Colegas
Hay muchas versiones o percepciones de la homeopatía, sabemos de varias que calan hondo, entran en conflicto y generan discusión. Otras maneras de verla se parecen mucho y son sólo diferencias de forma, no de fondo, asi que no son motivo de división. Primero tal vez hay que enfocarse en las que generan mayor ruptura y discrepancia, sobre todo aquellas que alejan la homeopatía de las ciencias naturales y las ciencias de la salud. Para decidir cuál está en la posición o concepción profesional y cuáles deben eliminarse se necesita el veredicto de la evidencia experimental. El problema es no tener acceso o conocimiento de la evidencia experimental creciente. Veamos ejemplos de nuestra situación ante la evidencia experimental.
-Aún no tenemos evidencia sólida de cómo actúa la homeopatía al curar. Aunque gracias a la investigación ya se han descartado ocho hipótesis o explicaciones tentativas, aún nos quedan dos hipótesis muy fuertes que están siendo trabajadas en la India. Aún no sabemos si el organismo reacciona defendiéndose en contra del medicamento (y en el proceso en contra de la enfermedad) o si es el medicamento el que corrige el desquilibrio del organismo. Cierta evidencia apunta hacia un efecto de campo o electromagnético en el organismo que influye en la curación, pero no sabemos en que porcentaje lo hace. Desconocemos si este efecto biofísico es la mayor responsabilidad o si los aparatos y sistemas son los responsables directos en la mayor parte del evento curativo.
- Ya tenemos evidencia sólida de que la memoria del agua es el factor activo en la dinamización homeopática, además hay evidencia de que existe un campo electromagnético en la dinamización. Esta evidencia indica que la farmacología homeopática será explicable por la física (EDC) y la fisicoquímica, mas no por la química.
-Aún no hay evidencia precisa de cómo el agua sigue activada con el tiempo y aunque está seca la pastilla de azúcar.
-Ya hay evidencia experimental de cambios en las propiedades fisicoquímicas del agua. Aunque ya comienza a perfilar la evidencia experimental de la existencia de conglomerados, racimos o clusters en el agua activada, aún no hay evidencia suficiente de la manera en que cambia su estructura molecular.
-Ya hay evidencia experimental suficiente del efecto de la dinamodilución en anfibios, microorganismos como basófilos y plaquetas, plantas (germinación), en la desintoxicación de humanos, animales y plantas. Pero una cosa es que haya efectos (etapa del descubrimiento, descriptiva o empírica) y otra cosa es la manera en que se provocan esos efectos (etapa explicativa que comprende el fenómeno).
-Aún no tenemos un par de patologías donde una serie de ensayos experimentales con el mismo protocolo pero en centros independientes prueben de manera innegable su eficacia en la enfermedad. Nos desgastamos en investigar esta o aquella nueva enfermedad, sin fortalecer una sola para que vaya adquiriendo el peso necesario.
Si Hahnemann dijo que “investigar la homeopatía fuera de la física es como tratar de entender un imán con ayuda de la química” y si luego buscamos a los que investigaron mejor la homeopatia, de manera más exhaustiva y encontramos que son cuatro –Belon, Benveniste, Endler y Elia- y además todos coinciden que es la física de la memoria del agua la responsable de la acción, si todo esto queda establecido de manera tan contundente, ¿qué estamos esperando? No hay otra manera de presentarnos ante la comunidad médica y académica que con el peso de esta gran cantidad de evidencia. ¿A qué viene ese temor o timidez a proclamar este gran descubrimiento que muestra el genio de Hahnemann?
Es muy reciente la época en que los maestros se disputaban primacia de esta o aquella escuela, por eso hay gran desconfianza en el otro pensador, porque antes eran realmente enemigos, campos de batalla en donde ganaba el que tenía su grupo, su escuela, sus diplomados, sus cursos. Pero ahora se trata de ver si es posible salir de aquel esquema y entrar en el de la ciencia. Ahora prevalece el que tenga más conocimiento de la evidencia científica a favor de los principios de la homeopatía. Si son varios y se unen, entonces puede haber el germen de una disciplina médica nueva, digna y respetable. La homeopatia no puede aspirar a ser aceptada por ahora por la comunidad médica y académica, pero sí puede ganarse el respeto y ser tolerada. Para eso la homeopatía debe presentar un frente unificado en donde la dignidad y el orgullo de ser homeópatas se vista, gracias a la ropa de la evidencia experimental.
LAS DIFERENTES PRIORIDADES
-Para algunos defensores de la homeopatía lo principal es atacar a la alopatía, y si ellos consideran que la ciencia médica es la alopatía, pues entonces es importante el ataque contra la ciencia médica también.
-Para otros defensores de la homeopatía lo principal es hacer alianzas para fortalecerse, alianzas por ejemplo con el reiki, los cuarzos, los cristales curativos, los colores y aromas curativos, todo lo que haga grupo.
-Para otros defensores de la homeopatía lo principal es hacer alianzas con la biofísica, la fisicoquímica, fisicomatemáticos, biólogos, genetistas e inmunólogos, para que sus profundas investigaciones nos fortalezcan con la evidencia experimental creciente.
-Para otros defensores de la homeopatía lo principal es adentrarnos sólo en la lectura de los textos antiguos, aprender con precisión el Organon, conocer con exactitud la vida de Hahnemann, en una suerte de posición Menonita que nos lleve a la grandeza de aquellos tiempos de las grandes curaciones con la dosis única. Divulgar pero sólo divulgar la palabra del pionero, y de preferencia del pionero sobrenaturalista o metafísico. Leer libros escritos por contemporáneos es algo que hacen los alópatas.
PROPONGO TRES PUNTOS CLAVE O MAXIMAS. Así como hay que ponerse de acuerdo en lo prioritario como estrategia, debemos ponernos de acuerdo en al menos tres puntos fundamentales para proyectar la homeopatía. Por ejemplo:
- “La homeopatía es una disciplina de la medicina, pues no es otra medicina, ni es rama de alguna otra medicina”.
- “La homeopatía ofrece descubrimientos importantes para las ciencias naturales”
… agregue una máxima de su preferencia.
LOS DEBERES PRINCIPALES DEL GREMIO.
Curar a sus pacientes sin atormentarlos con exigencias exageradas en la dosificación.
Investigar su efecto en la materia (curativo o físico)
Investigar estructura fisicoquímica de sus fármacos
Investigar las propiedades fisicoquímicas de fármacos
Formular una explicación de la manera de actuar y curar.
Las ideas como las de mi amigo que presentó una estrategia de reacción rápida para defender y reconstruir la homeopatía ante los ataques internos del propio gremio, esas ideas son como chispazos que llaman la atención pues traen luz, el problema es que caen como chispas en pasto verde… primero atraen la atención, pero pronto se apagan y quedan olvidadas. Aunque son excelentes chispas … no encienden nada. La pradera debe estar seca. Verla secarse es algo que va para largo. Tal vez una o dos generaciones más. Por lo pronto hay demasiada inseguridad entre los homeópatas, algunos dicen “Aposté al Hahnemann II, ¿pero qué tal si el Hahnemann I de la fuerza vital tenía razón?… “¿con qué cara voy entonces a decir que me equivoqué?”. “¿Qué tal si era realmente el alma la que se cura primero, y el medicamento no actúa por la física del agua activada, sino que es un efluvio inmaterial?” ¿Qué tal si unirnos a la aromaterapia era mejor estrategia que unirnos a la biofísica?” “¿Qué tal si los fisicoquímicos no nos ayudan tanto como los metafísicos del reiki y los péndulos?”. Estos pensamientos y confusiones aún reinan en el gremio. Otro obstáculo es la rivalidad, de alguna manera todavía causa estragos. ¿por qué tu y no yo?” “Yo lo pensé primero” etc.. Algo que no sé cómo se pueda superar, pero evidentemente en las demás disciplinas médicas lo logran, y en las ciencias naturales. Y eso les ha permitido prosperar y ganarse un lugar en la ciencia. La unidad entre los homeópatas a veces se consigue pero para hacer el mal, para dañar, para desprestigiarla, como cuando se unen muchos metafísicos y muchos médicos complementarios. No ha llegado el momento de la unidad para crear y desarrollar. Mientras tanto hay que seguir en resistencia. Se están perdiendo batallas, esperemos que aún haya tiempo para rescatar algo.
Autor: Dr. Germán Guajardo Bernal
Homeopathy now / Homéopathie maintenant / Omeopatia adesso / Homöopathie jetzt / Homeopatia agora / Homeopatia ara / Homeopatia orain - Bitácora plurilingüe de salud y homeopatía, como una revista en crecimiento, dedicada a la salud, y a la homeopatía clásica, desde su uso tradicional hasta los métodos modernos. A multilingual homeopathic health blog, arranged as a cumulative growing journal, devoted to health matters, specially classical homeopathy, from traditional use to modern methods -
LA MEMORIA DEL AGUA, LA PROMESA DE LA HOMEOPATIA
La homeopatía es una disciplina importante de la medicina por tres razones: Primera, los medicamentos homeopáticos se utilizan ampliamente tanto en Europa como en la India, siendo muy populares en Estados Unidos, por la trascendencia social de su efectividad. Segunda, por ser un tratamiento farmacológico comprobable en ensayos clínicos controlados y aleatorizados, tanto en animales como en humanos, la homeopatía se presta de manera inusual a una evaluación objetiva (muchas terapias no se prestan a la investigación doble ciego). Tercera, si al fin se confirma la efectividad de los medicamentos homeopáticos, las implicaciones para la investigación médica y veterinaria son de la mayor relevancia. Podemos imaginar Premios Nobel otorgados a la investigación creativa y precisa en homeopatía. Resumiendo, la homeopatía como tema de investigación es importante social y científicamente, bienvenido sea todo esfuerzo por desenredar la compleja y contradictoria madeja de su práctica clínica.
La homeopatía es una disciplina de la medicina, fundada por el médico alemán Samuel Hahnemann (1755-1843). Se define como un sistema clínico-farmacéutico que emplea diluciones agitadas de extractos de plantas, minerales y animales. Su premisa básica es que se puede curar al enfermo con una sustancia capaz de causar un síndrome similar en personas sanas. Resulta pues central en la investigación clínica homeopática el estudio de estas sustancias en personas sanas para determinar los síntomas que generan. El principio fundamental del similia similibus curentur -lo semejante cura a lo semejante- que restaura el orden en un sistema energético desordenado. La homeopatía pretende estimular una respuesta curativa en el organismo.
Pero la homeopatía trasciende la premisa "lo semejante cura lo semejante", cuando precisa que para el tratamiento efectivo de la enfermedad se debe determinar la forma en que el paciente expresa su enfermedad. La homeopatía es consecuente con la famosa máxima médica que dice "es menos importante saber que enfermedad tiene el paciente, que saber qué paciente tiene la enfermedad". En consecuencia, los médicos homeópatas toman historias clínicas exquisitamente detalladas para elegir el medicamento apropiado. De modo que tres pacientes con la misma enfermedad con frecuencia reciben tratamientos distintos.
La aseveración homeopática que más incredulidad genera en la comunidad académica es su insistencia en que los medicamentos siguen activos si se diluye y agitan. Este proceso puede suele ser tan alto que desafíe al análisis químico pues no se detecta molécula alguna de la sustancia activa original. El límite de la dilución molecular lo establece el número de Avogadro publicado inicialmente como una hipótesis en 1811 y confirmada experimentalmente por Millikan en 1909: establece que un mol (una medida química) de cualquier sustancia contiene 6.02254 x 1023 unidades atómicas o moleculares. En consecuencia, un simple cálculo muestra que una dilución más allá de 10(-24) (24D o 12c en términos homeopáticos) no tiene una sola molécula o átomo del compuesto original. De aquí se pasó a ridiculizar el uso de medicamentos homeopáticos y a considerar que los homeópatas pertenecían a una secta esotérica. Opinión que persiste en nuestros días.
Hahnemann fue profeta en su propia época. A su muerte en 1843 la homeopatía, a pesar de la gran oposición de otros médicos y farmacéuticos, se conocía en la mayor parte de Europa, Estados Unidos y Rusia, y pronto llegaría a Latinoamérica. Se practicó ampliamente en el siglo XIX en Estados Unidos y se le reconoce el mérito de reducir en dos tercios la mortalidad de fiebre amarilla durante la epidemia de 1878, con cifras similares para el cólera epidémico de 1854 en Londres.
En Gran Bretaña, las visitas al homeópata aumentaron en un 29% anual. 45% de los médicos británicos refieren pacientes al homeópata. 40% de los médicos holandeses emplean homeopatía. La homeopatía se prescribe ampliamente en Alemania y Francia. Siendo aun más popular en la India, Pakistán y Sri Lanka, en parte debido al bajo costo de sus tratamientos. La Madre Teresa (Calcuta) la introdujo en sus misiones en 1950. Es profesional en Francia, Brasil y México.
La homeopatía ha puesto a prueba la credulidad convencional en muchas formas. ¿Es creíble que el mejor tratamiento para muchas enfermedades sea una cantidad tan pequeña de algo que causa síntomas similares en personas sanas? ¿Será cierto que el efecto aumente en diluciones agitadas que no dejan molécula o átomo de la sustancia original? ¿No estaremos ante un caso más de ingenuidad humana y efecto placebo?
En un articulo los investigadores holandeses (Kleijnen et al 1991) revisaron 107 ensayos clínicos homeopáticos, publicando sus hallazgos en Lancet. En base a un criterio riguroso, 22 de los 107 estudios resultaron de buena calidad, 15 de los cuales fueron significativos a favor de la homeopatía vs placebo. Asimismo de los 105 ensayos con resultados interpretables, 81 fueron positivos a favor de la homeopatía. Los autores concluyen: "La evidencia del análisis resulta probablemente suficiente para recomendar la homeopatía como un tratamiento regular en ciertas condiciones".
Se reporta la eficacia de la homeopatía en las siguientes enfermedades: artritis reumatoide (82 % de los pacientes presentaron mejoría sintomática vs placebo), rinitis alérgica (menos síntomas en pacientes tratados y emplearon la mitad de antihistamínicos que el grupo control), migraña, dolor neurálgico después de la extracción dental (76 % mejora vs 40% del placebo), en tobillo torcido con dolor, duración del parto (5.1 vs 8.5 hrs), reducción en la incidencia de flebitis durante transfusión venosa prolongada, reducción del tiempo de tránsito intestinal postoperatorio, diarrea aguda en país subdesarrollado (de las principales causas de mortalidad infantil), tos seca (disminuye o cesa en 20 de 30 casos contra 8 de 30 en el control).
Aún más intrigantes resultan los estudios con animales y de laboratorio, pues invalidan la idea del efecto placebo en homeopatía (argumento inoperante frente a los ensayos clínicos controlados mencionados arriba). Los experimentos en toxicología son relevantes por su importancia potencial en salud pública. En ciertos estudios la dinamización homeopática de arsénico y bismuto incrementa la excreción urinaria de estos metales en ratas previamente intoxicadas con ellos. En otros experimentos el tetracloruro de carbono dinamizado protege contra la hepatitis toxica en ratas intoxicadas con tetracloruro de carbono en concentración; disminuyó la mortalidad en ratas envenenadas por el hongo Amanita faloides que reciben el hongo dinamizado; también el mercurio dinamizado fue antídoto en lesiones del hígado en ratas expuestas a dicho metal. Asimismo, en ratas que desarrollan tumores hepáticos al ser expuestas a 2 acetilamino- fluorina y fenobarbital, el tratamiento previo con estos agentes pero dinamizados y en el agua de beber determinó una reducción significativa y retraso en los tumores hepáticos. Sea como sea son estudios de toxicología con profundas implicaciones en salud pública si se verifican y se confirman después en humanos, pues el problema de los contaminantes orgánicos es una de las amenazas mas serias a la salud global que enfrenta la humanidad.
Igualmente tóxica es la exposición a los rayos X, tanto terapéutica como accidentalmente. Resulta interesante para el paciente y el investigador que el veneno de abeja dinamizado tiene un efecto protector y curativo hasta en un 50% del eritema inducido por rayos X en conejos de guinea albinos. El veneno de abeja es ampliamente usado en homeopatía en edema, eritema y prurito. Asimismo investigadores en la India observaron que ratones con dosis homeopáticas de Ginseng y Ruta graveolens antes y después de los rayos X, sufren significativamente menos daño que los ratones control. También interesante para el paciente canceroso es un estudio en donde el tratamiento de cultivos celulares del riñón con dosis homeopáticas de cadmio y cisplatino logro protegerlos contra dosis medianas a altas de estos compuestos químicos.
Otros estudios cubren un abanico amplio de hallazgos. La Silicea homeopática se emplea en escaras, úlceras y abscesos en humanos. Investigadores israelíes observaron que Silicea a dosis homeopáticas acelera la curación de heridas en animales, comparada con cloruro de sodio como control.Otros investigadores muestran que hormonas tímicas endógenas e interferón en dosis homeopáticas estimulan el sistema inmune de ratones.
Asimismo, un equipo de investigación norteamericano reporta que ratones infectados con Francisella tularensis y tratados con dinamizaciones homeopáticas muy altas de tejidos infectados con ese agente, sobrevivieron significativamente mas tiempo y disminuyeron su mortalidad total. Los autores agregan.
En Europa la homeopatía se usa ampliamente en medicina veterinaria. La investigación descubrió que el tratamiento homeopático puede reducir complicaciones postparto en bovinos y previenen o curan infecciones en cerdas y diarrea en lechones. No son efectos triviales para un veterinario que atiende usualmente estas enfermedades.
La homeopatía pudiera situarse como un paradigma biofísico en medicina. Las moléculas no son los únicos factores decisivos, la energía e información de naturaleza electromagnética, empleados hasta ahora para fines diagnósticos pudieran jugar un papel importante. Ante medicamentos a dinamización más alta sin átomos o moléculas del soluto original se lanza la fascinante dimensión de lo que en homeopatía se conoce como "la memoria del agua". Para aceptar que un medicamento tan diluido y agitado actúa por un mecanismo biofísico, se deben responder dos preguntas básicas: a) ¿Puede un solvente como el agua, o agua con varios porcentajes de etanol, incorporar y mantener alguna forma de orden u organización que actúe como vehículo para transmitir información en ausencia del soluto original? En otras palabras: ¿existe la famosa "memoria del agua", y, de ser así, cómo se puede explicar? b) Admitiendo que el orden y la información puede incorporarse y mantenerse en soluciones altamente diluidas, ¿cómo pueden interactuar con el fenómeno biológico? En otras palabras ¿cómo interpreta y asume el agua estas propiedades del medicamento homeopático y las emplea en un sentido regulador?
Debe quedar claro que solo con respuestas convincentes podremos hacer un planteamiento serio en torno a las bases científicas de la homeopatía. Esto nos conduce a las aun misteriosas propiedades del agua y al modelo descriptivo de la "superradiancia" en física del agua, desarrollado en el Instituto de Física Nuclear de Milan. El modelo sugiere que ciertos campos electromagnéticos pudieran crear configuraciones moleculares de agua (dipolos eléctricos) "en donde la mayoría de las moléculas se mueven coherentemente, manteniéndose en fase por el campo mismo". La física cuántica moderna no descarta que el agua posea propiedades antes desconocidas y de algún modo compatibles con las observaciones empíricas de la homeopatía. Aquellos que acusan a los homeópatas de inconsistencia científica debieran familiarizarse con los avances de la física del agua en fase líquida.
Supongamos que se demuestra que los campos electromagnéticos juegan un papel en la creación de un orden coherente en las altas dinamizaciones ?cómo pudieran estos campos de baja energía y baja frecuencia afectar al cuerpo humano? Los autores discuten así la sensibilidad extrema de ciertos organismos animales a determinados campos, y ciertos experimentos notables que confirman la proposición de la memoria del agua. Destaca una serie de experimentos que prueban los efectos biológicos de dosis homeopáticas: En estos estudios, dos laboratorios austriacos (Graz) y un laboratorio holandés (Utrecht) encuentran que diluciones extremas (30c) de tiroxina (T4) inhiben (p<0.01) la metamorfosis de renacuajos, y la tendencia espontánea de ranas jovenes de dejar el agua. Debe notarse que la tiroxina en dosis ponderables (bajas) acelera la metamorfosis. Las pruebas se condujeron durante docenas de experimentos comparando diluciones agitadas de tiroxina a la par con diluciones de solvente (agua). La calidad de estos experimentos emana del hecho de que las soluciones usadas para las pruebas fueron codificadas por un investigador independiente y los códigos se rompieron solo al final de los experimentos, de esta forma constituyen un procedimiento a ciego, es rara vez usado en la investigación convencional en animales.
Es decir, si estas observaciones se confirman y se consolidan al crecer la evidencia experimental, pudieran indicar que: a) Información de naturaleza no molecular permanece impresa en el agua durante el proceso de dilución y dinamización; b) En condiciones experimentales adecuadas, esta información pudiera desencadenar un efecto relacionado (por similitud o antagonismo) con el efecto de la preparación inicial a partir de la cual se elaboro la dilución.
No pretendo comentar ciertos ataques ruidosos a la homeopatía, ampliamente discutidos en otras partes, sino explorar en un tono modesto el potencial clínico y de investigación que ofrece esta importante disciplina.
Reseña del libro de Paolo Bellavite y Andrea Signorini, Homeopathy, a frontier in medical science
Autor: Michael Lerner. Presidente de la Commonwealth, un instituto de investigación en la salud y medio ambiente en Bolinas, California. Autor de Choices in healing; Integrating the Best of Conventional and Complementary approaches to Cancer. Cambridge, MA: MIT Press. 1994.
Traductor: Dr. Germán Guajardo Bernal
Etiquetas:
Introducción a la Homeopatía,
Investigación,
Libros
Homeopatía: En las Fronteras de la Ciencia Médica
La práctica de la homeopatía se difunde, de forma lenta pero segura van ganando terreno las bases teóricas y experimentales que necesariamente la fundamentan. Gracias al conocimiento acumulado actualmente es imposible ignorar el tema de la homeopatía o tratarlo como un fósil anómalo de la ciencia médica. Su extenso acervo de evidencia experimental (tan problemática y controvertida como en cualquier campo innovador en la investigación), muestra la creciente convergencia sustancial entre los principios tradicionales de la homeopatía y nuevas perspectivas en los campos de la inmunología, la biología y la física.
La ciencia moderna se adentra cada vez más en los aspectos de la complejidad de la naturaleza y la medicina no es ajena a esta tendencia. El análisis molecular y la integración de sistemas deben avanzar de la mano, si no queremos deslizarnos hacia un reduccionismo como fin en sí mismo. La homeopatía, con la fuerza de una tradición empírica secular y como ejemplar ciencia frontera, reclama un lugar en este contexto. Este método terapéutico parece a la medida para lidiar con la complejidad de la enfermedad, pues se originó y después se desarrolló para elegir un fármaco virtualmente sin la certeza sobre la naturaleza íntima de las enfermedades. La homeopatía clásica es simple en sus principios tradicionales aunque difícil en su aplicación por la gran variedad de enfermedades y seres humanos.
Es evidente que la homeopatía se puede comentar en términos racionales, objetivos, experimentales y hoy como nunca empleamos el conocimiento y metodología de la medicina convencional y la investigación biomédica moderna para investigar esta polémica disciplina. En este campo, la investigación científica permitirá distinguir entre certezas e hipótesis, entre lo plausible y lo demostrado, objetivizar y medir lo más posible, racionalizar conceptos, establecer limites de aplicabilidad, refinar material y método, y controlar la calidad de ensayos y productos experimentales. Las líneas principales de investigación que pueden configurar el futuro desarrollo de teorías científicas son las siguientes:
a) Investigación en las propiedades fisicoquímicas del agua y de soluciones hidroalcohólicas. Es importante consolidar los hallazgos en resonancia nuclear magnética RNM (y de las otras espectro- fotometrías como la ultravioleta, infrarroja y Raman-laser) para precisar cualquier cambio en el solvente sujeto a dilución y dinamización. Proporciona los métodos para el análisis objetivo de la transferencia de información y para el estudio científico de su estabilidad, mecanismos y variaciones
b) Diseño y desarrollo de modelos experimentales en células, órganos y animales aislados para conocer posibles efectos biológicos del medicamento homeopático (en series de dinamizaciones) de forma rigurosa, reproducible y regulada. Entre los objetivos a corto plazo está la estandarización de los procedimientos de preparación de los reactivos y la replicación de los resultados obtenidos hasta la fecha en diferentes laboratorios.
c) Estudios farmacológicos y bioquímicos de los ingredientes activos empleados en homeopatía, para identificar posibles receptores blanco en el paciente a nivel molecular, celular u otros. Al margen de las altas dinamizaciones, es importante trascender la identificación empírica de los medicamentos (propio de la tradición homeopática) para determinar el fundamento fisiopatológico y farmacológico de su mecanismo de acción.
d) Ensayos clínicos controlados. Constituyen otro aspecto decisivo de la investigación homeopática. Con un diseño metodológico acorde a las demandas particulares del método homeopático, obtendremos registros confiables de la eficacia de uno o más medicamentos en el tratamiento de una o varias enfermedades. Por supuesto, con los ensayos clínicos controlados no vamos a "confirmar" o "condenar" la homeopatía como tal, pues se requiere de una extensa serie de resultados en varios grados de confiabilidad, positivos o negativos, como en cualquier rama de la medicina moderna. Con dichos resultados, obtenidos paciente y metódicamente por varios equipos de investigación, podremos delimitar mejor los linderos de aplicación de la homeopatía, logrando una selección más racional de los fármacos y su dosis, así como un mejor conocimiento de cualquier interferencia o sinergismo entre el método homeopático y el convencional.
e) Experimentación homeopática clásica. El edificio de la homeopatía, según sus postulados clásicos, nunca se puede considerar completo. En su farmacopea caben nuevas sustancias, naturales o sintéticas, previa patogenesia y confirmación clínica. Su repertorio y farmacodinamia pueden y deben ser actualizados, corregidos sus errores y redactados de modo que se facilite su consulta y empleo. En vista de la inmensa cantidad de material acumulado durante años por la tradición homeopática, no hay duda de que en este proceso de implementación y revisión, será fundamental la contribución del creciente desarrollo de sistemas computacionales ligados y coordinados a nivel internacional
Es evidente que disciplinas diferentes pueden contribuir al estudio de los principios de la homeopatía y a la definición de los experimentos que prueben su validez. En patología general se cuenta con un pensamiento sintético, a la vez crítico y riguroso, que debe ayudar a dirigir los esfuerzos de investigadores de manera coherente y productiva en la terapéutica del futuro, misma que no será ni oficial ni alternativa, solo terapéutica, dirigida cada vez más a enfrentar los retos de las nuevas enfermedades.
Las áreas de investigación inauguradas son múltiples y muy amplias. Las autoridades de salud debieran comprender esto y promover proyectos de investigación adecuados en estos temas, con mayor convicción y entrega que la vista hasta ahora. Si vale la pena investigar este campo, necesariamente sigue dedicarle de manera urgente el financiamiento adecuado.
Igualmente deseable será, con una dosis apropiada de cautela y gradualismo en sus intervenciones, eliminar en los círculos académicos el escepticismo hacia la homeopatía que les ha caracterizado hasta ahora y que en ocasiones resulta abiertamente hostil. Si el tema entra en el léxico universitario, cumpliremos con dos objetivos importantes: primero, los médicos recien titulados estarán mejor informados sobre las indicaciones o contraindicaciones de ciertos fármacos homeopáticos, frecuentes en la automedicación. Es innegable que una cultura homeopática sería útil para médicos que no pretenden usarla en su sector específico. Además, el investigador joven tendría un incentivo para desarrollar estudios en esta disciplina, la cual, como se establece en las universidades de hoy en dia, tal vez parezca inútil o aun contraproducente para los fines de una carrera universitaria. De hecho uno de los factores que favorecen la investigación, es la evaluación de la calificación y currícula científica al aplicar para promoción o puestos universitarios. Si la homeopatía "no existe" en la universidad, la investigación difícilmente se desarrollará en este entorno, al menos no al grado comparable con otras disciplinas.
Es muy importante la investigación en homeopatía. Desde un punto de vista general, permite ampliar nuestra comprensión de la realidad biológica y fisiológica. Pero el efecto de la dinamización homeopática es aplicable en botánica, agronomía, veterinaria y el estudio de ecosistemas. En medicina, el uso específico racionalizado de dinamizaciones de sustancias específicas para estimular o restaurar la defensa endógena y los sistemas de reparación del cuerpo humano pudieran complementar, incrementar y en ocasiones sustituir el tratamiento tecnológico vigente. Resulta cada vez más necesario ante el reto de enfermedades modernas el recurrir a terapias de alto nivel tecnológico y científico, pero también será indispensable acudir a respuestas basadas en una novedosa comprensión de la compleja relación entre el ser humano y el entorno, así como en el uso racional de estos recursos.
Una teoría homeopática que pretenda ser científica sin abandonar sus principios básicos, deberá incorporar en su cuerpo de enseñanza los temas relacionados con las nuevas fronteras de la ciencia natural. No es fácil predecir a ritmo pudiera ocurrir esto, dada la de factores involucrados en tal proceso de actualizació-conducción de estudios experimentales y sus resultados, formas de condicionamiento socioeconómico, evolución de paradigmas científicos-. No obstante, son evidentes los dividendos de un diálogo entre la homeopatía y la ciencia biomédica. Diálogo cuyo único favoritismo sería hacia la medicina misma, que en última instancia tiene por misión "restaurar la salud del enfermo, que es lo que se llama curar" (Organón, párrafo 1).
Del libro The Emerging Science of Homeopathy, del Dr. Paolo Bellavite y Dr. Andrea Signorini. North Atlantic Books, Berkeley. 2002
Traductor: Dr. Germán Guajardo Bernal.
Teorías sobre la Fuerza Vital, las Diluciones Homeopáticas y el Mecanismo de Acción de los Medicamentos Homeopáticos
La Fuerza Vital:
A la fuerza vital se le considera como uno de los pilares de la doctrina homeopática; sin embargo Hahnemann sólo hace alusión a ella en la cuarta edición del Organón (1829) y desarrolla más ampliamente la idea en la quinta (1833).
Esto demuestra que sólo después de 25 a 30 años de práctica de la Homeopatía, Hahnemann acepta la noción vitalista; siendo ella, por consiguiente, no indispensable para esta doctrina terapéutica.
Hahnemann declara en el artículo 9 del Organón: “En el estado de salud del hombre, la fuerza vital autocrática que dinámicamente anima el organismo material, gobierna con poder ilimitado. Conserva todas las partes del cuerpo en admirable y armoniosa operación vital, tanto respecto a las sensaciones como a las funciones. Sin embargo, la fuerza vital… es ininteligente e instintiva y rige la vida… sólo mientras está en salud, pero es incapaz de curarse por sí misma en caso de enfermedad”.
En el prefacio de la cuarta edición del Organón, Hahnemann escribe: “la fuerza vital admite sin variación las más grandes plagas de nuestra existencia…, es decir, las enfermedades crónicas”.
En el artículo 10 explica como la fuerza vital es la diferencia entre un organismo vivo y uno muerto; “ya que sólo el principio vital inmaterial, que lo anima tanto en estado de salud como de enfermedad, le permite sentir todas las sensaciones y realizar todas las funciones vitales”.
Los conocimientos actuales dejan poco lugar a la inmaterialidad, y la fuerza vital o principio vital de Hahnemann no tiene porqué ser la excepción. Maurice Jenaer ha postulado una interesante teoría al respecto, para lo que se hace necesario en primer lugar conocer el concepto de “cómputo”.
El “cómputo” es un término creado por Edgar Morin y se refiere a la capacidad que presentan las células vivas para examinar, evaluar y estimar los datos que le entrega el medio, y responder a ellos siendo lo más importante. la posibilidad de transformar esta información en programa. Esta capacidad “computante” da a la célula la posibilidad de tener autonomía, siendo ésta, por supuesto, más refleja que consciente.
Un interesante ejemplo de “cómputo” lo constituyen las bacterias, las cuales, mediante sus quimiorreceptores de membrana, aprecian el medio ambiente y adaptan su metabolismo, de acuerdo a él, formando flagelo, esporulando, multiplicándose, etc. Si las bacterias, organismos unicelulares, poseen estas capacidades, con mayor razón las tendrán las células nucleadas.
Toda la capacidad “computante” esta dada por el A.D.N.; ya que él, por medio de el A.R.N., es quien regula la producción de proteínas y, por consiguiente, todo el metabolismo celular. Es también el A.D.N. quien determina la formación de los antígenos de histocompatibilidad, verdadera carta de identidad genética, sobre la membrana celular.
Los antígenos de histocompatibilidad son esenciales para la acción “computante”; ya que ellos le dan a la célula la noción de “Si”, tomada en su contexto inmunológico, y, por exclusión, la de “No - Si”. Esta función es asegurada sobre todo por los lifoncitos, que llevan en su superficie, en una cantidad mayor que en otras células, marcadores de histocompatibilidad.
Sin embargo, la capacidad “computante” de las células vivas, como toda función biologico, es susceptible de caer en error. En efecto, si la célula es capaz de traducir la información del mundo exterior adaptándola a un programa para luego actuar en función de la situación, es lógico pensar que en algunas de las delicadas etapas del proceso puede producirse un error que muchas veces tendrá consecuencias fatales para la célula y para el organismo del cual forma parte, dependiendo ello de la importancia de dicha célula dentro de la economía.
Como podemos ver, la facultad de “cómputo” es el núcleo mismo de la vida a nivel celular; y entre sus características se pueden encontrar muchas de las dadas por Hahnemann en su “Principio vital”. Es fundamentalmente, al igual que el principio vital, la diferencia entre el ser vivo y el muerto, del ser animado el inanimado; es el principio vital biológico o, en otras palabras, el principio biológico organizador.
El “cómputo” es también, por sus cualidades, la estructura susceptibles de reaccionar al impacto medicamentoso y, además, es la organización celular susceptible de caer en errores que conduzcan a la enfermedad, como la fuerza vital de la doctrina homeopática que admite la existencia de los miasmas crónico.
Otra interesante teoría, con respecto al principio vital, es aquella que lo relaciona con el campo electrodinámico del organismo y, de este modo, con los principios conocidos de la física. La energía y la materia se intercambian en un campo electrodinámico; el cual es medible en términos de onda, vale decir, frecuencia, longitud y amplitud.
Toda sustancia tiene una particular frecuencia de resonancia, la cual vibrará con una energía mayor cuando es estimulada por una onda de similar frecuencia. Esta frecuencia de resonancia puede ser fácilmente medible en un objeto homogéneo, pero difícilmente en un organismo humano.
Vithoulkas considera al plano electromagnético del organismo humano como un plano dinámico de inconcebible complejidad, el cual concuerda con todas las leyes y principios desarrollados en los conceptos electromagnéticos de resonancia, de armonía, de refuerzo y de interferencia.
Esta teoría ha recibido un fuerte impulso por los estudios que se han realizado utilizando el efecto Kirlian en individuos tratados con preparados homeopáticos.
En efecto Kirlian se logra al poner los dedos de las manos y de los pies del sujeto en un campo electromagnético de una intensidad tal que produzca en el una descarga, a la manera de un condensador. Al aumentar considerablemente el flujo de electrones del organismo, este se hace visible y fotografiable; ya que cada electrón al ser arrancado del organismo emite un fotón en el espectro ultravioleta.
Numerosos investigadores han estudiado las variaciones que se producen en el campo electrodinámico del individuo, visualizado por el efecto Kirlian, antes y después de aplicar un medicamento homeopático; constatando modificaciones importantes.
En el fondo ambas teorías no se contraponen; ya que el campo electrodinámico del organismo de todos los seres vivos es solo el resultado de la actividad celular, la cual es controlada por el “cómputo” o expresión funcional de la información contenida en el A.D.N.
Las Diluciones Homeopáticas:
Una de las grandes interrogantes de la homeopatía es que es exactamente una dilución homeopática. Si bien las dosis infinitesimales son ya completamente aceptadas; y los microgramos, nanogramos y picogramos son expresiones corrientes en relación a hormonas, vitaminas, virus y elementos a nivel celular; los médicos oficiales aun consideran que los homeópatas conocen poco acerca de las drogas diluidas que recetan. Es por ello que es interesante hacer una revisión sobre el tema.
Es bien conocido por el homeópata, que existen diferencias, tanto en la experimentación pura como la clínica, si se utiliza una baja dilución o una alta dilución. En la experimentación pura, al usar medicamentos en bajas potencias (entre la primera y la sexta) los efectos primarios de la sustancia base se manifiestan de una manera intensa entre los experimentadores, disminuyendo esta intensidad a medida que la dilución se aleja de la concentración inicial de la sustancia base. Por otro lado, los efectos secundarios de la sustancia base que sirven para diferenciarla de las demás tales como los psíquicos y generales, aparecen en numero escaso. A medida que se emplean potencias más altas, los efectos primarios del medicamento se van haciendo menos patentes y los secundarios más numerosos y nítidos.
En la clínica; al emplear remedios en potencias bajas en el tratamiento del enfermo, se observa que los síntomas constituciones no sufren modificación en forma fácilmente apreciable; siendo necesario para alcanzar modificaciones sustanciales en la enfermedad constitucional, el empleo de potencias medianas o altas.
De las observaciones anteriores se desprende que el método de la dinaminzación, a medida que va elevado la potencia numérica del medicamento, produce determinados cambios en su estado energético. La sustancia base con la cual se elabora una dilución homeopática es portadora de dos tipos de energia:
1. Una energía Química, la cual producirá en el organismo, como su nombre lo dice reacciones del tipo químico y por ello su comportamiento se asemejaría más al de las drogas alopáticas; y
2. Una Energía Fármaco - dinámica, termino acuñado por Hahnemann para explicar aquella “sui géneris” de sus medicamentos capaces de modificar la energía vital del organismo, que por su naturaleza sería la causante de los efectos secundarios del medicamento, detectables al utilizar las potencias medias y altas, los cuales no guardan ninguna relación con el efecto masivo, de la sustancia sobre el organismo.
Ambas energías en conjunto están siempre presentes en una dilución homeopática, el efecto que ella produzca en el organismo dependerá de la proporción en que se encuentren estas energías en el preparado.
La energía química es muy notoria en aquellas potencias cercanas al estado natural de la sustancia de la cual derivan y van disminuyendo a medida que aumenta la dilución, para desaparecer casi completamente al traspasar el número de Avogadro (homeopáticamente D24). De ello se desprende que la energía química es directamente dependiente de la cantidad de soluto en la dilución.
Por otro lado, la energía farmacodinámica casi nula en las bajas potencias, apreciable en las medias y muy notoria en las altas y cuya acción es característica y específica de la sustancia de la cual proviene, sería más bien dependiente de la interacción soluto solvente favorecida por la dinamización.
Si bien se ha comprobado que la sustancia base modifica al vehículo que la porta y que de ello resulta una dilución homeopática con propiedades terapéuticas muy diferentes a aquellas de las sustancias que la componen en forma separada, es muy poco conocida la forma como se traspasa esta información, llamémosla energía farmacodinámica, en primer lugar del soluto al solvente y luego de dilución en dilución.
Los estudios en este campo son muy pocos; sin embargo, en los años 80 parecen haber encontrado un buen rumbo con las investigaciones de Jean Boiron, quien ha utilizado el efecto Raman Laser para analizar los preparados homeopáticos.
El efecto Raman fue descubierto alrededor de 1930 y consiste básicamente en la aparición de rayas espectrales cuando un haz de luz es dispersado por un líquido o un gas, dependiendo este fenómeno principalmente de dos factores: la constante dieléctrica y la viscosidad del líquido o gas.
Jean Boiron encontró que el espectro de las diluciones homeopáticas, vegetales y minerales, era diferente al dado por el vehículo puro utilizado para dichas diluciones: etanol de 70°.
Posteriores estudios del mismo investigador utilizando diluciones de sustancias químicas, han confirmado el fenómeno y han permitido sospechar que él depende exclusivamente de varios factores físico químicos propios del principio activo tales como la polaridad, la ionicidad, la carga, la solubilidad en el agua y en el alcohol, el tamaño de los agrupamientos moleculares, etc. Es así como se podría considerar a una dilución homeopática como una entidad que ha adquirido una estructura específica resultante directamente de una ligera modificación de la viscosidad y de la constante dieléctrica de la estructura del vehículo.
Si se considera que la viscosidad de un líquido depende del tamaño, de la forma y de la movilidad de las moléculas o agrupaciones moleculares que la constituyen y por otro lado que la constante dieléctrica está en función del momento eléctrico, de la polaridad y de la movilidad de estas mismas moléculas, se puede pensar que las variaciones de la viscosidad de la constante dieléctrica podrían encontrar su origen en la recombinación estructural macroscópica intermolecular.
Estos conceptos ahora más estudiados, no son nuevos; ya en 1936 Jarricot declaraba que: todo contacto por dilución con los elementos de una sustancia, confiere al vehículo de esa sustancia características específicas.
El estudio del vehículo de los medicamentos homeopáticos, una mezcla de alcohol y agua, ha demostrado que el alcohol etílico es un solvente que tiene una gran facultad de asociación por su momento polar elevado (dipolo) y por los enlaces hidrógenos que pueden reunir sus agrupamientos hidroxílicos. El alcohol es, pues, un medio líquido de estructura compleja.
Sin embargo, el agua presenta una mayor complejidad estructural que el alcohol. Esta complejidad superior está dada esencialmente por el hecho de que el agua posee dos grupos hidroxilos, así como un momento dipolar mucho más elevado que el alcohol.
De esto se desprende que la mezcla hidroalcohólica que constituye el solvente de las diluciones homeopáticas, es un medio en el cual las posibilidades de combinación molecular es casi infinito, por poco que se induzca esta combinación por un procedimiento cualquiera.
Si se tiene en cuenta que la sucusión y la trituración a las que se someten los preparados homeopáticos, tienen la propiedad de acelerar el movimiento de las moléculas contenidas en la preparación, aceptando que toda aceleración molecular trae como consecuencia la producción de energía y por otro lado, que los vehículos empleados en dicha preparación, alcohol, agua y lactosa, son ricos en enlaces hidrógenos en forma activa, podemos suponer que la energía liberada por las moléculas en las primeras potencias de los medicamentos homeopáticos, que lleva potencialmente las propiedades farmacodinámicas de la sustancia que lo ha originado, reaccionaría con los enlaces de hidrógeno del vehículo, para imprimirle en forma estable estas mismas propiedades a través de cambios en su estructura molecular.
La unión por puentes o enlaces de hidrógeno tiene la característica, además de su gran capacidad de unión con moléculas de carga negativa, de ser la causa de la estabilidad estructural de la naturaleza, comprendiéndose así la no pérdida de la actividad de los medicamentos homeopáticos, a pesar de haber sido preparados mucho tiempo antes.
A modo de resumen se puede decir que, las bajas diluciones homeopáticas son entidades terapéuticas constituidas por un vehículo hidroalcohólico (etanol de 45°), sobre el cual actúa en diverso grado, según la dilución, una sustancia base. Esta acción consistiría en un reordenamiento de las moléculas agua - agua, alcohol - alcohol y agua - alcohol del vehículo.
Las altas diluciones pueden ser consideradas como un vehículo cuyos agrupamientos moleculares agua - agua, alcohol - alcohol y agua - alcohol han sido modelados por una sustancia base que ya no está presente.
El mecanismo de acción:
Sin lugar a dudas, uno de los campos más interesantes de la investigación en homeopatía es el estudio del mecanismo de acción de los medicamentos homeopáticos.
Todavía, hoy en día es muy poco lo que se conoce al respecto, siendo lo más logrado dos o tres teorías, que si bien son sólo teorías, tienen la importancia de que marcan un rumbo para futuras investigaciones.
Para facilitar un poco la comprensión de estas teorías y de las bases sobre las cuales se sustentan, se han dividido en dos grupos:
1. Mecanismo de acción de las bajas diluciones.
2. Mecanismo de acción de las altas diluciones.
Mecanismo de acción de las bajas diluciones:
Las bajas diluciones, como ya se explicó, corresponden a entidades resultantes de la interacción de un soluto o sustancia base y de un solvente, alcohol de 45°. En estos tipos de diluciones la sustancia base se expresa por dos mecanismos: una acción primaria, ejercida por la energía química propia del soluto y una acción secundaria, consecutiva al traspaso de información, si se puede llamar así, entre el soluto y el solvente, siendo esta última la acción que perdura al aumentar la dilución.
La acción primaria o química de las bajas diluciones ha sido más ampliamente estudiada, ya que se refiere a la inversión del efecto que presentan las sustancias dependiendo de su concentración en un organismo vivo. Este fenómeno, descrito por primera vez en 1888, se conoce actualmente como la ley de Arndt - Schulz.
Numerosas investigaciones han demostrado que uno de los sitios de acción de los medicamentos homeopáticos en bajas diluciones, es a nivel de receptores celulares siendo uno de los trabajos más interesantes al respecto el de Grandgeorge.
Este médico francés observó, durante su práctica en el hospital de Grenoble, que el uso de Opium C9 le daba excelentes resultados en el tratamiento de la apnea del recién nacido. Similares éxitos obtenía al utilizar Nux vómica o Strychninum en los casos de espasmos musculares producidos por una excitabilidad refleja de origen medular, los espasmos de los músculos de la cara y el opistótono, todos ellos síntomas de un cuadro denominado Encefalopatía por Glicina.
Es importante recordar como funciona una sinapsis nerviosa y qué funciones cumplen los neurotransmisores. Se sabe ya desde hace varios años, que las células nerviosas se comunican entre sí mediante sustancias químicas, llamadas neurotransmisores, las cuales son sintetizadas y almacenadas en sus terminaciones.
La producción de neurotransmisores es controlada por una enzima dependiente del receptor pre - sináptico, correspondiendo a un fenómeno de “feedback” negativo ejercido por el transmisor mismo.
Bajo el efecto del influjo nervioso y de fenómenos de membrana que de él resultan, el neurotransmisor es liberado a la sinapsis, donde lo encontramos en una concentración de 1010 moles por litro. De aquí él se fija a los receptores post - sinápticos para ejercer su acción.
Pero hay otro destino para el neurotransmisor, el cual es de particular interés para la homeopatía, y es la fijación específica sobre receptores pre - sinápticos, ejerciendo así la modulación de su propia síntesis, como ya se mencionaba.
Estudios realizados en embrión de pollo han demostrado que estos receptores pre - sinápticos poseen una sensibilidad mucho mayor que los post - sinápticos; vale decir que ellos necesitan una concentración mucho menor de neurotransmisor para ser estimulados.
Es así como bajas concentraciones de un transmisor, incapaces de estimular un receptor post - sináptico, producirán en el receptor pre - sináptico un estímulo que se traducirá en un “feedback” negativo sobre su propia síntesis. De este modo se explicaría, al menos a este nivel orgánico, el efecto contrario de una dosis infinitesimal de una sustancia con respecto al que ella misma produce en dosis ponderales.
En relación con las observaciones de Grandgeorge con Opium y Nux vómica. Como es sabido, el opio y sus derivados producen, en dosis ponderales, una depresión respiratoria. El mecanismo íntimo del fenómeno estaría dado por una saturación de los sitios post - sinápticos específicos de un neurotransmisor, la endorfina, por el opio; estos receptores endorfínicos son numerosos en los centros respiratorios, lo que explicaría el efecto de dicha sustancia.
Por el contrario, según la teoría del autor citado, una dosis infinitesimal de opio no alcanzaría a sobrepasar el umbral de sensibilidad de los receptores post - sinápticos, pero sí estimularía los receptores pre - sinápticos desencadenando un feedback negativo sobre la síntesis de endorfina, la cual está aumentada en la apnea del recién nacido, disminuyendo la acción de ésta sobre el centro respiratorio.
Ahora bien, la Nux vómica y su alcaloide, la estricnina, al parecer actuarían de igual modo que el opio, imitando a un neurotransmisor natural la glicina. Esta glicina sería la encargada de la inhibición post - sináptica de las neuronas motoras, controlando de este modo la actividad fina del sistema piramidal.
Las dosis ponderales de estricnina producen una inhibición del sistema piramidal, acción que logra ocupando un lugar vecino al receptor post - sináptico específico de la glicina, resultando ello en una hipertonía generalizada, con opistótonos y espasmos musculares difusos. En dosis homeopática la Nux vómica bloquearía la síntesis del producto natural, corrigiendo así la falla.
La posible acción de las bajas diluciones homeopáticas a nivel de receptores celulares han sido estudiada por Guillemain (1982), quién comprobó la actividad de Histaminum C4 sobre los receptores H2 de la mucosa gástrica y puso en evidencia el efecto de las diluciones de Ignatia sobre los receptores de membrana en la rata.
Considerando todos estos hechos, Maurice Jenaer postuló su modelo de acción del rnedicamento homeopático, tomando como base a la biología celular.
Esta rama de la ciencia enseña que la información genética contenida en el A.D.N. es igual para todas las células de un organismo vivo. Esta información, sin embargo, se encuentra reprimida en su mayor parte dependiendo de la especialidad de una célula, de la parte activa en su genoma.
Ahora bien, según su especificidad, cada célula tendrá en su superficie receptores específicos, los cuales son capaces de captar cantidades mínimas de ciertas sustancias cuya estructura molecular, y particularmente la de ciertos radicales terminales, les permite un anclaje mutuo por su configuración complementaria (sistema llave cerradura).
La fijación de una sustancia al receptor de membrana, conduce a un reordenamiento de las moléculas superficiales de la célula, lo cual constituye una señal para el núcleo celular, el cual reaccionaría de acuerdo con su naturaleza. Esta reacción proporcional a la carga de los receptores explicaría la ya comentada ley de Arndt - Schulz, que habla de la inversión de la acción de acuerdo con la dosis; ya que una carga suave inducirá sólo un efecto reaccional a nivel celular mientras que una dosis fuerte a menudo repetida, produciría el efecto primario de la sustancia, impuesto por esta carga dominadora.
Para Jenaer aquí estaría la clave para explicar el mecanismo de acción de los fármacos homeopáticos; sus dosis infinitesimales se fijarían a los receptores de membrana de la célula de acuerdo con su configuración molecular, desencadenando una señal energética al interior de la célula o bien siendo absorbido al citoplasma por endocitosis, llegando a constituir parte del metabolismo celular. Es interesante mencionar que los receptores de membrana, específicos para una sustancia - medicamento determinada, podrían aparecer o ser modificados por las perturbaciones metabólicas secundarias a la enfermedad, siendo ellos en este caso, en alguna forma específicos de la enfermedad.
Allí estaría la base de la ley de similitud; las modificaciones bioquímicas intracelulares, que son el origen de la síntomatología mórbida, se acompañarían de modificaciones de las propiedades de la membrana celular y por ende de los receptores de membrana, en el sentido de una defensa contra la enfermedad. El medicamento homeopático hallaría así un receptor neoformado específico donde fijarse, interviniendo de esta forma en la tentativa espontánea hacia la curación.
Es así como existirían sustancias que se adaptarían a los receptores específicos de un órgano, ellos serían los remedios de drenaje u organotropos. Otras sustancias serán capaces de unirse a los receptores propios de un tipo de tejido, lo que determinaría una acción más polivalente, más generalizada que si fuera a nivel de un solo órgano, éstos serían los semipolicrestos.
Si se acepta que un medicamento homeopático actúa a nivel de un órgano de manera limitada, fijándose para ello en los receptores celulares, es difícil imaginarse como un medicamento policresto puede influir así en todas las células de un organismo. Para ello basta recordar que los órganos y los tejidos son supervisados por las células nerviosas, ya sean ellas cerebrales o periféricas, las cuales tendrían una función de carácter directivo. Como el medicamento policresto se selecciona en base al conjunto de síntomas mentales y generales, es lógico pensar que su impacto será a nivel de células directivas, en otras palabras las células nerviosas, las cuales traducirán esta información y la repartirán del centro a la periferia desde arriba hacia abajo, vía el sistema nervioso periférico, por conducto anatómico o por neurotransmisores. Esto sería la explicación de la ley de Hering.
Se debe tener en cuenta que, ciertas sustancias de estructura similar a la específica son capaces de interaccionar con los receptores celulares, realizando un anclaje imperfecto que por lo general es de corta duración. Esto explica los peligros del complejismo y su eficacia restringida. Aun si el complejo lleva entre sus componentes el remedio “simil”, éste sólo tendrá una acción restringida, ya que sólo logrará unirse a un número muy pequeño de receptores, porque la mayoría estará ocupado por los otros medicamentos del compuesto.
La capacidad limitada de los receptores celulares, para fijar a ellos las sustancias específicas, se debe tener también en cuenta con respecto a la repetición de las dosis. De ello se desprende lo innecesario de una repetición frecuente del medicamento homeopático, salvo en aquellas patologías que ponen fuera de circulación las células saturadas, como son ciertas enfermedades agudas, formas crónicas necrosantes y las afecciones proliferativas, en donde las nuevas células deben encontrar el remedio.
Antecedentes sobre el mecanismo de acción de las altas diluciones:
El mecanismo de acción de las diluciones homeopáticas altas vale decir aquellas que superan el mecanismo de Avogadro (C12 o D24), ha sido muy poco estudiado; pese a las importantes investigaciones que han demostrado claramente la actividad de estas potencias.
Entre las experiencias, las más conocidas es sin lugar a dudas la publicada por Benveniste y colaboradores en 1988 en la mundialmente conocida revista Nature, la cual levantó un gran revuelo en el ámbito científico, por lo inquietante de sus resultados. Básicamente consistió en estudiar la degranulación de basofilos humanos estimulados por un altamente diluido (1 x 10-120) antisuero anti inmuno globulina E (IgE). Los resultados positivos llevaron a los investigadores a postular que la información se debió transmitir durante el proceso de dilución y agitación, clásico de la homeopatía. El portador de la información sería el agua, mediante modificaciones de su estructura molecular sustentada por enlaces de hidrogeno y campos electromagnéticos.
Las discusiones sobre la “memoria del agua”, fueron largas y no han terminado aún. El Dr. Benveniste publico otro trabajo en el Comptes Rendu de la Academia de París, titulado “La agitación de soluciones altamente diluidas no induce actividades especificas”. El titulo hace referencia a una hipótesis según la cual los resultados obtenidos se deberían a una reacción de oxido - reducción producido por el oxigeno atmosférico captado durante la agitación.
En este trabajo queda claramente demostrado la falsedad de dicha hipótesis y, lo que es más interesante, se comprueba la acción de un medicamento clásico, el Apis mellifica, en un diseño experimental semejante al de los primeros ensayos, siendo mayor la actividad de esta sustancias en las diluciones 10-30 y 10-34, un poco inferior en 10-32 y 10-40 y más pobre en la 10–36 y 10-38. Todas las diluciones citadas están sobre el límite molecular.
Todo parece indicar que la información guardada por el solvente de los medicamentos homeopáticos es de carácter energético; de allí se desprende la principal teoría que intenta aclarar el mecanismo de acción de las altas diluciones, situándolo en ese plano.
Esta teoría supone que la fuerza vital de Hahnemann sería comparable al campo electrónico dinámico de organismo, siendo en consecuencia factible su estudio mediante los principios de la física. Para que los medicamentos altamente diluidos se transformen en remedio, sería necesario que sus vibraciones tuvieran las mismas características, vale decir la misma longitud de onda, que las e la fuerza vital alterada por la enfermedad.
Al interactuar las ondas medicamento y de la enfermedad, con seguridad se producirá un fenómeno de interferencia, en el cual, según la física, dos vibraciones de una misma frecuencia dan lugar a una disminución de la vibración, dependiendo esto de la diferencia de fase con que llegan al punto considerado.
En la clínica homeopática, se pude atribuir a la agravación medicamentosa a una respuesta biológica del tipo de refuerzo de ondas, tras la administración del símil; en cambio las curaciones sin agravación, serían más bien una disminución vibratoria.
Los síntomas de las patogenesis serían el resultado de la interacción entre las vibraciones del medicamento homeopático y las propias del organismo sano, las cuales serían afectadas por las primeras.
En este campo ha trabajado por largos años el Dr. Fritz Popp, físico alemán de la Universidad de Kaiserlautern. Para el los sistemas biológicos tienen la posibilidad de percibir señales teóricamente silenciosas, de protegerse contra ellas y también de reforzarlas. Esto se explicaría por la sensibilidad selectiva se los seres vivientes ante los impulsos electromagnéticos.
Según Popp, cada sistema biológico dispondría de un amplio espectro de campos electromagnéticos, cuyas modulaciones sirven de comunicación y regulación intra e intercelular. La falsa regulación se manifiesta, entre otras cosas, por cambios en la bioquímica celular.
Para el Dr. Popp, el método de fabricación de los medicamentos homeopáticos desarrollaría un sistema de equilibrio no térmico, donde el solvente acumularía fotones de una determinada frecuencia, dependiente de las características del soluto o sustancia disuelta. Popp ha demostrado el uso por parte de las células vivas, de la luz como frecuencia portadora para comunicarse.
El físico ingles Cyril W. Smith, de la Universidad Salford, conjuntamente con el Médico Dr. Roy Choy, han realizado experiencias cuyos resultados se ajustan al modelo de Popp. Ellos han tratado pacientes alérgicos con impulsos electromagnéticas débiles, de frecuencias que varían entre pocos Hertz y Megahertz, obteniendo buenos resultados. También apoyan esta teoría la investigación del biofísico norteamericano Dr. Adam Sack, quien estudio la resonancia magnética nuclear de los medicamentos homeopáticos: demostrando diferencias, incluso en las diluciones altas, en comparación con el solvente.
De gran interés son las exigencias de Gagnon y Rein quienes recientemente emularon la configuración interna de una dilución homeopática D200 de Aconitum napellus, mediante la aplicación de ondas no Hertzianas o escalares al agua, con la cual estimularon en un 100% la proliferación linfocitaria, al compararla con un grupo control. El agua retuvo esta carga por 14 días.
Mediciones de la frecuencia de resonancia de preparados han sido hechas por Ludwig, quien determinó la frecuencia de Arnica D1000 como 9.725 Khz y de Phosphorus D6 como 300 Hz.
Por ultimo, Monro neutralizó los síntomas de pacientes alérgicos mediante la administración de agua previamente expuestas a las frecuencias emitidas por sustancias alergenicas.
Demostración de energías en glóbulos homeopáticos
(Originalmente publicado en la revista Divulgación de la Homeopatía, Nº 239 / Octubre de 1986)
Mario G. Marino (Ing. electrónico) y Mario A. Marino (médico)
Al enterarnos en octubre de 1984 de las enormes diluciones de los remedios homeopáticos, de su comprobada eficacia desde la época de Hahnemann, hace más de .un siglo y medio, y de que esta eficacia se atribuye a que estos remedios poseen una hipotética energía calificada de "vital", quisimos poner a prueba si tal energía existe, a los efectos de confirmarla o refutarla.
Las diluciones de los remedios homeopáticos son enormes. En el sistema centesimal hahnemanniano una dilución 3 significa un millonésimo, es decir, l x 106; una dilución 200 es l x lO400 (un cero, coma, seguido por 399 ceros y un uno). Así, una dilución enorme, de máxima potencia, como 3 millones, equivaldría a 1 x 106.000.000 o sea un cero, coma, seguido por 5.999.999 ceros y un uno, lo suficiente para llenar de ceros un libro de 2.000 páginas a razón de 3.000 ceros por página.
Teóricamente, una molécula gramo de una sustancia dada contiene 1022 moléculas (número de Avogadro), de modo que el peso molecular de una sustancia, expresada en gramos y diluido homeopáticamente a la 1 la potencia (1 x 1022) debería tener una sola molécula de la sustancia original; así, a una potencia 3.000.000 centesimal, para tener una sola molécula se requerirían unos 300 kg de remedio homeopático.
No cabe duda de que si en 10 globulitos, que pesan menos de medio gramo, se puede decir que no existe ninguna molécula de la sustancia original del remedio cuando está diluido a potencias enormes como la 3.000.000 centesinal y si a esta dilución se producen efectos clínicos, tiene que haber una energía capaz de producir la curación o la patogenesia del remedio
Para verificar si esta energía se puede visualizar decidimos recurrir al fenómeno Kirlian.
El Efecto Kirlian
A principios de este siglo, el científico ruso Sermion Davidovich Kirlian tuvo ocasión de ver los legendarios fuegos de San Selmo, que consisten en una luminiscencia o halos de colores azulados que se forman alrededor de los objetos metálicos y no metálicos de los barcos cuando navegan en medio de una tormenta eléctrica. Aparece primero un aura coloreada en las puntas de los mástiles, que después se propaga a la arboladura y los objetos de la cubierta, pero en torno de las personas que permanecen inmóviles (el timonel, por ejemplo) aparece un contorno luminoso distinto al de los objetos inanimados.
Esta observación indujo a Kirlian a construir un pequeño aparato de laboratorio que fuese capaz de distribuir un potencial electrostático similar a lo que acontecía en el barco.
La cámara Kirlian
La cámara Kirlian consiste en dos placas conductoras paralelas (como capacitor) alimentadas con un potencial eléctrico de 15.000 a 20.000 voltios para generar un campo electrostático entre las armaduras o placas.
En el interior de este dispositivo Kirlian introdujo una hoja de una planta recién arrancada, dispuesta sobre una película fotográfica común. Al revelar la película, no sólo apareció dibujada la hoja en cuestión, sino que todo su contorno se continuaba con un aura de luminiscencia, a modo de líneas filiformes irradiadas perfectamente definida en el negativo fotográfico. En cambio, una hoja muerta no producía este aura. Con posterioridad fotografió con su dispositivo una hoja fresca a la cual había arrancado una muesca de su contorno y en la película apareció el contorno de la hoja intacta en la parte faltante, como si la hoja tuviese un molde vital persistente aunque se le eliminase un trozo; a esto lo llamó "energía fantasma".
En los experimentos realizados por nosotros se comprobó que determinadas hojas proyectan focos de energía a su alrededor y que estos focos adoptan la forma de soles o estrellas, como en el caso de la radicheta silvestre.
Al ensayar plantas medicinales -ruda, por ejemplo- este fenómeno de los focos de energía satélite sumada al aura de las hojas, es más acentuado, al extremo de que al principio los confundimos con los "fantasmas" de globulitos homeopáticos (Cina 6), que habíamos ensayado con anterioridad y que impregnaban de energía las placas de acrilico de la máquina, como veremos más adelante. A estas concentraciones de energía alejadas del perímetro de la hoja las denominamos "proyecciones" y a los focos de energía que quedan en el sitio donde han estado los globulitos homeópáticos los llamamos "fantasmas" porque corresponden a elementos ensayados que estuvieron en fotografías anteriores pero no están más al hacer la fotografía actual, lo cual significa que se debe cambiar el acrílico que recubre al electrodo porque ha quedado impregnado con la energía (algo así como una "dinamización").
Los Globulitos Homeopáticos
Para verificar si los glóbulos homeopáticos contienen o no energía fotografiable con la cámara Kirlian, ensayamos dos tipos de remedios: Borax a la potencia 6 y Cina a las potencias 6 y 200. Elegimos Borax porque fue lo primero que teníamos a mano y Cina porque, siendo un vermífugo, uno de nosotros (M.A.N.) podría confirmar su eficacia clínica en seres humanos y en perros. Como control, usamos glóbulos homeopáticos no medicados, es decir, placebo.
Con el placebo se observa una energía muy escasa, similar a la que acusa cualquier objeto inanimado que no haya estado en intimo contacto con la piel del ser humano. Además, para evitar la interferencia magnética del observador o experimentador, se decidió normalizar los experimentos manteniendo constantes los valores eléctricos de la máquina Kirlian y haciendo que las exposiciones tuviesen lugar en forma diferida, en ausencia del experimentador.
Los disparos o exposiciones fueron de 25 kv y de una duración de un segundo, a una frecuencia de 2.500 c.p.s. (2,5 KHz). Los voltajes más bajos no revelaron características muy perceptibles y los más altos produjeron ennegrecimiento difuso del negativo y arcos de chisporroteo en los bordes del electrodo. Se usó película radiográfica común con doble emulsión, para odontología y también con emulsión simple del tipo usada en abreugrafía.
Para disparar la máquina a distancia se construyó un timer o disparador retardado. Además se agregó un dispositivo piezoeléctrico para ensayar exposiciones acompañadas de vibración mecánica, similar a la que soportaría el medicamento cuando es dinamizado.
Estas variantes se introdujeron para considerar todas las influencias que suelen afectar las distintas imágenes logradas en la experimentación
Bórax 6
Este remedio tiene la particularidad de proyectar círculos de un tamaño dos a tres veces más grande que el globulito físico. La cantidad de estos círculos es variable y no depende de la cantidad de globulitos puestos en la máquina.
El globulito medicamentoso produce en la película la misma imagen que el placebo en el sitio de su lugar físico, pero la diferencia es que el medicamentoso proyecta círculos bien definidos y el placebo no, es decir, proyecciones de energía similares a las que ocurren con la radicheta silvestre y con la ruda.
Cina 6 y Cina 200
El comportamiento de Cina es por completo distinto al de Borax 6 porque no produce ningún tipo de proyección, sino unos pequeños soles con filamentos o rayos que parten del centro hacia afuera~ Los soles de Cina 6 tienen una distribución un tanto anarquica y de aspecto desprolijo; los de Cina 200 son muy prolijos y todos idénticos entre ellos, revelando así un ordenamiento energético superior a Cina 6, más simétrico e iguales entre si.
Los globulitos de Cina, en ambas potencias ensayadas, tienen la insólita propiedad de que imprimen su potencia en la lámina de acrílico que cubre el electrodo de la máquina K¡rhan, de manera que al repetir la exposición habiendo retirado los globulitos, la película registra su presencia lo mismo, aunque no estén. A estas imágenes de globulitos que existieron pero no están más, las denominamos "fantasmas".
Efecto Kirlian con vibrador ultrasónico
Una experiencia interesante es la de adicionar al electrodo de masa un transductor ultrasónico a fin de causar una vibración mecánica en el globulito homeopático durante la exposición.
Se efectuó el vibrado del placebo y el vibrado de un único globulito de Borar 6, y se comprobó una dispersión de la energía en torno del globulito ensayado en ambos casos, pero mayor para el medicamento que para el placebo.
Conclusiones de las experiencias
1) Se pudo comprobar que tanto una hoja de planta como un globulito de medicamento homeopático, poseen energía vital, reafirmando lo dicho por Kent cuando se refieré a la "sustancia simple".
2) Diferente comportamiento en el caso de los tres medicamentos homeopáticos ensayados (proyecciones difusas con limites bien marcados para Borax 6, impregnación de acrílico para Cina y perfección simétrica para Cina 200).
3) Comprobación, por medio del vibrador, de la trasferencia de energía a áreas circundantes al globulito de medicamento, lo que justificaría en parte la dinamización.
4) Durante el manipuleo de los globulitos se observó que si éstos eran colocados sobre la máquina Kirlian con una pinza para algodón (de acero inoxidable), había una pérdida de energía vital bastante considerable. Debió construirse especialmente una pinza de acrílico con dos pequeñas muescas en ambas puntas.
Todas estas conclusiones son fáciles de demostrar y pueden ser realizadas por cualquiera que desee entrar en la investigación de la bioenergia, para lo cual necesitará construirse su propia cámara Kirlian y disponer de un cuarto oscuro para llevar a cabo las investigaciones.
Autor: Dr. Flavio Briones Méd. Vet., 1989
Fuente: http://www.homeovet.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=133:art-mecde-accion&catid=35:articulos-categoria-homeopatia&Itemid=55
A la fuerza vital se le considera como uno de los pilares de la doctrina homeopática; sin embargo Hahnemann sólo hace alusión a ella en la cuarta edición del Organón (1829) y desarrolla más ampliamente la idea en la quinta (1833).
Esto demuestra que sólo después de 25 a 30 años de práctica de la Homeopatía, Hahnemann acepta la noción vitalista; siendo ella, por consiguiente, no indispensable para esta doctrina terapéutica.
Hahnemann declara en el artículo 9 del Organón: “En el estado de salud del hombre, la fuerza vital autocrática que dinámicamente anima el organismo material, gobierna con poder ilimitado. Conserva todas las partes del cuerpo en admirable y armoniosa operación vital, tanto respecto a las sensaciones como a las funciones. Sin embargo, la fuerza vital… es ininteligente e instintiva y rige la vida… sólo mientras está en salud, pero es incapaz de curarse por sí misma en caso de enfermedad”.
En el prefacio de la cuarta edición del Organón, Hahnemann escribe: “la fuerza vital admite sin variación las más grandes plagas de nuestra existencia…, es decir, las enfermedades crónicas”.
En el artículo 10 explica como la fuerza vital es la diferencia entre un organismo vivo y uno muerto; “ya que sólo el principio vital inmaterial, que lo anima tanto en estado de salud como de enfermedad, le permite sentir todas las sensaciones y realizar todas las funciones vitales”.
Los conocimientos actuales dejan poco lugar a la inmaterialidad, y la fuerza vital o principio vital de Hahnemann no tiene porqué ser la excepción. Maurice Jenaer ha postulado una interesante teoría al respecto, para lo que se hace necesario en primer lugar conocer el concepto de “cómputo”.
El “cómputo” es un término creado por Edgar Morin y se refiere a la capacidad que presentan las células vivas para examinar, evaluar y estimar los datos que le entrega el medio, y responder a ellos siendo lo más importante. la posibilidad de transformar esta información en programa. Esta capacidad “computante” da a la célula la posibilidad de tener autonomía, siendo ésta, por supuesto, más refleja que consciente.
Un interesante ejemplo de “cómputo” lo constituyen las bacterias, las cuales, mediante sus quimiorreceptores de membrana, aprecian el medio ambiente y adaptan su metabolismo, de acuerdo a él, formando flagelo, esporulando, multiplicándose, etc. Si las bacterias, organismos unicelulares, poseen estas capacidades, con mayor razón las tendrán las células nucleadas.
Toda la capacidad “computante” esta dada por el A.D.N.; ya que él, por medio de el A.R.N., es quien regula la producción de proteínas y, por consiguiente, todo el metabolismo celular. Es también el A.D.N. quien determina la formación de los antígenos de histocompatibilidad, verdadera carta de identidad genética, sobre la membrana celular.
Los antígenos de histocompatibilidad son esenciales para la acción “computante”; ya que ellos le dan a la célula la noción de “Si”, tomada en su contexto inmunológico, y, por exclusión, la de “No - Si”. Esta función es asegurada sobre todo por los lifoncitos, que llevan en su superficie, en una cantidad mayor que en otras células, marcadores de histocompatibilidad.
Sin embargo, la capacidad “computante” de las células vivas, como toda función biologico, es susceptible de caer en error. En efecto, si la célula es capaz de traducir la información del mundo exterior adaptándola a un programa para luego actuar en función de la situación, es lógico pensar que en algunas de las delicadas etapas del proceso puede producirse un error que muchas veces tendrá consecuencias fatales para la célula y para el organismo del cual forma parte, dependiendo ello de la importancia de dicha célula dentro de la economía.
Como podemos ver, la facultad de “cómputo” es el núcleo mismo de la vida a nivel celular; y entre sus características se pueden encontrar muchas de las dadas por Hahnemann en su “Principio vital”. Es fundamentalmente, al igual que el principio vital, la diferencia entre el ser vivo y el muerto, del ser animado el inanimado; es el principio vital biológico o, en otras palabras, el principio biológico organizador.
El “cómputo” es también, por sus cualidades, la estructura susceptibles de reaccionar al impacto medicamentoso y, además, es la organización celular susceptible de caer en errores que conduzcan a la enfermedad, como la fuerza vital de la doctrina homeopática que admite la existencia de los miasmas crónico.
Otra interesante teoría, con respecto al principio vital, es aquella que lo relaciona con el campo electrodinámico del organismo y, de este modo, con los principios conocidos de la física. La energía y la materia se intercambian en un campo electrodinámico; el cual es medible en términos de onda, vale decir, frecuencia, longitud y amplitud.
Toda sustancia tiene una particular frecuencia de resonancia, la cual vibrará con una energía mayor cuando es estimulada por una onda de similar frecuencia. Esta frecuencia de resonancia puede ser fácilmente medible en un objeto homogéneo, pero difícilmente en un organismo humano.
Vithoulkas considera al plano electromagnético del organismo humano como un plano dinámico de inconcebible complejidad, el cual concuerda con todas las leyes y principios desarrollados en los conceptos electromagnéticos de resonancia, de armonía, de refuerzo y de interferencia.
Esta teoría ha recibido un fuerte impulso por los estudios que se han realizado utilizando el efecto Kirlian en individuos tratados con preparados homeopáticos.
En efecto Kirlian se logra al poner los dedos de las manos y de los pies del sujeto en un campo electromagnético de una intensidad tal que produzca en el una descarga, a la manera de un condensador. Al aumentar considerablemente el flujo de electrones del organismo, este se hace visible y fotografiable; ya que cada electrón al ser arrancado del organismo emite un fotón en el espectro ultravioleta.
Numerosos investigadores han estudiado las variaciones que se producen en el campo electrodinámico del individuo, visualizado por el efecto Kirlian, antes y después de aplicar un medicamento homeopático; constatando modificaciones importantes.
En el fondo ambas teorías no se contraponen; ya que el campo electrodinámico del organismo de todos los seres vivos es solo el resultado de la actividad celular, la cual es controlada por el “cómputo” o expresión funcional de la información contenida en el A.D.N.
Las Diluciones Homeopáticas:
Una de las grandes interrogantes de la homeopatía es que es exactamente una dilución homeopática. Si bien las dosis infinitesimales son ya completamente aceptadas; y los microgramos, nanogramos y picogramos son expresiones corrientes en relación a hormonas, vitaminas, virus y elementos a nivel celular; los médicos oficiales aun consideran que los homeópatas conocen poco acerca de las drogas diluidas que recetan. Es por ello que es interesante hacer una revisión sobre el tema.
Es bien conocido por el homeópata, que existen diferencias, tanto en la experimentación pura como la clínica, si se utiliza una baja dilución o una alta dilución. En la experimentación pura, al usar medicamentos en bajas potencias (entre la primera y la sexta) los efectos primarios de la sustancia base se manifiestan de una manera intensa entre los experimentadores, disminuyendo esta intensidad a medida que la dilución se aleja de la concentración inicial de la sustancia base. Por otro lado, los efectos secundarios de la sustancia base que sirven para diferenciarla de las demás tales como los psíquicos y generales, aparecen en numero escaso. A medida que se emplean potencias más altas, los efectos primarios del medicamento se van haciendo menos patentes y los secundarios más numerosos y nítidos.
En la clínica; al emplear remedios en potencias bajas en el tratamiento del enfermo, se observa que los síntomas constituciones no sufren modificación en forma fácilmente apreciable; siendo necesario para alcanzar modificaciones sustanciales en la enfermedad constitucional, el empleo de potencias medianas o altas.
De las observaciones anteriores se desprende que el método de la dinaminzación, a medida que va elevado la potencia numérica del medicamento, produce determinados cambios en su estado energético. La sustancia base con la cual se elabora una dilución homeopática es portadora de dos tipos de energia:
1. Una energía Química, la cual producirá en el organismo, como su nombre lo dice reacciones del tipo químico y por ello su comportamiento se asemejaría más al de las drogas alopáticas; y
2. Una Energía Fármaco - dinámica, termino acuñado por Hahnemann para explicar aquella “sui géneris” de sus medicamentos capaces de modificar la energía vital del organismo, que por su naturaleza sería la causante de los efectos secundarios del medicamento, detectables al utilizar las potencias medias y altas, los cuales no guardan ninguna relación con el efecto masivo, de la sustancia sobre el organismo.
Ambas energías en conjunto están siempre presentes en una dilución homeopática, el efecto que ella produzca en el organismo dependerá de la proporción en que se encuentren estas energías en el preparado.
La energía química es muy notoria en aquellas potencias cercanas al estado natural de la sustancia de la cual derivan y van disminuyendo a medida que aumenta la dilución, para desaparecer casi completamente al traspasar el número de Avogadro (homeopáticamente D24). De ello se desprende que la energía química es directamente dependiente de la cantidad de soluto en la dilución.
Por otro lado, la energía farmacodinámica casi nula en las bajas potencias, apreciable en las medias y muy notoria en las altas y cuya acción es característica y específica de la sustancia de la cual proviene, sería más bien dependiente de la interacción soluto solvente favorecida por la dinamización.
Si bien se ha comprobado que la sustancia base modifica al vehículo que la porta y que de ello resulta una dilución homeopática con propiedades terapéuticas muy diferentes a aquellas de las sustancias que la componen en forma separada, es muy poco conocida la forma como se traspasa esta información, llamémosla energía farmacodinámica, en primer lugar del soluto al solvente y luego de dilución en dilución.
Los estudios en este campo son muy pocos; sin embargo, en los años 80 parecen haber encontrado un buen rumbo con las investigaciones de Jean Boiron, quien ha utilizado el efecto Raman Laser para analizar los preparados homeopáticos.
El efecto Raman fue descubierto alrededor de 1930 y consiste básicamente en la aparición de rayas espectrales cuando un haz de luz es dispersado por un líquido o un gas, dependiendo este fenómeno principalmente de dos factores: la constante dieléctrica y la viscosidad del líquido o gas.
Jean Boiron encontró que el espectro de las diluciones homeopáticas, vegetales y minerales, era diferente al dado por el vehículo puro utilizado para dichas diluciones: etanol de 70°.
Posteriores estudios del mismo investigador utilizando diluciones de sustancias químicas, han confirmado el fenómeno y han permitido sospechar que él depende exclusivamente de varios factores físico químicos propios del principio activo tales como la polaridad, la ionicidad, la carga, la solubilidad en el agua y en el alcohol, el tamaño de los agrupamientos moleculares, etc. Es así como se podría considerar a una dilución homeopática como una entidad que ha adquirido una estructura específica resultante directamente de una ligera modificación de la viscosidad y de la constante dieléctrica de la estructura del vehículo.
Si se considera que la viscosidad de un líquido depende del tamaño, de la forma y de la movilidad de las moléculas o agrupaciones moleculares que la constituyen y por otro lado que la constante dieléctrica está en función del momento eléctrico, de la polaridad y de la movilidad de estas mismas moléculas, se puede pensar que las variaciones de la viscosidad de la constante dieléctrica podrían encontrar su origen en la recombinación estructural macroscópica intermolecular.
Estos conceptos ahora más estudiados, no son nuevos; ya en 1936 Jarricot declaraba que: todo contacto por dilución con los elementos de una sustancia, confiere al vehículo de esa sustancia características específicas.
El estudio del vehículo de los medicamentos homeopáticos, una mezcla de alcohol y agua, ha demostrado que el alcohol etílico es un solvente que tiene una gran facultad de asociación por su momento polar elevado (dipolo) y por los enlaces hidrógenos que pueden reunir sus agrupamientos hidroxílicos. El alcohol es, pues, un medio líquido de estructura compleja.
Sin embargo, el agua presenta una mayor complejidad estructural que el alcohol. Esta complejidad superior está dada esencialmente por el hecho de que el agua posee dos grupos hidroxilos, así como un momento dipolar mucho más elevado que el alcohol.
De esto se desprende que la mezcla hidroalcohólica que constituye el solvente de las diluciones homeopáticas, es un medio en el cual las posibilidades de combinación molecular es casi infinito, por poco que se induzca esta combinación por un procedimiento cualquiera.
Si se tiene en cuenta que la sucusión y la trituración a las que se someten los preparados homeopáticos, tienen la propiedad de acelerar el movimiento de las moléculas contenidas en la preparación, aceptando que toda aceleración molecular trae como consecuencia la producción de energía y por otro lado, que los vehículos empleados en dicha preparación, alcohol, agua y lactosa, son ricos en enlaces hidrógenos en forma activa, podemos suponer que la energía liberada por las moléculas en las primeras potencias de los medicamentos homeopáticos, que lleva potencialmente las propiedades farmacodinámicas de la sustancia que lo ha originado, reaccionaría con los enlaces de hidrógeno del vehículo, para imprimirle en forma estable estas mismas propiedades a través de cambios en su estructura molecular.
La unión por puentes o enlaces de hidrógeno tiene la característica, además de su gran capacidad de unión con moléculas de carga negativa, de ser la causa de la estabilidad estructural de la naturaleza, comprendiéndose así la no pérdida de la actividad de los medicamentos homeopáticos, a pesar de haber sido preparados mucho tiempo antes.
A modo de resumen se puede decir que, las bajas diluciones homeopáticas son entidades terapéuticas constituidas por un vehículo hidroalcohólico (etanol de 45°), sobre el cual actúa en diverso grado, según la dilución, una sustancia base. Esta acción consistiría en un reordenamiento de las moléculas agua - agua, alcohol - alcohol y agua - alcohol del vehículo.
Las altas diluciones pueden ser consideradas como un vehículo cuyos agrupamientos moleculares agua - agua, alcohol - alcohol y agua - alcohol han sido modelados por una sustancia base que ya no está presente.
El mecanismo de acción:
Sin lugar a dudas, uno de los campos más interesantes de la investigación en homeopatía es el estudio del mecanismo de acción de los medicamentos homeopáticos.
Todavía, hoy en día es muy poco lo que se conoce al respecto, siendo lo más logrado dos o tres teorías, que si bien son sólo teorías, tienen la importancia de que marcan un rumbo para futuras investigaciones.
Para facilitar un poco la comprensión de estas teorías y de las bases sobre las cuales se sustentan, se han dividido en dos grupos:
1. Mecanismo de acción de las bajas diluciones.
2. Mecanismo de acción de las altas diluciones.
Mecanismo de acción de las bajas diluciones:
Las bajas diluciones, como ya se explicó, corresponden a entidades resultantes de la interacción de un soluto o sustancia base y de un solvente, alcohol de 45°. En estos tipos de diluciones la sustancia base se expresa por dos mecanismos: una acción primaria, ejercida por la energía química propia del soluto y una acción secundaria, consecutiva al traspaso de información, si se puede llamar así, entre el soluto y el solvente, siendo esta última la acción que perdura al aumentar la dilución.
La acción primaria o química de las bajas diluciones ha sido más ampliamente estudiada, ya que se refiere a la inversión del efecto que presentan las sustancias dependiendo de su concentración en un organismo vivo. Este fenómeno, descrito por primera vez en 1888, se conoce actualmente como la ley de Arndt - Schulz.
Numerosas investigaciones han demostrado que uno de los sitios de acción de los medicamentos homeopáticos en bajas diluciones, es a nivel de receptores celulares siendo uno de los trabajos más interesantes al respecto el de Grandgeorge.
Este médico francés observó, durante su práctica en el hospital de Grenoble, que el uso de Opium C9 le daba excelentes resultados en el tratamiento de la apnea del recién nacido. Similares éxitos obtenía al utilizar Nux vómica o Strychninum en los casos de espasmos musculares producidos por una excitabilidad refleja de origen medular, los espasmos de los músculos de la cara y el opistótono, todos ellos síntomas de un cuadro denominado Encefalopatía por Glicina.
Es importante recordar como funciona una sinapsis nerviosa y qué funciones cumplen los neurotransmisores. Se sabe ya desde hace varios años, que las células nerviosas se comunican entre sí mediante sustancias químicas, llamadas neurotransmisores, las cuales son sintetizadas y almacenadas en sus terminaciones.
La producción de neurotransmisores es controlada por una enzima dependiente del receptor pre - sináptico, correspondiendo a un fenómeno de “feedback” negativo ejercido por el transmisor mismo.
Bajo el efecto del influjo nervioso y de fenómenos de membrana que de él resultan, el neurotransmisor es liberado a la sinapsis, donde lo encontramos en una concentración de 1010 moles por litro. De aquí él se fija a los receptores post - sinápticos para ejercer su acción.
Pero hay otro destino para el neurotransmisor, el cual es de particular interés para la homeopatía, y es la fijación específica sobre receptores pre - sinápticos, ejerciendo así la modulación de su propia síntesis, como ya se mencionaba.
Estudios realizados en embrión de pollo han demostrado que estos receptores pre - sinápticos poseen una sensibilidad mucho mayor que los post - sinápticos; vale decir que ellos necesitan una concentración mucho menor de neurotransmisor para ser estimulados.
Es así como bajas concentraciones de un transmisor, incapaces de estimular un receptor post - sináptico, producirán en el receptor pre - sináptico un estímulo que se traducirá en un “feedback” negativo sobre su propia síntesis. De este modo se explicaría, al menos a este nivel orgánico, el efecto contrario de una dosis infinitesimal de una sustancia con respecto al que ella misma produce en dosis ponderales.
En relación con las observaciones de Grandgeorge con Opium y Nux vómica. Como es sabido, el opio y sus derivados producen, en dosis ponderales, una depresión respiratoria. El mecanismo íntimo del fenómeno estaría dado por una saturación de los sitios post - sinápticos específicos de un neurotransmisor, la endorfina, por el opio; estos receptores endorfínicos son numerosos en los centros respiratorios, lo que explicaría el efecto de dicha sustancia.
Por el contrario, según la teoría del autor citado, una dosis infinitesimal de opio no alcanzaría a sobrepasar el umbral de sensibilidad de los receptores post - sinápticos, pero sí estimularía los receptores pre - sinápticos desencadenando un feedback negativo sobre la síntesis de endorfina, la cual está aumentada en la apnea del recién nacido, disminuyendo la acción de ésta sobre el centro respiratorio.
Ahora bien, la Nux vómica y su alcaloide, la estricnina, al parecer actuarían de igual modo que el opio, imitando a un neurotransmisor natural la glicina. Esta glicina sería la encargada de la inhibición post - sináptica de las neuronas motoras, controlando de este modo la actividad fina del sistema piramidal.
Las dosis ponderales de estricnina producen una inhibición del sistema piramidal, acción que logra ocupando un lugar vecino al receptor post - sináptico específico de la glicina, resultando ello en una hipertonía generalizada, con opistótonos y espasmos musculares difusos. En dosis homeopática la Nux vómica bloquearía la síntesis del producto natural, corrigiendo así la falla.
La posible acción de las bajas diluciones homeopáticas a nivel de receptores celulares han sido estudiada por Guillemain (1982), quién comprobó la actividad de Histaminum C4 sobre los receptores H2 de la mucosa gástrica y puso en evidencia el efecto de las diluciones de Ignatia sobre los receptores de membrana en la rata.
Considerando todos estos hechos, Maurice Jenaer postuló su modelo de acción del rnedicamento homeopático, tomando como base a la biología celular.
Esta rama de la ciencia enseña que la información genética contenida en el A.D.N. es igual para todas las células de un organismo vivo. Esta información, sin embargo, se encuentra reprimida en su mayor parte dependiendo de la especialidad de una célula, de la parte activa en su genoma.
Ahora bien, según su especificidad, cada célula tendrá en su superficie receptores específicos, los cuales son capaces de captar cantidades mínimas de ciertas sustancias cuya estructura molecular, y particularmente la de ciertos radicales terminales, les permite un anclaje mutuo por su configuración complementaria (sistema llave cerradura).
La fijación de una sustancia al receptor de membrana, conduce a un reordenamiento de las moléculas superficiales de la célula, lo cual constituye una señal para el núcleo celular, el cual reaccionaría de acuerdo con su naturaleza. Esta reacción proporcional a la carga de los receptores explicaría la ya comentada ley de Arndt - Schulz, que habla de la inversión de la acción de acuerdo con la dosis; ya que una carga suave inducirá sólo un efecto reaccional a nivel celular mientras que una dosis fuerte a menudo repetida, produciría el efecto primario de la sustancia, impuesto por esta carga dominadora.
Para Jenaer aquí estaría la clave para explicar el mecanismo de acción de los fármacos homeopáticos; sus dosis infinitesimales se fijarían a los receptores de membrana de la célula de acuerdo con su configuración molecular, desencadenando una señal energética al interior de la célula o bien siendo absorbido al citoplasma por endocitosis, llegando a constituir parte del metabolismo celular. Es interesante mencionar que los receptores de membrana, específicos para una sustancia - medicamento determinada, podrían aparecer o ser modificados por las perturbaciones metabólicas secundarias a la enfermedad, siendo ellos en este caso, en alguna forma específicos de la enfermedad.
Allí estaría la base de la ley de similitud; las modificaciones bioquímicas intracelulares, que son el origen de la síntomatología mórbida, se acompañarían de modificaciones de las propiedades de la membrana celular y por ende de los receptores de membrana, en el sentido de una defensa contra la enfermedad. El medicamento homeopático hallaría así un receptor neoformado específico donde fijarse, interviniendo de esta forma en la tentativa espontánea hacia la curación.
Es así como existirían sustancias que se adaptarían a los receptores específicos de un órgano, ellos serían los remedios de drenaje u organotropos. Otras sustancias serán capaces de unirse a los receptores propios de un tipo de tejido, lo que determinaría una acción más polivalente, más generalizada que si fuera a nivel de un solo órgano, éstos serían los semipolicrestos.
Si se acepta que un medicamento homeopático actúa a nivel de un órgano de manera limitada, fijándose para ello en los receptores celulares, es difícil imaginarse como un medicamento policresto puede influir así en todas las células de un organismo. Para ello basta recordar que los órganos y los tejidos son supervisados por las células nerviosas, ya sean ellas cerebrales o periféricas, las cuales tendrían una función de carácter directivo. Como el medicamento policresto se selecciona en base al conjunto de síntomas mentales y generales, es lógico pensar que su impacto será a nivel de células directivas, en otras palabras las células nerviosas, las cuales traducirán esta información y la repartirán del centro a la periferia desde arriba hacia abajo, vía el sistema nervioso periférico, por conducto anatómico o por neurotransmisores. Esto sería la explicación de la ley de Hering.
Se debe tener en cuenta que, ciertas sustancias de estructura similar a la específica son capaces de interaccionar con los receptores celulares, realizando un anclaje imperfecto que por lo general es de corta duración. Esto explica los peligros del complejismo y su eficacia restringida. Aun si el complejo lleva entre sus componentes el remedio “simil”, éste sólo tendrá una acción restringida, ya que sólo logrará unirse a un número muy pequeño de receptores, porque la mayoría estará ocupado por los otros medicamentos del compuesto.
La capacidad limitada de los receptores celulares, para fijar a ellos las sustancias específicas, se debe tener también en cuenta con respecto a la repetición de las dosis. De ello se desprende lo innecesario de una repetición frecuente del medicamento homeopático, salvo en aquellas patologías que ponen fuera de circulación las células saturadas, como son ciertas enfermedades agudas, formas crónicas necrosantes y las afecciones proliferativas, en donde las nuevas células deben encontrar el remedio.
Antecedentes sobre el mecanismo de acción de las altas diluciones:
El mecanismo de acción de las diluciones homeopáticas altas vale decir aquellas que superan el mecanismo de Avogadro (C12 o D24), ha sido muy poco estudiado; pese a las importantes investigaciones que han demostrado claramente la actividad de estas potencias.
Entre las experiencias, las más conocidas es sin lugar a dudas la publicada por Benveniste y colaboradores en 1988 en la mundialmente conocida revista Nature, la cual levantó un gran revuelo en el ámbito científico, por lo inquietante de sus resultados. Básicamente consistió en estudiar la degranulación de basofilos humanos estimulados por un altamente diluido (1 x 10-120) antisuero anti inmuno globulina E (IgE). Los resultados positivos llevaron a los investigadores a postular que la información se debió transmitir durante el proceso de dilución y agitación, clásico de la homeopatía. El portador de la información sería el agua, mediante modificaciones de su estructura molecular sustentada por enlaces de hidrogeno y campos electromagnéticos.
Las discusiones sobre la “memoria del agua”, fueron largas y no han terminado aún. El Dr. Benveniste publico otro trabajo en el Comptes Rendu de la Academia de París, titulado “La agitación de soluciones altamente diluidas no induce actividades especificas”. El titulo hace referencia a una hipótesis según la cual los resultados obtenidos se deberían a una reacción de oxido - reducción producido por el oxigeno atmosférico captado durante la agitación.
En este trabajo queda claramente demostrado la falsedad de dicha hipótesis y, lo que es más interesante, se comprueba la acción de un medicamento clásico, el Apis mellifica, en un diseño experimental semejante al de los primeros ensayos, siendo mayor la actividad de esta sustancias en las diluciones 10-30 y 10-34, un poco inferior en 10-32 y 10-40 y más pobre en la 10–36 y 10-38. Todas las diluciones citadas están sobre el límite molecular.
Todo parece indicar que la información guardada por el solvente de los medicamentos homeopáticos es de carácter energético; de allí se desprende la principal teoría que intenta aclarar el mecanismo de acción de las altas diluciones, situándolo en ese plano.
Esta teoría supone que la fuerza vital de Hahnemann sería comparable al campo electrónico dinámico de organismo, siendo en consecuencia factible su estudio mediante los principios de la física. Para que los medicamentos altamente diluidos se transformen en remedio, sería necesario que sus vibraciones tuvieran las mismas características, vale decir la misma longitud de onda, que las e la fuerza vital alterada por la enfermedad.
Al interactuar las ondas medicamento y de la enfermedad, con seguridad se producirá un fenómeno de interferencia, en el cual, según la física, dos vibraciones de una misma frecuencia dan lugar a una disminución de la vibración, dependiendo esto de la diferencia de fase con que llegan al punto considerado.
En la clínica homeopática, se pude atribuir a la agravación medicamentosa a una respuesta biológica del tipo de refuerzo de ondas, tras la administración del símil; en cambio las curaciones sin agravación, serían más bien una disminución vibratoria.
Los síntomas de las patogenesis serían el resultado de la interacción entre las vibraciones del medicamento homeopático y las propias del organismo sano, las cuales serían afectadas por las primeras.
En este campo ha trabajado por largos años el Dr. Fritz Popp, físico alemán de la Universidad de Kaiserlautern. Para el los sistemas biológicos tienen la posibilidad de percibir señales teóricamente silenciosas, de protegerse contra ellas y también de reforzarlas. Esto se explicaría por la sensibilidad selectiva se los seres vivientes ante los impulsos electromagnéticos.
Según Popp, cada sistema biológico dispondría de un amplio espectro de campos electromagnéticos, cuyas modulaciones sirven de comunicación y regulación intra e intercelular. La falsa regulación se manifiesta, entre otras cosas, por cambios en la bioquímica celular.
Para el Dr. Popp, el método de fabricación de los medicamentos homeopáticos desarrollaría un sistema de equilibrio no térmico, donde el solvente acumularía fotones de una determinada frecuencia, dependiente de las características del soluto o sustancia disuelta. Popp ha demostrado el uso por parte de las células vivas, de la luz como frecuencia portadora para comunicarse.
El físico ingles Cyril W. Smith, de la Universidad Salford, conjuntamente con el Médico Dr. Roy Choy, han realizado experiencias cuyos resultados se ajustan al modelo de Popp. Ellos han tratado pacientes alérgicos con impulsos electromagnéticas débiles, de frecuencias que varían entre pocos Hertz y Megahertz, obteniendo buenos resultados. También apoyan esta teoría la investigación del biofísico norteamericano Dr. Adam Sack, quien estudio la resonancia magnética nuclear de los medicamentos homeopáticos: demostrando diferencias, incluso en las diluciones altas, en comparación con el solvente.
De gran interés son las exigencias de Gagnon y Rein quienes recientemente emularon la configuración interna de una dilución homeopática D200 de Aconitum napellus, mediante la aplicación de ondas no Hertzianas o escalares al agua, con la cual estimularon en un 100% la proliferación linfocitaria, al compararla con un grupo control. El agua retuvo esta carga por 14 días.
Mediciones de la frecuencia de resonancia de preparados han sido hechas por Ludwig, quien determinó la frecuencia de Arnica D1000 como 9.725 Khz y de Phosphorus D6 como 300 Hz.
Por ultimo, Monro neutralizó los síntomas de pacientes alérgicos mediante la administración de agua previamente expuestas a las frecuencias emitidas por sustancias alergenicas.
Demostración de energías en glóbulos homeopáticos
(Originalmente publicado en la revista Divulgación de la Homeopatía, Nº 239 / Octubre de 1986)
Mario G. Marino (Ing. electrónico) y Mario A. Marino (médico)
Al enterarnos en octubre de 1984 de las enormes diluciones de los remedios homeopáticos, de su comprobada eficacia desde la época de Hahnemann, hace más de .un siglo y medio, y de que esta eficacia se atribuye a que estos remedios poseen una hipotética energía calificada de "vital", quisimos poner a prueba si tal energía existe, a los efectos de confirmarla o refutarla.
Las diluciones de los remedios homeopáticos son enormes. En el sistema centesimal hahnemanniano una dilución 3 significa un millonésimo, es decir, l x 106; una dilución 200 es l x lO400 (un cero, coma, seguido por 399 ceros y un uno). Así, una dilución enorme, de máxima potencia, como 3 millones, equivaldría a 1 x 106.000.000 o sea un cero, coma, seguido por 5.999.999 ceros y un uno, lo suficiente para llenar de ceros un libro de 2.000 páginas a razón de 3.000 ceros por página.
Teóricamente, una molécula gramo de una sustancia dada contiene 1022 moléculas (número de Avogadro), de modo que el peso molecular de una sustancia, expresada en gramos y diluido homeopáticamente a la 1 la potencia (1 x 1022) debería tener una sola molécula de la sustancia original; así, a una potencia 3.000.000 centesimal, para tener una sola molécula se requerirían unos 300 kg de remedio homeopático.
No cabe duda de que si en 10 globulitos, que pesan menos de medio gramo, se puede decir que no existe ninguna molécula de la sustancia original del remedio cuando está diluido a potencias enormes como la 3.000.000 centesinal y si a esta dilución se producen efectos clínicos, tiene que haber una energía capaz de producir la curación o la patogenesia del remedio
Para verificar si esta energía se puede visualizar decidimos recurrir al fenómeno Kirlian.
El Efecto Kirlian
A principios de este siglo, el científico ruso Sermion Davidovich Kirlian tuvo ocasión de ver los legendarios fuegos de San Selmo, que consisten en una luminiscencia o halos de colores azulados que se forman alrededor de los objetos metálicos y no metálicos de los barcos cuando navegan en medio de una tormenta eléctrica. Aparece primero un aura coloreada en las puntas de los mástiles, que después se propaga a la arboladura y los objetos de la cubierta, pero en torno de las personas que permanecen inmóviles (el timonel, por ejemplo) aparece un contorno luminoso distinto al de los objetos inanimados.
Esta observación indujo a Kirlian a construir un pequeño aparato de laboratorio que fuese capaz de distribuir un potencial electrostático similar a lo que acontecía en el barco.
La cámara Kirlian
La cámara Kirlian consiste en dos placas conductoras paralelas (como capacitor) alimentadas con un potencial eléctrico de 15.000 a 20.000 voltios para generar un campo electrostático entre las armaduras o placas.
En el interior de este dispositivo Kirlian introdujo una hoja de una planta recién arrancada, dispuesta sobre una película fotográfica común. Al revelar la película, no sólo apareció dibujada la hoja en cuestión, sino que todo su contorno se continuaba con un aura de luminiscencia, a modo de líneas filiformes irradiadas perfectamente definida en el negativo fotográfico. En cambio, una hoja muerta no producía este aura. Con posterioridad fotografió con su dispositivo una hoja fresca a la cual había arrancado una muesca de su contorno y en la película apareció el contorno de la hoja intacta en la parte faltante, como si la hoja tuviese un molde vital persistente aunque se le eliminase un trozo; a esto lo llamó "energía fantasma".
En los experimentos realizados por nosotros se comprobó que determinadas hojas proyectan focos de energía a su alrededor y que estos focos adoptan la forma de soles o estrellas, como en el caso de la radicheta silvestre.
Al ensayar plantas medicinales -ruda, por ejemplo- este fenómeno de los focos de energía satélite sumada al aura de las hojas, es más acentuado, al extremo de que al principio los confundimos con los "fantasmas" de globulitos homeopáticos (Cina 6), que habíamos ensayado con anterioridad y que impregnaban de energía las placas de acrilico de la máquina, como veremos más adelante. A estas concentraciones de energía alejadas del perímetro de la hoja las denominamos "proyecciones" y a los focos de energía que quedan en el sitio donde han estado los globulitos homeópáticos los llamamos "fantasmas" porque corresponden a elementos ensayados que estuvieron en fotografías anteriores pero no están más al hacer la fotografía actual, lo cual significa que se debe cambiar el acrílico que recubre al electrodo porque ha quedado impregnado con la energía (algo así como una "dinamización").
Los Globulitos Homeopáticos
Para verificar si los glóbulos homeopáticos contienen o no energía fotografiable con la cámara Kirlian, ensayamos dos tipos de remedios: Borax a la potencia 6 y Cina a las potencias 6 y 200. Elegimos Borax porque fue lo primero que teníamos a mano y Cina porque, siendo un vermífugo, uno de nosotros (M.A.N.) podría confirmar su eficacia clínica en seres humanos y en perros. Como control, usamos glóbulos homeopáticos no medicados, es decir, placebo.
Con el placebo se observa una energía muy escasa, similar a la que acusa cualquier objeto inanimado que no haya estado en intimo contacto con la piel del ser humano. Además, para evitar la interferencia magnética del observador o experimentador, se decidió normalizar los experimentos manteniendo constantes los valores eléctricos de la máquina Kirlian y haciendo que las exposiciones tuviesen lugar en forma diferida, en ausencia del experimentador.
Los disparos o exposiciones fueron de 25 kv y de una duración de un segundo, a una frecuencia de 2.500 c.p.s. (2,5 KHz). Los voltajes más bajos no revelaron características muy perceptibles y los más altos produjeron ennegrecimiento difuso del negativo y arcos de chisporroteo en los bordes del electrodo. Se usó película radiográfica común con doble emulsión, para odontología y también con emulsión simple del tipo usada en abreugrafía.
Para disparar la máquina a distancia se construyó un timer o disparador retardado. Además se agregó un dispositivo piezoeléctrico para ensayar exposiciones acompañadas de vibración mecánica, similar a la que soportaría el medicamento cuando es dinamizado.
Estas variantes se introdujeron para considerar todas las influencias que suelen afectar las distintas imágenes logradas en la experimentación
Bórax 6
Este remedio tiene la particularidad de proyectar círculos de un tamaño dos a tres veces más grande que el globulito físico. La cantidad de estos círculos es variable y no depende de la cantidad de globulitos puestos en la máquina.
El globulito medicamentoso produce en la película la misma imagen que el placebo en el sitio de su lugar físico, pero la diferencia es que el medicamentoso proyecta círculos bien definidos y el placebo no, es decir, proyecciones de energía similares a las que ocurren con la radicheta silvestre y con la ruda.
Cina 6 y Cina 200
El comportamiento de Cina es por completo distinto al de Borax 6 porque no produce ningún tipo de proyección, sino unos pequeños soles con filamentos o rayos que parten del centro hacia afuera~ Los soles de Cina 6 tienen una distribución un tanto anarquica y de aspecto desprolijo; los de Cina 200 son muy prolijos y todos idénticos entre ellos, revelando así un ordenamiento energético superior a Cina 6, más simétrico e iguales entre si.
Los globulitos de Cina, en ambas potencias ensayadas, tienen la insólita propiedad de que imprimen su potencia en la lámina de acrílico que cubre el electrodo de la máquina K¡rhan, de manera que al repetir la exposición habiendo retirado los globulitos, la película registra su presencia lo mismo, aunque no estén. A estas imágenes de globulitos que existieron pero no están más, las denominamos "fantasmas".
Efecto Kirlian con vibrador ultrasónico
Una experiencia interesante es la de adicionar al electrodo de masa un transductor ultrasónico a fin de causar una vibración mecánica en el globulito homeopático durante la exposición.
Se efectuó el vibrado del placebo y el vibrado de un único globulito de Borar 6, y se comprobó una dispersión de la energía en torno del globulito ensayado en ambos casos, pero mayor para el medicamento que para el placebo.
Conclusiones de las experiencias
1) Se pudo comprobar que tanto una hoja de planta como un globulito de medicamento homeopático, poseen energía vital, reafirmando lo dicho por Kent cuando se refieré a la "sustancia simple".
2) Diferente comportamiento en el caso de los tres medicamentos homeopáticos ensayados (proyecciones difusas con limites bien marcados para Borax 6, impregnación de acrílico para Cina y perfección simétrica para Cina 200).
3) Comprobación, por medio del vibrador, de la trasferencia de energía a áreas circundantes al globulito de medicamento, lo que justificaría en parte la dinamización.
4) Durante el manipuleo de los globulitos se observó que si éstos eran colocados sobre la máquina Kirlian con una pinza para algodón (de acero inoxidable), había una pérdida de energía vital bastante considerable. Debió construirse especialmente una pinza de acrílico con dos pequeñas muescas en ambas puntas.
Todas estas conclusiones son fáciles de demostrar y pueden ser realizadas por cualquiera que desee entrar en la investigación de la bioenergia, para lo cual necesitará construirse su propia cámara Kirlian y disponer de un cuarto oscuro para llevar a cabo las investigaciones.
Autor: Dr. Flavio Briones Méd. Vet., 1989
Fuente: http://www.homeovet.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=133:art-mecde-accion&catid=35:articulos-categoria-homeopatia&Itemid=55
Etiquetas:
Epistemología homeopática,
Investigación
Metodología: un aspecto ineludible de los Estudios Patogenéticos
El presente trabajo representa una síntesis de algunos de los aspectos metodológicos desarrollados en los Ateneos dictados en la Academia de Homeopatía Dr. Constantino Hering en Agosto de 2000 y Octubre de 2001. Trata especialmente de la discusión de algunos aspectos críticos a tener en cuenta al realizar estudios patogenéticos, enfatiza asimismo la necesidad de contar con Patogenesias Hahnemannianas Completas de alta calidad metodológica y se demuestra como las ventajas del método científico pueden aplicarse a la investigación homeopática sin vulnerar el principio de individualidad ni entrar en conflicto con la doctrina de Hahnemann.
Estudiando la labor científica de Hahnemann, sus trabajos, se hace evidente que Hahnemann poseía un pensamiento dinámico y como a medida que fue investigando no dudó en adaptar sus esquemas de investigación a diferentes grados de dinamización (desde la TM o la 1er. Trituración a la 30 CH) y a diferentes formas de administración (dosis única, repetida, hasta la aparición de síntomas, mientras pueda tolerarlo) del medicamento. Así progresivamente y en el curso de los años Hahnemann fue incorporando variantes a su metodología de investigación, a medida que se le ocurrían nuevos procedimientos no descartaba las metodologías anteriores por él utilizadas, sino que las sumaba, e integraba a estas los cambios por él pergeñados. El espíritu crítico de Hahnemann le llevó a profundizar en sus propios descubrimientos, en forma nunca estática. Es muy probable que si Hahnemann hubiese contado con mayor tiempo hubiera experimentado con dinamizaciones superiores a la 30 CH e inclusive con medicamentos preparados en base a la escala cincuentamilésimal. Es en el Órganon donde finalmente Hahnemann describe con claridad la Metodología de las Patogenesias, en los parágrafos 121 a 145, y fija aquí los requisitos considerados indispensables tanto de los voluntarios, sustancias a experimentar y registro de los síntomas :
** Deben ser Voluntarios Sanos ( parág. 120 - 121 - 126 )
** Evitar cualquier otra sustancia medicinal,mantener una dieta usual y evitar cualquier esfuerzo mental o físico, pasiones, negocios urgentes ( parág. 126 )
** Fidedignos y concienzudos,capaces de entregarse a observación de sí e inteligencia suficiente para describir sus sensaciones (parág. 126 )
** Hombres y mujeres ( parág. 127 )
** Registro de los síntomas inmediato y con las palabras del voluntario ( parág. 139 )
**Sólo experimentar sustancias conocidas,auténticas y puras ( parág. 122 )
** Sustancias diluídas y dinamizadas ( parág. 128 ) : 30 C
Son éstas las "Instrucciones Clásicas de Hahnemann"; las mismas apuntan a combatir uno de los hechos que inquietó a Hahnemann, porque él estuvo siempre seriamente preocupado en cuanto a la confiabilidad de los reportes que se incorporaban a la materia médica, baste notar para ello el parágrafo 144 del Órganon : " deberá excluirse rigurosamente de esta Materia Médica todo lo que sea conjetura, simple aserción o imaginario..." .
Pero la preocupación hahnemanniana ha sido también expresada, e inclusive de un modo más crítico, por J.T. Kent, en Lesser Writings: "La Materia Médica se desarrollará por cuidadosos y completos provings (patogenesias); repito por cuidadosos y completos provings, por cuanto la mayoría de los provings modernos son despreciables, habiendo sido realizados de un modo negligente e impropio. Uno teme prescribir basándose en ellos; teme confiar valiosas vidas a un trabajo tan negligente. Cuán diferentes nos sentimos cuando prescribimos uno de los viejos, confiables medicamentos. Luego la seguridad engendra completa confianza y el éxito corona nuestros esfuerzos."
Como vemos Kent nos alerta en considerar la metodología, la forma en que se han realizado las patogenesias, para no caer en la tentación de prescribir medicamentos basándonos en síntomas falaces, no válidos del medicamento testeado y que sean fruto exclusivo de la tendencia natural del voluntario, en el mejor de los casos o de la motivación y las tendencias del equipo de investigación en otros.
La Homeopatía y los homeópatas tenemos hoy la necesidad de contar con experimentaciones que permitan:
1º.- Confirmar o descartar síntomas de nuestra materia médica permitiendo así su validación o rechazo; 2º.- Ampliar nuestros conocimientos sobre infinidad de medicamentos usados solo a partir de experimentos parciales o solo en base a sus indicaciones clínicas, a veces muy confiables y en otros casos simplemente anecdóticas;
3º.- Enfocar nuestra atención sobre los síntomas mentales que son en la actualidad la base de la mayor parte de las prescripciones y muy pobremente reportados en las patogenesias iniciales;
4º.- Desarrollar nuevos medicamentos que basados en experimentaciones rigurosas puedan darnos alternativas y nuevas respuestas en el tratamiento de nuestros pacientes.
Para que las nuevas experimentaciones puedan ayudarnos en la búsqueda de resolver las necesidades antes planteadas, considero que deben ser realizadas con un máximo de esmero, y cuidado. Todas las precauciones son pocas, y debemos estar prevenidos que sólo a través de la implementación de medidas metodológicas rigurosas podremos desarrollar estándares de trabajo que puedan evitar que quedemos enredados en una madeja de síntomas poco válidos. Hahnemann defendió con pasión este punto, lo preocupaba y atacó a aquellos de sus contemporáneos a los que consideró poco escrupulosos, poco concienzudos y no honrados.
El tema de las patogenesias ha ejercido sobre mi una seducción muy especial desde mis primeros contactos con la Homeopatía, en los últimos siete años se convirtió en uno de mis temas de investigación principal mientras "experimentaba" sobre mí mismo y algunos pocos más determinadas sustancias, dichas experiencias fueron progresivamente evolucionando hacia el diseño y la aplicación del PROTOCOLO DOBLE de EXPERIMENTACIÓN PURA (PDEP), un protocolo de alta calidad metodológica, que tiene como único afán combinar las clásicas instrucciones de Hahnemann con el enriquecimiento obtenido a través de la metodología científica en el anhelo de obtener información más útil, más confiable y más segura. Siguiendo este protocolo el grupo de profesionales de la Fundación Médica Homeopática Vitalis ha desarrollado las primeras cuatro Patogenesias realizadas en Argentina en los últimos 53 años.
Definamos entonces que una Patogenesia es un: " Estudio de Investigación Médica cuyo objetivo es conocer los síntomas REVERSIBLES que una determinada sustancia preparada acorde a la farmacopea homeopática es capaz de producir al administrarla a un sujeto voluntario saludable."
El desarrollo de un Protocolo de Alta Calidad Metodológica tiene como propósito dos áreas relevantes : a.- La calidad (validez) de los síntomas; b. La seguridad de los voluntarios. Así el Protocolo Doble de Experimentación Pura (PDEP) tiene como objetivo principal : - Obtener el conjunto de síntomas más confiable y al mismo tiempo más completo que el medicamento experimentado es capaz de producir. El esfuerzo de la investigación está puesto en la CALIDAD de CADA síntoma, para ello, y como veremos más adelante, cada síntoma es valorado en forma independiente de cualquier otro síntoma y en cada voluntario en particular. Es de importancia nula que los síntomas sean más o menos numerosos. MÁS SINTOMAS NO SIGNIFICAN MEJORES SÍNTOMAS NI VICEVERSA. Lo que interesa fundamentalmente es que los síntomas obtenidos, descriptos en el reporte final del medicamento experimentado expresen de manera confiable, y genuina las características de dicho medicamento, por ende que sean síntomas del medicamento, o sea síntomas válidos, porque los homeópatas hemos comprobado que cuando basamos nuestras prescripciones en síntomas de esta naturaleza, genuinos, válidos y confiables del medicamento experimentado, obtenemos curaciones fáciles, repetidas y seguras (expresión clínica de la Ley de Semejanza).
b.- Seguridad y cuidado de los Voluntarios: las sustancias por mí experimentadas lo son siempre en una dinamización por encima del número de Avogadro lo que permite que ésta sea una experiencia segura al evitar cualquier efecto tóxico y/o químico de la sustancia en cuestión. Por Cuidado de los Voluntarios es a mi entender esencial que los mismos durante el Estudio se sientan apoyados, sostenidos y motivados por el Equipo de Investigación. Para ello todo el Equipo de Investigación participa de 12 reuniones de 28 hs. de duración total vinculadas a la profundización en todos los aspectos clínicos de las patogenesias, despejar todo tipo de dudas y temores, capacitarse y entrenarse en la función específica que desarrollará posteriormente.
ASPECTOS METODOLOGICOS CRITICOS : entre unos 20 aspectos posibles he pensado tratar hoy estos seis que son algunos de los que más frecuentemente se plantea el estudiante de homeopatía, el homeópata neófito y también el avanzado.
I. ¿ Qué es un Voluntario Sano ?
II. ¿ Cuál es el número de Voluntarios ideal ?
III. ¿ Qué porcentaje de los Voluntarios desarrolla síntomas del medicamento ?
IV. ¿ Qué hacer con la dieta, tabaco, alcohol, etc ?
V. ¿ Es útil y / o necesario algún tipo de control? ¿ Qué control es el más conveniente ?
VI. ¿ Existen otras variables que generan síntomas ? ¿ Qué estrategias pueden utilizarse para minimizar su incidencia ?
I. ¿ Qué es un Voluntario Sano ? " ...his body must be in what is for him a good state of health..." C.S.Hahnemann parag. 126 Órganon 6º Ed. "...su cuerpo debe estar en lo que es para él un buen estado de salud... ".
Esta definición de CSH ha generado infinidad de incertidumbres y dudas, hoy es poco admisible, vemos mucha gente que cree hallarse en buena salud y en realidad se encuentra gravemente enferma, a veces, incluso, su creencia de buena salud forma parte del núcleo más profundo de su enfermedad. Por otro lado surge el problema de cómo llevar a la práctica, cómo hacer operativa esta necesidad de Voluntarios Sanos y buscar una norma que sea útil para aplicarla regularmente. Cada protocolo debe definir con mucha claridad este aspecto, en mi protocolo el PDEP un voluntario se define como saludable si: "tanto para el voluntario como para el Supervisor y el Director, el voluntario se halla en buen estado de salud mental y física, acordando que no necesita tratamiento médico, esto es avalado por un examen físico y una rutina de laboratorio completa incluyendo hepatograma que son normales."
Como vemos aquí algunos elementos se reúnen para definir la salud necesaria como para participar del estudio : A. Acuerdo entre 3 personas ( Voluntario - Supervisor - Director ); B. Rutina de laboratorio con hepatograma normal. Pero el voluntario puede y tendrá habitualmente -porque la salud completa e ideal NO existe- algunos síntomas o trastornos comunes de poca significación que no determinen la necesidad de tratamiento médico inmediato y mucho menos continuo. Lo importante es que estos síntomas deben ser reconocidos, descritos y registrados con claridad en la HC del voluntario antes de ingresar al estudio para evitar que luego puedan ser atribuidos a la sustancia experimentada. Para cumplir con este objetivo el Supervisor y el Director levantan en conjunto una completa historia clínica del voluntario que incluye su examen físico y examinan en detalle su ficha de antecedentes médico-familiares. Además cada voluntario es evaluado acorde a rigurosos y definidos criterios de inclusión y exclusión a saber. (Ver Cuadro I).
Sólo como ejemplo quiero mostrar cómo en la experimentación de Loxosceles laeta sobre 30 voluntarios posibles, 10 no cumplieron con los criterios de inclusión y no fueron aceptados (2: incumplimiento con entrenamiento; 1: imposibilidad de mantener parámetros usuales de vida; 7: razones de salud - 5 excluídos en la entrevista inicial y 2 en la fase 0 del Estudio I -).
II. ¿ Cuál es el Nº de Voluntarios Ideal ? Para esta pregunta uno escucha habitualmente casi tantas respuestas diferentes como homeópatas interrogue. En realidad la respuesta depende un poco de cuál sea la finalidad de la investigación que uno esté llevando a cabo. En mis primeras experiencias yo experimenté sólo sobre mí mismo, luego sobre mí y otras dos o tres personas y hasta 5 personas más posteriormente, éstas fueron experiencias de gran aprendizaje en lo personal, realmente valiosas en este aspecto, pero no más que esto a mi entender. Pero el hecho es que hay opiniones extremas, gente que opina que son necesarios más de 100 voluntarios para realizar un estudio serio y completo y otra gente que hace algo realmente muy pobre con dos o tres o aún un único voluntario sin ningún tipo de control y lo publica convencido de que es muy válido.
Los Dres. P. Fisher y F. Dantas en un metaanálisis que han realizado estudiando la calidad metodológica de la totalidad de las patogenesias realizadas entre 1945 y 1995 en Reino Unido y Estados Unidos, en cuanto al número de Voluntarios han acordado que más de 45 voluntarios es uno de los criterios de muy alta calidad metodológica. Pero también es interesante la opinión de otros autores como Anne Schadde, homeópata alemana, que en su publicación sobre la patogenesia de Ozono donde participaron 55 voluntarios dice que advirtió que se trataba de un número excesivo y que en las próximas investigaciones trabajaría con menor cantidad. Está hoy aparentemente bien establecido que, si se realizan cuidadosos controles y estrecha supervisión, un número de voluntarios que oscile en alrededor de veinte parece ser suficiente para dar origen a un estudio muy completo de la sustancia testeada. En el PDEP este es el número de voluntarios deseado, 20 a 22 de ingreso al estudio I y de estos entre el 30 - 50 % son seleccionados por el Director para participar del Estudio II; de esta forma la intención del protocolo es que la sustancia sea experimentada entre un mínimo de 25 a un máximo de 30 veces. Además debe tenerse en cuenta que a mayor número de voluntarios el esfuerzo humano (en tiempo y trabajo) y los costos que implica realizar un estudio de este tipo se multiplican en forma geométrica.
III. ¿ Qué porcentaje de Voluntarios desarrolla síntomas del medicamento ? Este es otro punto interesante a considerar. Los reportes de los diferentes estudios resultan muy variables, esto no debería sorprendernos porque de alguna manera la relación que se establece entre X-medicamento experimentado y X-voluntario es totalmente fortuita y por ende los resultados también lo son, fortuitos e impredecibles, dependiendo aparentemente entre otras cosas de la dinamización, dosis, y repetición del medicamento y de la sensibilidad, y circunstancia vital del voluntario. Pero por otra parte, y es importante tener esto en cuenta, hay dos variables completamente independientes de la conjunción medicamento-voluntario que son de notable importancia a la hora de determinar qué porcentaje de voluntarios desarrolla síntomas del medicamento, estas variables son la supervisión, lo cercana, estrecha o aislada o inexistente de la misma, y la existencia o ausencia de adecuados criterios de selección y extracción de síntomas. Así vemos que el Dr. Reaside reporta que más del 90 %, el Dr. David Riley alrededor del 70 % y el Dr. Jeremy Sherr del 60 al 80 %, en tanto en la patogenesia de Loxosceles laeta en el Estudio 01. el 100 % dió algún síntoma aunque mas no fuera muy pequeño que fue seleccionado, sin embargo para dos voluntarios estos fueron tan pobres que pueden considerarse como muy escasamente reactivos o sensibles, por tanto 89%; en el 02. la misma situación se repitió y se consideraron sensibles el 85%.
IV. ¿ Qué hacer con la dieta, tabaco , alcohol, etc ? Sabemos que Hahnemann era en este el punto muy estricto y enfatizó la necesidad de prohibir una gran cantidad de alimentos, condimentos, alcohol, etc... Sin embargo, la suspensión brusca de determinados alimentos o especias, tabaco o alcohol puede determinar la aparición de síntomas efecto de la abstinencia, o simplemente la aparición de algunos síntomas que estaban ocultos y afloran en esta situación. La solución propuesta por el PDEP parece más lógica y es mantener el patrón usual de consumo de cada voluntario, conocerlo y registrarlo en detalle antes de comenzar el estudio y descartar a todos los consumidores excesivos de sustancias adictivas, fundamentalmente bebedores pesados y usuarios de drogas.
V. ¿ Es conveniente que exista algún tipo de control que permita separar los síntomas del sujeto, fruto de su estado dinámico basal de síntomas de los síntomas genuinos propios del medicamento ? ¿ Qué tipo de control es el más conveniente ? Está claro que una serie de aspectos son los que posibilitan y condicionan el desarrollo de los síntomas, de ellos, sin duda, el más importante es la susceptibilidad - sensibilidad del voluntario al medicamento experimentado. La palabra control o placebo genera en muchos homeópatas una especie de alergia o urticaria porque parece acercarnos "mucho" a los métodos de la medicina alopática, sin embargo considero que en el área de investigación todas aquellas herramientas que podamos utilizar sin perder de vista el foco que debe ser, en este caso, obtener los mejores síntomas, los más válidos, los más confiables, creo que deberían ser incorporadas... . Hoy algunos factores son bien conocidos en cuanto a su incidencia en los síntomas que pueden aparecer cuando a un individuo se le administra una droga para determinar qué síntomas ésta puede producir. Así aunque Hahnemann tomó provisiones claras para intentar colectar sólo los síntomas válidos, hay situaciones metodológicas que no pudieron ser anticipadas por él y que posiblemente hayan favorecido la inclusión de síntomas no válidos en los reportes; por ejemplo, el parág. 138 del Órganon dice: " Todos los sufrimientos, accidentes, y cambios de la salud del experimentador durante la acción de un medicamento ... se derivan únicamente de este medicamento y deben considerarse y registrarse como pertenecientes especialmente a él, como sus síntomas, aún cuando el experimentador hubiese observado en él, mucho tiempo antes, la presentación espontánea de fenómenos semejantes... " Esto, hoy, es simplemente inadmisible; para cualquiera de nosotros es un hecho frecuente observar en nuestros consultorios cuántas veces los pacientes modifican sus síntomas o reportan otros nuevos frente a la única administración de placebo. Por otra parte, ha quedado ya claramente establecido que los individuos normales ("sanos") desarrollan síntomas con una frecuencia individual, propia de cada uno, sin el uso de medicamentos, cuando se les administra soólo placebo tanto en las Fase I de Ensayos Clínicos de Drogas como en las Patogenesias.
Veamos algunos ejemplos al respecto de la patogenesia de Loxosceles laeta. V.05.01.98: Debilidad de pulgares, soy de manos firmes; dolor malar presivo y dolor punzante en ojo derecho. V.13.01.98: Me volvió el deseo sexual que casi no tenía; más tranquila menos irritable. Recuerdo los sueños mucho más. Orino frecuentemente con ardor, me duró ocho horas (sólo una vez IU hace 6 años). Estos síntomas, representan sólo un ejemplo menor en el mar de síntomas desarrollados con placebo, sin embargo nos muestran cómo, si no tomamos determinadas precauciones, muchos síntomas falsos, un número verdaderamente increíble de estos, que responden a las tendencias naturales del voluntario, serán incluidos en el reporte final y nos llevarán por mal rumbo en nuestras prescripciones. Las precauciones son lo que en investigación conocemos como controles y los controles en los estudios sobre una sustancia dada se refieren al uso de la sustancia en cuestión más el uso del placebo. Entonces un estudio sobre una determinada sustancia se denomina controlado cuando incluye el uso de la sustancia investigada más el uso del placebo.
En cuanto al diseño de los estudios controlados de sustancias (o sea estudios que incluyen el uso de placebo) pueden dividirse en dos grandes ramas:
A. Estudios de grupo paralelo: aquí hay dos grupos de sujetos distribuidos de forma aleatoria, uno de los grupos toma verum (la sustancia a investigar) y el otro placebo, en este caso sólo se seleccionarían los síntomas que aparecen con verum y no con placebo. Este tipo de diseño no es de utilidad en homeopatía debido a su enfoque individual por un lado, interesa si ese voluntario padeció antes ese síntoma o no, y no si otro voluntario expresa el mismo síntoma con placebo, y por otra parte Harald Walach, que ha estudiado en profundidad el tema, sostiene que serían necesarios gran número de experimentadores, algo así como cien o más de cien por grupo, para poder intentar descartar o validar los síntomas debido a la inmensa cantidad de variables que inciden en el desarrollo de los mismos y la prácticamente ilimitada variedad de síntomas posibles.
B. Estudios de Fase Múltiple: además en homeopatía interesan los síntomas raros extraños y peculiares, y si el paciente ha presentado antes o no dicho síntoma, así la utilización del placebo sobre un grupo único de voluntarios al que se administre alternativamente verum o placebo puede ser de gran utilidad para conocer en profundidad al voluntario, y descartar síntomas espurios, usando entonces al placebo como una herramienta de control intraindividual ("dentro" de cada individuo) y no como una herramienta de control interindividual. Así el PDEP utiliza placebo como control individual y controles reglados en cada fase del estudio.
VI. ¿ Existen otras variables que generan síntomas ? ¿ Qué estrategias pueden utilizarse para minimizar su incidencia ? Sí, existen otras variables, que suelen pasar inadvertidas y tienen incidencia profunda en el comportamiento y respuesta de los voluntarios e investigadores, y por ende afectan los resultados finales generando síntomas no devenidos de la naturaleza de la sustancia testeada; estas variables son la sugestión, la expectación y la motivación. Ya ha sido exhaustivamente estudiado y documentado, el hecho de que tanto voluntarios como investigadores tienden a comportarse acorde con sus propias expectativas y las de la persona que está a cargo. El condicionamiento que determina la sugestión propia y / o de otros; la expectación (latín: exspectatio, que es la intensidad o afán con que se aguarda alguna cosa o suceso) y la motivación (representada aquí por el interés, el entusiasmo presente para participar del estudio, que por otra parte es un hecho fundamental porque sin la misma el voluntario, el supervisor y el director no pueden sostener un trabajo de este tipo) pueden ser muy nocivos, llevando a una notable sobreestimación de los efectos del medicamento que se traducirá en el registro de una inverosímil cantidad de síntomas falaces, falsos positivos, en el reporte final
Quiero mostrarles algún ejemplo de la patogenesia de Loxosceles laeta al respecto:
SUGESTIÓN: "Siento un ardor (4/5) en el tubo digestivo, como un fuego que comenzó como una pequeña llaga que ardía entre la garganta y la faringe y se fue extendiendo hacia arriba y hacia abajo hasta el paladar y la boca del estómago; agrava por comer, nada lo mejora. Aparece salivación aumentada (2/5) y náuseas leves con mareos (2/5) que siento comienzan en la nuca, siento la boca del estómago que arde y como si estuviera en carne viva, me meto en cama, tengo todo el cuerpo con sensación como de frío y está caliente, excepto las yemas de los dedos que están frías. No tengo miedo pero me siento como si hubiera sido envenenada." SN V.20.01.98 - Plac.- FI.00.10 a 13.15 (19 a 22.15 hs.) Esta voluntaria contó luego que sabía, por haberlo oído de su pareja, que determinados venenos eran buenos candidatos a ser usados como sustancias a investigar !!!
EXPECTACION: " Despierto y noto que mi cama está mojada, pensé que había sido mi hija, pero era yo que me había orinado mientras dormía, mi esposo se enoja y me dice que deje de tomar cosas y abandone el estudio; me levanté a higienizarme, me sentía muy sorprendida y avergonzada, nunca antes me pasó algo así." SN V.17.01.98 -Observ. SIN Medic.- F0.00.20.56(5.56 hs.) Esta voluntaria experimentó el primer día de comenzar a registrar sus síntomas enuresis ( !!! ), un síntoma que nunca antes había tenido y que si el PDEP no tomara determinadas precauciones para combatir la expectación hubiera sido incorporado como un síntoma propio de Loxosceles.
Resumiendo, la tremenda influencia que tienen la expectación, la motivación y la sugestión, con el autocondicionamiento que determinan pueden producir, y de hecho producen si no utilizamos determinadas estrategias para su control, una sobreestimación de los efectos del medicamento que aparecen entonces como síntomas falaces, espurios, no pertenecientes al medicamento en el reporte final.
Algunas de las estrategias que aplica el PDEP para minimizar estas variables son:
a. Que la sustancia sea desconocida: la elección se realiza en forma randomizada, al azar, es realizada por el farmacéutico de un grupo de sustancias (4 a 6) determinadas, y numeradas previamente, desconociendo por ende también el farmacéutico la sustancia en cuestión de que se trata. El resultado de la elección es solo conocido por el mismo e ignorado por el director, supervisores y voluntarios.
b. Que las instrucciones sean imparciales: estandarizadas, sin tendencias iguales en todos los estudios; si las instrucciones varían en diferentes estudios y se adecuan a expectativas determinadas (propias del director o supervisores) esto tiene influencia manifiesta en los reportes posteriores.
c. Que exista un Período de observación previo: Lo que repetidamente hemos comprobado es que el solo hecho de dedicarse a una observación consciente sin ingerir medicación alguna muchas veces modifica los síntomas, "aliviando" algunos y "generando" otros. Así este período que en el PDEP es de 14 días de duración, tiene por finalidades: 1. Informar al Director y Supervisor del tono de síntomas basales que presenta el voluntario. 2. Permitir reconocer síntomas que hubieran escapado a las evaluaciones previas (Historia Clínica - Ficha de Antecedentes). 3. Permitir corregir "falsas impresiones" que sobre sí mismo y sus síntomas tiene el voluntario. 4. Familiarizarlo con su tarea. 5. Evaluar su capacidad real de autoobservación y la calidad de su registro. 6. Mitigar los efectos de la expectación y motivación.
d. Que exista un Período run-in-phase.
e. Utilización del Placebo control individual y controles reglados en cada fase.
f. Que exista una asignación randomizada y múltiple: este es un procedimiento seguro y de gran valor para disminuir el número de síntomas espurios; la ventaja del PDEP es que utiliza un procedimiento de randomización múltiple, a saber, en el Estudio 01, se realiza una quíntuple randomización (de la sustancia a experimentar entre un grupo de 4 - 6 sustancias predeterminadas; del Código de Medicamento que corresponderá a Verum o Placebo; del Código de Medicamento que corresponderá a cada Código de Voluntario; de los Voluntarios que corresponderán a cada Supervisor; del Código de Voluntario que corresponderá a cada Voluntario), los primeros tres pasos descritos son realizados por el Farmacéutico, encargado de la preparación de las distintas sustancias y su resultado conocido solo por él mismo, por otra parte el Farmacéutico desconoce por completo el resultado del cuarto y quinto paso de randomización que es realizado por el Director. En el Estudio 02: triple randomización ( del Código de Medicamento que corresponderá a Verum o Placebo; del Código de Medicamento que corresponderá a cada Código de Voluntario; del Código de Voluntario que corresponderá a cada Voluntario ), los primeros dos pasos son realizados por el Farmacéutico, en tanto que el punto 3 por el Director, en forma similar a la ya descripta.
g. Doble - Triple Ciego: el Estudio I aplica una metodología de Triple Ciego : porque tanto voluntario, Supervisor y Director ignoran cuál es la sustancia experimentada y si el voluntario se encuentra tomando Verum o Placebo. En tanto el Estudio II es Doble Ciego: ni el voluntario ni el Director conocen cuál es la sustancia experimentada, ni si el experimentador se encuentra tomando Verum o Placebo (en este caso los voluntarios supervisan directamente con el Director).
Como vemos todas estas medidas metodológicas complejas generan mucho trabajo, mucho esfuerzo, requieren de gran pasión y de muchas horas de paciente dedicación, pero permiten acercarnos un poco más a la verdad, descartando un gran número de síntomas espurios y seleccionando aquellos síntomas más genuinos y confiables en los que basar nuestras prescripciones. Con el extraordinario entusiasmo de los homeópatas del mundo en los últimos quince años se han realizado más de cuatrocientas nuevas patogenesias, pero lamentablemente, en la mayoría de los casos, la metodología utilizada es de lo más diversa, y descuidada, realizándose especialmente patogenesias sueños, meditación, seminarios, patogenesias sensoriales, accidentales, autopatogenesias (¿?), etc., y al igual que en la época de Kent, son pocas o muy pocas, no más del 10 % las Patogenesias Hahnemannianas Completas.
La razón fundamental de realizar patogenesias no completas de cualquier otro tipo estriba en la inmensa tarea que representa realizar una investigación bien hecha de alta calidad, en comparación con el esfuerzo mínimo de los otros tipos de patogenesias, pero asimismo hay que tener en cuenta que en estos "experimentos" una gran cantidad de datos falaces y sobre todo subjetivos se describen como propios del medicamento en el reporte final. Y lo que complica aún más la situación es que muchos de estos resultados se incorporan con gran facilidad en los repertorios por fines exclusivamente comerciales, basándose en la idea de que "repertorios con más síntomas y más medicamentos son mejores repertorios", y entonces los homeópatas corremos el riesgo de sentirnos confundidos, y azorados, y de que los síntomas en que basemos nuestras precauciones en vez de volverse más... y más... y más confiables con el paso del tiempo se vuelvan cada vez más inseguros, dudosos y falsos. Mi recomendación es priorizar entonces el estudio y la realización de patogenesias que reúnan las siguientes características, ser Patogenesias Hahnemanianas Completas, que hayan sido realizadas con estándares de alta calidad metodológica, que permitan excluir la mayoría de los síntomas espurios por un lado, pero que al mismo tiempo cuenten con un adecuado entrenamiento de supervisores y voluntarios que evite la pérdida de síntomas valiosos, llevando a una infravaloración de los síntomas propios del medicamento; sólo de esta forma nos acercaremos un poco al anhelo expresado por Hahnemann en la nota 106 del parágrafo 145 del Órganon : " El arte de curar se acercará entonces, en cuanto a certeza, a las ciencias matemáticas. "
Referencia Bibliográfica:
- Brazilian Medical Association of Homoeopathy-Research Committee 1994/1996. Protocol of National Experimentation 1995. 51º Congress Liga Medicorum Homeopathica Internacionalis, Italy,1996.
- Cámpora C.N.. Patogenesias : Metodología, aspectos críticos. Asociación Médica Homeópatica Argentina, Abril 1999.
- Cámpora C.N.. Mesa Redonda: Patogenesias: Dificultades operacionales. 54º Congress Liga Medicorum Homeopathica Internacionalis, Bahía, Brazil, 1999
- Cámpora C.N.. Protocolo Doble de Experimentación Pura, observaciones preliminares de su primer utilización clínica.54º Congress Liga Medicorum Homeopathica Internacionalis, Bahía, Brazil, 1999
- Cámpora C.N.. Experimentación Pura de Loxosceles laeta; Reporte de Síntomas Mentales y Síntomas Curados en Voluntarios Sanos. 54º Congress Liga Medicorum Homeopathica Internacionalis, Bahía, Brazil, 1999
- Cámpora C.N.. Homoeopathic Pathogenetic Trial: ¿What Symptoms are Genuine, True, Reliable and Valid Symptoms of the Tested Substance and Which are not ? Criteria for the Selection of Symptoms? 55º Congress Liga Medicorum Homeopathica Internacionalis, Budapest, Hungary, 2000
- Cámpora C.N.. Patogenesias: Análisis crítico, su metodología. Ateneo 24 de Agosto de 2000 de la Academia de Homeopatía - Dr. Constantino Hering.
- Cámpora C.N.. Loxosceles Laeta: Características del Medicamento y Detalles de su Patogenesia. Ateneo 4 de Octubre de 2001 de la Academia de Homeopatía - Dr. Constantino Hering.
- Dantas F..How can we get more reliable information from homoeopathic pathogenetic trials?A critique of provings.Br.Hom.J. 1996;Vol 85:230- 6.
- Fisher P.;Dantas F.. A Systematic Review Provings Homoeopathic Pathogenetic Trials: Methodological Aspects and Preliminary Results from U.K. and U.S. Publications. 51st L.M.H.I. Internacional Congress,1996.
- Hahnemann S.. Organon de la Medicina 6º Ed.. Ediciones Marité, Buenos Aires, Argentina, 1967.
- Kent J.T.. New Remedies, Clinical Cases, Lesser Writings. B.Jain Publishers, New Dehli, India, Reimpresión 1992.
- Marim M..Eliciting Symptoms from Provings and Toxicological Reports. Conference: Improving the Success of Homoeopathy,London,1997.
- Marim M.. Experimentación Pura. III Congreso Latinoamericano de Materia Médica,Quito,Ecuador,1997.
- Riley D..Contemporary Drug Provings. JAIH,Autumn 1994,Vol.87: 161- 5.
- Riley D..Proving Report: Veronica officinalis.Br.Hom.J., July 1995,Vol. 84:144-8.
- Riley D.S. Homoeopathic Drug Proving:Principles and Practice. Homint R&D Newsletter 1/1996.
- Riley D.S. (Facilitator). Design and Analysis of Provings [ Small Group Session ]. Conference: Improving the Success of Homoeopathy, London,23 - 24 January,1997.
- Riley D..Extracting Symptoms from Homoeopathic Drug Provings. Br.Hom.J., October 1997,Vol.86: 225-8.
- Riley D. (Chaired). Provings Meeting. 53º Congress of the Homoeopathic Medical League, Amsterdam, April 25 - 29,1998
- Sankaran R.. A Protocol for Provings. H. Links 1995,Vol.1: 15-6.
- Sherr J..The Dynamics and Methodology of Homoeopathic Provings. Dynamis Books,West Malvern,England, 1994.
- Sherr J.. Dynamic Provings Volume one . Dynamis Books,West Malvern, England, 1997.
- Targhetta A.;Allegri F.;Bedin F.;Carrara H..First Homeopathic Experimentation of Pyrethrum Parthenium (proposal of a model of Proving that reconsiders the placebo). 51st L.M.H.I. Internacional Congress, 1996.
- Walach H.. Provings:the method and its future.Br.Hom.J. 1994;Vol.83: 129-31.
- Walach H..The pillar of Homoeopathy - Homoeopathic Drug Provings in a Scientific Framework. Br. Hom. J., October 1997,Vol.86: 219-24.
- Wieland F.. Good Homoeopathic provings.Br.Hom.J.1997;Vol.86:229-34. Wieland F.. Is a Homoeopathic Drug Proving Just a Clinical Trial Phase One ? H.Links, Spring 1996; Vol. 9(1): 39 - 40.
Autor: Dr. Carlos Néstor Cámpora, http://www.cncampora.com.ar/index.htm
Etiquetas:
Crítica homeopática,
Metodología,
Provings
Suscribirse a:
Entradas (Atom)