Hahnemann utilizó dos
repertorios manuscritos por él mismo, que nunca fueron publicados, y la copia
de otro, manuscrito por Jahr y editado posteriormente (1835) bajo su directa
supervisión, pero el repertorio que utilizó y elogió explícitamente, en una
nota al pie del parágrafo §153
[i] de su
magna obra el
Órganon del Arte de Curar,
fue el de Boenninghausen (1832, 1835, 1846), que fue el primero publicado (en
alemán), con prefacio del propio Hahnemann, que ha sido traducido de nuevo (al
inglés y al español) del alemán original, revisado y rehabilitado por varios
autores contemporáneos.
Presentamos el repertorio de
Boenninghausen, en base a la forma de tomar el caso y analizarlo que tenían
Hahnemann y Boenninghausen, tanto en cuanto a la consideración de la
sintomatología principal, su selección característica, su valoración, como su aplicación práctica en todo tipo de
casos, agudos y crónicos, físicos y mentales.
Palabras clave:
Hahnemann; Boenninghausen;
repertorio de Boenninghausen; Libro terapéutico de bolsillo.
Abstract
Hahnemann used two repertories hand-made by
himself, that never were published, and the copy of another, hand-made by Jahr
and published later (1835) under his direct supervision, but the repertory that
he used and eulogized explicitly, in a note on foot paragraph §153 of his great
work the Organon of the Art of Cure,
was that of Boenninghausen (1832, 1835, 1846), the first one published (in German),
with a preface of Hahnemann himself, translated now again (to English and
Spanish) from original German, reviewed and restored by some contemporary
authors.
We present Boenninghausen’s repertory, based on
the way Hahnemann and Boenninghausen token the case, considering the main symptomatology,
the characteristic selection, the evaluation, and the practical application in
any cases, acute and chronic, physical and mental.
Key-words:
Hahnemann; Boenninghausen; Boenninghausen’s
repertory; Therapeutic Pocket Book.
[i] Todas las referencias numéricas precedidas del símbolo § se refieren a parágrafos de la obra Órganon del Arte de Curar de Samuel Hahnemann,
El doctor von Boenninghausen, por la publicación de los síntomas
característicos de las medicinas homeopáticas y por su Repertorio, ha prestado
un gran servicio a la homeopatía, así como el Dr. J.H.G. Jahr mediante su
manual de síntomas principales.
(Hahnemann S. Órganon de la
Medicina. Nota al § 153)
En esta búsqueda del
remedio homeopático específico o, lo que es lo mismo, en esa comparación de los
síntomas colectivos de una enfermedad natural con la lista de síntomas de la
medicinas estudiadas, a fin de hallar entre éstas a un agente morbífico
artificial cuyos síntomas correspondan, por similitud, con los de la enfermedad
que habrá de ser curada, deberán tenerse
en cuenta principalmente y con exclusión de otros, a los síntomas y signos
más notables, singulares, no comunes y peculiares (característicos), porque es en particular con tales síntomas con
los que deberán coincidir los de la lista de medicinas seleccionadas, a fin de
escoger una que sea la más adecuada. (Hahnemann S. Órganon de la Medicina. §
153) –el subrayado es nuestro.
Objetivos
Buscar la concordancia del pensamiento de Hahnemann con el
uso práctico del repertorio de Boenninghausen.
Material y métodos
Análisis de casos clínicos de Hahnemann, descritos con
suficientes detalles en la bibliografía.
Se han seleccionado 4 casos clínicos, 3 agudos y 1 crónico, que
son los únicos publicados en distintas recopilaciones y traducciones al español
de la obra original de Samuel Hahnemann,
Escritos
Menores.
[i]
Se han analizado dichos casos
clínicos, realizando una selección sintomática en base al método de
repertorización de Boenninghausen
[ii], y
utilizando su repertorio
Libro
terapéutico de bolsillo[iii].
Introducción
Se sabe que Hahnemann utilizó
dos repertorios manuscritos por él mismo, que nunca fueron publicados, uno de
ellos redactado en latín por su propia mano sin ninguna otra ayuda (1805), y la
copia de otro, manuscrito por Jahr y editado posteriormente (1835) bajo su
directa supervisión. Pero parece ser que Hahnemann no quedó satisfecho con este
repertorio que encargó a su jóvenes alumnos Rückert y Jahr.
En cambio, el repertorio que aprobó
totalmente y que parece ser que utilizó en su práctica profesional fue el de Boenninghausen
[iv], tal
como queda reflejado en el elogio explícito que hizo de él, en la nota al pie del parágrafo §153
de su magna obra el
Órganon del Arte de
Curar.
Boenninghausen redactó tres repertorios sucesivos:- el
primero,
Repertorio de Medicamentos Antipsóricos
(1832), fue el primer repertorio homeopático publicado (en alemán), con
prefacio de Hahnemann (la referencia en la nota al pie del parágrafo §153 de la
5ª edición del Órganon se refiere a éste); -luego realizó el
Repertorio de Medicamentos no antipsóricos
(1835);-y, por último, por consejo del propio Hahnemann, agrupó los dos
repertorios anteriores en uno, el
Manual terapéutico para médicos homeópatas
(1846)
[v], que
incluía también
La Relación relativa de
los medicamentos homeopáticos (1836), conocido posteriormente en su versión
inglesa como el
Therapeutic Pochet Book.
Este repertorio ha sido traducido de nuevo (al inglés y al español) del alemán
original, revisado y rehabilitado por varios autores contemporáneos, en
versiones digitales
[vi]. Existe, además, una
única traducción al español, de la edición francesa de 1976, realizada
anteriormente pero de escasa difusión hasta ahora
[vii].
En otro lugar hemos descrito con más detalle las vicisitudes
en la historia de este repertorio y sus sucesivas traducciones
[viii].
El
Manual terapéutico para médicos
homeópatas de Boenninghausen era el repertorio más usado a finales del
siglo XIX, pero fue cayendo en desuso a raíz de la popularidad del repertorio
de Kent, aunque el mismo Kent reconoció haberlo usado
[ix].
La imagen de la enfermedad
Hahnemann insiste una y otra vez en que la curación de la
enfermedad pasa por la desaparición de todos sus síntomas, de la totalidad
sintomática. Pero el concepto de totalidad
sintomática hay que entenderlo correctamente. Lo hemos definido como el conjunto
de síntomas lógicamente relacionados entre sí que ponen de manifiesto una forma
individual de enfermar. (lo que nos remite al concepto de individualidad morbosa).
Para Hahnemann la totalidad sintomática es la imagen o
cuadro completo de la enfermedad (§104), teniendo en cuenta que es la imagen (Bild) reflejada al exterior de la
esencia interior de la enfermedad, de la afección de la fuerza vital (§7), siendo
lo único perceptible (§11, 14), y en lo único en que podemos basarnos para un
diagnóstico seguro (§18); y la desaparición de todos los síntomas es el
resultado evidente de la curación (§12, 17). Pero los síntomas fiables para el
diagnóstico homeopático son los propios de la enfermedad en su evolución
natural, sin modificar por efectos farmacológicos, por ello se recomienda tomar
en consideración la enfermedad exenta de cualquier tratamiento (§91, 192),
excepto en casos urgentes (§92).
Como vemos, la homeopatía hahnemanniana es eminentemente
fenomenológica, se basa en los fenómenos observables con los sentidos (los
llamados “síntomas”), no en teorías ni especulaciones (§1).
Cómo se construye la imagen de la enfermedad
El cuadro completo de la enfermedad incluye los síntomas
comunes (generales) y los síntomas característicos (§102,153); el diagnóstico
homeopático (la tarea más difícil del quehacer homeopático, según palabras del
propio Hahnemann) debe hacerse en base a
la totalidad de los síntomas característicos y distintivos del caso de
enfermedad (§104).
Los síntomas se caracterizan principalmente por sus
modalidades, de agravación y mejoría, por su especial combinación (§102), por
su etiología (§93) y por aquellos que se refieren a la alteración mental,
emocional y del estado de ánimo (§213, 220).
Con pocos síntomas característicos puede ser suficiente
(§164), siempre que configuren el cuadro completo
de la enfermedad.
Boenninghausen resume mnemotécnicamente los siete aspectos
que son necesarios conocer para tener una imagen completa de una enfermedad, es
decir, para conseguir la totalidad sintomática (§7, §16)
[x],
utilizando un hexámetro del siglo XII que usaban los teólogos escolásticos para
determinar la gravedad de un pecado: “
Quis?
Quid? Ubi? Quibus auxiliis? Cur? Quomodo? Quando?”
Y coloca en primer lugar el aspecto psíquico del enfermo.
Quis?- ¿Quien?
“Por supuesto, la personalidad, la individualidad del paciente, debe encabezar la imagen de la enfermedad, porque la
disposición natural se apoya en ella.” Boenninghausen incluye en este
apartado: el sexo, la edad, la constitución física y el temperamento, y los
estados de la mente y el espíritu, tanto en enfermedad como en salud.
Quid?- ¿Qué?
La enfermedad, con su naturaleza y peculiaridades.
Ubi?- ¿Dónde?
El lugar de la enfermedad, su localización.
Quibus auxiliis?- ¿Con
qué? Se refiere a los síntomas acompañantes, concomitantes, especialmente
aquellos que “(a) raramente aparecen en
conexión con la enfermedad principal; (b) aquellos que pertenecen a otra esfera
de enfermedad diferente del trastorno principal; y (c) por último, aquellos que
son más ó menos característicos de uno de los medicamentos, aunque nunca se
hayan encontrado en tal yuxtaposición.”
Cur?- ¿Por qué?
Las causas de la enfermedad, la etiología, tanto las internas, es decir, la
disposición natural general (idiosincrasia), como las
externas u ocasionales.
Quomodo?- ¿Cómo?
Se refiere al modo, es decir, a todas las modificaciones que pueden tener
lugar, excepto el tiempo, que está contemplado en la siguiente pregunta;
incluye todas las modalidades, las agravaciones y las mejorías, también las
aversiones y deseos alimentarios. Boenninghausen declara en este apartado: “…considero las indicaciones obtenidas por
esta pregunta y la siguiente como las más importantes, indudables, y por lo
tanto las más decisivas para los propósitos terapéuticos.”
Quando?-
¿Cuándo?
“
Esta última pregunta concierne al
horario de aparición, de agravación o de mejoría de los trastornos, y sigue en
orden natural a la precedente, y es raras veces de menor importancia en terapia
que la anterior.” También incluye la periodicidad, pero especialmente las
agravaciones y mejorías en momentos particulares a lo largo del día.
[xi]
La imagen de la enfermedad aguda
“en la enfermedad aguda los síntomas principales nos
impresionan y se hacen evidentes a nuestros sentidos con mayor prontitud, y de
ello que se requiera menos tiempo para completar el cuadro de la enfermedad…”
(§82) (§99).
Hay que distinguir entre indisposición (pocos síntomas
triviales) y enfermedad aguda propiamente dicha; en la primera basta un tratamiento
higiénico-dietético (§150), sin necesidad de medicamentos.
“Cuanto más grave sea una enfermedad aguda, de mayor
cantidad de síntomas notables estará compuesta generalmente,” (§152).
En casos agudos graves, en que no hay tiempo para esperar a
observar la evolución natural de la enfermedad sin tratamiento, se toman en
consideración los síntomas del “cuadro completo en la condición actual”,
resultado de la asociación de la enfermedad natural con la medicinal (§92).
Escribe Boenninghausen, refiriéndose
al dolor de muelas, “La totalidad de los síntomas de una enfermedad da una
imagen perfecta de dicha enfermedad, e indica el remedio más útil de acuerdo al
gran principio del “
similia similibus
curantur”. De la misma manera que un pintor no puede pintar una imagen
perfecta por un solo trazo, de los ojos, la nariz, o la boca, .”
[xii]
Parece claro que en una enfermedad aguda la selección
sintomática a realizar para elegir el remedio más indicado no conlleva tantas
dificultades como en una enfermedad crónica, principalmente porque los síntomas
son de inicio reciente y son suficientemente notables como para ser
distinguidos del estado de salud o del estado de enfermedad crónica previos.
La imagen de la enfermedad crónica
“…los síntomas y dolencias experimentados antes de ser medicado o con posterioridad de
varios días a aquel en que dejó de tomar remedios dan la idea cabal y
fundamental de la forma original de
la enfermedad…” (§91), especialmente en casos crónicos, y que no requieren una
urgencia de actuación.
En las enfermedades crónicas debe prestarse especial
atención a las mínimas peculiaridades, que suelen ser muy significativas, a las
que los pacientes suelen estar acostumbrados por el tiempo de evolución (los
llamados “síntomas accesorios”) (§95).
En las enfermedades crónicas la selección sintomática se
hace más difícil, cuanto más tiempo de evolución y cuanto más tolerables son
los síntomas. Las claves para la correcta selección sintomática residirían en
considerar principalmente:
-la etiología o causa desencadenante, tanto más
difícil de discernir cuanto más alejada en el tiempo;
-la sincronicidad en la aparición de los síntomas
(concomitancia) o en las modificaciones de los síntomas, en especial los
cambios en el estado de ánimo; así, síntomas comunes adquieren una importancia
significativa por su agrupación con el síndrome patológico principal y se
convierten en signos característicos de la enfermedad;
-las modalidades (de agravación y de mejoría); y
-el tropismo: tisular, de órgano, geográfico.
Ejemplos de casos clínicos de Hahnemann
(transcritos de Hahnemann S. Escritos Menores)
[las palabras en
negrita han sido marcadas por el autor del artículo, no figuran en las obras originales
utilizadas]
S..., una mujer gruesa de cuarenta y tantos años y lavandera
de profesión vino a pedir consulta después de tres semanas de encontrarse
imposibilitada para ejercer su trabajo.
1º
En cada movimiento, sobre todo
cuando se levantaba y más aún
cuando daba un paso en falso,
experimentaba
dolores fulgurantes a
nivel del hueco del estómago que según ella se originaban en el costado
izquierdo.
2º Se encontraba muy bien cuando estaba acostada; en esa
situación no sentía dolor ni en el costado ni en el hueco del estómago.
3º Sólo podía dormir hasta las tres de la
mañana.
4º Comía con gusto
pero en cuanto había tomado el menor
alimento, sentía náuseas.
5º Tenía hipersecreción salivar con eliminación
al exterior.
6º Cada vez que comía sentía de inmediato
revoltura de estómago, pero sin resultados.
7º Esta mujer tenía carácter violento, propenso a la cólera.
Quedaba bañada en sudor en cuanto experimentaba dolores intensos. Quince días
antes había presentado una regla normal.
El resto era
perfectamente normal.
En lo que concierne
al primer síntoma, la belladona, la quinina y el zumaque venenoso ocasionan
pinchazos a nivel del hueco del estómago; pero ni el uno ni el otro los excitan
únicamente cuando el sujeto se mueve, como sucede aquí. La pulsatilla también
los produce si se da un paso en falso, pero raramente; y no ocasiona ni los
mismos trastornos de la digestión que indican los síntomas 4, 5, 6, ni la misma
predisposición moral.
La bryonia es la
única que origina dolores sobre todo lancinantes durante el movimiento. También
origina pinchazos bajo el esternón cuando se levanta el brazo; pero también los
provoca en otros puntos en cada paso en falso.
El tercer síntoma lo
cubren varios medicamentos, entre ellos la bryonia.
El cuarto síntoma en
lo que respecta a las náuseas tras haber comido, pertenece a varios
medicamentos, el haba de San Ignacio, la nuez vómica, el mercurio, el hierro,
la belladona, la pulsatilla y las cantáridas; pero es poco corriente,
inconstante y raramente se acompaña de apetito, lo que sí sucede con la
bryonia.
En cuanto al quinto
síntoma, existen varios medicamentos que producen sialorrea, al igual que la
bryonia, pero no producen los demás síntomas que se presentaban en la enferma.
La bryonia resultaba preferible a este respecto.
Las arcadas sin
vómitos tras haber comido (síntoma 6) son producidas por pocos medicamentos;
ninguno los determina más a menudo y en mayor medida que la bryonia.
El estado de ánimo es
uno de los principales síntomas en las enfermedades y como la bryonia produce a
este respecto fenómenos semejantes a los que presentaba la enferma, este
medicamento, a partir de esta circunstancia, así como de la reunión de las
precedentes resultaba preferible a cualquier otro como remedio homeopático.
Ahora bien, como la
mujer era muy robusta y por consiguiente la fuerza de la enfermedad debía ser
bastante considerable puesto que originaba dolores que impedían absolutamente
el trabajo, hice tomar una de las dosis homeopáticas más fuertes, una gota
entera de jugo de bryonia sin diluir y le dije a la enferma que volviera a
verme en cuarenta y ocho horas. le aseguré a uno de mis amigos, que estaba
presente, que recobraría una salud perfecta en este tiempo, y él lo puso en
duda. Al cabo de dos días este amigo volvió para conocer el desenlace; pero la
mujer no se presentó. Solo pude tranquilizarle dándole la dirección de esta
enferma a la que fue a visitar de inmediato. Esta le dijo que ya al día
siguiente había recobrado la salud y vuelto al trabajo.
Caso Pulsatilla agudo[xiv]
Un hombre débil y pálido, de cuarenta y dos años, que pasaba
su vida escribiendo, vino a verme a los cinco días de haber enfermado.
1º La primera noche, sin causa aparente, había tenido
náuseas, vértigos giratorios y frecuentes arcadas.
2º La noche
siguiente, hacia las dos, vomitó
materias agrias.
3º Las siguientes
noches presentó violentas arcadas. 4º El día de la consulta había vomitado materias de sabor fétido y
desagradable. 5º Tenía la sensación de que en su estómago los alimentos
estaban crudos y sin digerir. 6º Le molestaba la cabeza que sentía vacía y
sensible por dentro. 7º El menor ruido le molestaba. 8º Su carácter era suave, tranquilo y paciente.
Debemos destacar
aquí:
1º Que algunos
medicamentos originan vértigos con nauseas, como la pulsatilla que también
origina vértigos por la noche, particularidad que sólo comparten unas pocas
sustancias.
2º Que el stramonium
y la nuez vómica excitan vómitos agrios y una secreción mucosa de olor ácido
pero no durante la noche. La valeriana y la coque de levante hacen vomitar por
la noche, pero no materias agrias. Solo el hierro origina vómitos por la noche
que también pueden ser ácidos; pero no origina los demás síntomas que debían
ser tomados en consideración: La pulsatilla no solo excita vómitos agrios por
la noche y vómitos en general durante la noche, sino también los demás síntomas
que presenta el enfermo.
3º La náuseas por la
noche son característicos de este medicamento.
4º Los vómitos
fétidos, pútridos, agrios, también le pertenecen.
5º Muchos
medicamentos originan un sentimiento semejante al que produciría la presencia
de materias indigestas en el estómago; pero ninguna lo hace de forma tan
completa y llamativa como la pulsatilla.
6º Este síntoma lo
produce la pulsatilla así como el haba de San Ignacio; pero esta no origina los
demás.
7º La pulsatilla
origina algo semejante al síntoma 7, así como un exceso de sensibilidad de los
demás órganos de los sentidos, por ejemplo la vista. Aunque la
hipersensibilidad al ruido se presenta también en la nuez vómica y en el haba
de San Ignacio, estas sustancias la producen en menor grado y no desencadenan
los demás síntomas.
8º La pulsatilla
ofrece un estado de ánimo semejante.
Por tanto el enfermo
no podía curarse más fácilmente, con mayor certeza y de forma más duradera
mediante ninguna sustancia que no fuera la pulsatilla. Se la prescribí de
inmediato pero a causa de su debilidad le administré una dosis muy pequeña, es
decir media gota de la cuatrillonésima parte de una gota del jugo exprimido.
Tomó el remedio por la noche.
Al día siguiente
aquel hombre se sentía perfectamente, sus digestiones se habían normalizado y
ocho días después, cuando le volví a ver, no se había repetido ningún síntoma.
La investigación en
un caso de enfermedad tan recortado y la elección de un remedio homeopático que
le convenga se realizan con rapidez. Basta con un poco de práctica y tener en
la memoria los síntomas de los medicamentos o saber encontrarlos fácilmente en
el libro. Pero escribir lo narrado, con todas las razones en pro y en contra
que el espíritu percibe y juzga en un instante, es, tal y como puede
observarse, un trabajo largo y agotador.
Caso Belladona/Hyosciamus/Sulphur agudo[xv]
Julie M. chica provinciana; 14 años de edad; aún no
menstrúa. 12 de septiembre de 1842. Un mes antes se había quedado dormida en el
sol. Cuatro días después de haber
dormido en el sol, se apoderó de ella la idea espantosa de que había visto un lobo, y seis días después se
sentía como si hubiera recibido un gran
golpe en la cabeza. Ahora hablaba de manera irracional; se volvió como loca; lloraba mucho; a veces tenía dificultad para respirar; escupía moco blanco; no podía expresar
ninguna de sus sensaciones.
Se le dio Belladona 2
,en la potentización más atenuada, en siete cucharadas de agua; de esto,
después de haberlo agitado, una cucharada en un vaso de agua, y después de
revolverlo, se debería tomar una cucharadita en la mañana.
Sep. 16. Algo más
tranquila; puede sonarse la nariz, lo cual era incapaz de hacer durante su
locura; aún habla un tanto sin sentido, pero no hace tantos gestos cuando
habla. Lloró mucho la noche pasada. Buen movimiento. Sueño tolerable. Aún está
muy inquieta, pero lo estaba más antes de la Belladonna. El blanco de los ojos
está lleno de venillas rojas. Parece que tiene dolor en la nuca.
Del vaso en el cual se revolvió una cucharada, se toma una
cucharadita y se revuelve en un segundo vaso lleno de agua, y de esto se toman
de dos a cuatro cucharaditas (incrementando la dosis diariamente una
cucharadita), en la mañana.
Sept. 20. Mucho
mejor; habla más racionalmente; trabaja un poco; me reconoce y me menciona; y
quiso besar a una dama presente. Ahora empieza a mostrar sus propensiones
amorosas; se apasiona fácilmente, y ve el lado malo de las cosas; duerme bien;
llora muy a menudo; se enoja por nada; come más de lo normal; cuando entra en
sus cabales le gusta jugar, pero sólo como lo haría una niña pequeña.
Belladona, un glóbulo
de la potencia más alta: siete cucharadas agitadas en dos vasos, seis
cucharaditas del segundo vaso temprano en la mañana.
Sept. 28. En los días
22, 23 y 24, día y noche mucho más alterado; mucha lascivia en sus acciones y palabras; se saca la ropa e intenta
tocar los genitales de los demás; se
enoja con facilidad y golpea a todos.
Hyosciamus Xº, siete
cucharadas, etc. una cucharada en un vaso lleno de agua; en la mañana una
cucharadita.
Octubre 5. Durante
cinco día no quiso comer nada; se quejaba de cólicos; durante los últimos días
menos malicia y menos lascivia; evacuaciones más bien sueltas; comezón en todo
el cuerpo, especialmente en los genitales; sueño, bien.
Sacch. Lactis durante
siete días, en siete cucharadas, etc.
Oct. 10º El 7 accesos
de cólera excesiva; intentaba golpear a todos. El siguiente día, el 8, ataque
de miedo y temor, casi como al principio de la enfermedad (temor a un lobo
imaginario); temor de ser quemada. Desde entonces se volvió tranquila, y
hablaba racionalmente y de nada indecente durante los dos últimos días.
Sacch. Lactis, etc.
Oct. 14. Muy bien y
sensible.
Oct. 18. Lo mismo,
pero dolor de cabeza severo; propensión a dormir en el día; no tan
animada.
De nuevo Sulphur
(nueva dinamización de la porción material más pequeña [Aquí Hahnemann hace
referencia a la primera potencia de la escala cincuentamilesimal, también
conocidas como potencias LM]) un glóbulo en tres vasos; en la mañana una
cucharadita.
Oct. 22. Muy bien;
dolor de cabeza muy ligero.
Sulphur, la siguiente
potencia [2ª LM] en dos vasos de agua.
Continuó con el
Sulphur ocasionalmente hasta noviembre, tiempo en el que fue y aún es una chica
saludable, racional, y afable.
Caso Belladona/Mercurius/Sulphur/ Mercurius /Nitric acidum
crónico[xvi]
O-t, actor, 33 años, casado. 14 de enero de 1843. Durante
muchos años había padecido frecuentemente dolor
de garganta, como ahora y durante el mes pasado. El anterior dolor de
garganta había durado seis semanas. Al
tragar saliva, sensación de escozor;
sensación de contracción y excoriación.
Cuando no tenía dolor
de garganta sufría de una presión en el
ano, con violentos dolores excoriativos;
entonces el ano está inflamado, abultado
y apretado; sólo con gran esfuerzo
puede entonces evacuar, cuando se
salen los vasos hemorroidales.
El 15 de enero, tomó,
en la mañana antes del desayuno, una cucharadita de una solución de un glóbulo de Belladona X°, disuelto
en siete cucharadas de agua, de lo cual se revolvió bien una cucharada
en un vaso de agua.
Ene. 15. En la tarde
agravación del dolor de garganta.
Ene. 16. Desapareció
el dolor de garganta pero la afección del ano regresó como se describió antes;
una fisura abierta con dolor excoriativo, inflamación, abultamiento, dolor
pulsante y constricción; también
en la tarde defecación dolorosa.
Confesó haber tenido
un chancro ocho años antes, que
había sido destruido, como de
costumbre, por medio de sustancias cáusticas, después de lo cual aparecieron todas las afecciones antes mencionadas.
Ene. 18. Merc, viv, un glóbulo de la
nueva dinamización más baja [1ª LM] (que contiene una cantidad sumamente
menor de sustancia que el tipo normal), preparada de la misma manera, y para tomarse de la misma forma
que la belladonna (agitando el frasco cada vez), una cucharada en un
vaso lleno de agua bien revuelto.
Ene. 20. Casi sin
dolor de garganta. El ano mejor, pero aún siente dolor excoriativo después de
la defecación; sin embargo ya no tiene pulsaciones, ni abultamiento en el ano,
ni inflamación; ano menos contraído.
Un glóbulo de Merc. viv. (2/0) [2ª LM] la segunda potentización del
mismo tipo; preparada de la misma manera, y tomada en la mañana.
Ene. 25. Garganta
casi bien; pero en el ano dolor en carne viva y punzadas severas; dolor
tremendo en el ano después de defecar; aún alguna contracción y ardor.
Ene. 30. En la tarde,
la última dosis (una cucharadita). El 28 el ano estaba mejor; severo dolor excoriante de garganta.
Un glóbulo de azúcar de leche
[Sacch. Lactis] durante siete días; preparado y tomado de la misma manera.
7 de febrero. Severo dolor ulcerativo en la garganta. Dolor
de vientre, pero buenas evacuaciones;
muchas sucesivamente, con mucha sed.
En el ano todo está bien.
Sulphur 2/0 {2ª LM] en siete cucharadas, como
antes.
Feb. 13. Tiene dolor
ulcerativo en la garganta, especialmente al
tragar saliva, de la que ahora tiene gran
cantidad especialmente copiosa el 11 y el 12. Severa contracción del ano, especialmente desde ayer.
Ahora olió Merc. y va a tomar como antes
Merc. v. 2/0, un glóbulo en siete cucharadas de agua, y media cucharada
de brandy.
Feb. 20. Garganta
mucho mejor desde el 18. ha sufrido mucho con el ano; la defecación causa
dolor cuando pasa; menos sed.
Sacch lactis en siete cucharadas.
Marzo 3. Ya no hay
dolor de garganta. Yendo a evacuar sale
una protuberancia hemorroidal
desangrada (anteriormente esto sucedía acompañado con dolor ardiente y en
carne viva), ahora con mera comezón en el punto.
Oler Acid. nitri. y después
azúcar de leche en siete...
Ya casi sin dolor
después de la defecación; ayer un poco de sangre en la defecación (un viejo
síntoma). Garganta bien; sólo un poco sensible cuando bebe agua fría.
Olfación de Acid. nitri.
(la olfación se realiza abriendo un pequeño frasco que contiene una onza de
alcohol o brandy en donde se disolvió un glóbulo, y se huele por un momento o
dos.
Continúa sano hasta la fecha.
Conclusiones
La conclusión principal y coherente con el objetivo
preestablecido en este estudio es que:
- El análisis de los casos
clínicos de Hahnemann seleccionados mediante el método de repertorización
de Boenninghausen, con la información suministrada y haciendo uso de su
repertorio (conocido en el mundo anglosajón e internacionalmente por Therapeutic Pochet Book), permite
llegar, en casi todos los casos, al mismo diagnóstico homeopático
(medicamentoso) al que llegó el propio Hahnemann; lo que permite confirmar,
por un lado, que Hahnemann utilizó dicho repertorio personalmente, y, por
otro lado, que el pensamiento homeopático de Hahnemann era totalmente
congruente con el de Boenninghausen, en base al cual este último construyó
su repertorio.
Conclusiones secundarias, sin relación directa con el
objetivo preestablecido en este estudio:
(se incluyen algunas conclusiones, por su interés, extraídas
de la discusión de los casos, que no ha
sido expuesta en el presente trabajo, al no ser el objetivo fijado, pero que
puede deducirse fácilmente de la lectura atenta de cada caso clínico)
1.
El análisis de esta limitada casuística presentada
no puede llevarnos a conclusiones definitivas, pero prosigue una vía de
investigación poco trillada hasta la fecha, con honrosas excepciones
[xvii],
que augura sorprendentes resultados (como los descubiertos por algunos de los
autores referenciados), como algunas de nuestras conclusiones, incluso aparentemente
contradictorias con la teoría homeopática aceptada como clásica (conclusión 3).
2.
La totalidad sintomática a considerar en
cada caso de enfermedad, según la obra escrita de Hahnemann, es la imagen o
cuadro completo de la enfermedad (§104) extremo que hemos podido comprobar en el
análisis de los casos clínicos estudiados, siendo en lo único en que podemos
basarnos para un diagnóstico seguro (§18). Dicha totalidad sintomática incluye
los síntomas comunes (generales) y los síntomas característicos (§102,153).
3.
A pesar de que la recomendación de Hahnemann
es basar el diagnóstico homeopático en la totalidad de los síntomas
característicos y distintivos del caso de enfermedad (§104), descartando los síntomas
comunes (generales) (§153), hemos podido comprobar, en algunos de los casos
estudiados, que la consideración de síntomas comunes (generales), incluso sin
modalizar, utilizándolos según el código repertorial boenninghausiano, hacen
más claro el diagnóstico (ej. náuseas, vértigo y arcadas en el caso Puls.;
delirio, locura, tristeza y somnolencia en el caso Bell./Hyos./Sulph.). Esto
confirmaría la perspectiva más claramente expresada y utilizada por
Boenninghausen, de que los síntomas comunes pueden adquirir una importancia
significativa por su especial combinación con el síndrome patológico principal.
4.
La consideración de los síntomas mentales
(§213, 220), aunque no sean repertorizables (por la inexistencia de rúbricas),
es clave y decisoria, como hemos comprobado en el caso Puls., donde la
repertorización de la totalidad sintomática no es decisiva, y los síntomas mentales
permiten su confirmación. En otorgar importancia principal a los síntomas
mentales coinciden Hahnemann y Boenninghausen.
5.
La totalidad sintomática a considerar en
caso de enfermedad aguda consiste en tomar juntos todos los síntomas presentes,
que son de inicio reciente y suficientemente notables para distinguirlos del
estado de salud o de enfermedad crónica previo, y analizar los más prominentes.
En los 3 casos agudos analizados esta aproximación al caso agudo queda bien
confirmada.
6.
La metodología usada por Hahnemann es más
clara en los (3) casos agudos que en el único caso crónico analizado, aunque en
él también hemos podido deducir la aplicación de la misma estrategia de
considerar todos los síntomas presentes, cambiando el remedio en función del cambio
de síntomas y de nueva información suministrada.
7.
En el tercer caso agudo analizado, tras la
administración de 2 remedios (Bell.y Hyos.), reaparece el síntoma inicial (o
primitivo) antes de resolverse totalmente el cuadro agudo tratado, sin
necesidad de repetir el remedio (una especie de agravación tardía, considerada por Hahnemann indicación del final
de la curación, pero que él sólo describió en los casos crónicos, §161)
8.
La recomendación de Hahnemann respecto a
considerar los síntomas tras varios días sin
tomar ninguna medicación activa, para poder observar la evolución natural de la
enfermedad (§91), la vemos aplicada en el tercer caso, tras el tratamiento con
Hyos. y la subsiguiente aparición de la susodicha agravación tardía, manteniendo
el tratamiento con la administración de placebo.
9.
En el último caso, se describe una
agravación inicial, tras la primera y única dosis del remedio a la potencia 30CH, seguida
de mejoría y desaparición de todos los síntomas; parece que esa sea la razón
por la que el remedio prescrito a continuación, aunque diferente, sea en
potencia LM.
10. El
análisis pormenorizado de cada caso clínico de Hahnemann suficientemente
documentado aporta información exquisita y muy relevante respecto a la forma de
aplicar el método homeopático por parte de su fundador y permite corroborar o
cuestionar distintos aspectos de la teoría homeopática.
11. Los
resultados de este limitado estudio nos animan a promover más estudios
similares ahondando en el conocimiento de la casuística y la práctica homeopática
real de Hahnemann y de los pioneros de la Homeopatía.
Agradecimientos
Al Dr. Gary Weaver por ayudarnos a redescubrir la esencia
del método homeopático genuino en los escritos de su fundador y sus pioneros, y
su aplicación actualizada del análisis del caso y repertorización.
Al Dr. Guillermo Zamora, de México, por facilitarnos el
contacto con el Dr. Gary Weaver.
Conflicto de intereses
El autor actualmente es el distribuidor oficial del programa
repertorial
Synopsis en España, que
incluye el repertorio de Boenninghausen original en alemán y sus traducciones a
otros idiomas (inglés, español, italiano, hebreo).
[xviii]
[i] Hahnemann S., Escritos Menores. “Algunos ejemplos de
tratamientos homeopáticos”. (Traducido
del francés por Dra. A. Reig Gourlot).
Hahnemann S., Algunos
Escritos de Samuel Hahnemann. “Dos casos clínicos de los archivos de Hahnemann”.
(Traducido del inglés por F.D. François-Flores)
[v] Therapeutisches Taschenbuch, für
homöopathische Ärzte, zum Gebrauche am Krankenbette und beim Studium der reinen
Arzneimittellehre. Münster, Germany, 1846. (incluía 126 remedios).
[vi] The Bönninghausen Repertory. Therapeutic
Pocketbook Method. (en
libro y en programa informático). Hahnemann Institute. Sydney, 2000.
Polony
& Weaver Edition of Boenninghausen's Therapeutic Pocketbook., incluido en
el programa Synopsis. 2011. http://homeopathyonline.org/synopsis.php
[vii] Boenninghausen,C. de.- Manual de Terapéutica homeopática y
repertorio. Nueva Editorial Médico Homeopática Mexicana. Mexico D.F., 1993.
[ix] Kent,J.T.- The Development and Formation of the Repertory, en Sivaraman,P.- Kent’s Repertory of the Homœopathic Materia
Medica Expanded. B. Jain Publ. New
Delhi, 1995. pp. xxxiii-xxxv.
[x] Hahnemann, Samuel.- Organon de la Medicina, §7, §16. Ed.
Porrúa. México, 1984.
[xi] Boenninghausen,C.M.F.
Von.- The Lesser Writings of C.M.F. Von Boenninghausen. ‘A Contribution to the Judgement Concerning the Characteristic Value of
Symptoms’. pp. 107-121. B. Jain Publishers. New Delhi, 1979.
Existe
traducción en castellano en Medina, Conrado.- Doctrina homeopática, cap. 45. B. Jain Publ. New Delhi, 1993. Transcrita
en Boenninghausen,C.M.F. Von.- Valor
característico de los síntomas. Revista Española de Homeopatía, nº 3 (1996), pp. 35-41.
[xii] On Toothache, en The Lesser Writings of C.M. F. Von Boenninghausen.
[xiii] Hahnemann S., Escritos Menores. “Algunos ejemplos de
tratamientos homeopáticos”. (Traducido
del francés por Dra. A. Reig Gourlot).
[xiv] Hahnemann S., Escritos Menores. “Algunos ejemplos de
tratamientos homeopáticos”. (Traducido del francés por Dra. A. Reig Gourlot).
[xv] Hahnemann S., Algunos Escritos de Samuel Hahnemann. “Dos
casos clínicos de los archivos de Hahnemann”. (Traducido del inglés por F.D.
François-Flores)
[xvi] Hahnemann S., Algunos Escritos de Samuel Hahnemann. “Dos
casos clínicos de los archivos de Hahnemann”. (Traducido del inglés por F.D.
François-Flores)
Autor:
Dr. Isidre Lara i
Llobet.
Homeópata con licencia del “Institute for Homeopathic
Medicine”. Introductor y distribuidor del programa repertorial Synopsis en España.
Coordinador de la traducción del repertorio Synthesis al español.
Ponencia presentada en el VI Congreso Nacional de Homeopatía, en la Universidad Francisco de Vitoria en Madrid (Pozuelo de Alarcón), 30, 31 de mayo y 1 de junio de 2014.