Introducción
La epidemia de influenza aparecida en el mes de abril, documentada ya como una epidemia diferente a la de tipo estacional, se ha manifestado con una especial virulencia, obligando a las autoridades de la Secretaría de Salud a adoptar medidas inusuales en nuestro país. Consideramos que las medidas establecidas son necesarias para limitar la propagación de la enfermedad. [1]
La Homeopatía ha participado en experiencias semejantes con resultados satisfactorios [2] en el tratamiento de la enfermedad en sus diferentes estadios y en la prevención de la misma, planteando estrategias terapéuticas que han sido probadas eficazmente en la historia antigua y reciente.
El presente documento, es de orden general y tiene como propósito difundir la información actualizada al gremio homeopático, para establecer líneas básicas de abordaje en los casos de enfermedad y el plan preventivo que puede adoptarse ante la epidemia.
La influenza porcina, como fue llamada inicialmente esta enfermedad, está producida por el nuevo virus de influenza tipo A H1N1 de origen porcino, con capacidad de infectar humanos. Se ha reconocido que la enfermedad tiene capacidad para desarrollarse como pandemia, y ya se registran casos en diferentes partes del mundo, teniéndose como probable foco inicial a México o Estados Unidos, sin embargo, es en nuestro país donde se ha presentado la tasa de mayor morbi-mortalidad.
Cabe señalar que hay reportes de casos de influenza estacional tardía hasta los meses de marzo y abril, que deben ser diferenciados de la epidemia de influenza porcina, ya que presentan comportamientos diferentes, mientras la porcina es de aparición súbita y evoluciona con mayor rapidez hacia la neumonía, con ataque severo al estado general del paciente, la estacional por el contrario, avanza con menor rapidez, y menor agresividad al estado general del paciente. Como evento paralelo, se observan muchos casos que no corresponden ni a la influenza porcina, ni a la estacional, y se trata más bien de resfriados comunes que no tienen relación con las anteriores. Otro evento adicional es el gran número de casos psicosomáticos que han aparecido a partir de las noticias alarmantes, casos que se configuran por el temor que genera la epidemia, pero sin corresponder a ella.
Conocimiento de la epidemia
El primer paso para enfrentar la epidemia implica conocer los síntomas que se producen en los enfermos de manera constante, entre más casos se identifiquen más precisión se tiene de los mismos y la magnitud de la enfermedad. Conocer la enfermedad epidémica significa identificar todos los síntomas que se producen en el mayor número de enfermos, no todos los síntomas de ella se producen en cada enfermo, por lo tanto, entre más enfermos se reconocen mayor posibilidad de conocer los síntomas propios de la enfermedad, lo que viene a caracterizar el padecimiento. [3]
Al conocer el cuadro clínico con amplitud se puede identificar el medicamento o los medicamentos del “genus epidemicus”, que permite establecer un criterio preventivo y abordar la epidemia con una alta certeza en las prescripciones, permitiendo elegir el medicamento que mejor se adapta a la individualidad del caso. De esta forma, el medicamento más recurrente opera como el medicamento para la prevención de la enfermedad.
La epidemia que estamos viviendo presenta como limitante para los médicos homeópatas la dificultad de establecer el cuadro completo de la enfermedad por tener poco acceso a los casos clínicos, ya que están siendo atendidos directamente por las instituciones de salud, por lo que no conocemos de manera directa la sintomatología con todas las características y modalidades que nos permita conformar la imagen de la enfermedad y así identificar los medicamentos para tratarla de manera segura.
En el momento actual hemos podido identificar de manera indirecta, por el reporte textual de médicos a nivel hospitalario, los siguientes síntomas:
• Fiebre
Antecedida en el 40 % de escalofrío magno.
Fiebre persistente entre 38.5 a 39.4 °C acompañada de diaforesis fresca en espalda, frente y nuca.
Debilidad generalizada, adinamia sin postración extrema.
• Transpiración profusa durante la fiebre.
• Dolor de garganta
Ardoroso.
Dolor por ingesta de sólidos hasta llegar a líquidos.
• Tos escasa
No dolorosa.
Seca.
En accesos.
• Artralgias constantes en manos, codos y hombros en el pico febril,
mej. Aplicaciones frías.
• Cefalea retrocular o de globos oculares (“me duelen los ojos”).
mej. Con el reposo,
• Cefalea occipital y nuca, agravado al apoyarla sobre la almohada
• Algunos pacientes con dolor occipital de tipo pulsátil.
Complicaciones:
• Neumonías con infiltrado intersticial o de focos múltiples,
Tos productiva con expectoración amarillenta.
Entre las 48 y 72 horas el cuadro está desarrollado o complicado.
Como se puede observar, los síntomas son vagos y de limitada aplicación para fines de la clínica homeopática, pero como fueron obtenidos directamente de un número significativamente grande de enfermos confirmados de virus AH1N1, podemos utilizarlos adecuándolos al lenguaje repertorial de la homeopatía, quedando de la forma siguiente:
Análisis repertorial: 16 rúbricas consideradas
1. GENERALS - INFLUENZA
2. GENERALS - SUDDEN manifestation
3. FEVER - INTENSE heat
4. FEVER - PAROXYSMS increasing in severity
5. FEVER - PERSPIRATION - heat; with
6. PERSPIRATION - PROFUSE
7. GENERALS - WEAKNESS - fever - during - agg.
8. HEAD - PAIN - Forehead - Eyes - Behind
9. HEAD - PAIN - accompanied by - Neck - pain in - Nape of neck
10. THROAT - PAIN - swallowing - empty - agg.
11. THROAT - PAIN - burning
12. COUGH - DRY - fever - during - agg.
13. CHEST - INFLAMMATION - Lungs - accompanied by - influenza
14. EXTREMITIES - PAIN - influenza - during
15. EXTREMITIES - PAIN - fever - during - agg.
16. EXTREMITIES - PAIN - Joints - cold - applications - amel.
bell. puls. bry. sulph. acon. ars. rhus-t. lyc. gels. nux-v. phos.
13/25 13/23 12/23 12/18 11/23 11/21 11/20 11/17 10/20 10/20 10/20
-------------------------------------------------------------------------------
1: 2 1 1 2 2 1 2 1 2 2 1
2: 3 - - - 3 1 - 1 - - 2
3: 3 3 2 1 3 3 3 2 3 2 2
4: - 3 2 - - 1 - - - 1 -
5: 2 3 1 3 1 1 2 1 - 2 3
6: 3 2 3 2 2 3 2 3 2 2 2
7: 1 2 2 1 1 3 2 1 2 3 3
8: 2 1 1 1 1 - 1 - 1 - 1
9: 2 2 1 1 - - 1 1 3 - -
10: 2 2 1 1 - 2 2 1 - 1 -
11: 2 1 - 3 3 3 2 3 2 1 2
12: 1 1 3 1 3 2 1 1 - 3 3
13: - - - - - - - - 1 - -
14: - - 3 - 2 - - - 2 - -
15: 1 1 3 1 2 1 2 2 2 3 1
16: 1 1 - 1 - - - - - - -
En este cuadro puede observarse que el medicamento que cubre de manera más amplia este síndrome es: Belladona atropa, seguido de Pulsatilla nigricans, Bryonia album, Rhus toxicodendron, Sulphur, Aconitum napellus, Arsenicum album, Lycopodium clavatum, Gelsemium sempervirens, Nux vomica, Phosphorus, etc. Los medicamentos mencionados suelen estar en los cuadros típicos de Influenza, que podemos diferenciar de acuerdo a la etapa de la enfermedad. A continuación describimos brevemente cada uno de ellos.
Medicamentos de la epidemia
Belladona atropa
El medicamento está indicado en caso de que el paciente presente los siguientes síntomas característicos:
Procesos de invasión febril de inicio brusco, congestión localizada (generalmente al nivel de la garganta), cara roja con ojos vidriosos, enrojecimiento y calor de la piel, transpiración fácil y fiebre elevada mayor a 39º C que provocan que el paciente esté postrado o delirante, y que se agrava en lugares cerrados.
El enfermo tiene como signos objetivos: midriasis, sequedad intensa de las mucosas, espasmos localizados, hiperestesia sensorial y una inflamación congestiva aguda localizada o generalizada. Congestión cefálica intensa con dolor punzante sincrónico con los latidos cardiacos.
Cuando los procesos se localizan aparecen los síntomas característicos de Belladona rubor, tumor, dolor pulsátil, calor intenso en las zonas afectadas y disminución o pérdida de su función. Las zonas están hiperestésicas. La fiebre se caracteriza por presentar curvas o picos térmicos elevados.
El principio es brusco, dolor de cabeza intensísimo, cefalea congestiva con pulsaciones violentas. La cara está roja, los ojos brillantes e inyectados. El enfermo no puede soportar la menor luz, el menor ruido, ni la más pequeña sacudida. Está muy abatido, somnoliento.
Transpira en las zonas cubiertas, está muy excitado, delira, se pone furioso, quiere escapar de su cama y golpea a las personas que le rodean y a las que no reconoce.
Belladona muestra más congestión que Acónito y actúa más violentamente sobre los centros cerebrales. El enfermo de Belladona tiene delirio, como Acónito con temor y agitación ansiosa. Generalmente el remedio más indicado al principio de una gripe es Belladona. Se encontrará más fácilmente la indicación de Acónito en los niños.
Pulsatilla nigricans
La fiebre se manifiesta al principio por un escalofrío, después por calor y al fin por los sudores. El escalofrío aparece sin sed. El calor, igualmente. La "ausencia total de sed" en las reacciones febriles, así como en las manifestaciones funcionales o lesionales es una gran característica de Pulsatilla. El escalofrío aparece unilateral algunas veces. El calor, por el contrario, se extiende a todo el cuerpo. El enfermo experimenta un calor intolerable, aún de noche, y, enseguida, sufre de las venas. Si tenía ya várices y varicosidades, éstas se hacen mucho más acentuadas. A su nivel el enfermo experimenta una sensación de inflamación, de calor, de plenitud y de pesadez.
El enfermo presenta sudores, cuya característica es de ser generalmente "unilaterales". Son más aparentes del lado lesional. Notar también que Pulsatilla presenta sudores de la cabeza que se agravan por la mañana y cesan tan pronto como el enfermo se despierta.
Bryonia album
El enfermo está fatigado y sobre todo descansa tranquilo. Desde que él se acuesta en su cama, tiene "vértigos".
Sufre de "dolores agudos" que se producen y se agravan "al menor movimiento" y siempre son mejorados "por el reposo" y la "presión fuerte".
La boca está "seca", los labios también, así como "la lengua", que se encuentra cubierta de una capa "blanquzca". La sed es intensa, y el enfermo desea "grandes cantidades de agua fría". Quiere descansar inmóvil, perfectamente tranquilo.
El menor movimiento provoca "náuseas". El estómago está doloroso, pesado, como si contuviera una piedra. El abdomen está "distendido", doloroso al menor movimiento, aún el de la respiración. A menudo se observa diarrea por "la mañana" al moverse el enfermo; las evacuaciones son "oscuras", algunas veces sanguinolentas, irritantes y ardorosas, con olor a queso viejo. Algunas veces, al contrario, hay constipación con heces "muy duras", "secas", "negras", como "quemadas".
El enfermo siempre padece de la cabeza, cefalea congestiva como si el cerebro fuera a estallar, exasperado por el menor movimiento.
El enfermo también presenta signos respiratorios: tos seca, quintosa, agravación al menor movimiento, provocando "dolores a distancia", en la cabeza, el pecho y el vientre. Frecuentemente se presentan signos de inflamación pleural o pulmonar con dolores de costado agravados al menor movimiento, mejorados por el reposo y la presión. El pulso es lleno, rápido y duro.
La indicación de Bryonia aparece a menudo desde el principio, cuando la gripe se presenta bajo la forma digestiva; se manifiesta secundariamente cuando una inflamación pulmonar o pleural aparece en el curso de una gripe nerviosa o respiratoria.
Rhus toxicodendron
Es el remedio de los estados gripales febriles, con estado de estupor, de postración con agitación, debido a los dolores.
Síntomas característicos en donde deberá ser indicado:
Estado febril importante con abatimiento, adinamia y estupor con un grado mayor que Gelsemium, diferenciándose además por la sed intensa (con frecuencia el paciente pide leche fría), pero sobre todo por la agitación, que el paciente refiere como la imposibilidad de estar quieto en la cama pues siente que la cama es demasiado dura para descansar, lo que le obliga a cambiar de posición constantemente, escalofrío al destaparse, intenta cambiar de posición frecuentemente.
Síntomas predominantes: rigidez y agitación.
Los dolores son vivos, tirantes, localizados en la espalda y en los miembros y se acompañan de sensación de rigidez intensa; el enfermo no puede encontrar posición para descansar, está agitado, se mueve constantemente, porque el movimiento disminuye sus dolores.
Está tranquilo solamente cuando tiene delirio.
Siempre se agrava por la noche, sobre todo después de medianoche. Si duerme, sueña que hace muchos ejercicios y se despierta agotado.
El paciente tiene muchos escalofríos agravados por el menor movimiento o por descubrirse.
Tos seca, espasmódica, agravada por el más leve frío.
SIGNO PARTICULAR: el enfermo tose cuando saca las manos de la cama. Tiene sed, deseo de beber agua fría y sobre todo leche fría.
SIGNOS OBJETIVOS: triángulo rojo de la punta de la lengua, herpes sobre los labios.
Sulphur
Gripe con escalofríos alrededor del mediodía y fiebre más de noche; con dolores de espalda y pantorrillas, con pies calientes y tendencia a destaparlos; con cansancio peor a las 11 horas; con cabeza caliente (más en el vértex) y pies fríos, con cefaleas, coriza con estornudos, garganta roja, sin apetito y con sed.
Ataques febriles, tanto en la mañana como en la tarde, o al anochecer, manifestándose por el calor, que está precedido por escalofrío y seguido o presentándose por sudoración, o también por calor de la cara, seguido por estremecimientos.
Durante la fiebre, palpitación del corazón, delirio, debilidad, obstrucción y costras en la nariz, con sed violenta, este último síntoma puede aparecer antes de los escalofríos.
Sudoración en general de partes aisladas; en la parte posterior del cuerpo; gran predisposición a sudar; sudoración, con ansiedad; fiebres compuestas o intermitentes.
Transpiración frecuente y profusa, día y noche, al anochecer y en la mañana, en la cama, sudoración parcial, principalmente en cabeza, nuca, manos, etc., sudoración ácida.
Transpiración muy debilitante, de olor picante, muy rara vez ofensiva, en ocasiones fría.
Sudor que huele a azufre.
Transpiración solamente sobre un lado del cuerpo, agravado por la noche y en la mañana.
Su acción sobre la esfera respiratoria es muy marcada, para estimular y completar el proceso de restablecimiento después de enfermedades agudas.
Cuando los síntomas que lo requieren son muy claros, de vez en cuando dominará de manera efectiva un caso de neumonía desde su comienzo, pero más a menudo su círculo de acción se sitúa después de la crisis, si por algún motivo se demora la resolución.
Quizá se lo necesite con mayor frecuencia en la neumonía lobar que en la bronconeumonía.
Aconitum napellus
Su acción e indicaciones están definidas de manera clara, su indicación es frecuente, pero sólo nos limitaremos a su empleo en los procesos febriles agudos.
Corresponde al estadio primario de los procesos generales de defensa del organismo, antes de la focalización de la patología.
El medicamento está indicado en caso de que el paciente presente los siguientes síntomas característicos:
Brusquedad y rapidez de la aparición de los síntomas: hiperestesia general, fiebre de 39º C ó mayor, dolores musculares o articulares con sensación de hormigueo y entumecimiento, inquietud constante con miedo a la muerte y la percepción de que el proceso se desencadenó por exposición al aire frío y seco.
Acónito es el primer remedio indicado en los estadios febriles de aparición brusca, el paciente cuenta que súbitamente presentó escalofrío, la fiebre se elevó rápidamente a más de 39º C, se encuentra en cama, la cara congestionada, roja, la piel roja y caliente sin transpiración, sed intensa, pulso rápido, lleno y saltón, agitación y angustia que lo hacen que pida a gritos cuidados urgentes, necesita y pide aire. No existen signos de localización y es difícil aún establecer un diagnóstico.
Arsenicum album
El enfermo parece desde el principio gravemente atacado, pero se manifiestan los síntomas característicos muy insidiosamente.
La gripe principia por "dolores ardorosos" en la faringe y laringe, siempre mejorados por las bebidas o aplicaciones calientes, "coriza" poco abundante, acuoso, quemante y excoriante, así como sensación de "frío generalizado": el enfermo se siente muy friolento, se abriga mucho y tiene que acercarse al fuego.
Algunas veces el principio se anuncia por una "pérdida del apetito".
La "postración" es "considerable" y "rápida", el enfermo está muy frío, sumamente "nervioso" porque está "persuadido de que va a morir" y que ya no tiene curación. Rehúsa todo remedio que piensa "que es inútil", "no puede soportar la vista o el olor" de ningún alimento.
Tiene "mucha sed", bebe muy poco cada vez de agua helada y que expulsa tan pronto como la ha tomado.
Los "vómitos" son violentos y se acompañan de "diarrea", frecuente pero poco abundante, siempre seguida de "postración" intensa, "y fuera de proporción" con la cantidad evacuada.
Las evacuaciones son "oscuras", "negruzcas", "quemantes", de olor "pútrido y cadavérico".
El enfermo siempre tose después de haber bebido, expectora poco, la expectoración es aireada y espumosa.
Siempre se siente agravado "de la 1 a las 3 de la mañana", se encuentra agitado y ansioso, sobre todo por la noche, y no quiere quedarse solo.
Lycopodium clavatum
Escalofríos de 16 a 20 horas o a la noche en cama; generalizado o de un solo lado , sobre todo el izquierdo. Alterna escalofríos con fiebre. Falta de calor vital.
Sudores fríos, de olor ácido o fétido o a cebollas; sanguinolento.
Fiebre con gran postración, mandíbula colgante y ojos semicerrados; peor de 16 a 20 horas; con sudores en pecho y espalda.
Respiración silbante; con rales ruidosos.
Tos seca, irritante, día y noche, o a la mañana, o de noche al acostarse , constante, por cosquilleo laríngeo o traqueal o como producida por vapores de azufre; peor de 16 a 18 ó 20 horas (a veces en días alternados), por esfuerzos, por estirar los brazos hacia afuera, al agacharse o acostarse (peor sobre el lado izquierdo), por comer o beber cosas frías, en el viento, en una habitación calurosa y por respirar profundamente; le impide dormir; mejor por bebidas calientes.
Tos seca crónica en niños débiles y adelgazados.
Tos con expectoración de día y sin ella de noche.
Expectoración de gusto salado; de color herrumbroso; amarillo-grisácea; verdosa; purulenta; de
sangre La tos repercute dolorosamente en la cabeza.
Disnea peor acostado sobre la espalda, por el menor esfuerzo, caminando al aire libre o durmiendo, mejor irguiéndose en la cama.
Neumonías prolongadas sobre todo a la derecha (en la base), con aleteo nasal y frente arrugada.
Respiración ruidosa, estertorosa.
Dolores lancinantes en el tórax, especialmente a los costados (más el izquierdo), peor a las 16 horas, por la tos, por estornudar o reírse o por el menor movimiento o por acostarse del lado afectado (no puede), o después de una neumonía, o por inspirar; con disnea. Hepatización pulmonar izquierda.
Gelsemium sempervirens
Se encuentra indicado en cuadros con un estado de postración más o menos intenso, con laxitud general acompañado de paresias y hasta parálisis de los miembros, con temblores finos de las extremidades e hipersensibilidad nerviosa.
Deberá ser indicado en caso de los siguientes síntomas:
Paciente febril, con escalofrío, y temblores finos de las manos, con transpiración abundante, abatido, que se queja de dolores musculares intensos con dolorimiento de todos sus miembros.
El paciente está inmóvil en su cama, su cara está congestionada, de color rojo oscuro, los ojos inyectados, brillantes, lagrimeantes, estornuda y su nariz deja escurrir un líquido excoriante, transparente; su garganta está irritada, tos seca, pulso rápido, blando y algo que llama la atención es que el paciente a pesar de la fiebre no tiene sed.
El enfermo presenta dos características principales: abatimiento y dolores.
El paciente está somnoliento, deprimido, embrutecido. La cara roja, la expresión estúpida, los ojos medio cerrados y los párpados caídos. El enfermo habla indistintamente, está muy débil y desde que se levanta tiene temblores.
Los dolores son sobre todo musculares, pero en la cabeza son "occipitales" y "frontales" con sensación "como si una venda le apretara arriba de los ojos" y la cabeza estuviera sujeta con un tornillo. La fiebre es menos elevada que en Acónito., el pulso es lleno y blando, frecuentemente lento.
El enfermo padece de coriza excoriante con estornudos violentos y frecuentes.
Nux vomica
Fiebre con gran calor ardiente en todo el cuerpo, con cara roja y caliente; con escalofríos por sacar las manos fuera de las cobijas o moverse ; con estremecimientos por moverse, destaparse o beber ; con calor y sudor; en paroxismos irregulares.
Bronquitis agudas.
Disnea con tos, peor después de comer; con sudores.
Tos seca, espasmódica, peor o aparece a la mañana en la cama al despertar y después de medianoche hasta el amanecer: por el aire frío, por comer, durante la fiebre; por irritación en las vías aéreas, o en la tráquea o por cosquilleo o sentir áspera o en carne viva la laringe por esfuerzos, por beber, por ácidos, por fumar.
Tos seca de noche y con expectoración de día; provocando cefalea en estallido o dolor en el vientre superior o vómitos o epistaxis. Tos violenta a la mañana temprano, antes de levantarse de la cama, que mejora tomando bebidas calientes. Tos por moverse, por leer o acostado de espalda.
Expectoración gris amarillenta; fría; hemoptoica oscura a la mañana en cama.
Phosphorus
La fiebre aparece en cualquier momento después de mediodía. El escalofrío aparece primero entre las 13 y las 18 horas.
El escalofrío es generalizado en todo el cuerpo. El enfermo tiene necesidad de cubrirse, el escalofrío aumenta siempre. Aún en su cama necesita de sus coberturas: esta sensación no desaparece nunca. El enfermo experimenta una "sensación de frío glacial a nivel de las rodillas", cuando tiene la fiebre. Al mismo tiempo las extremidades, pies y manos, están helados.
En el estadio de calor, nada de particular que mencionar, salvo "el hambre".
Phosphorus siempre está desfallecido, de aquí la necesidad constante de comer, aún durante la fiebre. En la gripe que requiere de este remedio, tan pronto como desaparece el acceso de fiebre, el enfermo no tiene sino una idea: hacer una buena comida y protesta contra el caldo de legumbres indicado por su médico.
En fin, el enfermo presenta sudores "fríos", "viscosos" que se observan por todo el cuerpo, "sudores agotantes", agravados al menor ejercicio, y que tienen una pequeña particularidad: un olor a azufre.
En la congestión pulmonar, en la neumonía cuando los esputos son rojizos. Cuando los esputos se transforman y tienen el aspecto de jugo de ciruelas, es más bien Arsenicum el indicado. La indicación de Phosphorus aparece generalmente después de la de Bryonia. Un enfermo tose y tiene una puntada de costado, debe darse Bryonia; parece estar mejor, pero bruscamente aparece una elevación de la temperatura. La tos sacude todo el cuerpo del sujeto: es entonces la indicación de Phosphorus, sobre todo si en los esputos se observan restos sanguinolentos.
Phosphorus, administrado a tiempo, impide toda complicación pulmonar. Su indicación es precisa cuando la "opresión" es muy intensa, el enfermo padece "dolores constrictivos y quemantes" en el pecho y la expectoración es "herrumbrosa".
Nota:
No hacemos mención a la dosis, considerando que esta tiene que aplicarse en forma individualizada en cada enfermo, y de acuerdo a la experiencia que tiene cada médico homeópata en su práctica.
Prevención
Al paso de los días en que transcurre la epidemia hemos observado la falta de un criterio unificado para aplicar la medicación de orden preventivo en nuestros pacientes.
Hemos recogido y observado entre los médicos homeópatas una gran diversidad de criterios que a continuación se mencionan:
1) No dar ningún medicamento.
2) Influenzinum 200C, una toma cada 24 hs por 9 ó 10 días o por el tiempo que dure la contingencia.
3) Gelsemium 30CH, indicado en método plus, una toma tres veces al día por 3-4 días.
4) Dar una secuencia de medicamentos que están cerca de los síntomas de la epidemia: Eupatorium perf-Bryonia-Arsénico álbum, a la potencia 200CH, iniciando con una dosis del primero y de 3 a 5 días después dar el segundo y de 3 a 5 días después dar el tercero.
5) Sulphur 30CH, tomar 3 glóbulos 3 veces al día por 7 días.
6) Oscilococcinum 200K, un tubo diario por 6 días.
7) Influenzinum 12C + Phosphorus 30C, en gotas, 20 cada 12 hs.
Encontramos que algunas de estas posturas están justificadas y documentadas en la literatura homeopática, por ejemplo:
• No dar un medicamento homeopático preventivo se justifica cuando el paciente está bajo tratamiento y particularmente cuando es de tipo constitucional. [4]
• Tomar Influenzinum 200C. [5]
• Tomar Gelsemium [6] como profiláctico.
Es indudable que estas conductas se justifican solamente en el caso que es conocido por todo médico homeópata, y que se confirma con esta cita de P. Schmidt: “En casos de epidemia, el mejor profiláctico será aquel remedio epidémico descubierto después de haber estudiado los síntomas característicos por medio de la observación de 5 ó 6 casos desde el inicio”. [7]
En la epidemia que estamos viviendo, hablar de Belladona como el medicamento de la epidemia permanece en la duda, dado nuestro desconocimiento de los casos en forma directa. Por lo tanto no se puede tener certeza de que sea el medicamento de la prevención de la epidemia.
Quedan, por tanto, abiertas varias líneas de trabajo, que cada médico o grupo médico tiene que asumir de acuerdo a las referencias mencionadas y a las que no hayamos citado, y a la experiencia que se pueda tener en estas circunstancias.
Propuestas
Estamos ante una situación de salud pública extraordinaria, que nos permite incidir sólo de una forma marginal hasta ahora, pero cada uno de nosotros puede contribuir a mejorar nuestra intervención y abordaje de los casos de esta epidemia de influenza, por lo que proponemos:
1) Hacer un registro de los casos donde tengamos fundadas sospechas que pertenezcan a la epidemia.
a. La toma del caso debe ser con la mayor amplitud posible, con descripción detallada de cada síntoma, con todas las modalidades y concomitancias posibles.
b. Hacer un diagnóstico clínico con la mayor precisión posible.
c. Confirmar con diagnóstico de laboratorio todo caso de sospecha, para lo cual se puede realizar la “prueba de detección temprana de influenza”, y de ser positiva confirmar con la “prueba genética”.
d. Describir detalladamente la indicación terapéutica, la dosificación, cambios de medicamento, etc.
e. Describir la evolución del caso, hasta su conclusión.
2) Llevar un registro de los tratamientos preventivos.
a. Anotar medicamento y dosis indicada.
b. Respuesta de los casos:
b.i. Mencionar si son casos que han estado en contacto con enfermos de influenza o no.
b.ii. Si alguien experimentó síntomas con el medicamento y en qué fase de la prevención se presentaron.
b.iii. Si a pesar de la prevención alguien enfermó de influenza.
3) Enviar la información obtenida al correo del Consejo Consultivo (ccnmh.ac@gmail.com), para que se distribuya entre la comunidad y nos permita documentar la intervención de la Homeopatía en la epidemia.
Conclusiones
El presente documento proporciona lineamientos generales y expone las observaciones que ha ido recopilando el CCNMH, también tiene la intención de incrementar y mejorar nuestra información a partir de experiencias directas de todos los médicos homeópatas del país.
Por lo tanto, le invitamos a colaborar en este esfuerzo enviando su registro de casos, sus experiencias en la prevención y haciéndonos llegar referencias bibliográficas que aumenten el acervo de conocimientos respecto a esta epidemia que tanto afecta a nuestra población.
Referencias:
[1] Como ha descrito Samuel Hahnemann en su artículo: “Sugerencias para la prevención de epidemias en general, y especialmente en poblados” (Escritos Menores).
[2] Gaucher, C. et al. (1993), Cholera and homeopathic medicine, Brit. Hom. J. 82, 155-163.
Dengue Epidémico: Tratamiento Curativo con Medicamentos Homeopáticos. Informe de Intervención, hecho por el Centro Nacional de Medicina Natural y Tradicional (CENAMENT) del Ministerio de Salud Pública, 2006.
A controlled evaluation of a homoeopathic preparation in the treatment of influenza-like síndromes Br. J. Clin. Pharmac. (1989), 27, 329-335.
[3] Hahnemann, S. Órganon de la Medicina. Párr. 100-104.
[4] Paschero, T. Homeopatía. Ateneo. Buenos Aires. Pág. 22
[5] Allen, H. C. Materia Medica of Some Important Nosodes; Vannier, L. Terapéutica Homeopática; Vijnovsky, B. Tratado de Materia Médica Homeopática; Schmidt, P. La Homeopatía profiláctica en la época actual.
[6] Tyler, M. L. Homeopathic Drug Pictures.
[7] Schmidt, P. La Homeopatía profiláctica en la época actual.
Autores: CONSEJO CONSULTIVO NACIONAL MEDICO HOMEOPÁTICO, A. C.
Dr. Fernando Domínguez Vello, Presidente
Dr. Jorge A. Fernández Pérez, Vicepresidente
Dr. Jaime Andrade Montaño, Secretario
Ing. Javier López Hernández, Tesorero
Dr. Fernando Ochoa Bernal, Vocal
C/Nuevo León 54-101, COL. HIPÓDROMO, DELEGACIÓN CUAUHTÉMOC, C. P. 06100 MÉXICO, D. F. TELS. (55) 55-53-31-54 y (55) 55-53-58-85
Correo electrónico: ccnmh.ac@gmail.com
1 comentario:
Una cordial felicitacion ya que es la primera informacion con fundamentos homepaticos hahnemanianos para esta contingencia.
Al igual esto demuestra que la homeopatia se encuentra en el nivel cientifico para estas contingencias.
Felicidades
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