Generalidades sobre las observaciones y las prescripciones de Samuel Hahnemann en París
Sumario
He realizado este trabajo mediante la lectura de parte de los "diarios de pacientes" de Samuel Hahnemann en París, durante un período de diez años.
Después de haber presentado el interrogatorio médico según Hahnemann, he analizado las observaciones, incluyendo las notas de repertorio homeopático y los síntomas característicos para la prescripción. El conjunto me ha parecido de buena calidad y muy útil.
El estudio de las prescripciones medicamentosas pone en evidencia el suministro de un solo remedio por vez, en diferentes escalas de dilución, pero siempre a dosis muy pequeñas. Las prescripciones más frecuentes estaban representadas por Sulphur y placebo. La elección del remedio parecía más a menudo orientada por el conjunto de los síntomas del paciente que por los que se encontraban presentes en el momento de la consulta. Las prescripciones higiénicas en los enfermos crónicos, muy precisas, eran seguidas por la prescripción medicamentosa. Las prescripciones me han parecido documentadas, razonadas y coherentes en relación con las observaciones.
Los resultados de los tratamientos dependían en parte del rol del paciente al hacerse cargo de su enfermedad. Los resultados de los tratamientos medicamentosos e higiénicos aparecían estrechamente relacionados entre sí en las enfermedades crónicas. Los resultados favorables de los tratamientos parecían a menudo ser parciales.
La honestidad de la transcripción de estos "diarios", si bien es probable, necesita ser confirmada.
Summary
I made this presentation by reading part of Samuel Hahnemann’s patients’ diaries in Paris, along a period of ten years, in a medical optic of work..After presenting medical listening according to Samuel Hahnemann, I analysed his observations – including the notes of homeopathic repertory – as well as the symptoms which were characteristic for the prescription. The whole thing seemed to me of a good quality and very much exploitable.
The studying of medical prescriptions underlined the prescription of one single remedy at a time, diluted at different levels, and always absorbed in a very small quantity. Hahnemann prescribed most regularly Sulfur and Placebo. In choosing what remedy to administrate, he favoured considering the whole of the patient’s symptoms rather than the present symptoms. The hygienic prescriptions in chronic diseases seemed to me as accurate and supervised as the medical ones. I think the prescriptions were often well-documented, well thought-out and coherent with regard to the observations.
The treatments’ results partly depended on the active role the patients would take in their illness. The results of medical and hygienic treatments seemed closely related to one another in chronic diseases. The satisfactory results often seemed to be partial results.
It was probable, that the diaries had been honestly transcribed, although it was not an absolute fact.
INTRODUCCIÓN
Los "diarios de pacientes" de Samuel Hahnemann parecían ser para él de extrema utilidad para su práctica médica.
Comenzó a coleccionar todas sus observaciones en libros manuscritos entre 1800 y 1801. Hahnemann redactó así la mayor parte de los 54 libros de consulta o "diarios de pacientes": 37 entre 1800 y 1835 mientras permanecía en Alemania y 17 entre 1835 y el fin del ejercicio de la medicina por parte de Melanie (¿1860?) en París.
El primer volumen del diario alemán y el primer volumen del diario francés se han perdido.
Desde que retornó al ejercicio de la medicina en París (él no tenía la intención de seguir ejerciéndola desde que abandonó Köthen para instalarse en Paris con Melanie), Hahnemann se hizo enviar los "diarios de consulta" alemanes. (1)
Siendo médico, nunca tuve en vista la presentación de un trabajo histórico sobre estos diarios. Un trabajo de esta naturaleza, ya ha sido en parte realizado. (2)
Es así que no he tomado en cuenta el nombre de los enfermos que figuran en cada diario, ni evaluado el ritmo de trabajo de Hahnemann, ni registrado las profesiones y nivel social, el sexo, la edad, el domicilio y el país de origen de los pacientes. Sin embargo, el trabajo médico de Hahnemann en París me ha parecido variado y denso, y puede ser más denso todavía que en épocas anteriores, con la reserva de que este trabajo fue compartido a menudo con Melanie.
Contrariamente a los historiadores, me ha parecido importante, en tanto que médico, preservar el secreto médico concerniente a la identidad de los pacientes.
He estudiado sólo una parte del período francés de los "diarios de pacientes", gracias a los microfilmes editados por el Instituto für Geschichte der Medizin de Stuttgart, con la ayuda de la publicación franco-alemana del quinto diario de la serie francesa. (3)
Estos diarios manuscritos fueron escritos por Samuel y Melanie Hahnemann, cuyas escrituras, muy diferentes, son fácilmente reconocibles. Samuel escribía sobre todo, las observaciones sobre los hombres, y Melanie, las observaciones sobre las mujeres y los niños. A menudo Melanie redactaba la observación, y Samuel las notas repertoriales y la prescripción; a menudo las observaciones y las prescripciones eran redactadas alternativamente por Samuel y Melanie.
Las páginas de los "diarios" están numeradas a mano, con frecuencia una página sobre dos.
Yo me he dedicado fundamentalmente al trabajo de Samuel, escrito, esencialmente, en francés y un poco en alemán. El trabajo de Melanie, mucho más aproximativo y mucho menos elaborado, no amerita, desde mi punto de vista, ser traído a colación.
En el momento de redactar esta líneas, estudié más de 2200 páginas de la serie francesa, correspondientes a los seis primeros volúmenes de un total de 17 disponibles. Todos comportan en total más de 7000 páginas. Siendo la serie alemana todavía más voluminosa, este trabajo no puede ser representativo del conjunto del trabajo médico de Samuel Hahnemann incluido en sus diarios de pacientes.
Sin embargo, este trabajo es fruto de una lectura de estos diarios realizada durante alrededor de diez años, y pretende aportar una reseña sobre el ejercicio médico de Hahnemann en París.
I-GENERALIDADES SOBRE LAS OBSERVACIONES
He remarcado los elementos referentes a lo que debe ser la atención médica según Hahnemann, la toma de las observaciones, las notas repertoriales y los síntomas característicos retenidos para la prescripción.
La Atención Médica según Samuel Hahnemann
Los "diarios de pacientes" revelan una percepción precisa y justa de los síntomas del paciente. La percepción de Hahnemann era casi siempre bien precisa, pues los síntomas eran transcriptos en términos apropiados. Hahnemann dominaba perfectamente el francés escrito o hablado. La percepción de Hahnemann revela al lector sus sentidos sanos y despiertos.
Hahnemann parecía tomar en cuenta fundamentalmente las sensaciones del enfermo. Ciertos extractos de sus observaciones hacen pensar que escribía exactamente las palabras del paciente. La escritura de Hahnemann, atenta, cuidadosa y legible (salvo para mí algunas notas de repertorio homeopático escritas en alemán) supone una paciencia frecuentemente ejercida y sostenida por su fuerza de voluntad.
El seguimiento del paciente revelaba una atención tan asidua como la inicial, dando prueba de una gran paciencia por parte de Hahnemann.
La Toma de la Observación. Historia Clínica
Ellas tenían lugar, lo más a menudo, en el gabinete de consultas de Hahnemann y daban una imagen directa del paciente. A menudo la imagen del paciente era más indirecta por transcripción de una visita a domicilio (Hahnemann no hacía más visitas a domicilio en Koethen hasta la llegada de Melanie y, a veces, las hacía en París en compañía de ella) o por transcripción de una carta de algún paciente. Más raramente la imagen era aún más indirecta por la transcripción de cartas del entorno del paciente (un niño, una persona muy debilitada, una persona iletrada o una persona alienada).
En la observación inicial consignaba la identidad del paciente. Si éste sabía escribir, Hahnemann dejaba a menudo que él mismo escribiera su identidad.
Luego eran anotadas:
La edad del paciente pero no su fecha de nacimiento (con frecuencia desconocida en aquella época).
Su profesión (si es que tenía alguna).
Su dirección precisa en París o su ciudad de origen, o su país de origen; la clientela parisina de Hahnemann era sobre todo europea y con frecuencia rusa y americana.
Su situación familiar: soltero, casado, viudo o viuda.
Para las mujeres: cantidad de hijos vivos o muertos (en aquella época la mortalidad infantil era muy elevada), la cantidad de abortos, el carácter de las reglas.
La anamnesis del paciente seguía a continuación: Ella precisaba la historia de la enfermedad y, para las enfermedades crónicas sobre todo, los antecedentes personales y familiares; en ciertos casos hacía constar con precisión los diagnósticos realizados por otros médicos, los tratamientos anteriores (homeopáticos o alopáticos) ordenados por otros médicos o realizados por el paciente espontáneamente o por consejo de alguien no médico. Los resultados de estos tratamientos eran cuidadosamente anotados.
Seguidamente aparecen los síntomas del estado actual, a menudo precisados por preguntas. Para los pacientes portadores de enfermedades crónicas, Hahnemann interrogaba al paciente sobre su higiene de vida, y anotaba los hábitos de vida y todas las anomalías susceptibles de ser corregidas. Si se trataba de un hombre, y el paciente no lo había referido espontáneamente, Hahnemann interrogaba sobre antecedentes de enfermedades de transmisión sexual.
Por último, a veces constaban notas repertoriales, como así también los síntomas característicos retenidos para basar la prescripción y la prescripción misma para terminar la observación; el tema de la prescripción será retomado más detalladamente más adelante en este mismo trabajo.
Las observaciones siguientes se producían a un ritmo variable: semanalmente para los enfermos crónicos, diariamente o cada dos días para los estados agudos y/o alarmantes; a menudo las visitas eran más espaciadas de acuerdo a la demanda de los pacientes. Raramente Hahnemann proponía al paciente una nueva entrevista en un tiempo determinado y con frecuencia solicitaba al mismo que le comunicara las novedades por carta precisando el tiempo de tratamiento.
A menudo, Hahnemann demandaba al enfermo que anotara diariamente sus síntomas como así también la posología del remedio prescrito. De esta forma el paciente hacía su propio diario sobre su estado de salud, que luego Hahnemann transcribía en su "diario de pacientes": sueño, marcha, apetito, crisis agudas, ritmo y características de las deposiciones, etc.
Las observaciones se prolongaban a menudo durante años y todo era escrito con el mismo cuidado.
La evolución del estado general aparecía al comienzo de las consultas.
Hahnemann anotaba con precisión la observancia de las prescripciones: medicamentosas e higiénicas para las enfermedades crónicas.
A veces un esquema de las lesiones presentes era anotado: lesión dermatológica, circunferencia de uno o varios ganglios o nudosidades, circunferencia de una o varias úlceras o fístulas, circunferencia de las pupilas durante el día o en la oscuridad, todas estas características eran dibujadas en la ficha del paciente.
Los síntomas curados o aquellos que parecían a Hahnemann provocados por el tratamiento, eran subrayados y el nombre del último remedio prescrito era anotado al margen de la observación.
Al comienzo de cada volumen del "diario de pacientes", aparecía un índice de nombres con el número de página correspondiente a su observación; desgraciadamente este índice se ha tornado poco legible o ilegible por la usura del tiempo.
Las diferentes consultas eran anotadas a menudo a continuación en el mismo volumen de los "diarios de pacientes", pero a veces se incorporaban diseminados en el mismo o en diferentes volúmenes; el envío de una página a otra o de un volumen a otro, eran cuidadosamente anotados.
El fin de una observación se presentaba de diferentes maneras:
Sea por una consulta inicial citada de nuevo.
Sea por varias consultas que el paciente parecía haber perdido de vista.
Sea con consideraciones sobre el resultado del tratamiento: esta eventualidad será retomada más tarde en este trabajo.
Sea con el deceso del paciente, sólo si era informado de tal hecho por los familiares..
Por lo que conozco, jamás Hahnemann abandonó a un paciente a su propia suerte, siempre que el mismo o sus familiares solicitaran sus servicios.
Las Notas de Repertorio Homeopático
Ellas eran muy frecuentes pero no sistemáticas en las observaciones.
Escritas a menudo en alemán y a veces en francés, se relacionaban directamente con el texto de la observación.
Los remedios eran escritos con su abreviatura que por siglos fueron utilizadas en los codex farmacéuticos de la época,
A menudo las notas repertoriales aparecían al final de la observación antes de la prescripción medicamentosa.
Ellas estaban relacionadas directamente con los síntomas del paciente, sea como un ejercicio de memoria comparando los síntomas del enfermo con los síntomas próximos o emparentados de los remedios. Ellos podían ser relacionados ya sea con los síntomas del paciente presentes en la consulta o con el conjunto de síntomas pasados y presentes del mismo..
Parecían haber sido escritas de memoria; los remedios, a veces, eran anotados sin orden alfabético; más frecuentemente los remedios aparecen en orden alfabético en una serie, o en dos series con los remedios de la psora y de los otros o a la inversa; en estos casos Hahnemann se ayudaba a menudo con un repertorio homeopático que poseía. Raramente en las notas repertoriales precisaba su origen: repertorio de Boenninghausen anotado con una B antes de la lista de remedios, o el repertorio de Jahr anotado con una J antes de la misma.
A menudo los remedios eran clasificados en diferentes grados: remedios poco importantes entre paréntesis, remedios subrayados una o dos veces según su importancia en el síntoma estudiado y, por último, remedios no subrayados ni entre paréntesis.
Los síntomas más a menudo elegidos se referían a las sensaciones experimentadas por el paciente asociadas o no a una localización y los síntomas generales del mismo; a veces aparecían síntomas psíquicos y síntomas locales modalizados. Raramente los síntomas más elaborados, con sensación, localización y modalidades, conducían a más de un remedio que era anotado.
Ejemplo: Madame d’E. DF5, página 61
Las abreviaturas de los remedios corresponden a las usadas en el Repertorio de Kent (4).
Regel zu spät = reglas muy tardías: Am-c; Caust; Chel; Cic; Dulc; Graph; Hep; Ign; Iod; Kali-c; Lyc; Mag-c; Nat-m; Puls; Sabad; Sars; Sil,; Stront; Sulph; Tab; Ter; Zinc,
Regel zu schwach = reglas muy débiles: Alum; Am-c; Bar-c; Merc; Asaf; Caust; Graph; Kali-c; Lyc; Mag-c; Nat-m; Phos; Sars; Sil; Sulph; Thuj.
Kopfweh von Blutdrang nach dem Kopf = cefaleas congestivas detrás de la cabeza: Asaf; Caust; Dulc; Graph; Kali-c; Lyc; Merc; Phos; Puls; Sil; Tab; Thuj.
Geschwulst der Brustdrüse = Inflamación de la glándula mamaria: Graph; Lyc; Merc; Phos; Puls; Sil: Sulph.
Härte der Brustdrüse = dureza de la glándula mamaria: Merc; Phos; Sil; Sulph; Graph.
Prescripción: Graphites 30CH: un glóbulo.
Esta notas repertoriales me han parecido de un gran valor pues evocan al Repertorio de Kent (4) de nuestros días. La comparación entre las notas de Hahnemann y el Repertorio de Kent permiten encontrar la mayor parte de los síntomas elegidos por Hahnemann en este último. La comparación de remedios en cada rúbrica lo pone en evidencia: hay remedios idénticos en Kent y Hahnemann, a veces hay más remedios en Kent y a la inversa, pero raramente encontramos idéntico número de remedios en las rúbricas de Kent y de Hahnemann.
La lista de remedios de estas notas repertoriales ponen en evidencia que Hahnemann conocía más remedios que aquellos que había experimentado. Los remedios siguientes se encuentran a la vez en las notas repertoriales y en las prescripciones de Hahnemann: Aethusa Cynapium, Antimonium Tartaricum, Asa foetida, Bovista, Filis mas, Gratiola, Indigo, Lachesis mutus, Laurocerasus, Oleum animalis, Phellandrinum, Plumbum metallicum, Ranunculus bulbosus, Ranunculu scelerata, Secale cornutum, Selenium metallicum, Senega, Strontium carbonicum, Thea.
Hahnemann deja constancia en las notas repertoriales de los remedios que no prescribía nunca o casi nunca. Al momento de redactar este artículo los remedios siguientes se encontraron en las notas repertoriales pero no en las prescripciones: Bismuthum, Crocus sativus, Cyclamen, Euphorbium, Scilla maritima.
Síntomas Característicos Retenidos para la Prescripción
Raramente algunas observaciones llevaban un resumen antes de la prescripción. Era por consiguiente muy probable que tal resumen fuera determinante en la elección del remedio.
A menudo los síntomas que constaban en las observaciones estaban subrayados. En la observación inicial los síntomas subrayados eran los determinantes de la prescripción. En las observaciones siguientes, sea que los síntomas tuvieran el mismo valor, sea que correspondieran a síntomas nuevos que Hahnemann atribuía a menudo al último remedio prescrito, tenían un valor de orientación para la prescripción siguiente. También constaban los síntomas curados por el remedio precedente, sirviendo entonces para subrayar el efecto positivo de aquel remedio.
A veces anotaba los factores etiológicos: afecciones determinadas por trastornos psicológicos o físicos. Según el caso, estos elementos eran utilizados o no para la prescripción.
Por último, las notas repertoriales podían o no ser determinantes para la prescripción.
El valor de los síntomas para la elección del remedio será considerado más adelante en este trabajo.
Comentarios
Hahnemann hablaba a menudo de tratamiento antipsórico; nunca la Sycosis y la Syphilis fueron citadas como enfermedades crónicas en sus observaciones.
Nunca he visto una referencia a Dios o a una influencia divina en los diarios de pacientes. Samuel Hahnemann no contaba con otra cosa que con el rigor y la precisión de sus observaciones, con su memoria y con su disciplina de trabajo para prescribir y llevar adelante sus tratamientos.
Raramente los honorarios de consulta eran anotados: 10 francos, 50 francos. 100 francos, 200 francos, 250 francos; los honorarios eran abonados en cada consulta o cada mes; a veces Hahnemann se hacía pagar por mes para la atención del paciente y su familia; el pago y la ausencia de pago eran, a veces, anotados; la gratuidad de ciertas consultas no era anotada.
La calidad de las observaciones, bien que variable según el caso, me ha parecido excelente por parte de Samuel. Este no es el caso de las observaciones de Melanie, a menudo sólo aproximativas.
2-GENERALIDADES SOBRE LAS PRESCRIPCIONES
Las prescripciones se refieren a las prescripciones medicamentosas y, solamente en las enfermedades crónicas, a las prescripciones higiénicas; las dos eran para Hahnemann de igual importancia en las enfermedades crónicas.
Las prescripciones higiénicas están cuidadosamente reflejadas.
Las prescripciones medicamentosas eran también cuidadosamente anotadas por Samuel; el remedio era raramente tomado en el gabinete de Samuel y, en caso de que así fuera, se trataba de su administración por inhalación; el remedio era regularmente enviado por carta a los pacientes tratados por correspondencia; lo más a menudo el paciente debía buscar su remedio en la farmacia pues, a pesar de sus recomendaciones en El Órganon, Hahnemann no distribuía regularmente los remedios en su consultorio en París.
Muy raramente, pases magnéticos (mesmerismo) eran efectuados en el consultorio; esta práctica parecía ser mucho menos frecuente en París que en su práctica alemana (1).
La Prescripción Inicial
La prescripción higiénica sólo se encuentra en los pacientes portadores de enfermedades crónicas; no he encontrado prescripciones higiénicas en las enfermedades agudas; ellas correspondían a las convicciones higiénicas de Hahnemann y podían ser únicas o completadas en las consultas siguientes si no englobaban de entrada todas las condiciones de vida del paciente.
Evitar el té, el café y el vino puro en la alimentación, evitar la ropa de lana sobre la piel, evitar los excesos sexuales y la continencia sexual prolongada, lavado del cuerpo con agua fría, marcha cotidiana, reposo después de las comidas, eran las principales convicciones higiénicas de Hahnemann en las enfermedades crónicas.
La prescripción medicamentosa inicial se componía de un solo remedio.
Como Hahnemann trataba sobre todo enfermedades crónicas, Sulphur era muy a menudo prescrito de primera intención; a veces el tratamiento comenzaba con placebo cuando los enfermos crónicos habían recibido anteriormente muchos tratamientos; a veces Hepar Sulphuris Calcareum comenzaba el tratamiento de las enfermedades crónicas. Estadísticamente Sulphur, placebo y Hepar Sulphuris Calcareum representaban los tres remedio que Hahnemann prescribía más con frecuencia decreciente.
En las enfermedades agudas no importa que remedio de la farmacopea homeopática podía se prescrito de primera intención. Hahnemann atendía pocas enfermedades agudas en su práctica parisina.
La posología del remedio era cuidadosamente anotada por Hahnemann.
Consistía, a menudo, de la toma de un solo glóbulo, raramente dos glóbulos y, a veces, hasta diez glóbulos fueron prescritos. Muy a menudo el o los glóbulos eran disueltos en una cierta cantidad de agua; en estos casos el remedio debía ser tomado por boca; más raramente debía ser frotado sobre la piel sana; raramente el glóbulo debía ser inhalado sin ser disuelto o ser tomado en seco sobre la lengua y, en este caso, no debía ser repetido. Las preparaciones disueltas debían ser removidas o sacudidas antes de cada toma del remedio.
En las enfermedades crónicas, donde el remedio diluido en agua debía ser tomado casi todos los días, Hahnemann agregaba al agua alcohol o carbón de madera para la conservación del remedio.
En las enfermedades agudas, el remedio podía se administrado varias veces al día (cada 2, 3 o 4 horas por ejemplo).
Hahnemann solicitaba a las mujeres que no tomaran el remedio los cuatro primeros días de la menstruación. En los lactantes Hahnemann prescribía el remedio para el niño a la madre, pues el efecto del medicamento así suministrado era muy satisfactorio para el lactante.
La dilución inicial era, a menudo, la treinta centesimal hahnemanniana (30 CH). Así mismo, los remedios aconsejados en diluciones más bajas en la Materia Médica Pura y en otras publicaciones de Hahnemann eran suministrados en París, desde el comienzo, en 30 CH. (Aurum Metallicum, Nitricum Acidum, Petroselinum, por ejemplo).
A partir de 1838, para ciertos remedios de la psora solamente (no he encontrado hasta el presente más que siete), Hahnemann prescribía diluciones centesimales entre 80 y 200 CH. A partir de 1840 y para ciertos remedios solamente (yo he encontrado hasta el presente sólo catorce), Hahnemann prescribía las diluciones cincuenta milesimales (o LM).
La posología de los remedios diluidos permitía a los enfermos crónicos tomar el remedio cotidianamente durante diez o quince días. Si esta posología era fija, se debía tomar una pequeña cucharada de la mezcla a hora fija, diluida en uno o dos vasos de agua, tomando una pequeña cucharada del último vaso en tanto que el paciente soportara el remedio. La posología podía también ser creciente: el paciente tomaba una pequeña cucharada del último vaso el primer día, dos el segundo día y así sucesivamente en la medida que soportara el remedio o el incremento de la posología; si el paciente no soportaba el aumento de la posología, debía suspender el remedio uno o dos días y volver a tomarlo luego con la posología soportada.
Las prescripciones siguientes
Las prescripciones higiénicas podías ser renovadas, adaptadas o completadas para los pacientes que presentaban una enfermedad crónica.
La prescripción medicamentosa consistía en un solo remedio por vez.
A menudo no había prescripción sino sólo la palabra "continuar" (el último remedio prescrito); a veces era prescrito un placebo, a veces el mismo remedio en una dilución diferente y a veces otro remedio.
Raramente prescribía dos (más raramente tres) remedios en la misma orden. En este caso, lo más a menudo, el remedio activo era prescrito antes o después de un placebo; raramente el remedio activo era alternado con un placebo un día sobre dos; más raramente todavía dos o tres remedios activos eran prescritos sucesivamente. Yo no he encontrado más que en tres oportunidades la prescripción de dos remedios activos tomados alternadamente un día sobre dos.
El número de remedios diferentes prescritos variaba según las observaciones.
No he encontrado hasta ahora más que dos observaciones de enfermos crónicos donde, toda la duración de la observación, Hahnemann prescribió siempre el mismo remedio activo, Sulphur, con algunas prescripciones de placebo.
A menudo la observación se limitaba a una sola consulta y a una sola prescripción, a veces el mismo remedio era prescrito en las primeras consultas, pero la observación se detenía allí sin anotar los resultados.
Numerosas observaciones contenían menos de diez remedios diferentes de los que uno o dos eran repetidos a menudo mientras que los otros eran ocasionales.
En las observaciones de enfermedades crónicas graves o invalidantes, un número a menudo impresionante de remedios diferentes sucesivos eran prescritos (más de cincuenta); como estos enfermos eran a veces frágiles y/o hipersensibles, una parte de los remedios eran prescritos por inhalación. Sin embargo, regularmente en la observación, Hahnemann anotaba minuciosamente todas las prescripciones precedentes con sus respectivas diluciones para orientar la prosecución del tratamiento.
La elección de las diluciones parecía compleja y mal sistematizada.
Hasta 1838, Hahnemann prescribía casi siempre al comienzo del tratamiento la 30 CH, raramente la 24 CH; si tenía que hacer las prescripciones siguientes con mismo remedio las ordenaba en diluciones descendentes: 24 CH, luego la 18 CH, luego la 12 CH, luego la 6 CH y raramente la 3 CH; luego, a menudo, llegaba a prescribir de nuevo la 30 CH.
A partir de 1838 (no he encontrado más que una sola prescripción en 100 CH en 1837), Hahnemann utilizaba para algunos remedios de la psora, altas diluciones centesimales. Esta diluciones comprendidas entre la 80 y la 200 CH, eran al comienzo repetidas en diluciones descendentes (por ejemplo 100 CH, luego 95 CH, luego 90 CH) y luego en diluciones ascendentes (por ejemplo 190 CH, luego 191 CH, luego 192 CH, etc.).
A partir de 1840, Hahnemann comenzó a prescribir las diluciones cincuentamilesimales (LM) para ciertos remedios solamente; si, en este caso el remedio debía ser repetido, siempre era suministrado en diluciones ascendentes, de 1 a 30 LM.
Yo he encontrado en una misma observación después de 1840, un remedio prescrito en LM repetido en diluciones ascendentes, otro remedio prescrito en altas centesimales repetido en diluciones ascendentes y otro remedio más prescrito en bajas centesimales repetido en diluciones descendentes.
Parecía por consiguiente importante para Hahnemann, cambiar la dilución del remedio en cada repetición, pero la elección de cada dilución por Hahnemann revelaba, para mí, todavía un trabajo experimental. De lo que Hahnemann estaba convencido era de la necesidad de administrar la dosis mínima suficiente de remedio al paciente.
La elección del remedio prescrito
He aquí las indicaciones de placebo recogidas en los diarios de pacientes:
Placebo al comienzo del tratamiento en particular si el paciente había sido medicado en exceso con anterioridad.
Placebo y la anotación en alemán "debe corregir su régimen"; pensaba que el paciente debía corregir su régimen de vida previamente y por ello comenzaba con placebo.
Placebo esperando un interrogatorio más completo.
Placebo y algunos días después el remedio activo.
Placebo y después remedio activo: para permitir que el remedio anterior completara su acción; para observar los efectos secundarios de veratrum album: placebo; si ella ha tomado muchos remedios: placebo.
Placebo cuando se produce una agravación ligera después de haber tomado el remedio activo últimamente prescrito.
Alternancia un día sobre dos de placebo y remedio activo.
Remedio activo administrado por inhalación y placebo por boca todos los días.
Remedio activo administrado por fricción y placebo por boca todos los días.
Prescripción de placebo ante el retorno de síntomas viejos.
"El no desea tomar esta medicina que no le mejora y desea que le den otra: placebo"; "desea que le den los polvos para tres días porque viaja al campo: placebo".
"Es que las crisis epilépticas que provoca Aethusa son efectos secundarios?:Placebo.
Todas estas indicaciones de placebo reflejan la riqueza y la precisión de las prescripciones de Hahnemann.
La prescripción del remedio a menudo se guiaba por los síntomas del paciente presentes en el momento de la consulta.
La prescripción podía ser orientada a veces por las notas repertoriales, raras veces por un resumen de la observación, a veces por los síntomas subrayados espontáneos o provocados por el último remedio prescrito, a veces por un síntoma etiológico físico o psíquico; en este último caso, la etiología retenida era a menudo reciente; el síntoma etiológico era casi siempre considerado por Hahnemann como intercurrente y era tratado, lo más a menudo, por un remedio que no pertenecía a la psora y por poco tiempo.
La elección del remedio correspondía con frecuencia al conjunto de síntomas del paciente.
La psora representaba para Hahnemann la gran mayoría de las enfermedades crónicas; ésta era la razón por la cual la gran mayoría de los enfermos crónicos recibían al comienzo del tratamiento Sulphur o Hepar Sulphuris Calcareum.
La prosecución del tratamiento conducía a Hahnemann a mantener el mismo remedio, y raramente a conservarlo durante toda la duración de la observación. Los síntomas presentados por el paciente en la consulta podían no intervenir en la repetición del remedio de la psora si el estado general había mejorado.
Ejemplo: Señor S. DF 6 página 200
Inneres Zittergefühl = Sensación de temblor interior: Calc; b-v; Caust; Graph; Kali-c; Nit-ac; Petr; Phos; Plat; Sil; Stann; Sulph, Sulph-ac; Ant-t; Caps; Colch; Mar; Nux-v; Puls; Rhus-t; Sabad; Samb; Staph; Valer.
Lang seyn der Zähne = Sensación de dientes largos: Arn; Bry; Camph; Caps; Cham; Cocc; Colch; Rheum; Rhus-t; Alum; Am-c; Ars; Aur; Carb-an; Carb-v; Caust; Kali-c; Mag-c; Nat-m; Stann; Sulph; Zinc.
Hypocondrie = Hipocondríaco: Phos; Arn; Mosch; Nux-v; Puls; Spong; Staph; Valer; Verat;
Prescripción: La prescripción precedente era Sulphur con mejoría del estado general. Aquí, a pesar de su ausencia en el rubro Hipocondría, Hahnemann prescribió Sulphur: un glóbulo en 12 CH.
A veces los síntomas del paciente conducían a Hahnemann a cambiar de remedio por otro medicamento de la psora o no con el apoyo o no de las notas repertoriales; los cambios de remedio, si eran frecuentes, conducían a Hahnemann a revisar el conjunto de remedios prescritos. A veces algunos eran los síntomas presentes en la consulta, esta lista era determinante para la prescripción del remedio siguiente.
La Syphilis y la Sycosis no eran citadas en los cuadernos de pacientes; no obstante Hahnemann averiguaba sistemáticamente en los hombres los antecedentes de enfermedades transmisibles sexualmente. Si se trataba de una gonorrea reciente, Hahnemann la trataba como una enfermedad aguda utilizando el remedio más parecido a los síntomas presentes en el paciente. Si la enfermedad sexualmente transmisible era de larga data, Hahnemann prescribía de entrada uno o varios remedios de la psora; luego, si el paciente tenía antecedentes de chancros, ordenaba Mercurius solubilis o Cinnabaris, en caso de que el tratamiento antipsórico no hubiera aportado una mejoría suficiente. Si el paciente tenía antecedentes de gonorrea o de verrugas higo, Hahnemann ordenaba a veces Thuya occidentalis o Nitricum aciduam, si el tratamiento de la psora no hubiera aportado una mejoría suficiente.
Comentarios
La lectura del 34° diario de pacientes de Koethen había conducido al doctor Fischbar-Sabel a la conclusión siguiente: "es a menudo difícil con la ayuda de los síntomas anotados en los diarios de pacientes, saber porqué Hahnemann prescribía un nuevo producto, pues sus descripciones son a menudo poco detalladas para que se pueda deducir el remedio por los síntomas" (1).
Yo tuve tendencia a compartir estas palabras cuando comencé a leer los diarios de pacientes de Hahnemann; pero insistiendo en la misma, las prescripciones parisinas de Hahnemann me han parecido con frecuencia bien documentadas y coherentes; a veces solamente la prescripción medicamentosa me ha parecido difícil o imposible de comprender siguiendo a la observación.
Por el contrario, las prescripciones de Melanie me han parecido en su conjunto como muy aproximativas.
Por último, las dudas en cuanto a la elección del remedio me han parecido como una preocupación constante de Samuel Hahnemann en sus diarios de pacientes.
Conclusión sobre las prescripciones
Tres principios parecían guiar la elección del remedio: prescripción basada en la similitud entre los síntomas del paciente (actuales y/o pasados) y los síntomas del remedio prescrito; prescripción sobre la globalidad de los síntomas del paciente para administrar un solo remedio por vez; prescripción de la dosis mínima eficaz para el paciente.
3-RESULTADO DE LOS TRATAMIENTOS
Rol de los enfermos en los diarios de pacientes
La lectura de los diarios de pacientes revelan los límites que existen en la relación médico-paciente.
La observancia de las prescripciones aparece variable según los pacientes y su enfermedad. Un discurso autoritario del prescriptor no siempre favorece esta observancia.
La observancia de las prescripciones higiénicas por parte de los pacientes, dependía de las convicciones personales del prescriptor: así, la prohibición del té, del café y del vino puro aplicadas por Hahnemann, eran a menudo cumplidas por los pacientes. La supresión o disminución en el uso del tabaco eran menos regularmente seguidas dado que Hahnemann fumaba y con frecuencia lo hacía en el gabinete de consultas.
La observancia de las prescripciones higiénicas y medicamentosas eran cuidadosamente anotadas ya sea que fueran seguidas o no por el paciente.
La automedicación figuraba muy raramente en los "diarios de pacientes" a pesar de que era cuidadosamente indagada por Hahnemann; seguramente en esa época era muy rara.
Los pacientes con intoxicaciones accidentales o iatrogénicas jugaban un papel pasivo en la recopilación de síntomas inducidos por un remedio: se encontraron a veces casos de intoxicación mercurial; un caso de intoxicación por belladona fue encontrado en las observaciones.
Resultado de los tratamientos higiénicos en las enfermedades crónicas
Las prescripciones higiénicas fueron a menudo bien seguidas las primeras semanas o los primeros meses.
Si ellas eran muy obligatorias o muy complicadas para el enfermo, eran abandonadas, y a menudo el paciente no venía más a la consulta.
Los resultados de los tratamientos higiénicos en las enfermedades crónicas me han parecido estrechamente correlacionados con los resultados de las prescripciones medicamentosas.
Ciertos pacientes me han parecido realmente mejorados por una higiene de vida regularmente aplicada.
Resultados de los tratamientos medicamentosos
Parecen estrechamente correlacionados con el resultado de las prescripciones higiénicas en las enfermedades crónicas.
Las prescripciones medicamentosas eran habitualmente bien seguidas y la observación, por parte del paciente o de su entorno, de las reacciones consecutivas a la toma del remedio fueron a menudo bien registradas y transcriptas.
Si un remedio único por vez era prescrito, a veces la posología complicada del mismo tornaba su observancia muy difícil o poco comprensible para el paciente.
Ya hemos visto que Hahnemann no transcribía la fecha del deceso de los pacientes; la lectura de algunas observaciones mostraban a veces este resultado como previsible. De la misma forma tampoco anotaba expresamente los tratamientos exitosos pues transcribía sobre todo la evolución para saber cuanto tiempo debía continuar el tratamiento
Los remedios de la psora prescritos solos, arrojaban a menudo resultados muy satisfactorios aún en la serie de enfermedades sexualmente transmisibles de larga data.
Globalmente, los resultados favorables de los tratamientos parecían a menudo ser parciales. La curación de las enfermedades, cualesquiera que fueren, parecía a veces difícil e incierta.
Las curas exitosas requerían con frecuencia la administración sucesiva de muchos remedios diferentes, raramente de un sólo remedio.
En conclusión para este capítulo:
El rol de los pacientes en el resultado de las prescripciones era imprevisible, pero en parte parecía depender de las cualidades personales del prescriptor. Estas cualidades eran numerosas en Samuel Hahnemann; la precisión, la paciencia, la calidad del interrogatorio y la modestia del prescriptor eran frecuentemente reconocidas.
Las prescripciones higiénicas complicadas, las posologías medicamentosas complicadas, parecían ser poco observadas por un tiempo largo, pero esto era previsible.
La simplicidad habitual del tratamiento medicamentoso arrojaba resultados mucho más satisfactorios.
4-CONCLUSIÓN GENERAL Y PROVISORIA
¿Tienen una significación global estos "diarios de pacientes"?
Yo he encontrado una significación global en estos diarios tanto para los pacientes, como para Samuel Hahnemann y para los lectores.
Por la precisión con que el paciente aportaba sus síntomas al médico, por el respeto a las prescripciones del médico, por la observación regular de sus síntomas, por su fidelidad al médico, el enfermo podía participar activamente haciéndose cargo de su enfermedad y, a menudo, de su mejoría y de su curación. Esta participación era a veces compartida por el entorno del paciente.
Por el rigor no interpretativo de la toma de sus observaciones, por la claridad de sus consejos de higiene, por la aparente simplicidad pero por la elección esclarecida de sus prescripciones medicamentosas, por la búsqueda de la certeza en sus prescipciones, por la precisión en la transcripción de la evolución de los síntomas, por la fidelidad de Hahnemann a sus principios concernientes a la enfermedad, el rol del médico y el tratamiento homeopático, por la modestia del prescriptor en cuanto a los resultados del tratamiento,
Hahnemann colocaba el estado de salud del paciente y no la enfermedad del mismo, en el centro de sus preocupaciones.
Estos "diarios de pacientes" revelan al lector la profunda devoción de Hahnemann por su trabajo y un profundo respeto por la persona humana. Su práctica permanece, para mí, actualmente, como un ejemplo que merece ser profundizado. Ella me ha parecido siempre globalmente fiel a sus publicaciones.
Por último, si la honestidad en la transcripción de las observaciones y de las prescripciones muestran todo esto como una realidad, ello, sin embargo, resulta imposible de probar. La comparación de las cartas de los pacientes con los cuadernos de pacientes, será susceptible de llenar parcialmente este vacío; resta realizar este trabajo.
REFERENCIAS
(1) Faure O. Praticiens, Patients et Militants de l’Homeopathie. Oulins: Boiron & Presses Universitaires de Lyon, 1992: 85-102.
(2) Dinges M. Homoöpathie: Patienten Heilkundige, Intitutionen. Heidelberg: K.F. Haug, 1996: 23-44.
(3) Hahnemann S. Krankenjournal DF5. Transkription un Übersetzung von A. Michalowski. Heidelberg: K.F. Haug, 1992.
(4) Kent J.T. Repertory of the Homeopathic Materia Medica. Reprinted. New Delhi: Jain, 1986.
Autor: Dr. Bruno Laborier
Textos manuscritos de Hahnemann: Fundación Robert Bosh, Stuttgart (Alemania)
Traducción al español : Dr. Ricardo Prebisch
Publicado en la Revista Española de Homeopatía, invierno 2006. 17: 15-24.
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