Plantearemos las ventajas de esta forma de potenciación, según escribió Hahnemann en su 6° Ed del Órganon. Cómo se obtiene. Y por último las posibles respuestas del paciente a la administración de las mismas y qué hacer entonces.
Summary:
We will establish the advantages of this way of potentiation, according to Hahnemann´s Organon´s 6th. Ed.. Preparation and administration´s ways. And finally patients’s possible responses to them and how to act.
Palabras clave: Hahnemann. Potencia LM. Segunda prescripción. Homeopatía.
Key words: Hahnemann. LM Potency. Second prescription. Homeopathy.
La propuesta de esta comunicación es introducir un libro elocuente, que nos señala cómo orientarnos, de una forma eficaz, en el manejo de la segunda prescripción. (Extracción y traducción del capítulo 5 del libro Crossroads to Cure de Nicola Henriques.) Resumiré las dos primeras partes del capítulo donde se trata genéricamente las potencias LM, así como su preparación y administración y traduciré el resto del capítulo donde se muestran las directrices de manejo que N. Henriques marca con su experiencia.
Así como las actuales compañías farmacéuticas se esfuerzan por disminuir los efectos secundarios de sus medicamentos, del mismo modo, Hahnemann dedicó toda su vida y su incesante investigación para descubrir la cantidad más pequeña, la mínima cantidad de medicamento necesario para curar. Hahnemann experimentó constantemente, como el más perfeccionista y exacto de los científicos, con la dosis del medicamento -potencia y frecuencia- para obtener el método óptimo de administración del medicamento, el cual pudiera reducir o regular la agravación homeopática, y alcanzar, al mismo tiempo, el objetivo último de una curación suave, rápida y permanente.
En la fase final de su investigación, Hahnemann, desarrolló los medicamentos homeopáticos más energéticos. Partiendo de las primeras administraciones de dosis secas ponderables, llegó a la administración de los remedios centesimales en forma líquida, mediante el “método plus”. Y finalmente, Hahnemann creó, las potencias LM – un proceso diferente de dinamización y atenuación descrito en su última versión del Organon, la sexta edición.
...he encontrado que la acción de la preparación así hecha, después de laboriosos experimentos y reexperimentos, es la más potente, y a la vez la más suave en acción, es decir, la más perfecta. Nota 156 al P.270 del Órganon.El mismo medicamento, cuidadosamente seleccionado, puede ser ahora administrado diariamente incluso durante meses, si es necesario. Una vez usada el grado menor de la potencia durante una o dos semanas en el tratamiento de la enfermedad crónica, se va aumentando la potencia. Variando ligeramente cada una de las tomas mediante las sucusiones, entonces el principio vital puede ser alterado sin dificultad por el mismo medicamento (disminuyendo la sensación de la enfermedad natural) y así la curación se adelanta.
Puesto que la sexta edición del Organon permaneció sin publicar hasta 1921, los grandes homeópatas del pasado como Kent, nunca la vieron y sin embargo practicaron su arte de curar sin el conocimiento de las potencias LM. Sólo recientemente las LM han llegado a estar disponibles de forma general en las farmacias homeopáticas. La mayoría de los homeópatas aún prescriben sólo potencias decimales o centesimales, bien porque no hayan entendido los parágrafos relativos de la sexta edición relacionados en gran parte con las LM (Par. 246,248,252,254,256,257,273 y 277 a través del 283), o bien porque hay confusión en relación a su efectividad. (La preparación, la administración y la evaluación de la acción del remedio son más complicadas con las dosis LM)
Todo homeópata que obtenga resultados satisfactorios en su práctica diaria sabe que para regular y minimizar la agravación inicial, unido a la pericia y el arte de la homeopatía no solo ha de tenerse en cuenta la selección del medicamento correcto, sino también el de la dosis adecuada. Además, un homeópata debe saber con cuanta frecuencia se debe administrar las dosis para acelerar el restablecimiento de la salud y el equilibrio del paciente. Aquellos que usan las potencias LM saben que estas son particularmente efectivas en un amplio rango de enfermedades complejas donde debe evitarse cualquier tipo de agravación, no importa lo suave o ligera que sea.
Algunos ejemplos en los que la administración de las LM sería apropiada son los siguientes:
-Enfermos crónicos, enfermedades profundamente establecidas, como por ejemplo el síndrome de fatiga crónica, la esclerosis múltiple, el cáncer, el sida.
-Paliar enfermedades incurables.
-Muy poca vitalidad o pérdida de reacción.
-Enfermedades cutáneas complejas como eczema, psoriasis y acné inveterado.
-Tratamiento coadyuvante de sujetos que toman medicación alopática para la hipertensión o la diabetes por ejemplo, etc.
-El manejo de casos crónicos con agudizaciones recurrentes, como por ejemplo asma, epilepsia, etc.
-Abuso de alcohol o drogas.
-Un historial de largas supresiones sintomáticas, administraciones alopáticas múltiples.
-Individuos que son hipersensibles a su entorno y por lo tanto muy sensibles a los remedios, como por ejemplo, sensibilidad a enfermedades medicamentosas. O individuos que se han vuelto innecesariamente hipersensibles por la administración repetida de dosis demasiado altas de medicamentos homeopáticos, debido a una falta de comprensión de la utilización de las escalas de potenciación.
-Problemas mentales profundos.
-Etc...
Estas enfermedades y muchas otras alteraciones complejas pueden beneficiarse tremendamente de la administración de las potencias LM.
Por supuesto, se puede reducir la sobre estimulación de la Fuerza Vital usando el método plus de administración en las potencias centesimales. Sin embargo, la singular esfera de acción terapéutica derivada de las potencias LM expande, aún más lejos, el potencial curativo y suave de la práctica homeopática moderna. Aunque las potencias centesimales actúan, generalmente, más rápidamente que las LM en las enfermedades agudas, las LM pueden usarse tanto en estados agudos como crónicos. Su obvia flexibilidad y su potencia curativa hacen que algunos homeópatas usen las LM casi exclusivamente.
Sin embargo, es esencial enfatizar, como en todo tratamiento homeopático, puesto que el éxito depende en la individualización de la imagen sintomática, que nada se debe hacer de forma rutinaria. La auténtica homeopatía ve a cada individuo y sus síntomas como un caso completamente único. Ni la selección del medicamento ni de la potencia se basa más que en la individualidad y en la totalidad de la imagen sintomática de cada caso, que es la manifestación de síntomas percibidos, extraños, raros y característicos, experimentados por cada individuo en ese estado particular de desequilibrio. Por ejemplo, no importa cuántos casos de eczema hemos resuelto en el pasado usando una potencia o un remedio concreto, para saber cuál es la dosis más adecuada, la mínima dosis apropiada para obtener un efecto seguro y suave del remedio, debemos ver el estado de desequilibrio de cada paciente, como un conjunto único de circunstancias, que requiere un programa de tratamiento individualizado. Como Hahnemann nos enseña:
...Para determinar en cada medicamento particular, qué dosis será suficiente para el objetivo terapéutico homeopático y que aún sea mínima, para que la más suave y rápida curación pueda ser, de ese modo, obtenida, no es, como puede comprenderse fácilmente, motivo de especulación teórica. Esto es tan imposible como realizar un cuadro sinóptico con todos posibles casos imaginables. Sólo la experimentación pura, una observación adecuada de la sensibilidad de cada paciente y una adecuada experiencia, pueden determinar esto en cada caso individual. P.278Preparación y administración
En este párrafo se describe la preparación correcta de la potencia LM, haciendo las referencias correspondientes al Organon 6° Ed. Traducida por Boerike, y la forma de administración tal como Hahnemann la describe, desde la LM 1 en sentido ascendente. P.270.248.
Esta autora hace referencia al amplio rango de diluciones posibles que Hahnemann señala, sin embargo, dice que para facilitar las cosas, en USA suele usarse un frasco de 4 o 8 onzas, y en UK frascos de 110 o 160 ml. De este frasco stock es de donde tomaremos la cantidad necesaria de medicación. Nota 134 P.248 La frecuencia y cantidad de la dosis dependerá de la agudeza o cronicidad de la enfermedad pero sobre todo de la respuesta de la Fuerza Vital a la administración del medicamento; a menor estimulación mayor cantidad será necesaria (bien en frecuencia, potencia o dosis). Es importante enfatizar que la frecuencia y la cantidad de la dosis deben reflejar el nivel de sensibilidad individual al medicamento. Para los pacientes que consideramos sensibles las dosis deben aumentarse más lentamente y en menores cantidades que para aquellos menos sensibles. La misma potencia, debidamente sucusionada (P. 247) en cada ocasión se mantendrá mientras exista mejoría. Para evitar dar una potencia errónea en un momento inadecuado e interrumpir la progresión de la curación, comenzar siempre desde la 1LM aumentando de forma ascendente.
Interpretación de la respuesta del paciente a las potencias LM
El paciente comienza tomando una dosis de una o varias cucharillas diarias o cada dos días, según convenga. Como las LM tienen un modelo de respuesta diferente a las centesimales es conveniente, al principio, monitorizar el progreso del paciente cuidadosamente. En un principio, el paciente debería revisarse cada cinco días.
1. Mejoría sin agravación.
En la revisión, el paciente refiere una mejoría sin agravación. No hay molestias ni nuevos síntomas.
Evaluación- El remedio está actuando.
Actuación- Continúe dosificando de manera ascendente en la escala mientras se mantenga la mejoría del paciente. Los controles con el paciente se pueden espaciar a 10 o 14 días.
2. Continua mejoría con una eventual reaparición de los síntomas.
Todo marcha bien. El paciente modifica la dosis mediante sucusión a cada toma. Continuará dosificándose hasta que, sintiendo una mejoría general, comience de nuevo a experimentar en un grado medio o moderado, uno o más de los síntomas que ya no presentaba, o bien síntomas antiguos, momento en que cesará la toma del medicamento.
Evaluación- La enfermedad artificial (el remedio), tan similar a la enfermedad natural, es ahora casi la única que está actuando. Este retorno de los síntomas indica que la curación es inminente y que para parar la sintomatología de la enfermedad natural, la Fuerza Vital casi no tiene ya la necesidad de ser afectada por la enfermedad medicamentosa similar. Esto indica que el principio vital, libre ahora de la enfermedad natural, está comenzando de alguna forma a sufrir por un exceso de medicamento homeopático. En otras palabras el paciente está ahora experimentando la agravación homeopática, como si fuera la del final del tratamiento.
Tenga en cuenta: Bajo la influencia de las potencias LM, el momento de aparición de la agravación homeopática es diferente del de las centesimales. (La agravación homeopática con las potencias centesimales, si aparecen, se espera que lo hagan al comienzo del tratamiento.)
Actuación- Para asegurarnos que efectivamente, la curación es inminente, el paciente debe interrumpir la toma del medicamento durante una o dos semanas. Si los síntomas que se experimentan pertenecen a la enfermedad medicamentosa (si se deben a un exceso del remedio, los síntomas del remedio simulan la enfermedad natural) desaparecerán en pocas horas o en días durante este intervalo sin tomar medicamento, quedando un estado de salud sin perturbaciones. Indicando al paciente que continúe los cambios de estilo de vida recomendados, no se manifestarán más síntomas y con toda probabilidad el paciente curará. Es importante aclarar que esta es la forma correcta de actuar si los síntomas persisten. Sin embargo en el manejo de casos tratados con LM la Fuerza vital está constantemente sacando síntomas a la superficie para ser curados, hay un retorno constante de síntomas antiguos que vienen y van, como una sombra de la enfermedad original. La actuación correcta cuando regresan estos síntomas antiguos es valorar el grado de perturbación que produce al paciente, si no es excesiva, si no agrava su estado central, estaría indicado mantener el medicamento monitorizando estrechamente el progreso por ejemplo cada 24 horas. De esta forma valoraremos si los síntomas persisten, empeoran o mejoran. Si hay mejoría, continuar con la medicación. Instruir al paciente para que no deje de tomar el remedio mientras que este esté ayudando a la Fuerza Vital en el proceso curativo de exteriorización. Si los síntomas se mantienen o empeoran, entonces, interrumpir la medicación para permitir que la Fuerza Vital tenga un periodo de descanso. Una vez interrumpido el tratamiento no será reanudado hasta que los síntomas lo indiquen, es decir, cuando el estado del paciente empeore (los síntomas regresen). No habrá que reanudar el tratamiento cuando aparezca una mejoría por haber interrumpido la medicación, en este periodo que lo que pretendemos es permitir un descanso de la Fuerza Vital.
3. Permanecen remanentes de la enfermedad tras el tratamiento.
Que ocurre si, por otra parte, al final de este periodo sin medicación continúan manifestándose remanentes de la enfermedad que se observó previamente.
Evaluación- Esto indica que la enfermedad tratada aún no se ha extinguido completamente. Permanecen trazos de las molestias que presentaba.
Actuación- Para continuar con la curación del paciente, se debe retomar el tratamiento con potencias más altas. Dicho de otro modo, se debe continuar la dosificación desde donde se interrumpió.
4. No aparece ninguna mejoría.
Después de algunos días de administración de la LM 1 (01) no aparece ninguna mejoría.
Evaluación- Existen tres posibles causas que justifiquen esta situación:
(1). El remedio está mal seleccionado.
(2). Existe algún obstáculo a la acción del remedio por alguna causa ambiental o una causa que la mantiene la enfermedad, que impide el progreso de la curación.
(3).Existe una falta de reacción por la Fuerza Vital.
Actuación (3)- Intente desencadenar la actividad aumentando la frecuencia de la dosificación. Si el remedio aún no actúa, interrumpa la dosificación, y reevalúe el caso a conciencia en busca de errores. Si encuentra algún error en el análisis, retome el caso y administre un remedio mejor seleccionado. Si, tras aumentar la dosis progresivamente, aparecen nuevos síntomas, esta es una mala respuesta y se debe buscar otro remedio más apropiado.
Actuación (2)- Determina que el primer remedio es el adecuado, pero el remedio no actúa debido a que la causa se mantiene. Recuerde, para conseguir una curación permanente, lo primero que se ha de eliminar es la causa que mantiene la enfermedad. Antes de considerar ninguna otra prescripción, dialogue con el paciente sobre esta situación y desarrolle estrategias apropiadas para eliminar esta causa. Administre el remedio indicado en el momento adecuado. Si, una vez reestudiado el caso, el mismo remedio está indicado y la causa que mantiene la enfermedad ha sido eliminada, ahora el remedio debe actuar y el paciente comenzará a mejorar. Si no ocurriera esto, bien existe un error en su comprensión del caso y la elección del medicamento, o bien el caso es incurable. Si, por alguna razón no se pudiera eliminar la causa que lo sostiene, esto se convertiría en un obstáculo a la curación.
Actuación (1)- En esta caso, busque un remedio mejor indicado.
5. Se intensifican los síntomas al comienzo del tratamiento.
Al comienzo del tratamiento, a los pocos días de estar tomando el remedio, se intensifican los síntomas que presentaba el paciente, sintiéndose peor desde todos los puntos de vista.
Evaluación- Se ha producido una agravación homeopática al comienzo del tratamiento. O la dosis es muy elevada y la Fuerza Vital del paciente está estimulada en exceso, o se seleccionó el medicamento de forma inadecuada. Tal intensificación de los síntomas de una enfermedad crónica sólo debe aparecer al final del tratamiento cuando estamos cerca de la curación completa.
Actuación- Se debe reducir la dosis. Detenga la toma del remedio para ver si los síntomas remiten espontáneamente y no vuelven. Si así ocurre, significa que el paciente no necesita más medicación. Si tras uno o dos días sin medicación permanece la intensificación de los primeros síntomas, el paciente debe aliviar la agravación adoptando el método de administración de las LM para pacientes sensibles, como se describió previamente y en la nota a pie de página del parágrafo 248 del Organon.
Si la agravación persiste tras probar las diluciones múltiples el remedio, entonces debe ser incorrecto. Interrumpa la medicación mientras selecciona un remedio más apropiado tras reestudiar el caso.
Alternativamente, se puede disminuir la dosis aumentando los intervalos entre cada dosis o preparando las dosis diarias con media cucharilla en vez de una cucharilla tomada del frasco de preparado. Ya que la homeopatía versa sobre el tratamiento de la naturaleza individual de cada paciente, sería apropiado que en el método de administración de las LM, la mejoría de las agravación homeopáticas esté ahora directamente bajo el control del paciente, al que se le invita a experimentar con el manejo de la dosis para que encuentre la frecuencia y la cantidad apropiada para producir la curación sin molestias.
6. Aparecen nuevos síntomas.
El paciente comienza el tratamiento y continúa mientras hay una mejoría constante y no aparecen síntomas nuevos, no experimentados anteriormente. Entonces un día el paciente refiere una o más molestias que nunca antes había sufrido.
Evaluación- Ha cambiado la imagen de la enfermedad. Se manifiesta, ahora, mediante un nuevo grupo de síntomas. Un medicamento que en el curso de su acción produce nuevos síntomas y molestias no relacionados con la enfermedad no es capaz de producir una mejora real y no puede considerarse homeopáticamente seleccionado. Cuando no hay siquiera una ligera mejoría o agravación, es incorrecto y probablemente dañino repetir o incrementar la dosis, en la falsa creencia que es demasiada pequeña para actuar de forma efectiva. Durante el tratamiento, en los casos donde no ha habido un cambio significativo en el estilo de vida del paciente, ni ninguna circunstancia que le haya afectado emocionalmente, y aparecen nuevos síntomas, el remedio es erróneo. Nunca indica que la dosis es demasiado pequeña.
Actuación- Sean los síntomas intensos o no, se ha de reestablecer el orden con la mayor brevedad posible. El medicamento debe ser reemplazado por otro, uno más homeopático que refleje de forma precisa el nuevo estado de la enfermedad. Administrar el nuevo remedio de la misma manera, en dosis repetidas, teniendo en cuenta, antes de cada dosis, de variar e incrementar gradualmente su potencia mediante sucusiones vigorosas.
Como otros muchos, en un principio, tenía mis reservas en el uso de las potencias LM por la aparente dificultad en el manejo del caso. Ahora, desde que reestudie a Hahnemann y a otros autores en esta materia, estoy entusiasmada por la administración de las mismas, en las circunstancias apropiadas. Su uso adecuado nos abre una puerta a resultados prodigiosos en casos, por otro lado, difíciles.
La belleza y el potencial curativo de las potencias LM es su infinita flexibilidad. La dosis puede ser manejada, de forma muy precisa, por los propios pacientes que conocen sus propias necesidades individuales. Tomando estos el control de su propio proceso curativo, ¿Qué mejor manera puede haber para estimular en el mecanismo autosanador del cuerpo y reestablecer la salud de forma rápida, suave y (cuando sea posible) permanente?
Las citas de Crossroads to Cure han sido publicadas con el permiso de la autora. Libro disponible en Amazon.com y Farmacia Coliseum.
Autor: Dr. Gerardo Rodríguez Fuentes, E-mail: hhocras@yahoo.es
Ponencia presentada en el II Congreso Nacional de Homeopatía. Tenerife, 28 Abril a 1 Mayo de 2006.
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