Historia del Repertorio y del Tesoro de Kent

Introducción En 1972, como estudiante de homeopatía, ya me había dado cuenta que la tercera edición americana y las posteriores del Repertorio de Kent, tenían muchos errores de impresión, y me sorprendió que esos fallos no hubieran sido rectificados por el Dr. Kent. Al examinarla con más atención, me di cuenta de que la publicación de la 3ª Edición apareció en 1924, mucho después del 5 de junio de 1916 (fecha de la muerte del Dr. Kent) y se me ocurrió pensar que el Dr. Kent nunca tuvo la oportunidad de corregir esos errores. Lógicamente, por consiguiente, intenté localizar la segunda edición del Repertorio. Había hablado con el Sr. Roger Ehrhart (el último de los Ehrhart, propietarios de la famosa Farmacia Homeopática de Ehrhart y Karl-editores originales de la tercera, cuarta, quinta y sexta ediciones americanas del Repertorio de Kent) en 1972 cuando todavía vivía, pero no pudo serme de gran ayuda. No estaba claro si la biblioteca de Ehrhart y Karl albergaba dicha segunda edición (del propio repertorio de Kent o alguna sin encuadernar). Un artículo del Dr. K.C. Mittal, en la edición de enero-febrero de 1963 del AIH Journal, fue la primera pista de la existencia del propio repertorio personal de Kent, y este repertorio estaba en posesión del Dr. Schmidt de Ginebra (Suiza). En junio de 1972 tuve la oportunidad de ir a Ginebra (Suiza) y hablar con el Dr. Pierre Schmidt sobre los errores que había observado en el Repertorio de Kent, del artículo del Dr. Mittal, y le pregunté que me arrojara luz sobre el tema. Me informó que el Dr. Mittal había ido a Ginebra y había trabajado con diligencia con el propio ejemplar personal de Kent de la segunda edición del repertorio (abreviada como “Tesoro” a partir de ahora) y había copiado cuidadosamente todas las correcciones del Tesoro en su copia personal de la 6ª edición americana de 1957. Además, el Dr. Mittal copió también todas las correcciones de los dos capítulos “Mente y Generalidades” en un ejemplar de una edición india perteneciente al Dr. Pierre Schmidt, que éste me mostró. Éste era un libro de una edición limitada especial (creo que tenía las tapas verdes con un índice separador “primaveral” especial entre los diferentes capítulos). En él venían copiadas las correcciones con sumo esmero, escritas a mano de forma muy simétrica. Un facsímil de una de sus páginas (Capítulo de la Mente) viene impreso en el llamado Kent’s Final General Repertory. Hay que puntualizar que las palabras manuscritas en este facsímil son completamente diferentes de la firma de Kent, que también aparece en el prefacio de ese libro. Lo manuscrito probablemente es del Dr. Mittal. El Dr. Pierre Schmidt me informó de que, tras haber realizado este cuidadoso trabajo, el Dr. Mittal desapareció de Suiza llevándose consigo el Tesoro junto a su ejemplar personal (de la 6ª edición americana del Repertorio de Kent), en la que había hecho las correcciones a partir del Tesoro, y que si se pudiera encontrar ese ejemplar sería tan bueno como el Tesoro. A partir de ahora nos referiremos al ejemplar del Dr. Mittal con las siglas MKR. Además, conocí a la Sra. Dora Schmidt Nagel, esposa del Dr. Pierre Schmidt, farmacéutica homeopática y propietaria del Laboratoire Homeopathique de Mme. Schmidt. Esta noble y gentil dama fue quien más tarde haría posible el descubrimiento del Tesoro. La Búsqueda En 1973 concluí mis funciones como Profesor Agregado de la universidad en los Estados Unidos para empezar los estudios de medicina en la Universidad de Bruselas. Mi motivación para abandonar mi anterior profesión de matemático surgió a partir de la inspiración que recibí al estudiar las increíbles Conferencias de Filosofía homeopática de Kent, su Materia Médica y su Repertorio. Que la Homeopatía pudiera quizás triunfar de nuevo en la tierra y recuperar su gloria pasada en la curación de las naciones fue un sueño y un sentimiento intuitivo profundo; y que yo pudiera desempeñar algún papel, usando las técnicas de las matemáticas y los ordenadores, en la solución de problemas médicos. Como matemático había escrito incluso un programa informático de trabajo en lenguaje Fortran para la repertorización y el diagnóstico de enfermedades. Más adelante fui inspirado y animado por dos estupendos amigos, la Sra. Audrey Winthers (hermana del Dr. A.H. Grimmer, uno de los más destacados discípulos de Kent, que me confió los manuscritos originales de su padre –trabajo que apareció en 1996 como The Collected Works del Dr. A.H. Grimmer) y Joseph L. Kaplowe, médico de New Haven, Connecticut, también homeópata, autor de muchos artículos en el Homeopathic Recorder, la principal revista homeopática de los Estados Unidos. Durante mis años de estudiante de Medicina, tuve muchas ocasiones de hablar del problema del repertorio de Kent con la Sra. Schmidt, cuya ayuda gentil y estímulo en mis días de estudiante de Medicina fueron realmente decisivos para conseguir acabar la carrera. En 1978 la Sra. Schmidt escribió una carta al Dr. Mittal y me la dio para presentarme a él personalmente cuando fuera tres semanas de vacaciones a la India. La Sra. Schmidt me dijo que había sido el Dr. Eugene Alonzo Austin, discípulo estimado de Kent, quien había entregado el Tesoro al Dr. Pierre Schmidt en 1939, cuando éste último médico viajó a los Estados Unidos para aprender Homeopatía con dos de los mejores discípulos de Kent: la Dra. Frederica Gladwin y el Dr. Eugene Alonzo Austin. La Dra. Frederica Gladwin en un principio adquirió uno de los tres manuscritos originales corregidos (por Kent mismo) de la 2ª edición del Repertorio de Kent y le pasó su ejemplar al Dr. Austin o al Dr. Schmidt. No está claro si la Dra. Gladwin pasó su ejemplar directamente al Dr. Schmidt o al Dr. Austin, quien a su vez se lo pasara al Dr. Schmidt, junto a un anillo que había pertenecido al Dr. Kent, y que el Dr. Schmidt llevó durante el resto de su vida. Sin embargo, estas correcciones, que el Dr. Austin había insistido con empeño en añadir, nunca fueron incorporadas en las ediciones de posguerra del repertorio (la Cuarta, la Quinta y la Sexta Ediciones Americanas). La cuestión de encontrar al Dr. Mittal fue difícil dado que no solía permanecer en un mismo lugar, pero tras zigzaguear de Delhi a Lucknow, y de Delhi a Amrisar, finalmente le localicé y me presenté ante él con la carta de la Sra. Schmidt. Esto abrió las puertas de mi búsqueda. Pasé toda una tarde hablando con el Dr. Mittal. Me dijo que por supuesto había cogido el Tesoro por muchas razones. Escuché algunas de ellas, pero como no tienen relación directa con este debate no hace falta tomarlas en consideración por ahora. Todavía, a día de hoy, poseo una casete de 45 minutos con parte de dicha conversación con el Dr. Mittal. Estuvimos de acuerdo en que haríamos los esfuerzos necesarios, tanto el Dr. Mittal como yo mismo, para incorporar esas correcciones. Sin embargo, no llegué a ver ni el Tesoro ni el repertorio del Dr. Mittal (MKR). El Dr. Mittal me informó de que había sido perseguido por el Dr. Schmidt y el Dr. Chand, que apelaron los servicios de la Interpol para recuperar el Tesoro. Me dijo que había sido hostigado y amenazado continuamente y que había tenido que huir de ellos. El Tesoro, sin embargo, nunca se llegó a encontrar y, de hecho, el Dr. Mittal cortó el Tesoro en pequeños pedazos, algunos de los cuales llevaba habitualmente encima y otros los había escondido en un pueblo. El Dr. Mittal me informó que su ejemplar, junto a los pedazos del Tesoro, estaba guardado en otra ciudad, que me daría a conocer en otra ocasión cuando regresara. Durante esta visita a la India también me encontré con el Dr. D. H. Chand en su casa de Delhi, vi la edición india perteneciente al Dr. Pierre Schmidt, mencionada en la introducción, y también varios cientos de pedazos y algunas páginas del Tesoro. El Regreso Después de esta primera visita en febrero de 1978, mantuve una correspondencia esporádica con el Dr. Mittal. En 1980 tuve ocasión de regresar a la India de vacaciones y, de nuevo, tras un esfuerzo considerable, pude localizar al Dr. Mittal. Juntos viajamos a un pequeño pueblo, Rampur, donde me dijo que había escondido su ejemplar del repertorio junto a los restos del Tesoro. Soporté las incomodidades de un largo y lento viaje en tren. En Rampur, el cabeza de familia que guardaba el MKR y había cortado los pedazos del Tesoro y el Dr. Mittal hablaron entre ellos, y luego me dijeron que tendría que regresar otra vez porque los libros estaban escondidos en una pequeña cabaña de madera en el campo, y que los 23 km que había que hacer en moto para llegar hasta ella no se podían transitar en esa época del año. No sirvió de nada explicarles que tenía el tiempo limitado y que había venido de muy lejos desde los Estados Unidos. Sin embargo, tras mucho insistir me invitaron a volver en 7 días. Regresé a mi domicilio en Bombay muy desanimado. A pesar de mi desánimo juré intentarlo una vez más antes de regresar a los Estados Unidos. Salí de Bombay y me encontré con el Dr. Mittal en Delhi. Viajamos de nuevo a Rampur. Esta vez el Dr. Mittal pidió al hombre que me diera sus libros y, tras mucha discusión, me entregó un gran fardo envuelto en una gran tela sucia cuyo contenido descargó en el suelo. Entre ellos había el ejemplar del repertorio del Dr. Mittal (MKR), otra edición india del repertorio, un ejemplar de la Primera Edición del Repertorio de Kent publicada en 1899 y dos volúmenes de las Conferencias de Materia Médica impartidas por Kent en 1895 en el Hering Medical College y mecanografiadas por sus estudiantes. El Dr. Mittal me ofreció que me llevara todo este material conmigo a los Estados Unidos. Además, me confió miles de pedazos del Tesoro que habían sido troceados. Con todo esto salí hacia Delhi y de ahí cogí mi vuelo a los Estados Unidos. En la escala en Frankfurt telefoneé a la Sra. Schmidt y, lleno de alegría, le di la relación de los tesoros recuperados: 1) el MKR 2) los miles de pedazos del Tesoro 3) un ejemplar de la Primera Edición Americana del Repertorio de Kent 4) una colección de 2 volúmenes de apuntes de conferencias sobre Materia Médica pertenecientes a Mary Florence Taft, con una inscripción en el interior como presentación a Betty Prescott Dolbease y a Louis Prescott Dolbease 5) un escrito mecanografiado del Dr. K.C. Mittal titulado “La importancia del Repertorio de Kent en la clínica y en la práctica”, presentado en el Congreso Internacional de Medicina Homeopática (LIGA), en Dusseldorf (Alemania), en septiembre de 1962. Investigación Durante dos años revisé el material que me había confiado el Dr. Mittal. Había miles de pedazos troceados del Tesoro (manuscritos por el propio Kent). Me dediqué cientos de horas a identificar varios centenares de estos pedazos para encontrar el lugar donde encajaban de la Tercera y posteriores ediciones americanas, y luego comparándolos con el MKR. Descubrí que el MKR tenía las mismas correcciones exactas de estos centenares de trozos analizados (anteriormente ya mostré una diapositiva con varios de estos trozos). También había 44 páginas casi completas (22 hojas dobladas por ambas caras) del Tesoro, fácilmente identificables del Capítulo sobre las Extremidades. Se puede reconocer fácilmente en ellas la letra del Dr. J.T. Kent y es evidente que es totalmente diferente de la que aparece en la Edición India de 1980 (en la consulta del Dr. Harish Chand). La letra en ese caso parece la del Dr. Mittal. La concordancia de los trozos del Tesoro, al igual que la de las 44 páginas casi completas, con el MKR lleva por lo tanto a la conclusión de que el MKR (el ejemplar del Dr. K.C. Mittal de la 6ª Edición Americana del Repertorio de Kent) es una versión verdadera y correcta del Tesoro (el ejemplar personal del Dr. Kent de la Segunda Edición Revisada). La identificación de los trozos del Tesoro es difícil, no sólo porque únicamente es visible una parte de la rúbrica, sino porque los trozos del Tesoro son de la Segunda Edición, mientras que la comparación se hace con una Tercera, Cuarta, Quinta o Sexta Ediciones Americanas (con diferente paginación). Es evidente, por supuesto, que el reverso de cada trozo de la Segunda Edición se encontrará 1 o 3 columnas consecutivas más adelante o más atrás en la Tercera Edición. Conclusión Estoy muy agradecido al Dr. Mittal por haber puesto estos trabajos a libre disposición para permitir que el repertorio de Kent pueda ser completado tal como el propio Dr. Kent había previsto. En 1980, en la India, se publicó una revisión del repertorio de Kent bajo el nuevo título de “Kent’s Final General Repertory”, en lugar del título original “Repertory of the Homeopathic Materia Medica”. Este libro fue “revisado, corregido, aumentado y editado” por el Dr. Pierre Schmidt y el Dr. Diwan Harish Chand. Varios errores están presentes intrínsecamente en esta versión del repertorio. 1) El libro que el Dr. D.H. Chand usó para publicar su versión editada era un ejemplar de otra persona, el Sr. Shindoo. Según parece, el Dr. Mittal visitó a menudo a esta persona durante pocos días cada vez, ocasiones en que el Sr. Shindoo debió copiar toda la información que pudo del MKR en su ejemplar. No está claro si el Sr. Shindoo copió realmente de forma cuidadosa todo el MKR. El Dr. D. H. Chand adquirió este ejemplar. Este repertorio contiene errores comparándolo con el MKR. Es muy probable que muchas inexactitudes se colaran en esta transcripción, realizada en tales precarias condiciones. 2) Además, el MKR contiene no sólo las correcciones del Tesoro, sino también los remedios añadidos por el Dr. Mittal del ejemplar personal de Kent de los 10 volúmenes de los Síntomas Guía de Hering (que también estaba en la consulta del Dr. Pierre Schmidt). Estos remedios los había marcado separadamente con las iniciales KHG (Kent’s Hering Guiding Symptoms). Estos añadidos fueron copiados por el Sr. Shindoo sin indicar su procedencia. De este modo, remedios que no están en el Tesoro fueron así añadidos en este nuevo repertorio. Por supuesto, es posible que el Dr. Kent hubiera estado de acuerdo en incluirlos allí, ya que él mismo los había escrito en su propio ejemplar de los Síntomas Guía de Hering. Durante mi presentación de este trabajo, en la reunión de la Liga de 1987, mostré diapositivas con ejemplos sobre esto, junto a una diapositiva de una carta del Dr. Mittal. La “adquisición del ejemplar mutilado del Tesoro” tal como se menciona en el prefacio (pág. xiv) del Dr. D. H. Chand es sólo parcial y no ha sido comparado con el ejemplar de Shindoo de la forma en que el autor ha comparado el ejemplar del MKR con los trozos y las páginas casi completas del Tesoro. A finales de 1984 la Sra. D. H. Chand visitó a su hermana en Norwalk, CT. y se reunió conmigo y mi familia para pasar una tarde agradable. Hablé con la Sra. D. H. Chand sobre mis hallazgos. En vista de la dificultad de comunicarme con el Dr. Mittal en la India hablamos un poco sobre cómo dar la información (que yo me había esforzado en descubrir) a la comunidad homeopática. En 1985, antes de la reunión en Washington del National Center of Homeopathy, el Dr. D. H. Chand estuvo en mi casa y se llevó consigo una fotocopia del MKR con la promesa de que él y yo trabajaríamos juntos para publicar una auténtica versión completa del repertorio. Sin embargo, no volví a oír nunca hablar al Dr. D. H. Chand sobre este asunto. La copia original del MKR se ha mantenido a buen recaudo hasta el día de hoy. Con la ayuda de los modernos ordenadores, Frederik Schroyens, y la maravillosa gente de Archibel, se ha podido lograr la publicación de estas adiciones/correcciones con gran exactitud. Se ha logrado publicar el Synthesis Esencial, tal como el Dr. Kent lo hubiera deseado. Estas son las palabras que la Dra. Gladwin escribió sobre el Dr. Kent: “Este maestro consumado en la ciencia y el arte de la medicina homeopática nos ha legado sus trabajos imperecederos, gracias a su labor incansable y sus excepcionales cualidades. Pero además, fue un ejemplo de infinita paciencia, amabilidad constante, y guió nuestros pasos vacilantes en el mundo de las verdades homeopáticas, sin escatimar tiempo ni esfuerzo en explicar cada paso en el camino que tenemos que recorrer, corrigiéndonos constantemente y volviéndonos a colocar en el camino correcto cuando por ignorancia, torpeza o negligencia, nos extraviábamos del camino verdadero.” En los casos graves y difíciles que le presentábamos a Kent, siempre nos ofrecía una ayuda competente. La ayuda que daba era tan amable y afable, tan abundante en enseñanza práctica, que lo consideraban como un padre espiritual o un hermano mayor. Todos le querían y le respetaban. “Las cosas crecerán más brillantes cuando las mentes vayan unidas y los hombres piensen armoniosamente. Cuanto más juntos nos mantengamos mejor, y cuanto más pensemos al unísono mejor. Es una pena que las diferencias surjan entre nosotros cuando tenemos una verdad tan perfecta para mantenernos unidos.” Esto decía el Dr. Kent en el primer párrafo de su última conferencia (Conferencia XXXVII) de sus inspiradoras “Conferencias sobre Filosofía Homeopática”. Queridos colegas homeópatas, regocijémonos por la amorosa bondad de nuestro Padre Celestial y por el alma de James Tyler Kent por habernos dado maneras de curarnos a nosotros mismos, y a las naciones, con la guía del espíritu de Hahnemann; en particular con Frederik Schroyens y el equipo de Archibel, que merecen nuestro sincero agradecimiento. Autor: Ahmed N. Currim, Doctor en Medicina y Filosofía. Publicado en la Guía de Lenguaje Repertorial para el Synthesis Esencial por el Dr. Frederik Schroyens y Peter Vint. Homeopathic Book Publishers. London, 2009.

2 comentarios:

marino dijo...

Un relato intrigante, a ratos espeluznante, con el trasiego de tantos pedazos, ese "Santo grial" envuelto en un hatillo en algún lugar de la India, custodiado por alguien acosado por Interpol... Una historia que recuerda a El Código da Vinci y otras intrigas palaciegas. Lo que suele pasar cuando se basan las acciones mucho o todo en lo que dicen o hacen determinadas personas, en sus carismas y subjetividades, y menos o nada en bases objetivas,contrastables, reproducibles. El pan nuestro de cada día en la historia de la homeopatía, que incluye nuestra época, por cierto.

Libreria de Salud dijo...

Es un libro indispensable para una correcta práctica de la homeopatía. Desde mis estudios hasta hoy es mi libro de referencia.
Repertorio Homeopático - Synthesis Esencial