Estudio Miasmático de Selenium

INTRODUCCIÓN
La Psora es sufrimiento puro. La Sycosis y la Syphilis constituyen intentos defensivos equivocados y, por 1111tanto, fallidos, mediante los cuales tratamos de no sufrir. La Psora es lo real en el hombre. La Syphilis y la Sycosis son lo que el hombre supone que es su realidad. La Psora es el sujeto y la condición humana en su desnudez. La Sycosis y la Syphilis son el ropaje, el personaje, en fin, la sombra, ora alargada, ora menguada que danza su ficción en el escenario del mundo. Pero no nos confundamos, el personaje es la representación, lo representado es otra cosa; detrás de la puesta en escena, detrás del personaje está el hombre real, el hombre que padece y cuando se decide a abandonar su defensa y se convierte en si mismo, aparece desolado, desprotegido, lleno de miedo y de ansiedad, de culpa y de vergüenza. Entonces y sólo entonces, puede a través de eso que Jung llamó proceso de individuación y que el simillimun es capaz de poner en vigencia, encarar la responsabilidad de su propia muerte en vida, en tanto ficción o personaje. Ahí, en la posición psórica, el hombre vive en el desasosiego que le produce la conciencia de su propia fugacidad, de su pequeñez frente a la infinita y despiadada belleza del mundo, de la inutilidad de su vida y de su impotencia para hacer “algo” que deje un rastro o al menos una huella, siquiera, de su existencia. Ahí, también, tiene una sensibilidad sin fronteras y, por lo mismo, abierta a todas las impresiones, que no discrimina, casi una hipersensibilidad de desollado; se siente vulnerable y sin embargo, se abre buscando receptivo e indeciso. ¿Qué será de este ser humano psórico? ¿Resistirá eso que sintéticamente llamamos angustia existencial o se doblegará ante la abrumadora sensación de abandono y soledad, bajo el peso de sus miedos y vergüenzas?

Humanizarse es asumir nuestra dramática condición, vulnerable y abierta, sensible y desasosegada pero que aun conserva, como promesa de redención, un cierto nivel de comunión con el alma del mundo, con la sacralidad de la vida. Pero la sombra, esa caricatura de lo real, esa si puede vivir “como si” pudiese imponerse y sojuzgar, desde su pedestal imaginario, a los demás para obtener, por esa vía, la ilusoria omnipotencia que requiere para someter y negar al otro, lo Otro, reafirmándose en su error primigenio para finalmente adormecerse en el espejismo de su supuesta inmortalidad. O, ya en el otro extremo del péndulo miasmático, “como si” pudiese prescindir del otro y huir del mundo mientras se embriaga en su veneno negándose a vivir para no tener que morir algún día. La egotrofia y la egolisis (Sycosis y Syphilis de la nomenclatura clásica) nos encadenan a la equivocación perpetua, al extrañamiento ya que estas posiciones no pueden cambiar ni reconciliar la intención psórica o “idea errada de ser” de la que hablara la doctora Bandoel y que nos obliga, como una fuerza oscura e ineludible, a una “manera equivocada de estar”.

Demos una mirada al Egotrófico: estos siempre están en la búsqueda de un plus que les de más poder, más respetabilidad, más dinero, más brillo social o académico; su obsesión es la imagen, la reputación. Parecen satisfechos de sus vidas, de sus logros, de sus opiniones; si no fuera porque la maestra vida les propina unos cuantos fracasos, nada podría desalojarlos de su rol de triunfadores, de su aparente bienestar y de su falsa bonhomía. Ellos son ejecutivos y prácticos, ambiciosos de duro corazón, gesto agresivo y mirada fría; aspiran a la constante y creciente satisfacción de sus deseos, a imponer siempre su voluntad y dominar, en suma, sin restricciones. Nada los puede afectar, excepto que se dude de su conducta o de su personalidad superior. Debemos aprender a descubrir detrás de esta caricatura, al hombre real que pretende ocultar por la vía del “hiper” su drama, su sufrimiento psórico, lo cual no es nada fácil ya que la egotrofia, franca o embozada, se parece demasiado a las actuales expectativas sociales y culturales acerca del éxito.

Miremos ahora hacia la Egolisis: estos también participan de la misma tragedia, solo que desde otra perspectiva menos apetecible y glamorosa, según la idea vigente en nuestra cultura moderna acerca de la actitud “correcta” para el éxito. Ellos están hastiados y sumamente cansados, sólo desean olvidar, fugarse y dormir. La vida es, para ellos, demasiado pesada y onerosa y si acaso pueden soportarla arrastrando el fardo de su sufrimiento, es de manera aburrida y rutinaria, por ello no les parece que merezca la pena de ser vivida. Muchos de ellos caen en el alcoholismo y la drogadicción, otros sucumben en la perversión psicosexual; en la infancia ya es notoria su crueldad con indefensos animales y su cobardía. En Alterlisis son violentos, criticones y practican todas las formas del irrespeto y la insolencia, mientras en sus sueños asesinan y cometen toda clase de vejaciones. Bebedores solitarios, desconfiados y sarcásticos van por los rincones del mundo acompañados del polvo y el olvido. Conocedores de todas las formas de suicidio: social, profesional y físico, viven vidas atribuladas y difíciles. Para ellos solo hay despecho en los amores, desaliento en la voluntad y desesperanza en el ánimo.

La clave del acto médico homeopático es la historia biopatográfica. Ella nos permite, en el marco de una relación dialógica y empática, comprender al sujeto de esa historia, para poder disolver el espejismo de esta doble defensa fallida y el paciente pueda atravesar su sombra, para finalmente descubrirse en su esencia psórica, en su humanidad. Nuestra tarea es acompañar al sujeto paciente en la lectura lúcida, solidaria y emocionada de esa historia de la desmesura, la imprevisión y lo siniestro. Ahora bien, en latencia la Psora por la acción del simillimum, el hombre dispone de la libertad necesaria para decidir si encara su “natural destino de eternidad”, en tanto hijo de estirpe divina, o no; si en vigencia la Psora, entonces carece de libertad y permanece encadenado al “espejismo de la inmortalidad”, en tanto personaje, en tanto sombra Psorosycósico o Psorosyphilítico. Ah! pero los homeópatas que aspiramos hacer homeopatía y no homeoterapia, hemos aprendido a crear las condiciones para que el paciente se abra y asuma la tarea, pero el palo en la rueda para todo aquel que acepta que lo digno de ser curado es la Psora, es que no tenemos una Materia Médica Miasmática (MMM) porque, aunque declaremos lo contrario, las Materias Médicas (MM ) existentes han sido estructuradas en torno a un modelo antropológico y hermenéutico reduccionista, inorgánico y, por tanto, profundamente materialista. Lo que sigue es un aporte a este movimiento, apenas embrionario, hacia una MMM, es decir, psórica, que nos permita alcanzar por la vía de la certeza y no del azar, el desideratum terapéutico que planteaba el sabio maestro de Meissen expresado en “sensaciones que produzcan felicidad, acciones que ensalcen la dignidad y conocimientos que abarquen el universo creado por el Dios que adoran los habitantes de todos los sistemas solares” y que sólo el simillimun permite avizorar.

JUSTIFICACIÓN
Los homeópatas del mundo solemos tener un stock de medicamentos, una pequeña farmacia en nuestros consultorios y todos sabemos cuales son aquellos, veinte o veinticinco remedios, cuyos frascos debemos renovar con rutinaria frecuencia mientras que la mayor parte del resto envejece sin que sus sellos hayan sido levantados jamás; pero siempre que me detengo a revisarlos me gritan desde su silencio ambarino que ellos también son parte del esplendente propósito de la homeopatía, de la promesa que yace allí esperando ser descubierta y aplicada. Y al igual que la mayoría de homeópatas intelectualmente honestos, somos testigos de la irregularidad de los resultados que desvían del camino del unicismo a muchos potencialmente buenos homeópatas, quienes terminan ejerciendo una especie de homeoterapia alopática, entre complejos y drenadores y sometiendo al paciente a la regadera supresora del más atroz eclecticismo “interdisciplinario”; ejercen atrapados en el tinglado de la nosografía al uso con esos escasos recursos farmacológicos. Pues bien, allí en esas potencias desconocidas también está la Psora, la Syphilis y la Sycosis, allí yace gran parte de la humanidad encerrada en esos frasquitos con sus gestos y dolores, con sus aspiraciones y temores, con su risa y su llanto. Debemos, pues, aprender a leer la novela de esos medicamentos como leemos ya la de nuestros pacientes, para que cada vez con mayor frecuencia podamos decir, después de escuchar a nuestros pacientes, esta historia ya la he leído. Demos, pues, una ojeada a esa porción del drama humano que Selenium nos relata.

MATERIA MÉDICA NOUMÉNICA
SELENIUM es un oligoelemento (OE) descubierto en 1818 por Berzelius y denominado así en honor de la Luna (Selene). En estado natural se encuentra siempre asociado al TELLURIUM. La primera experimentación patogenética fue llevada a cabo por HERING en 1834 y publicados los resultados en los Archivos Homeopáticos.

Cada día aparecen nuevas publicaciones científicas acerca de la importancia de los OE en diversos pasos metabólicos, para el adecuado funcionamiento del sistema inmune, para un normal proceso de envejecimiento y en la prevención de diversas dolencias de la nosografía convencional, como resultado de su capacidad antioxidante y nutritiva. Muchos de ellos son medicamentos homeopáticos más o menos bien experimentados desde varias décadas atrás.

Para el estudio de la Dinámica Miasmática de Selenium tomamos como fuente los síntomas mentales del mismo en el Repertorio Kent y la Materia Médica de Jahr, las Comparaciones y Key-notes de H.C.Allen y el Tratado de MM de Bernardo Vijnovsky, para un total de 35 rubros.

LOS TEMAS

1. Ailments after anger, vexation. G:1
2. Aversion, person, to certain. G: 1
3. Company, aversion to. G: 2 ; - Friends, of intimate. G: 2
4. Concentration, difficult. G: 2
5. Confusion, of mind, coition, after. G: 1
Emission, after. G: 2
6. Dipsomania, before menses. G: 3
7. Doubtful, soul’s welfare, of. G: 1 *
8. Dullness. G: 2
9. Excitement. G: 1
10. Exertion, agg, from mental. G: 3
11. Fancies, exaltation of, repulsive, when alone. G: 1
12. Fear, crowd, in a. G:1; Occupation, of. G: 1; People, of. G: 10; Work, dread of. G: 1
13- Forgetful. G: 1; Sleep, during, he remembers all he has forgotten. G: 1
14. Imbecility. G: 1
15. Indifference. G: 1
16. Irritability. G: 1; Coition, after. G: 1; Emission, after. G: 1
17. Lasciviousness. G: 2; Pensamientos con impotencia (Allen) - UR; Deseo sexual aumentado con impotencia (Kent)
18. Loquacity. G: 2; Evening. G: 1; Perspiration, during. G: 2
19. Mania a potu. G: 1
20. Memory, weakness of. G: 2; Business, for. G: 1; Labor, for mental. G: 1
21. Mistakes, speaking. G: 1; Wrong syllables. G: 1
22. Prostration, mind, of. G: 2; After emissions. G: 2
23. Religious, affections. G: 1 - Fanaticism. G: 1
24. Remorse. G: 1 *
25. Sadness, chill, during. G: 1; Perspiration, during. G: 1 *
26. Senses, dullness of. G: 1
27. Sensitive, certain persons, to. G: 1
28. Sexual, excesses, mental symptoms, from. G: 1
29. Starting, evening, on falling asleep. G: 2
30. Stupefaction. G: 1; Rouses, with difficulty. G: 1
31. Suspicious. G: 1*
32. Talking, sleep, in. G: 2
33. Theorizing. G: 2
34. Unconsciousness. G: 1; Waking on, after. G: 1
35. Weeping, chill, during the. G: 1

AGRUPACIÓN TEMÁTICA
1- Las aversiones (2-3))
2- La concentración (4-5-8-10-14-22-30)
3- La irritabilidad (1-2-3-9-16-19-31)
4- Los miedos (7-11-12-24)
5- La memoria (4-5-8-10-13-14-20-22-30)
6- La Sexualidad (5-6-16-17-22-28)
7- La imaginación (11-17-23-31-33)
8- La comunicación (15-18-21-26-27-30-31-32)

PILARES
1- Los miedos.
2- Las aversiones.
3- La sexualidad.

Antes de abordar la Dinámica Miasmática (DM) de Selenium, vale recordar que es uno de los tantos remedios considerados “chicos” y esto es así, porque de la lectura de las diversas materias médicas se concluye que sólo es dable utilizarlo con relativa seguridad, en el 2° nivel de Fisch, especialmente mediante el recurso a sus Key-notes: pensamientos sexuales con impotencia física (UR) y miedo de su ocupación. Allí el drama existencial Selenium, permanece oculto tras una cortina de síntomas apsóricos. Ahora, basado en los parámetros establecidos por el Instituto J.T. KENT, que fundara Alfonso Masi-Elizalde, intentaremos correr esos velos partiendo de la idea rectora de esta novedosa exégesis: el hombre se pone fuera del orden bien por envidia de un atributo divino y que en tanto ser creado no le corresponde, o por rechazo de un don. De modo que, los correlatos humanos de dichos atributos quedan alterados y disminuidos y esa es nuestra carencia primaria.

Lo primero que nos llama la atención es un pequeño grupo de síntomas sin justificación alguna en la interrelacion del sujeto con su medio y por tanto en relación directa con el sufrimiento puro o:

PSORA PRIMARIA
- Remordimiento: inquietud, pesar interno que queda después de una mala acción (DRAE)“Como si” hubiese cometido un crimen. (Culpa)

Duda de la salvación del alma ( temor al castigo)

Desconfiado, sospecha de todo. (la pérdida, la carencia) En el fondo este rubro pertenece al tema del Orgullo, ya que el orgulloso no es , como usualmente se cree, aquel que tiene una exagerada e irreal opinión de si mismo, que es mas bien vanidad, sino aquel que sólo confía en si mismo. Así que la carencia fundamental aquí es la pérdida de la confianza en el Creador y más concretamente en nuestra herencia divina, por ello duda de la salvación del alma y de ahí que luego observemos como este selenium orgulloso, que sólo confía en si mismo, se ve obligado a padecer, en su historia concreta y personal, de impotencia y de pérdida súbita de la fuerza y de la coherencia, en el plano del intelecto, por disminución de la memoria y agg. por trabajo mental, trastoca las silabas en las palabras, etc., y en el físico, por la imposibilidad de plasmar y concretar sus deseos por impotencia sexual, semen seroso y sin olor que no tiene capacidad generadora., estéril y sin embargo lo vemos en su mentira egotrófica chorreando semen, que escurre gota a gota, o al defecar, en un gesto que denuncia que su pretendida omnipotencia generadora, que quiere crear como sólo Dios puede, se va por la cloaca. Aquí vemos el síntoma en su función sanadora en la medida en que, a su manera teatral, pone de manifiesto nuestra mentira y por esa vía abre la posibilidad de que algún día y con la ayuda adecuada, podamos encarar y asumir nuestra verdad psórica, es decir, nuestra particularísima manera de estar fuera del orden de la creación, orden cósmico o como queramos llamarlo; reconocimiento y aceptación que son condición sine qua non para religarnos recuperando nuestra condición adánica primigenia.(Ser humano sano de la Homeopatía).

PSORA SECUNDARIA
Notamos luego el subgrupo de los temores y miedos (fobias):
-a las multitudes y aglomeraciones
-a su ocupación y/o trabajo
-a la gente

Estos constituyen un primer intento defensivo por proyección de sus fantasmas primarios en el medio concreto y temporal, es decir, que surgen de las vicisitudes de la interacción del sujeto con el medio, son síntomas propiamente históricos y problemáticos, mientras que la psora primaria es ahistórica y metaproblemática, dicho de otra manera, pertenece al orden del misterio, ese que en nuestra tradición judeo-cristiana llamamos pecado original, la mácula o mancha originaria, verdadero estigma de la raza.

PSORA TERCIARIA
Y así, de manera casi imperceptible vemos a nuestro personaje deslizarse ora a la posición Ego y Alterlítica, ora a la Egotrófica cuando al insertarse en el mundo desde su sufrimiento primario, establece su equivocada defensa frente a un medio que constantemente le está retando en su pretendida omnipotencia.

Si el péndulo de la DM asume la esquina Syphilítica lo veremos ejerciendo su aversión a ciertas personas, continuación particularizada de su temor a la gente y que, por supuesto, serán aquellos que con su modo de ser le recuerden su herida. En el mismo sentido se explica su aversión a la compañía, especialmente de sus amigos íntimos, ya que siendo los que mejor le conocen, su sola presencia le lastima la herida en la imaginación, aquello que desea negar ocultándose y huyendo o “destruyendo” a todo aquello que lo acuse. Por ello su confusión mental después del coito, ya que el ejercicio de la sexualidad es un intento por abrirse y comunicarse con el otro, en franca contraposición con su postura de huida y extrañamiento, contradicción que lo lleva al embotamiento y finalmente al agotamiento. Los demás síntomas de esta posición constituyen variaciones cuantitativas de su déficit energético vital: olvidadizo, embotamiento de los sentidos, indiferencia e imbecilidad.

La posición Sycótica se materializa con un menor número de síntomas que, en su conjunto, expresan la agresividad con la que intenta imponerse al medio dominándolo y poder reafirmarse en su sentimiento omnipotente. De aquí se desprende su irritabilidad que lo lleva a establecer respuestas adaptativas exageradas en relación a los estímulos del medio. Su irritabilidad posee, además, dos modalidades interesantes: - después del coito y después de la eyaculación. Por supuesto, ya que el abrazo sexual del egotrófico no es , precisamente, vínculo de comunicación y comunión, si no instrumento de dominación que “cosifica” al otro al convertirlo en “objeto” de su lascivia, dominación que se ve frustrada por la eyaculación precoz y/o la impotencia.

Finalmente, su locuacidad es otra expresión de su estrategia de dominación, ya que utiliza el principal instrumento de comunicación que poseemos, lo cual implica el respeto por la palabra del otro, para acallar al interlocutor, impidiendo su palabra con su locuacidad teorizadora, lenguaje huero, vacío de significación.

PSORA (HIPÓTESIS)
Selenium es esa particular manera de participar en la “caída” del orden de la creación, por la vía de la envidia de la omnipotencia creadora y que, en tanto atributo divino, no le corresponde y por lo mismo se ve forzado a padecer la disminución del correlato humano de dicho atributo, que en Selenium se expresa doblemente, por una parte lesionando su potencia o capacidad de engendrar, en el plano sexual y reproductivo (pensamientos lascivos con impotencia e infertilidad), y por otra parte en la dificultad de plasmar resultados concretos a partir de su labor o trabajo, especialmente intelectual (embotamiento, disminución de la memoria y temor de su propio trabajo).

BIBLIOGRAFÍA
Instituto de Altos Estudios Homeopáticos J.T.Kent, ACTAS
Bernardo Vijnovsky, Tratado de Materia Médica Homeopática.
G.H.G.Jahr, Manual de Materia Médica.
H.C.Allen, Comparaciones de Algunos Medicamentos y Notas Características.
James Tyler Kent, Repertory of the Homoeopathic Materia Médica.


Autor: Dr. Iván Salas-Vergara (Colombia).
Fuente: http://homeopatiasigloxxi.blogspot.com/2011/05/estudio-miasmatico-de-selenium.html

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