Sra. Directora:
Enhorabuena a la sección colegial de médicos acupuntores, homeópatas y naturistas de Asturias por esta revista. Crear y mantener un medio de comunicación profesional en el ámbito de la práctica médica no convencional (PMNC) en tiempos de crisis económica y colaboraciones magras, tiene mérito. Personalmente, agradezco la posibilidad de presentar aquí algunas reflexiones y preguntas, desde mi modesta experiencia de veintisiete años de ejercicio profesional.
Tengo delante un ejemplar del número 6 de Esculapio, digno de una lectura atenta y sosegada, como proponía aquella colega; en particular, pero no solo, el escrito sobre medicina basada en la evidencia (MBE) 1. El autor alude a los sesgos de
Hace tiempo se reconoció el error de traducción de evidence por evidencia. Más allá de la anécdota, me interesa el debate sobre los excesos y limitaciones de la MBE; debate surgido en primer lugar y principalmente, justo es destacarlo, dentro de la propia comunidad científica. Sana autocrítica en un ámbito donde, evidentemente, se cometen errores; donde, además, se intentan corregir. ¿Podemos decir lo mismo de
“El selenio, como cofactor de la glutatión peroxidasa, ha evidenciado un
importantísimo papel como antioxidante, avalado por múltiples estudios (…)”
Llamémosla medicina basada en pruebas (MBP). En mi opinión, el aspecto relevante no es si es o no cierto el paradigma de
Al servicio del rigor, de la objetividad, de la reproducibilidad y de otras características deseables en cualquier actividad médica, hay una metodología científica que, mejorable como pueda ser, es la que es. En la PMNC podemos adoptar dos actitudes al respecto: la rechazamos, porque creemos que no es aplicable a nuestras actividades, o buscamos el modo de que sí lo sea. Ahora bien, según autores3 cabe la duda: ¿conoce
Y previamente al empleo de recursos de validación, la necesidad de un lenguaje cuyos términos estén bien definidos. Cuyos significados concretos, precisos, sean conocidos. Complicar una comunicación profesional con alambicados recursos lingüísticos no la hace más interesante ni más comprensible; sólo la complica. Hacernos entender en las comunicaciones de
Ahora busco información comprensible en varias revistas de PMNC que recibo periódicamente. Nada ambicioso: entender lo que leo, en un ámbito que creo conocer. Encuentro neologismos compuestos, que, seguro, significan más que la suma de sus partes; alegorías que remiten a misticismos, mitologías, alquimias; hipótesis basadas en abstracciones inefables, en audaces extrapolaciones; supuestas demostraciones con hechos no probados, quizá improbables; metáforas dignas de espacios literarios de perfil lírico; casos clínicos que dudosamente superarían una revisión por pares no demasiado exigente, y cuya única justificación parece ser ilustrar una (otra más) teoría etiopatogénica sustentada en las movedizas arenas de lo especulativo; evoluciones de pacientes con enfermedades crónicas, a quienes se aplican tratamientos no convencionales, que se despachan en tres líneas... Parafraseando el título de un conocido libro, si la respuesta es
Si leo medicina integral u holística, o incluso técnicas médicas no convencionales, creo saber a qué se refiere el autor; si toxinas o mente reactiva, me surgen dudas; si energía o curación profunda, necesito mi propia interpretación de lo que eso puede significar, y si, en mi lectura atenta y sosegada, me salen al encuentro la patología de
¿Alternativas a
Por otra parte, el “obligado cumplimiento” de las recomendaciones de guías y protocolos no es absoluto; se admiten considerables márgenes en su aplicación ante un paciente determinado por parte del facultativo o equipo responsables. Lo que hemos de tener muy claro como médicos (todos los médicos) es que, siempre que decidamos rechazar las recomendaciones de las guías y optar por vías alternativas, deberíamos tener argumentos que justifiquen nuestra decisión. Ante el paciente, ante la profesión y, llegado el caso, ante el juez. He presentado en otro lugar aspectos ético-legales en el ejercicio de la PMNC4. No deberíamos descuidarlos, en un ejercicio profesional prudente.
La búsqueda de la verdad sobrevivirá a
Para terminar, la dicotomía ciencia/arte en la práctica médica, el temor de que quizá desaparezca el arte, debido a
Muchos aspectos de la PMNC son abordables con la metodología adecuada. Sin renunciar a la intuición, al ojo clínico, al arte, a esa irrenunciable visión global e individual de cada paciente que aportan varias de sus modalidades; pero sí superando ciertas comodidades e inercias, identificando áreas susceptibles de mejora en todos los ámbitos (asistencial, de investigación, de comunicación y docente), implementando las actuaciones correctivas pertinentes.
REFERENCIAS
1 Fernández-Guisasola F. ¿Es cierto el paradigma de la medicina basada en la evidencia? Una aproximación a posibles sofismas médicos en relación con las técnicas médicas no convencionales. Esculapio. 2008; 6: 46-49.
2 Mantero M. La experiencia clínica en la práctica de la homeopatía. Revista Española de Homeopatía. 2001; 11: 7-10.
3 Klejinen J. ¿Qué tipo de investigación se necesita para demostrar la efectividad de la homeopatía? Revista Homeopática. 2006; 56: 47-49.
4 Rodrigo M. Aspectos éticos y legales de la práctica médica no convencional. Revista Homeopática. 2007; 59: 75-82.
Autor: Dr. Marino Rodrigo Bañuelos, Médico Especialista en Medicina Interna, Master universitario en Homeopatía, Profesor Clínico Asociado de Medicina.
Publicado como Carta a la directora. Revista Esculapio, Nº 7. Primavera-verano 2009.
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