 de diciembre de 2005. Allí estuvimos 9 de los 10 experimentadores, participando del proceso de elaboración del remedio.
Siguiendo el parágrafo 270 del Organón, se hicieron las 3 trituraciones. Cada una de 1 hora.
Por la mañana se realizaron las 2 primeras trituraciones, y después de comer, la 3ª y el posterior paso a potencia líquida.
Al final de la tarde, pusimos en común lo que había notado cada uno de nosotros.
Hay que destacar que el hecho de que los que conocían la sustancia, estaban más pendientes de los otros que de sus propias reacciones. Esto nos hace pensar que es preferible que ningún experimentador sepa de qué sustancia se trata. El director si puede saberlo, siempre y cuando no experimente él también.

Toma del remedio y periodo de observación

Siguiendo el protocolo presentado en las V Jornadas Nacionales de Homeopatía de la FEMH, en Abril del 2003, se realiza la toma del medicamento a probar.
Una toma de 2 gránulos, cada 2 horas, hasta un máximo de 6 tomas.
Tenemos que explicar que la experimentación se reparte en 2 grupos:
  • Grupo A. Experimentadores nº 1 a 4. Inician la patogenesia a finales de Octubre de 2005, y recogen sintomatología desde entonces, durante 5 semanas. También durante la trituración y algún síntoma posterior a la trituración, sin hacer nuevas tomas.
  • Grupo B. Experimentadores nº 5 a 10 (sólo el nº 5 conoce la sustancia). Inician la patogenesia con la trituración. Al día siguiente a la misma realizan las tomas y empiezan el periodo de observación, durante algo más de 5 semanas, hasta la puesta en común.
El porqué de estos dos grupos es de fácil explicación. En un principio no sabíamos si se obtendrían síntomas o no, y preferimos hacer un ensayo previo.

Recogida global de sintomatología

Cada experimentador anota en su cuaderno de experimentador, identificado con su nº de código.
Para una recogida de síntomas lo más fiel posible, recomendamos que el experimentador no se separe de su libreta y vaya anotando cada “cosa” al momento. Durante el día y también durante la noche, pues los sueños son de gran interés y tendemos a olvidarlos rápidamente.
Recomendamos que se anote TODO.
Tendemos a pensar que lo que sentimos no puede ser debido a la experimentación, no queremos “alucinar”. Nos parece que sólo lo más obvio puede ser del remedio,… y nos equivocamos!
Todo lo que nos ocurre durante la experimentación lo vivimos, o lo vemos, a través de la sustancia que estamos probando. Si somos buenos observadores, dejaremos fluir y sabremos captar lo más sutil del remedio, incluso de forma inconsciente, y quedará reflejado en nuestro registro escrito.
Es por esto que hacemos hincapié en la necesidad del buen adiestramiento del experimentador.
El experimentador no tiene que interpretar nada, durante esta fase únicamente debe limitarse a anotar lo que le sucede de forma cronológica y lo más rigurosa y completa posible.
Cuando todos los experimentadores han finalizado el periodo de observación, tiene lugar una reunión, con la finalidad de explicarnos mutuamente la experiencia, lo que ha sentido cada uno, y como lo ha sentido. Como el lenguaje no verbal también puede decir del remedio, también la grabamos en video.
Esta puesta en común es muy importante y con frecuencia nos ayuda a aclarar síntomas o bien a hacerlos conscientes.
Ahora, ante la sorpresa general por las “coincidencias” observadas, tenemos “ideas” sobre el remedio, pero para poder hacer un estudio de la sintomatología recogida, debemos compilarla, esto es agrupar toda la sintomatología, como si de un solo experimentador se tratase.
Para facilitar el trabajo, se pide a los experimentadores que cada uno ordene de nuevo sus síntomas, agrupándolos por apartados, siguiendo el esquema repertorial. Este nuevo “cuaderno de experimentador” se realiza de forma informatizada y se envía al encargado de la compilación, que posteriormente lo distribuye entre los experimentadores médicos para iniciar la siguiente fase, el estudio del remedio.

Conclusiones sobre el remedio

La difícil y siempre peligrosa interpretación es un paso posterior.
Una vez cada uno de nosotros ha efectuado el estudio de toda la sintomatología intentando buscar núcleos, ejes, patrones, … es obligada una nueva puesta en común.
Es así como hemos definido las características del remedio y sus principales esferas de acción, que como hemos comprobado, comparte con otras aves.
Después, con la finalidad de poder completar el conocimiento del remedio, hemos buscado información, en este caso de la cigüeña blanca, de su biología, de sus hábitos y comportamiento, y también de sus mitos.

Reflexiones sobre el proceso experimental

Necesidad o no de placebo

Se ha hablado mucho sobre este tema, y se seguirá hablando.
Particularmente, no creemos que el uso de placebo sea importante para aclarar si los síntomas observados pertenecen o no al remedio.
Todos los individuos que comparten el proceso experimental, están inmersos en la dinámica del remedio.
La finalidad de la experimentación pura es desvelar las características de la sustancia probada y con ellas su capacidad curativa. Nosotros no buscamos la eficacia curativa de la droga, como en las experimentaciones alopáticas.
Por lo tanto, el placebo, como elemento de sesgo para definir el grado de eficacia de un remedio, en homeopatía no tiene sentido. Pero si puede tenerlo para intentar evitar “condicionar” al experimentador.

Necesidad o no de conocer la sustancia al inicio de la experimentación

En nuestra experiencia hemos podido comprobar que algunos experimentadores que conocen la sustancia tienden a condicionar o a menospreciar su observación, y también pueden influir sobre el grupo que la desconoce.
Es por esto, y siguiendo la misma línea del apartado anterior, que nos parece importante que el experimentador no sepa qué toma, ni si lo que toma es o no placebo. Creemos que de esta manera conseguimos experimentadores más objetivos.
Luego, habrá que ver si nos interesa también la subjetividad, el conocimiento intuitivo, el del inconsciente colectivo, …

¿Qué síntomas son del remedio?

Como comentamos anteriormente, es necesario un buen adiestramiento de los experimentadores para que la sintomatología recogida por la patogenesia sea lo más  completa posible.
En un momento u otro, todos los que hemos hecho experimentación hemos “dudado” si lo que experimentábamos era del remedio o “sólo” nuestro.
¿Qué pasa al experimentar? El sujeto experimentador no hace sino dejar que se exprese en su cuerpo (físico, mental y emocional) la individualidad medicamentosa de la sustancia probada. El experimentador no deja de ser él, pero todo lo que pasa está modulado por el remedio experimentado.
Es por este motivo que es necesario un conocimiento exhaustivo de los experimentadores antes de iniciar las tomas. Así, con un correcto seguimiento, se podrán valorar los síntomas que se obtienen de cada experimentador.
Por esto recomendamos recoger una buena historia clínica, con mucho detalle, no con finalidad terapéutica, sino sólo únicamente para conocer y tener registrado todo lo referente a cada experimentador.
Únicamente se excluirían de la patogenesia aquellos voluntarios que presentan una patología aguda, una crónica agudizada, o una enfermedad mental que no les permita la observación adecuada.

Importancia de la puesta en común
Hemos comprobado que resulta de gran valor realizar una sesión de puesta en común de  los experimentadores, al final de cada etapa.
Así, lo hemos hecho, y nos hemos reunido para comentar lo que ha experimentado cada uno:
·         inmediatamente después de la trituración
·         al concluir todos los experimentadores el periodo de observación (5 semanas)
En esta última sesión los experimentadores deben seguir su cuaderno de experimentación, y explicarlo con las palabras y expresiones que anotaron en él.
Con frecuencia descubrimos que diferentes experimentadores utilizamos los mismos términos o parecidos, que en ocasiones definimos con distintos términos el mismo síntoma, y también descubrimos la coincidencia en la esfera de acción y que los síntomas se parecen…
Todo ello nos hace estar seguros de que lo experimentado pertenece al remedio, sobretodo cuando antes no existía.

Agradecimientos

Queremos dar las gracias especialmente a:
  • Laboratorios Iberhome, de Zaragoza, por la preparación del remedio.
  • Farmacia Coliseum, de Barcelona, por el aporte de material para la trituración.
  • Gustau Serrano Reyné, por su aporte de documentación zoológica.
  • Gemma y Manel Pomarol y al Centre de Recuperació de la Fauna, por proporcionarnos una pluma de cigüeña.
  • A los voluntarios experimentadores no médicos, por su gran disposición y colaboración: Sr. Ramón Colell, Sr. Óscar Arnau y Sra. Azucena Giménez.
  • A la AMHB y a todos los que nos han precedido, enseñado y ayudado a llegar hasta aquí.

Bibliografía

  1. S. Hahnemann. Organón  de la Medicina, 6ª ed. Editorial Albatros.
  2. I. Lara. Metodología para la preparación rigurosa de medicamentos homeopáticos. I Jornadas de Medicina Homeopática Unicista. Mallorca, 1987.
  3. R. Ratera, M. Sotomayor. Protocolo para ensayos clínicos en Homeopatía.    V Jornadas Nacionales de Homeopatía. Alicante, 2003.

Autores: Drs. M. Assens, C. Esteban, G. Fernández, C. Guasp, R. Ratera, G. Roch y J. Vila (Academia Médico Homeopática de Barcelona).
Ponencia presentada en el II Congreso Nacional de Homeopatía. Tenerife, 28 Abril a 1 Mayo de 2006.

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