Revisión crítica de la traducción del §9 del Órganon del arte de curar de S. Hahnemann


Alemán original:

Im gesunden Zustande des Menschen waltet die geistartige, als Dynamis den materiellen Körper (Organism) belebende Lebenskraft (Autocratie) unumschränkt…”

Geistartige = como espiritual

Geist = espíritu, mente

Geistesart = mentalidad, carácter, genio

Artig = formal, bueno, cortés, atento

[…artig im adj & adv …-like; apfelartig Geschmack: apple-flavo(u)r; chamäleonartig Anpassung: like a chameleon; schachbrettartig gemustert like a chess board; turbanartig Frisur: like a turban] (Wörterbuch Englisch-Deutsch © WordReference.com 2012)


En el contexto del parágrafo, se entiende geistartige como opuesto a materiellen. El cuerpo material (organismo) y la fuerza vital inmaterial que lo anima. Pero Hahnemann no utiliza immateriell (inmaterial) o unkörperlich (incorpórea), sino el término más equívoco geistartige (como o de aspecto/apariencia/naturaleza/carácter mental o espiritual), aunque quizás en su época no fuera un término tan polémico como ahora y estuviera más en consonancia con el uso popular. Pero, en ningún caso, el término geistartige puede confundirse como un adjetivo de la Lebenskraft, pues se trata de una fórmula comparativa para describir algo por aproximación. Para adjetivar a la fuerza vital como espiritual, en alemán se escribiría “spirituell Lebenskraft” o “geistig Lebenskraft”, pero no “geistartige Lebenskraft”, que es la expresión utilizada por Hahnemann.




Traducciones inglesas:

In the healthy condition of man, the spiritual vital force (autocracy), the dynamis that animates the material body (organism), rules with unbounded sway,…” (Dudgeon/Boericke)

In the state of health the spirit-like vital force (dynamis) animating the material human organism reigns in supreme sovereignity.” (J. Künzli)

In the healthy human state, the spirit-like life force (autocracy) that enlivens the material organism as dynamis, governs without restriction…” (Steven Decker/Wenda Brewster)




Traducción francesa:

« Dans l´état de santé, la force vitale (1) qui anime dynamiquement la partie matérielle du corps exerce un pouvoir illimité. » (A. J. L. Jourdan/Pierre Schmidt)

  1. Texte original : "force vitale immatérielle". (Note de l´éditeur)




Traducción italiana :

« Nello stato di salute, la Forza Vitale (Autocratica) che anima come dynamis il corpo materiale (organismo) governa con potere illimitato… » (Giuseppe Fagone)




Traducciones españolas:

En el hombre en estado de salud la fuerza vital espiritual, la energía (“dynamis”) que anima al cuerpo material (organismo), gobierna con poder irresctricto (autocracia)…” (Jorge C. Torrent)

En el estado de salud, la fuerza vital (autocrática) que dinámicamente anima el cuerpo material (organismo), gobierna con poder ilimitado…” (F. D. François Flores)

En el hombre en estado de salud la fuerza vital como un espíritu de vida (autocrática), que dinámicamente anima al cuerpo material (organismo), gobierna con poder irrestricto,…” (José Matuk Kanan)

En el hombre sano la fuerza vital de naturaleza espiritual, la dynamis que anima al cuerpo material (organismo), gobierna con poder irrestricto (autocracia)…” (Emilio Morales)

Propuesta nuestra: “…la fuerza vital de apariencia inmaterial, a guisa de dynamis (autocrática) del cuerpo material (organismo)…”




La primera traducción del original (de la 5ª edición alemana), la francesa de A. J. L. Jourdan, que data del 1873, consideramos que es de las más fidedignas en este parágrafo, traduciendo en una nota a pie de parágrafo, “geistartige” por “immatérielle”.

Pero la traducción más distribuida y que ha tenido más repercusión internacional fue la inglesa de Dudgeon, que data del 1893, en la que introduce por primera vez el término equívoco de “spiritual” como traducción del “geistartige” alemán.

Todas las traducciones españolas del s. XIX (M. Valero, J. Sanllehy, López-Pinciano, J. Sebastián Coll), anteriores todas ellas a la francesa de Jourdan, obvian la traducción de ese término, lo que hace pensar que efectivamente era un término confuso y/o conflictivo para la época, al menos en la comunidad homeopática hispanoparlante. La traducción mexicana de Higinio G. Pérez de principios del s. XX sigue la misma línea de prescindir del término en cuestión.

La traducción mexicana de Torrent, siendo en realidad una traducción a partir de la inglesa de Dudgeon/Boericke, reproduce la misma confusión. En las traducciones españolas posteriores, hasta las más actuales, dicho término no ha tenido mayor fortuna, consolidándose en la misma idea de “espiritual”, excepción hecha de la traducción de François Flores, quien recupera la tradición de no traducir el susodicho controvertido vocablo, sin tampoco una nota aclaratoria, como al menos había hecho Jourdan. La traducción italiana obvia también la controversia eliminando igualmente la palabra conflictiva, y las más modernas de Künzli y Decker/Brewster recuperan también una traducción previa del s. XIX, a cargo de Wesselhoeft, tomando partido con una traducción algo más fiel al original (spirit-like) pero sin alejar totalmente la confusión.

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