A continuación adjunto un artículo de Margaret Tyler. Es impresionante con qué sinceridad describe sus propios errores en la aplicación de la Homeopatía y nos explica qué hacer para no cometer los mismos errores que ella.
En la terapéutica homeopática no se trata sólo de encontrar el remedio correcto o el simillimun, también es muy importante la dosis y la repetición de la misma. La Homeopatía está basada en leyes y estas leyes hay que cumplirlas para llegar a un buen fin en el tratamiento homeopático. El Dr. Samuel Hahnemann nos lo deja bien claro en el Órganon.
Los Doctores Kent, Gibson-Miller y otros, pueden, después de largos años de trabajo eficiente y experiencia, decirles cómo hacerlo. Yo siento que igualmente, tras unos años de pobres prescripciones y muchos fracasos, estoy bien calificada para decirles cómo no hacerlo. Solía conseguir rayos brillantes de luz y alegría - cuando acerté la droga - y eso era a menudo suficiente para mantener el entusiasmo de una optimista como yo; pero, en términos generales, fue un fracaso; de todas formas, como podría ser de ayuda para algunos de ustedes, quiero intentar contarles porqué.
La Homeopatía, como ustedes y yo sabemos, surte y surtió efecto. Pero no la había llegado a dominar verdaderamente; mis ideas estaban demasiado crudas, mis métodos demasiado desordenados y desentrenados, y por eso funcionaba para mí sólo irregularmente. El poder estaba ahí. Bastante claro que la luz relámpago testificaba su presencia, pero no podía usarlo con confianza en todo momento o hacerlo actuar tranquilamente y de una forma segura - así como el poder suele actuar para los que entienden las fuerzas que manejan y pueden reconocer sus leyes y limitaciones y las peculiaridades de sus manifestaciones. En resumen y para serles franco, yo no había aprendido mi filosofía. ..., no sabía que había una filosofía que aprender. Y, sin su filosofía uno puede usar medicinas homeopáticas, aún homeopáticamente, pero uno no es homeópata y nunca conseguirá resultados ni uniformes ni satisfactorios. Uno nunca va a reconocer siquiera la importancia de los resultados que obtiene, ni saber como manejarlos.
PARA LLEGAR A DOMINAR LO PRIMERO ES OBEDECER
Recuerden que lo único que el poder exige es la obediencia. La electricidad es un gran poder; ningún ser humano ha dudado de su existencia; el estruendo que siguió al relámpago desde el amanecer de los tiempos ha demostrado suficiente para el escéptico más tenaz. Pero, para utilizar este poder, había que cortejarlo en su forma genuina, obedientemente, guiándolo por los cauces adecuados, conforme con sus idiosincrasias una por una, hasta llegar a un mejor conocimiento y por fin, descubrirlos. Es sólo con una fé ciega al poder maestro, que éste estará dispuesto a actuar para el hombre, obedientemente, como su esclavo. Lo mismo con la homeopatía. No hay métodos aproximados y listos. Un niño puede acariciar el lomo de un gato y obtener chispas; pero para una corriente estable y útil, para accionar un motor o iluminar una ciudad o rodear la tierra se requiere una estricta conformidad con todas las leyes conocidas. Ningún gran poder actúa sin leyes definidas y limitaciones y con eso tenemos que contar o nos equivocaremos. Y en la homeopatía como en la electricidad usted tiene algo o no tiene nada! Ambos son vertiginosamente intangibles - solamente reconocibles por los resultados. Y en ambos no hay reglas a medias. Su método tiene que estar todo ordenado para que fluya la corriente constante de la curación. Una chispa aquí o acá - aunque formidable - no es profesional. Convence a su manera y hasta puede ser una promesa de algo mejor si usted logra mejorar sus métodos de manejo.
PRESCRIBIENDO PARA LA ENFERMEDAD
Supongo que para un homeópata el primer paso fatal frecuente es etiquetar las enfermedades y después etiquetar las drogas que encajan. Poniendo a Rhus y a Bryonia la etiqueta « remedios reumáticos », y elegir únicamente entre ellos, para después echar la culpa a la homeopatía, cuando fallan en curar un caso que requería Sulphur o Tuberculinum.
Considerando Sulphur y Graphites como « remedios para la piel » que fracasan completamente en los casos (y no hay pocos) que necesitan Pulsatilla.
Apartando a Sepia como "remedio para padecimientos de mujeres" y despreciando a la persona que se atreve a darlo a los bebes.
Mientras que, si usted va a practicar su homeopatía para todo lo que vale, va a tener que curar casos individuales de dactilitis tuberculosa con Sepia, de todas las medicinas!
De bocio, hasta con masa en el lóbulo derecho - ni siquiera en el izquierdo - con Sepia (he mostrado tales casos recientemente a la British Homoeopatic Society);
Estreñimiento con Rhus o Variolinum (como lo hizo Dr. Burnett);
O (como lo hizo uno de nuestros hombres hace poco) un dolor nocturno de estómago acompañado de desechos con una sola dosis de Syphilinum.
Si Usted ha de hacerlo, y hacerlo frecuentemente, precisamente tiene que dejar la enfermedad a un lado y dedicarse al paciente. No debe decir "eso es un caso de reumatismo y podría intentar Rhus, porque Rhus es una muy buena medicina para el reumatismo", sino "este es un paciente de Sepia y, cualquiera que sea la molestia, es Sepia lo que necesita y ninguna otra medicina." Dios mió! Si hubiera sabido eso desde el principio.
Y, para su propio bien, no esté demasiado dispuesto a decir, "He intentado homeopatía en tal caso, y falló". Recuerde que era usted quien falló; y exactamente el hecho que usted fallara demuestra que, sea lo que fuera, no era homeopatía. El poder estaba allí todo el tiempo, era sólo usted quien fallaba en emplearla. Dígaselo a alguien que sabe, y le mira pensativamente. Usted ha superado meramente sus propias limitaciones.
REPETICIONES DEMASIADO FRECUENTES
Ahora, la segunda traba fatal es el misterioso símbolo "t.d.s." - ter die surmendum (=tres veces al día) (que los que saben reservan para los Placebos). Supongo que eso ha malogrado en sus comienzos a más homeópatas brillantes que uno pueda imaginar. Y a esto sigue la formula atroz, esta absurda bufonada, de aquellos que graciosamente se imaginan que realmente hacen homeopatía de primera categoría "una vez por semana". Cuando empecé mi carrera de fracasos y malas prescripciones, vi a todos dando las medicinas "t. d. s." para enfermedades crónicas, de todos modos, !imagíneselo! Sin haber aprendido nunca a prescribir, esto me sumía en un pozo sin fondo. Mi madre protestaba en vano - ella había aprendido buena homeopatía en los primeros tiempos de mejor trabajo.
"Es totalmente incorrecto", dijo ella, "dar las medicinas de esta forma, y por semanas al mismo tiempo. Eso no es homeopatía en absoluto. Directamente cuando hay mejoría tienes que parar; y solamente repetir más tarde si los síntomas vuelven sin cambios »
Pero «t. d. s." en todas partes era la regla, con la cual conseguía mejorar. Así, sabiendo que las potencias actuaban, daba la 30. y la 200. tres veces al día o de una a tres veces por semana, tal como se me ocurría; sin adivinar que, si uno esta jugando el juego "t. d. s." es bueno usar las drogas en su más alto estado de im-potencia - quizás cerca de la 3 a , donde no se tiene suficiente cantidad para efectos graves, o no suficiente poder penetrante para un daño profundo y duradero. Se puede, de esa manera, conseguir excelentes resultados en algunos casos superficiales.
Lo peor de todo era que llevaba a otros al mismo error convenciéndoles para intentar las potencias altas. Era siempre un golpe para mi tener que preguntarme por qué habiendo hecho una buena prescripción, el paciente, después de unos días de mejora esplendida (en los que yo creía que estaba curado), tras los primeros tres días recaía y volvía peor que nunca o con nuevas historias de sufrimiento, para las cuales una nueva prescripción iba abajo - con el mismo resultado. Siempre mejor - y después peor, quizás de otra forma; pero nunca, nunca nunca curado.
Señores, pueden seguir de esta manera durante años, curando a sus pacientes hasta que mueran. Ellos les perdonarán las recaídas cada vez por la buena esperanza de los primeros tres días. De hecho, esto se atribuirá a su honor, y el resto va a coste de la enfermedad. Lo puede repetir en variaciones con una secuencia regular de mejora; efecto del medicamento; nueva prescripción - síntomas borrados; síntoma nuevo del medicamento; una medicina nueva para combatirlo - de nuevo mejora, de nuevo daño; y otra vez otro remedio de estos síntomas que, como todos los predecesores, mejora en seguida y continua (insistiendo en esta manera estúpida) estableciendo su propia sucesión de síntomas, para que usted vuelva a prescribir monótonamente - mientras la homeopatía baja más y más en su estima y los más jóvenes se extrañan de que usted haya perdido por esto todo el entusiasmo. Aún en aquellos tiempos de poco conocimiento hubiera podido hacer un trabajo brillante si hubiera aprovechado las palabras de mi madre y suplicado al paciente: "En seguida que usted se encuentre mejor tiene que dejar de tomar la medicina, y nunca volver a tocarla hasta que no se sienta realmente peor."
Me temo haber estropeado el trabajo de varios hombres convenciéndoles a probar las altas y máximas potencias. Sé que me comprometo a mi misma, pero tal vez sea necesario. Porque, señores, cada mal que haya hecho en mi ignorante forcejeo por algo mejor sigue existiendo en algún rincón del L.H.H. (Hospital Homeopático de Londres) y siempre me estoy encontrando con mis pecados en momentos raros y a la vuelta de esquinas imprevistas —" hiñe illce lachrymoe!"(por eso las lágrimas)
He visto Calc.Carb. CM prescrito tres veces diariamente durante un mes por un hombre que estaba, como él lo expresaba, "poniendo las disoluciones altas a prueba". Y mis nefastas sugerencias como dar Tuberculinum semanalmente. mientras alguien daba, digamos Silicea 30 t.d.s. (Silícea, esta droga de profunda actuación con efecto de 40-60 días !), siguen frecuentando el lugar como malos espíritus; ahuyentarlos necesitará más agua bendita del arrepentimiento y de la confesión que puedo conseguir esta tarde.
USO DEL REPERTORIO
Pero no todo era imaginación y experimento atrevido. Intentaba resolver mis casos creyendo que, cuando fallaba, tenía la droga equivocada - que no se deduce de ninguna manera. Intenté resolver casos, con horas y horas de trabajo, generalmente en vano por no haber sido nunca entrenada. Hasta que nuestros primeros estudiantes regresaron de los Estados Unidos de America nadie nunca me había enseñado como reconocer los pocos síntomas de valor inestimable en la ecuación. Nadie nunca me había enseñado como eliminar remedios y minimizar el trabajo empezando con ciertos síntomas generales destacados en el paciente. No tuve la más mínima idea de como trabajar económicamente respecto al esfuerzo.
Comenzaría anotando esta lista tremenda de los remedios que producen estreñimiento - si el paciente se quejaba de esta molestia; y así sucesivamente pasando hasta mecánicamente por todos sus síntomas, importantes y no importantes, y probablemente en el conjunto desorientando, dando a cada remedio su valor y según característica pero nunca considerando (lo que es lo más importante) si la característica coincide entre paciente y remedio; después redondeando con una calculación aritmética. A veces salió el remedio: pero el trabajo era espantoso, monótono y ni siquiera remunerativo en los resultados.
No me daba fácilmente por vencida; si había algo particular en la utilización del repertorio, yo estaba decidida a dominarlo, y más, a hacerlo práctico con un mínimo de trabajo; iba tan lejos que concebí un sistema de fichas de truco, cada ficha un síntoma y todas las drogas que produjeron este síntoma se taladraron. Me volví tonta perforando mil de esas fichas. Las tengo todavía, un gran armario lleno. Pero aún eso no podría ayudar porque el sistema estaba mal.
[ NOTA: Tyler mandó una copia de este repertorio de fichas a Kent para comentarlo. El era mordaz. Dijo, en parte:"...Su sistema de fichas es como zapatos acabados que tienen que quedar bien a cualquiera, sin consideración al sufrimiento que causan. La primera y superior idea de la homeopatía es la individual. NUESTRO TRABAJO ES INDIVIDUALIZACIÓN. Sus fichas están estropeando el ideal más alto de Hahnemann y mis enseñanzas como están apuntando a encajar y ajustar los remedios a las masas en vez a cada uno. El sistema de fichas estropea el crecimiento y el progreso que tiene que venir elaborando el caso, cada caso, trabajando como cada principiante. De un principiante un sistema de fichas y eso va a ser su final. No va a crecer. No va a aprender o dominar la materia médica. Yo planeaba una vez un modelo similar, pero vi pronto que tuve que elaborar cada caso usando el repertorio más completo accesible; nada menos que abreviando me salté algo importante y eso significaba una vida cargada contra mi consciencia..Sus fichas van a hacer mediocres a buenos hombres así como va a pervertir el avance, crecimiento, madurez en nuestros alumnos. No hay otro camino que usar el repertorio en cada caso..."--JW]
Si uno sabe como convinar una selección de unos 80 ficheros de "síntomas generales" en una pequeña carpeta es todo lo que se necesita para empezar un caso - muchas veces se resuelve en cinco minutos con un vistazo a la materia médica - si lo hubiera sabido! Pero aprendí una cosa de todo esto y es que ahora puedo enseñarlo eso a cualquiera, es decir, como no hacerlo. Otra forma de asegurar el fracaso es, en algunos casos, empezar la repertorización (eliminando drogas inútiles y aligerando el trabajo) no con síntomas generales sino con alguna lista de remedios que sirven contra los achaques del paciente. Hablo de mi caso de bocio, donde Sepia curó - una dosis de Sepia.
En mis días de “combinaciones infructuosas”, hubiera empezado el trabajo en un caso como éste anotando todos los remedios que se han encontrado útiles contra el bocio; entonces, como había una masa en el lóbulo derecho, hubiera eliminado todos los remedios con la ayuda de otra lista que no afectara el lado derecho del cuerpo o cuello. Y habría fracasado – absoluta e inevitablemente fracasado; porque Sepia no está en ninguna lista de remedios conocidos que afecten las glándulas tiroideas. Y otra vez, aunque Sepia está entre las drogas que afectan un lado del cuerpo, éste suele elegir el lado izquierdo para obrar generalmente; así de nuevo lo hubiera perdido inevitablemente. Ella recibió Sepia, porque parecía y era una paciente típica de Sepia, con síntomas de Sepia, y porque simplemente no pude darle algo diferente – pero claro, mi absurda intención era curarla primero y después afrontar su bocio.
Pero si (y es un largo “si”) usted cura a su paciente, lo curioso es que no quedará nada para curar. Su tarea es curarla; el resto es asunto de ella. Póngala buena y ella no va a tener más utilidad para anormalidades adquiridas. La naturaleza sana arregla rápido lo que los detalles superfluos, porque puede tanto desechar como desarrollar. Irritándola ella brotará “ultimates”, y en vano usted los podará. Colocándola bien empezará a disolverlos y arreglar su casa. Bien, le aseguro que nada continúa existiendo sin causa. Y aprenda la lección de la cola del renacuajo; a mi me ha ensañado mucho. Pensaba siempre que se caía. Tenemos que aprender mucho sobre la absorción.
PRESCRIPCION PRECIPITADA
Otra manera de no hacerlo es precipitarse con su prescripción. Si usted se molesta mucho por un caso (cuando sabe como), se molestará muy poco después. Y por el contrario, si usted se toma muy pocas molestias al principio, esto le dará molestias sin fin, una y otra vez.
Ha ensuciado las aguas claras con una prescripción equivocada, y como va a ver algo en la profundidad? Ya no tiene una verdadera imagen de la enfermedad por delante. Una prescripción equivocada lleva a varias, tal vez a una confusión del caso sin esperanza. "Maldiciones y gallinas (y prescripciones malas) siempre regresan." Cuando no esté seguro dé un placebo y espere. Hahnemann dice, " Empezar con una semana de placebo, de todas maneras" !
PRESCRIBIR DURANTE LA MEJORIA
Y cuando lo elaboré y realmente encontré el remedio todavía había algunas formas de como no hacerlo. Una de las más catastróficas y desgarradoras es repetir mientras que la mejoría continúa. Tengo dos casos grabados en mi memoria aunque casi no los entendí al principio; y todavía sigo haciendo la misma cosa una y otra vez, porque es la lección más difícil en el mundo para aprender, retenerse y no hacer nada. Uno toma cualquier pequeña reaparición de síntomas como excusa para repetir, y a menudo echa a perder el caso -temporalmente, de todas maneras.
Un ejemplo evidente que en aquellos días aún no entendí, era una típica diarrea crónica de Aloe (había buscado en vano por las notas así hablo solamente de vivido recuerdo). Recibió Aloe CM (una o dos dosis en el intervalo de una semana). Volvió a venir mucho mejor, prácticamente curado, que me abrazaba a mi misma y abrazaba la homeopatía como algo tan maravilloso. Había encontrado su remedio justo y quería dárselo un rato más no fuera que recayera! Por supuesto, volvió peor. Entonces se lo di con más frecuencia (era el remedio correcto porque la primera dosis había sido un milagro). Lo exageré -la homeopatía era menos maravillosa (mi homeopatía, eso es lo que se hubiera tenido que escribir entre comillas); y dentro de poco el no volvió a venir. Este caso me aflige desde entonces. Llegué en estos días a la conclusión de que la primera prescripción era relativamente un asunto fácil; pero no entendí que debía hacer con los pacientes cuando volvían mejor! Es obvio, "no hacer nada" estaba tan lejos de mi.
Ahí es donde entra la filosofía. Ahí es donde, en la homeopatía, por falta de conocimiento nos perdemos. Ahí es donde los jóvenes que habían sido entrenados ganaban. Ellos nunca sabrían tanto sobre "como no hacerlo"; pero a ellos se les había enseñado cuando no hacerlo! Para esto hay una regla, y sólo una que resuelve el asunto: Mientras dure la mejoría, déjela actuar y solamente repita o reconsidere el caso cuando esté seguro de que ella ha terminado.
Pues, Wright lo ha demostrado recientemente bajo el microscopio para Tuberculinun ; aunque Hahnemann estableció esta ley ya hace más de cien años. Y nosotros que nos llamamos sus seguidores nos burlamos « del eterno Hahnemann » y ni siquiera nos tomamos la molestia de llegar a dominar sus enseñanzas. Nunca repetir mientras la mejoría dura. Será desde minutos hasta horas (Hahnemann lo dice así) en ocasiones agudos, y desde días hasta semanas, depende de la droga y el caso, en enfermedades crónicas. Pero, si no quiere que su trabajo siempre se vuelva contra usted, si no quiere ser uno de aquellos que han "intentado la homeopatía y fracasado", deje las mejoras severamente a solas y guarde su entusiasmo para la medicina científica.
La otra lección marcada era un caso de insuficiencia cardiaca en una mujer de 29 años, con incapacidad mitral, etc., de la cual recibí el permiso de tratamiento después de la admisión en el Hospital Homeopático de Londres. De éste si tengo la documentación del médico de cabecera. Ella necesitaba Arsenicum y le daba una dosis de Ars.CM dos días seguidos (porque le habían dado una dosis de Spig. en la noche intermedia y eso hubiera podido interrumpirlo). El efecto era mágico. Tres días después (solamente cuatro días después de la admisión): El corazón se había contraído y ahora estaba solamente una pulgada en vez de dos, a la derecha del margen del esternón.
El hígado también se había contraído y medía en la linea mamilar 6 % en vez de 8 3 /4 pulgadas. Su pulso llegaba a 100/144 en vez de 62/160. Dormía tranquila por la noche en vez de sufrir ataques de disnea y vómitos frecuentes cuando dormitaba que habían sido una característica de este caso.
Ella se sentía mucho mejor. Todos estaban asombrados de esta mejoría y en mi alegría y mi deseo de apresurar la cuestión aún más le daba una semana más tarde otra dosis de Ars.CM. Y eso terminó el caso - en todos los sentidos! Ella empezaba a empeorar. Se daba Lyc. pero no conseguía alivio. Volvió toda su inquietud angustiosa; no podía permanecer en ninguna parte. Exigió ir a casa donde murió muy poco después.
Usted que sabe reconoce que era aún arriesgado dar una CM en un caso así, pero era una locura repetirla mientras que la paciente estaba tan bien. Ve que no es suficiente encontrar el remedio ; no es suficiente aún hacer una prescripción exitosa. Usted necesita toda la filosofía si quiere llevar su trabajo cada vez, si quiere aprovechar casi todo lo que se puede sacar de la homeopatía. Yo era como un electricista que teniendo los cables apropiados y una lámpara con la resistencia justa para brillar al máximo, redobla imprudentemente la corriente, funde el filamento y obtiene oscuridad. Cuanto más potente es la fuerza, más cuidadosamente hay que tratarla para evitar desastres.
ALTAS POTENCIAS EN CASOS AVANZADOS
Otra manera de no hacerlo, un caso que enfatizó el riesgo inquietante de dar una alta potencia del remedio indicado en una enfermedad avanzada, era un caso de tumor maligno en el pecho. La mujer había mejorado con dosis singulares de Scrof. Nod., habían desaparecido los dolores y la hinchazón del brazo y las incomodidades de la enfermedad, aunque progresaba continuamente. Era una mujer vieja y robusta con aspecto sano, y una apariencia masculina.
La revisaba y daba Lach. 200 y después una dosis de Lach. CM. A eso siguió en seguida un colapso alarmante, hemorragia, rápidas proliferaciones verdosas y un olor intolerable ( a propósito, todo eso fue aliviado por una dosis de Ornithogallum unas semanas antes de que muriera). Esta agravación de Lach. CM me satifacía, más que otra cosa demostró que había acertado la droga. A una segunda dosis después siguió dentro de media hora un colapso y de nuevo una agravación horrible de todos los síntomas. Pero todavía esperaba cariñosamente que la reacción podría llevarla a lo largo hacia la aclaración del caso. Eso nunca pasó. Y ahora he aprendido mi lección.
En una enfermedad avanzada, maligna o tuberculosa, con fuerte alteración del tejido o vitalidad disminuida, enseña la filosofía que lo más horrible que puede dar a su paciente es el remedio indicado en alta potencia. Déle todo menos esto! Algunos de ustedes se ponen nerviosos de impaciencia no creyendo esto o jurando que si lo creyeran abandonarían la homeopatía. Pero otros en la discusión luego van más que a confirmarlo por su propia experiencia. Ustedes van a encontrar que son estos los hombres que saben su trabajo y saben tratar su fuerza y reciben resultados, los que no solamente son los más aficionados y entusiastas si no desarrollan a veces un terror positivo de sus drogas - en las potencias ; porque ellos saben que pueden ser tan potentes en lo malo como en lo bueno ; que cuando la extensión de la enfermedad es grande o la reacción pobre, la droga más perjudicial que usted puede dar al paciente es el simillimum a menos que lo haga muy cautelosamente y de baja potencia.
INTERFERENCIA
Otra forma brillante de no hacerlo (ustedes pueden ver que las he intentado todas) es tener sus casos en una consulta común y trabajar con alguien que sabe poco y se preocupa menos por la filosofía de la prescripción. Es tarde y hay un montón de pacientes para terminar en poco tiempo. El otro ve un caso en que usted ha invertido mucha labor y reflexión, escucha una historia de sufrimientos - quizás una agravación de la medicina (pero su pobre prescriptor no cree en agravaciones porque tiene pocas y nunca se da cuenta cuando la tiene!); o vuelven síntomas anteriores; o una diarrea o un sarpullido o un sudor excesivo que parecen críticos pero significan un salto importante hacia la curación de una enfermedad seria si no se hace nada; o hasta síntomas peores y el paciente mejor (si se le pregunta), que señalan pararse. Pero, en sólo al abrir la boca se le da una nueva droga y el caso se va por las ramas - tal vez irrecuperable. Así es como no se hace, con creces! Es que así tira su misma vida, su energía y sus éxitos de mucho tiempo y sin compensación. Usted y su paciente sufrieron ambos por la victoria que le han robado y sufrieron en vano ! Todos nosotros tenemos muchísimas posibilidades, de estropear el trabajo de otros, a menos que caminemos con precaución, Pero basta ya de como no hacerlo ! Había mucho de esto en el pasado pero el pasado está fuera de nuestra alcance. Cosas antiguas están pasando rápidamente! Nos incumbe el presente y el futuro, vida o muerte es tema nuestro! Entrenemos a los más jóvenes con mucha diligencia y esta gran cosa estará segura en sus manos. Se puede confiar que aquellos que saben manejar la fuerza no la traicionarán. Y a usted que aprendió su homeopatía con un maestro; que sabe su filosofía de memoria; que está entrenado en elaborar sus casos, en respetar y temer sus drogas potenciadas y en usarlas solamente con cuidado; que había aprendido a reconocer, entender y tratar con resultados - a usted quisiera decirle : Tenga paciencia, sea amable y cortés, tolerante y disciplinado. No tiene idea de cuanto lucharon y luchan los que no habían tenido sus ventajas, partiéndose el corazón y sin los resultados que les mantuvieran a flote y recompensaran sus esfuerzos. Ellos pueden mirar atrás, muchos de ellos, en los tiempos en los que su entusiasmo era tan grande como el suyo, cuando conocieron sus remedios estudiándolos cuidadosamente igual que usted pero con muchísima más dificultad que usted, que había sido enseñado y a quien se los presentaron ya en una forma atractiva .
Y, sobre todo, sed buenos administradores del regalo que se os concedió y estad preparados para compartirlo. Cada uno de nosotros, trabajando por si mismo y para si mismo, tiene solamente una obra de vida limitada, una cantidad de horas y energía limitada, y un día llegará el "susurro de la oscuridad" que dice "ha llegado su final", que dice "se cumplió su utilidad" - y entonces, silencio. Pero pensad en cuanto más podemos multiplicar nuestra obra, nuestra influencia, la esfera de nuestra energía y utilidad ayudando e inspirando a otros. Qué enorme montón de trabajo va al final a nuestra cuenta. Piensen en el trabajo que está haciendo el Dr. Kent hoy en día, a través de sus alumnos, a través los hombres que ha encendido e inspirado, que ha enseñado; y los hombres, que ellos a su vez, han enseñado y enseñan. Créanlo, no existe grandeza en el mundo sino en servir.
Él que quiera ser grande entre ustedes, que sirva; enseñe; ayude; consolide; anime e inspire. Lo que libremente han recibido, denlo libremente . Ofrezcan lo mejor de si mismos.
Autora: Dra. Margaret Tyler
Artículo publicado originalmente en "The Homoeopathician" en febrero de 1912, reimprimido en el "Homeopathic Recorder" en octubre de 1929.
Fuente: Homeopatía, una realidad
Homeopathy now / Homéopathie maintenant / Omeopatia adesso / Homöopathie jetzt / Homeopatia agora / Homeopatia ara / Homeopatia orain - Bitácora plurilingüe de salud y homeopatía, como una revista en crecimiento, dedicada a la salud, y a la homeopatía clásica, desde su uso tradicional hasta los métodos modernos. A multilingual homeopathic health blog, arranged as a cumulative growing journal, devoted to health matters, specially classical homeopathy, from traditional use to modern methods -
How Scientific are Orthodox Cancer Treatments?
The medical profession takes much pride in the rigorous scientific research that underpins its approach to cancer treatment. Someone newly diagnosed with cancer faces enormous pressure from our healthcare system to start immediately on a scientific medical treatment program that involves surgery, chemotherapy and radiation in various combinations. Being fearful and in shock, most individuals in this situation are no match for the overwhelming power of medical authority.
How would you react in this situation? You may be leaning towards natural therapies for simple health problems, but for something as serious as cancer you may feel safer with the tested and proven methods of orthodox medical care. Nevertheless, if you have the chance, read the following before you make your final decision. You may then have a better appreciation of natural cancer treatment.
In this article I have assembled some little known facts about the science behind orthodox cancer treatment. In cancer research, success - expressed as a five-year survival rate - is established by comparing other forms and combinations of treatment with the results from surgery alone. However, the success rate of surgery has rarely been compared with survival rates of untreated patients and never with patients who have adopted natural therapies. Therefore, orthodox cancer treatment is basically unscientific. The overall supposed cure rate is not higher than can be accounted for by spontaneous remissions and the placebo effect.
In support of my position, I offer the following key statements and conclusions from medical and scientific publications. "Studies appear to show that early intervention is helpful, because pre-cancerous lesions are included in early removals that frequently would not become cancerous if left untouched [author's emphasis]." In other words early intervention appears to be helpful because lesions are removed that are not cancerous but are counted as being cancer, and that improves the survival statistics. "Also, it does not matter how much or how little of a breast is removed; the outcome is always the same." This statement indicates that surgery does not improve survival chances, otherwise there would be a difference between radical surgery and lumpectomy.
Researchers have said it is complacent to continue subjecting at least 70% of women with breast cancer to a futile, mutilating procedure. Furthermore there is no evidence that early mastectomy affects survival; if patients knew this they would most likely refuse surgery.
In 1993, the editor of the Lancet pointed out that, despite various modifications of breast cancer treatment, death rates remained unchanged. He acknowledged that despite the almost weekly releases of miracle breakthroughs, the medical profession with its extraordinary capacity for self-delusion (his words not mine) in all truth has lost its way. At the same time he rejected the view of those who believe that salvation will come from increasing chemotherapy after surgery to just below the rate where it kills the patient. He asked, "Would it not be more scientific to ask why our approach has failed?" Not too soon to ask this question after a century of mutilating women, I would say. The title of this editorial, appropriately, is "Breast cancer: Have we Lost our Way?"
Basically all types and combinations of breast cancer treatment appear to result in the low long-term survival rates. The only conclusion that can be drawn from this is that conventional treatment does not improve long-term survival rates. Even worse, Michael Baum MD, a leading breast cancer surgeon, found that breast cancer surgery tends to increase the risk of relapse or death within three years. He also linked surgery to accelerating the cancer by stimulating the formation of metastases in other parts of the body.
An earlier German comparison found that untreated postmenopausal women with breast cancer live longer than treated women, and the recommendation was not to treat postmenopausal women for breast cancer. This conclusion confirms a finding by Ernst Krokowski, a German professor of radiology. He demonstrated conclusively that metastasis is commonly triggered by medical intervention, including sometimes even a biopsy or surgery unrelated to the cancer . Disturbance of a tumour causes a greatly increased number of cancer cells to enter the bloodstream, while most medical intervention (especially chemotherapy) suppresses the immune system. This combination is a recipe for disaster. It is the metastases that kill, while primary tumours in general, and those in the breast in particular can be relatively harmless. These findings have been confirmed by recent research which shows that surgery, even if unrelated to the cancer, can trigger an explosive spread of metastases and lead to an untimely end.
This follows earlier reports that radical surgery for prostate cancer also tends to spread the disease. Actually, prostate cancer was investigated in the first randomized clinical trials for any type of cancer. After 23 years, there was no difference in the survival rates of those who had surgery and the controls who did not have surgery, but those with surgery suffered more morbidity such as impotence or incontinence.
The late H B Jones, Professor of Medical Physics, was a leading US cancer statistician. He said in a speech before the American Cancer Society in 1969 that no study had proved that early intervention improves the chances of survival. On the contrary, his studies proved conclusively that untreated cancer victims live up to four times longer and with better quality of life than treated ones. Needless to say, he was not invited again.
Massaging Statistics
An epidemiological study confirmed the questionable value of conventional therapy by concluding that "medical interventions for cancer have had a negligible effect on survival". Even the conservative New England Journal of Medicine had an article with the headline, "Cancer Undefeated".
An epidemiological study confirmed the questionable value of conventional therapy by concluding that "medical interventions for cancer have had a negligible effect on survival". Even the conservative New England Journal of Medicine had an article with the headline, "Cancer Undefeated".
Common ways to make medical statistics look more favourable are as follows. Patients who die during prolonged treatment with chemotherapy or radiotherapy are not counted in the statistics because they did not receive the full treatment. In the control group, everyone who dies is counted.
Furthermore, success commonly is judged by the percentage of shrinking tumours, regardless of patient survival: but if the rate or length of survival is measured, then it is only in terms of dying from the treated disease. It is not normally shown how many of the patients die due to the treatment itself.
The current trend is to pick up pre-cancerous conditions very early and treat them as cancer. While this statistically increases the number of people with cancer, it also artificially prolongs survival times and lowers death rates, thereby making medical treatments appear to be more successful. However, there may also be a genuine component of improved survival, as increasing numbers of cancer patients opt for additional natural therapies.
An investigation of the records of 1.2 million cancer patients revealed that the death rate attributed to non-cancer death shortly after treatment was 200% higher than would normally be expected. Two years after diagnosis and treatment, this excess death rate had fallen to 50%. The most common cause for the excess death rate was listed as heart and respiratory failure. This means that, instead of dying several years later from cancer, these patients died from the effects of the treatment and helped greatly to improve the cancer statistics because they did not strictly die of cancer. This misleading report of cancer deaths has led to demands for more honest statistics.
After analyses of several large mammogram-screening studies found that mammography leads to more aggressive treatment with no survival benefits, even the editor of The Lancet had to admit there is no reliable evidence from large randomized trials to support mammography-screening programs. The significance of this statement goes far beyond the use of mammograms.
It is openly acknowledged by the proponents of conventional medicine that they have no effective way of helping patients with advanced cancer. Until now, the catch-cry has always been "Detect it early, then it can be cured". These mammogram evaluation studies demonstrate that it does not matter when cancer is detected; the conventional methods are useless, as is the whole multibillion-dollar cancer industry (my conclusion).
A 13-year Canadian study involving 40,000 women compared physical breast examinations with examinations plus mammograms. The mammogram-plus-examination group had many more lumpectomies and surgeries with a death rate of 107 compared with 105 deaths in the physical examination group.
Ductal carcinoma in situ (DCIS) is a common, non-invasive form of breast tumour. Most cases of DCIS are detected through the use of mammography. In younger women, 92% of all cancers detected by mammography are of this type. Nevertheless, on average, 44% - and in some areas 60% - of these are treated by mastectomy. As most of these tumours are harmless, this needless treatment makes survival statistics appear to be better than they actually are.
While conventional diagnosis is invasive and may help to spread the cancer, a kind of electrodermal screening - called the Biofield test - developed by a team from eight European hospitals and universities, was reported in The Lancet as being 99.1% accurate in diagnosing malignancy in breast tumours.
A large meta-analysis of radiotherapy results for lung cancer showed that after two years there were 21% more deaths in the group that had radiotherapy in addition to surgery as compared to those who had surgery alone. The Lancet article stated that the rationale is to kill any cancer cells remaining after surgery, but it is a shame that the facts do not agree with this theory.
Chemotherapy: Medical Russian Roulette
Chemotherapy for children with leukaemia and Hodgkin's disease is the proud showpiece of the arguably only apparent success of orthodox cancer therapy. Now a long-term follow-up study shows that such children develop 18 times more secondary malignant tumours later in life. Even worse, girls face a 75 times (7,500%) higher risk of breast cancer by the time they are forty. A main problem appears to be the development of deep or systemic Candida albicans infections shortly after commencement of chemotherapy. If these infections are not appropriately treated, then relapses or future health problems are likely to occur.
Chemotherapy for children with leukaemia and Hodgkin's disease is the proud showpiece of the arguably only apparent success of orthodox cancer therapy. Now a long-term follow-up study shows that such children develop 18 times more secondary malignant tumours later in life. Even worse, girls face a 75 times (7,500%) higher risk of breast cancer by the time they are forty. A main problem appears to be the development of deep or systemic Candida albicans infections shortly after commencement of chemotherapy. If these infections are not appropriately treated, then relapses or future health problems are likely to occur.
A study of ovarian cancer found that the risk of developing leukaemia after treatment with chemotherapy increased 21-fold or 2,100%. Chemotherapy showed a clear dose-dependency whereby the incidence of triggered leukaemia doubled between low-dose and moderate-dose then quadrupled between moderate-dose and high-dose groups. Also, other tumours commonly develop after treating malignancies with chemotherapy. In a trial for multiple myeloma, no advantage was found by using chemotherapy as compared to no treatment.
The respected German biostatistician Ulrich Abel presented a comprehensive analysis of over 3,000 clinical trials on the value of chemotherapy for advanced carcinoma (for instance, breast cancer). (Oncologists tend to use chemotherapy because this may induce a temporary shrinking of the tumour, called a response; however it also tends to produce unpleasant side-effects.) Abel concluded that there is no direct evidence that chemotherapy prolongs survival in these cases. Abel stated: "Many oncologists take it for granted that response to therapy prolongs survival, an opinion based on a fallacy and which is not supported by clinical studies."
Ralph W. Moss, PhD, in Questioning Chemotherapy, provides a detailed analysis of this subject. The overall conclusion of the book is that there is no evidence in terms of the majority of cancers that chemotherapy extends life.
However, even if chemotherapy were to extend life for a few months, what about the quality of this life? Tom Nesi, a former Director of Public Affairs at a pharmaceutical giant, Bristol-Myers Squibb, wrote in the New York Times about the successful treatment of his wife, which statistically extended her life for three months. Two weeks after the treatment, she scribbled on a note-pad: Depressed - no more, please. I am not surprised about reports that most oncologists would not have their own family members use these treatments.
The Full Treatment
Virginia Livingston (later Virginia Livingston-Wheeler), a remarkable cancer researcher and therapist, in her book, Cancer: A New Breakthrough, gives an account of one of the many patients she saw who came to her after receiving the full medical treatment for breast cancer.
Virginia Livingston (later Virginia Livingston-Wheeler), a remarkable cancer researcher and therapist, in her book, Cancer: A New Breakthrough, gives an account of one of the many patients she saw who came to her after receiving the full medical treatment for breast cancer.
"After discovering a small breast lump, she had radical mastectomy. None of the lymph nodes removed from the armpit [was] involved; all of the cancer had been successfully removed. To make extra sure there was no re-growth in the scars, she received radiation treatment, and also her ovaries were taken out.
"To her dismay, a year later several small nodules appeared in the old breast scar. Again she received radiation. More lumps appeared on the neck that called for still more radiation. In addition, she received male hormone therapy, resulting in acne and coarse facial hair. Still the nodules came back. Now she received chemotherapy with the usual side-effects.
"Before her hair could regrow, pain in her bones was diagnosed as bone cancer. More chemotherapy and hormone therapy was expected to help. However, several months later the bone lesions became worse and removal of her adrenal glands was recommended and performed. Hopefully, that would prolong her suffering for another year. After that, the removal of her pituitary gland might give her a further three to six months to live.
"By now her faith in her medical advisors was sufficiently shaken that she came to Dr Livingston for help. She asked to be examined without her husband being present, as she wanted to spare him the agony of seeing her naked body, distorted, mutilated and shrunken with an immensely swollen abdomen and thin legs. Finally she whispered: "Doctor, shall I kill myself?"
Conspiracy of Silence
Why are they doing this? (By "they", I am referring to what is commonly called "The Cancer Establishment"). I believe the answer was given by the eminent medical commentator and former editor of New Scientist, Dr Donald Gould, in a timeless article called "Cancer: A Conspiracy of Silence" The subtitle summarises his position: "The commonest cancers are as resistant to treatment today as they were 40 or 50 years ago. Nothing is to be gained by pretending that the battle against cancer is slowly but surely being won."
Why are they doing this? (By "they", I am referring to what is commonly called "The Cancer Establishment"). I believe the answer was given by the eminent medical commentator and former editor of New Scientist, Dr Donald Gould, in a timeless article called "Cancer: A Conspiracy of Silence" The subtitle summarises his position: "The commonest cancers are as resistant to treatment today as they were 40 or 50 years ago. Nothing is to be gained by pretending that the battle against cancer is slowly but surely being won."
This truth has been deliberately concealed from the general public. According to Gould, the reason for this conspiracy of silence is money. The public must continue to see the Cancer Establishment as a winner to continue providing money. One of the quoted scientists said that with tens of thousands of radiologists and millions of dollars in equipment, one just gives radiation treatment even if study after study shows that it does more harm than good.
Gould also is of the opinion that patients who could be comfortable without medical treatment until their inevitable death, with medical treatment are made miserable in a pointless attempt to postpone death for a few unhappy weeks. But, of course, that is when most of the money is being made. Gould feels that they poison their patients with drugs and rays and mutilate them with unnecessary surgery in a desperate attempt to treat the untreatable.
Not much has changed since Gould wrote this article in 1976. In a recent edition of The Moss Reports, we can read that long-term survival from common cancers such as prostate, breast, colorectal and lung "has barely budged since the 1970s" In summary, this means that there has been no significant improvement in cancer survival rates in the last 70 to 80 years.
The Scientific Basis for Drug Approvals
It is also interesting to know the scientific basis for the approval of cancer drugs. Most of these drugs come initially from the USA. In the past, a company had to submit two favourable, large randomized trials to obtain US Food and Drug Administration (FDA) approval. "Favourable" means that there must be a certain rate of tumour shrinkage lasting for at least one month. It was not necessary to show that the treatment prolonged survival, and it was not necessary to submit the results of any unfavourable results from the same drug.
It is also interesting to know the scientific basis for the approval of cancer drugs. Most of these drugs come initially from the USA. In the past, a company had to submit two favourable, large randomized trials to obtain US Food and Drug Administration (FDA) approval. "Favourable" means that there must be a certain rate of tumour shrinkage lasting for at least one month. It was not necessary to show that the treatment prolonged survival, and it was not necessary to submit the results of any unfavourable results from the same drug.
These "strict, scientific" guidelines were relaxed in the Clinton era, and drug companies can now get FDA approval on the basis of small preliminary trials, even if a large randomised trial may be unfavourable. In a remarkable statement about drug approvals, an FDA spokesperson pointed out that any delay in approval did not mean unnecessary deaths because "all these treatments for advanced cancer don't cure people".
Perhaps the situation is worse than a case of just ineffective treatments. A group of respected researchers reviewed all the published statistical evidence on the outcome of medical treatments, and showed that the medical system is now the leading cause of death and injury in the USA. Deaths attributable to heart disease in 2001 were 666,697, for cancer the figure was 553,251, while for medical interventions it was 783,936 per year! Appropriately the title of this study is "Death by Medicine".
You may wonder why health authorities turn a blind eye to these massive fatalities, mostly caused by drugs, while concentrating their energies instead on suppressing food supplements and natural remedies.
A symptom of this official attitude is the recent saga of Pan Pharmaceuticals, when in 2003 the Australian government forced the largest local manufacturer of natural remedies into bankruptcy, allegedly because there was a possibility that these products might cause someone to get sick or even die.
In my view, a main reason for this distorted official attitude is the fact that health departments and regulatory authorities are dominated by medical doctors who have been trained (partly with money from drug companies) to believe that drugs are beneficial and natural remedies are potentially harmful. Despite a majority of Western populations preferring natural remedies, almost all political parties promote dependency on pharmaceutical drugs.
Therefore, as a first step to changing this oppressive political climate, we urgently need a political party that promotes natural healthcare rather than drug dependency.
We can find a clue for the cause of these appalling "Death by Medicine" statistics in an editorial by Richard Smith in the British Medical Journal: "Yet only 15% of the articles in medical journals are scientifically sound, and partly because many treatments have never been assessed at all".
A good demonstration of the unscientific nature of medical research is the recent fiasco with hormone replacement therapy (HRT). Several decades ago, it was shown in "rigorous scientific" research to be safe and effective, otherwise it would not have been approved. It was strongly promoted as protecting against heart disease and cancer. Now every new trial shows HRT to be dangerous and to increase the risk of developing heart disease and cancer.
What went wrong? Why was this not picked up earlier? Quite simply, the original research was conducted with the aim of generating profits while recent researchers are not sharing in any of these profits. Therefore, I mistrust any research that is conducted with profit in mind. Unfortunately, this presently applies to most medical research.
The Way Forward
It is now 32 years since President Nixon declared war on cancer. Since then, US $2 trillion has been spent on conventional cancer treatment and research, with the result that more individuals are dying from cancer than ever before. While there have been many studies to evaluate the effects of various nutrients on different cancers, none of the two trillion dollars has been available for natural therapists to conduct trials of holistic cancer therapies. Natural therapists have had to face a century of persecution, many of them being dragged before courts and ending up in jail.
It is now 32 years since President Nixon declared war on cancer. Since then, US $2 trillion has been spent on conventional cancer treatment and research, with the result that more individuals are dying from cancer than ever before. While there have been many studies to evaluate the effects of various nutrients on different cancers, none of the two trillion dollars has been available for natural therapists to conduct trials of holistic cancer therapies. Natural therapists have had to face a century of persecution, many of them being dragged before courts and ending up in jail.
Would it not be more scientific to evaluate the methods of natural cancer therapists rather than put the therapists in jail? Most alternative cancer clinics in the USA have had to relocate to Mexico. (For a list of such clinics worldwide, see the website http://www.cancure.org)
An holistic cancer approach includes superior nutrition, herbs, electromedicine and vibration or energy medicine, emotional healing and mind therapy. The only reported study that compares an holistic approach involves the Gerson therapy in an evaluation of five-year survival rates of 153 melanoma patients. Here, 100% of Gerson therapy patients with Stage 1 and 2 cancers survived, but only 79% survived who had conventional therapy. With Stage 3 cancers (regional metastases), the figures respectively were 70% and 41%; with Stage 4 (distant metastases), 39% with Gerson and 6% with conventional therapy survived.
Many natural cancer therapists claim a success rate of more than 90% in arresting and reversing cancer, provided that patients have not been subjected to orthodox treatment beforehand. The most damaging treatments appear to be chemotherapy and radiotherapy.
Therefore, if you are confronted with cancer, I suggest you resist acting out of fear and under pressure. The situation is hardly ever so urgent that you have to act immediately. Instead, do your own research from books, journals and the Internet, and then trust your common sense and intuition.
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Author: Walter Last. He worked as a biochemist and research chemist in the medical departments of several German universities and at Bio-Science Laboratories in Los Angeles, USA. Later he worked as a nutritionist and natural therapist in New Zealand, where he is now based.
Published in Nexus, Volume 11, Number 4, June-July 2004 .Source: Campaign for truth in Medicine.
La gran estafa del colesterol
El conocimiento médico tradicional acerca del colesterol y del rol de las estatinas (*1) está ahora siendo modificado por un pequeño pero creciente grupo de profesionales de la salud. Entre ellos el Dr. Malcom Kendric, médico clínico de 25 años de trayectoria, que ha trabajado también con la European Society of Cardiology (Sociedad Europea de Cardiología) y escribe para las principales revistas médicas.
En lo que se refiere a la enfermedad cardíaca, nos vendieron un paquete. Un gran paquete. En realidad, un gran paquete con moño y todo. Todos hemos sido estafados.
Los expertos están tan ocupados recomendándole encarecidamente que consuma menos grasas y más estatinas que usted nunca llega a estar advertido de las contradicciones y falta de evidencia detrás de esta estafa del colesterol.
En realidad, lo que muchos estudios grandes muestran es que en lo que se refiere a la protección de su corazón, la supresión de las grasas saturadas no hace diferencia, y hasta es dañino.
Pero, ¿cómo se ganaron las grasas y el colesterol tan mal nombre?
Todo comenzó 100 años atrás, cuando un investigador encontró que alimentando a conejos (que son vegetarianos) con una dieta carnívora alta en colesterol, se bloqueaban sus arterias con placas (1a. etapa arterioesclerosis).
Pero recién tomo vuelo en los 50´ con el estudio Seven Countries (Siete Países) de Ancel Keys, el que mostró que cuanta más grande es la ingesta de grasas en un país, más altos son los niveles de colesterol y más altos los porcentajes de enfermedad cardiovascular.
Los países que él eligió para ser realizar su estudio fueron Italia, Grecia, EEUU y Holanda. Pero, ¿porqué estos en particular?
Recientemente yo hice mi propio estudio incluyendo 14 países usando las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, y encontré lo opuesto.
Países con el consumo más grande de grasas saturadas como Austria, Francia, Finlandia y Bélgica tenían el porcentaje más bajo de muertes por enfermedad cardiovascular.
¿Georgia, Ucrania y Croacia? Tenían los porcentajes más altos de mortalidad por enfermedad cardiaca.
Sumado a esto, el estudio más grande sobre modificaciones dietarias puso a 50 millones de personas en una dieta baja en grasas saturadas por 14 años.
Embutidos, huevos, queso, cerdo y la leche fueron restringidos. La fruta y el pescado, sin embargo, eran de libre disponibilidad. Estoy hablando de la ración de alimentos durante la Segunda Guerra Mundial. En ese tiempo, las muertes por enfermedad del corazón eran más del doble.
Aún más condenable es lo que sucedió en 1988. The Surgeon General´s office en EEUU decidió reunir toda la evidencia que apuntaba la relación entre las grasas saturadas y la enfermedad cardiovascular, silenciando cualquier información contraria para siempre.
11 años después, sin embargo, el proyecto fue suspendido. La carta que anunciaba esto declaraba que la oficina “no anticipó por completo la magnitud de expertos adicionales y recursos que iban a necesitar”.
¿11 años después necesitaban expertos adicionales y recursos? ¿Qué estuvieron haciendo hasta entonces? Si encontraron alguna pequeña evidencia, nunca oirá nada sobre ella.
Los estudios grandes desde entonces no han tenido más éxito. Uno incluyó 30.000 hombres y mujeres de mediana edad en Suiza, seguido durante 6 años.
¿La conclusión? “Las grasas saturadas no muestran relación con la enfermedad cardiovascular en el hombre. Entre las mujeres, la mortalidad cardiovascular mostró una tendencia decreciente con el incremento de las grasas saturadas.” (En otras palabras, cuantas más grasas saturadas ingerían, menos posibilidades de morir de un ataque cardíaco).
Sin embargo, la evidencia más importante de los beneficios de una dieta con grasas y colesterol incrementados provienen de Japón. Entre 1958 y 1999, los japoneses duplicaron la ración de proteínas, ingerían 400 % más grasas y sus niveles de colesterol subieron cerca del 20%.
¿Cayeron como moscas? No. Los porcentajes de infartos, que habían sido los más altos del mundo, fueron siete veces menores, mientras que las muertes por ataques cardíacos, ya bajos, cayeron un 50%.
¿Es una paradoja, no? Ésta es una de las peculiaridades de la hipótesis dietética – incluye un montón de paradojas.
La más famosa es la Paradoja Francesa. Ellos comen más grasas saturadas que nosotros en Gran Bretaña; se fuma más en Francia, hacen menos ejercicio, tienen los mismos niveles de colesterol/LDL, tienen la misma presión sanguínea promedio y el mismo índice de obesidad.
¿Y saben qué más? Tienen un cuarto del índice de enfermedad cardíaca del nuestro.
La explicación oficial es que los franceses están protegidos de la enfermedad cardiovascular por beber vino tinto, comer vegetales simples y ajo.
Pero no hay evidencia que indique que ninguno de estos tres factores sean protectores. Ninguna. Por la evidencia, quiero decir, estudios médicos científicos.
Cada vez que se encuentra una población que no encaja con la hipótesis grasas saturadas/colesterol – los Masai que viven de carne y leche sin cardiopatías, los Inuit alimentan de grasa de ballena con muy bajo índice de enfermedad cardíaca – siempre aparece algo que lo explica.
Un trabajo de investigación publicado hace más de 20 años encontró 246 factores que podrían proteger contra la enfermedad o promoverla. Hasta el presente ya debe haber más de mil.
Cuanto más detalladamente se mira, más se decubre que la hipótesis del colesterol es un asombroso engaño. Es un proceso de adaptación constante para acomodar toda la información contradictoria sin depurarla ni corregirla.
Pero no es necesario observar países lejanos para encontrar paradojas – la más grande está aquí mismo en casa. Las mujeres tienen un 300% menos de posibilidad de sufrir enfermedad cardiovascular que los hombres, aunque en promedio ellas tienen en promedio mayores niveles de colesterol.
Por años existió una hipótesis ad hoc para explicar esta aparente contradicción – las mujeres estaban protegidas por las hormonas sexuales femeninas.
En realidad, nunca hubo un estudio que mostrara que las hormonas las protejan contra la enfermedad cardiovascular en humanos.
Pero en los noventa, a millones de mujeres les prescribieron HRT para evitar la enfermedad cardiovascular.
Luego apareció el estudio HERS para probar la idea. Encontró que la HRT aumentaba el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Así que, ¿qué hacer? Indicar estatinas, disminuir los niveles de colesterol. Debajo de 5.0 mmol es la indicación oficial.
Pero, como se enfatiza en el artículo de The Lancet, las mujeres no se benefician con las estatinas. La frase “Las estatinas no salvan las vidas de las mujeres” debería estar en un cuadrito en todo consultorio médico.
Pero no sólo es una directiva infructífera inmensa indicar estatinas a mujeres y hombres que nunca se van a beneficiar con ellas; también se los expone a un riesgo de efectos adversos totalmente innecesarios.
Estos incluyen debilidad muscular (miopatía) y problemas mentales y neurológicos como irritabilidad y pérdida de memoria.
¿Cuán comunes son? Muy raros, dicen los expertos, pero una investigación halló que el 90% de los pacientes que ingerían estatinas se quejaban de padecer efectos adversos, la mitad de ellos graves.
Recién la semana pasada, un trabajo de investigación reportó una asociación entre el colesterol LDL “bajo” y la aparición de enfermedad de Parkinson.
Las estatinas están diseñadas para disminuir el colesterol LDL. En vías a encarar esta propaganda anticolesterol, es fácil olvidar que el colesterol es vital para el funcionamiento de nuestro cuerpo.
¿Porqué piensa usted que un huevo está lleno de colesterol? Porque se necesita una gran cantidad de colesterol para construir un pollo saludable.
También se necesita una inmensidad de colesterol para construir y mantener un ser humano saludable.
En realidad, el colesterol es tan vital que casi todas las células pueden producir colesterol; una de las funciones claves del hígado es la síntesis de colesterol.
El colesterol es vital para el funcionamiento apropiado del cerebro y es la roca fundamental de la mayoría de las hormonas sexuales.
Así que no sería una sorpresa observar que disminuyendo el colesterol puede incrementar la tasa de muertes.
El grupo femenino con un nivel de colesterol de 5 ó 6 tiene menor riesgo de morir que aquel con un nivel por debajo de cuatro.
The Lancet reportó que las estatinas no beneficiaron a nadie de más de 69 años, ni a los hombres; en realidad, hay bastante buena evidencia de que pudieron incluso adelantar su muerte.
El estudio Framingham en EEUU encontró que en las personas cuyos niveles de colesterol disminuían, aumentaba el 14% el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca por cada 1mg/dl.
Constituído en 1948, el estudio reveló en toda la población de Framingham, cerca de Boston, los factores que pudieran haber estado involucrados en la enfermedad del corazón y luego seguirlos para ver qué sucedía con ellos.
Todavía continúa, siendo el trabajo de investigación de enfermedad cardivascular de más larga duración y más citado.
Un estudio masivo de larga duración realizado en Honolulú, que observaba los niveles de colesterol y mortalidad en personas mayores, publicado en The Lancet, encontró que la presencia de una concentración baja de colesterol por largo tiempo incrementa el riesgo de muerte.
¿Esto puede ser porque el colesterol es necesario para combatir infecciones o por otras razones? Otros muchos estudios encontraron lo mismo.
Baja concentración de colesterol, incrementa el riesgo de morir joven.
En lo que se refiere a la enfermedad cardíaca, nos vendieron un paquete. Un gran paquete. En realidad, un gran paquete con moño y todo. Todos hemos sido estafados.
Si usted tiene riesgo elevado de enfermedad cardíaca, la indicación de la medicina tradicional es tomar una droga para bajar el colesterol del grupo de las estatinas para impedir que tenga un ataque, por esa razón, como todos bien sabemos, el colesterol es un asesino.
En verdad, muchos de ustedes creen que deberán tomar estatinas por el resto de lo que les queda de vida.
Casi todos están de acuerdo acerca de la necesidad de bajar el colesterol. El NHS (Servicio Nacional Salud) gasta casi 1 millón de libras esterlinas en prescripciones de estatinas y posiblemente la misma suma en exámenes complementarios referidos al colesterol.
Casi todos están de acuerdo acerca de la necesidad de bajar el colesterol. El NHS (Servicio Nacional Salud) gasta casi 1 millón de libras esterlinas en prescripciones de estatinas y posiblemente la misma suma en exámenes complementarios referidos al colesterol.
Pero, ¿todo esto sirve? Según un artículo publicado en la revista médica The Lancet esta semana, la respuesta probablemente sea que no.
Un investigador muy importante de la Harvard Medical School encontró que en el grupo femenino no hay beneficio de tomar estatinas en absoluto, ni en los hombres de más de 69 años que no hayan tenido un ataque cardíaco previo.
Tienen un débil beneficio, si usted es un hombre más joven que no ha tenido ningún ataque cardíaco – sobre 50 hombres que tomen la droga por 5 años, uno se beneficiará.
Pero éste no es el primer estudio que sugiere que combatir el colesterol con estatinas no son nada más que palabras vacías.
Lo que el trabajo muestra, y que su doctor debería estar informando es lo siguiente:
1. Una dieta alta en grasas, saturados o no, no afecta los niveles sanguíneos de colesterol.
2. Altos niveles de colesterol no causan enfermedad cardiaca.
3. Las estatinas no protegen contra la enfermedad cardiaca por disminuir el colesterol – cuando lo hacen, es de alguna otra manera.
4. La protección provista por las estatinas es tan pequeña como para no ser de valor para la mayoría de las personas (y todas las mujeres). La realidad es que el beneficio ha sido inflado por la publicidad.
5. Las estatinas tienen muchos más efectos adversos desagradables de los que han sido admitidos, mientras que expertos en esta área deberían ser tratados con saludable escepticismo porque ellos reciben largas sumas por los productores de las estatinas para cantar en voz bien alta su himno.
Así que, ¿cómo puedo decir que las grasas saturadas no importan cuando todos saben que es un asesino? ¿Todas esas millones de personas que ponen pollo sin piel y yogur 0% de grasas en sus carritos de la compra haber estado perdiendo su tiempo?1. Una dieta alta en grasas, saturados o no, no afecta los niveles sanguíneos de colesterol.
2. Altos niveles de colesterol no causan enfermedad cardiaca.
3. Las estatinas no protegen contra la enfermedad cardiaca por disminuir el colesterol – cuando lo hacen, es de alguna otra manera.
4. La protección provista por las estatinas es tan pequeña como para no ser de valor para la mayoría de las personas (y todas las mujeres). La realidad es que el beneficio ha sido inflado por la publicidad.
5. Las estatinas tienen muchos más efectos adversos desagradables de los que han sido admitidos, mientras que expertos en esta área deberían ser tratados con saludable escepticismo porque ellos reciben largas sumas por los productores de las estatinas para cantar en voz bien alta su himno.
Los expertos están tan ocupados recomendándole encarecidamente que consuma menos grasas y más estatinas que usted nunca llega a estar advertido de las contradicciones y falta de evidencia detrás de esta estafa del colesterol.
En realidad, lo que muchos estudios grandes muestran es que en lo que se refiere a la protección de su corazón, la supresión de las grasas saturadas no hace diferencia, y hasta es dañino.
Pero, ¿cómo se ganaron las grasas y el colesterol tan mal nombre?
Todo comenzó 100 años atrás, cuando un investigador encontró que alimentando a conejos (que son vegetarianos) con una dieta carnívora alta en colesterol, se bloqueaban sus arterias con placas (1a. etapa arterioesclerosis).
Pero recién tomo vuelo en los 50´ con el estudio Seven Countries (Siete Países) de Ancel Keys, el que mostró que cuanta más grande es la ingesta de grasas en un país, más altos son los niveles de colesterol y más altos los porcentajes de enfermedad cardiovascular.
Los países que él eligió para ser realizar su estudio fueron Italia, Grecia, EEUU y Holanda. Pero, ¿porqué estos en particular?
Recientemente yo hice mi propio estudio incluyendo 14 países usando las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, y encontré lo opuesto.
Países con el consumo más grande de grasas saturadas como Austria, Francia, Finlandia y Bélgica tenían el porcentaje más bajo de muertes por enfermedad cardiovascular.
¿Georgia, Ucrania y Croacia? Tenían los porcentajes más altos de mortalidad por enfermedad cardiaca.
Sumado a esto, el estudio más grande sobre modificaciones dietarias puso a 50 millones de personas en una dieta baja en grasas saturadas por 14 años.
Embutidos, huevos, queso, cerdo y la leche fueron restringidos. La fruta y el pescado, sin embargo, eran de libre disponibilidad. Estoy hablando de la ración de alimentos durante la Segunda Guerra Mundial. En ese tiempo, las muertes por enfermedad del corazón eran más del doble.
Aún más condenable es lo que sucedió en 1988. The Surgeon General´s office en EEUU decidió reunir toda la evidencia que apuntaba la relación entre las grasas saturadas y la enfermedad cardiovascular, silenciando cualquier información contraria para siempre.
11 años después, sin embargo, el proyecto fue suspendido. La carta que anunciaba esto declaraba que la oficina “no anticipó por completo la magnitud de expertos adicionales y recursos que iban a necesitar”.
¿11 años después necesitaban expertos adicionales y recursos? ¿Qué estuvieron haciendo hasta entonces? Si encontraron alguna pequeña evidencia, nunca oirá nada sobre ella.
Los estudios grandes desde entonces no han tenido más éxito. Uno incluyó 30.000 hombres y mujeres de mediana edad en Suiza, seguido durante 6 años.
¿La conclusión? “Las grasas saturadas no muestran relación con la enfermedad cardiovascular en el hombre. Entre las mujeres, la mortalidad cardiovascular mostró una tendencia decreciente con el incremento de las grasas saturadas.” (En otras palabras, cuantas más grasas saturadas ingerían, menos posibilidades de morir de un ataque cardíaco).
Sin embargo, la evidencia más importante de los beneficios de una dieta con grasas y colesterol incrementados provienen de Japón. Entre 1958 y 1999, los japoneses duplicaron la ración de proteínas, ingerían 400 % más grasas y sus niveles de colesterol subieron cerca del 20%.
¿Cayeron como moscas? No. Los porcentajes de infartos, que habían sido los más altos del mundo, fueron siete veces menores, mientras que las muertes por ataques cardíacos, ya bajos, cayeron un 50%.
¿Es una paradoja, no? Ésta es una de las peculiaridades de la hipótesis dietética – incluye un montón de paradojas.
La más famosa es la Paradoja Francesa. Ellos comen más grasas saturadas que nosotros en Gran Bretaña; se fuma más en Francia, hacen menos ejercicio, tienen los mismos niveles de colesterol/LDL, tienen la misma presión sanguínea promedio y el mismo índice de obesidad.
¿Y saben qué más? Tienen un cuarto del índice de enfermedad cardíaca del nuestro.
La explicación oficial es que los franceses están protegidos de la enfermedad cardiovascular por beber vino tinto, comer vegetales simples y ajo.
Pero no hay evidencia que indique que ninguno de estos tres factores sean protectores. Ninguna. Por la evidencia, quiero decir, estudios médicos científicos.
Cada vez que se encuentra una población que no encaja con la hipótesis grasas saturadas/colesterol – los Masai que viven de carne y leche sin cardiopatías, los Inuit alimentan de grasa de ballena con muy bajo índice de enfermedad cardíaca – siempre aparece algo que lo explica.
Un trabajo de investigación publicado hace más de 20 años encontró 246 factores que podrían proteger contra la enfermedad o promoverla. Hasta el presente ya debe haber más de mil.
Cuanto más detalladamente se mira, más se decubre que la hipótesis del colesterol es un asombroso engaño. Es un proceso de adaptación constante para acomodar toda la información contradictoria sin depurarla ni corregirla.
Pero no es necesario observar países lejanos para encontrar paradojas – la más grande está aquí mismo en casa. Las mujeres tienen un 300% menos de posibilidad de sufrir enfermedad cardiovascular que los hombres, aunque en promedio ellas tienen en promedio mayores niveles de colesterol.
Por años existió una hipótesis ad hoc para explicar esta aparente contradicción – las mujeres estaban protegidas por las hormonas sexuales femeninas.
En realidad, nunca hubo un estudio que mostrara que las hormonas las protejan contra la enfermedad cardiovascular en humanos.
Pero en los noventa, a millones de mujeres les prescribieron HRT para evitar la enfermedad cardiovascular.
Luego apareció el estudio HERS para probar la idea. Encontró que la HRT aumentaba el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Así que, ¿qué hacer? Indicar estatinas, disminuir los niveles de colesterol. Debajo de 5.0 mmol es la indicación oficial.
Pero, como se enfatiza en el artículo de The Lancet, las mujeres no se benefician con las estatinas. La frase “Las estatinas no salvan las vidas de las mujeres” debería estar en un cuadrito en todo consultorio médico.
Pero no sólo es una directiva infructífera inmensa indicar estatinas a mujeres y hombres que nunca se van a beneficiar con ellas; también se los expone a un riesgo de efectos adversos totalmente innecesarios.
Estos incluyen debilidad muscular (miopatía) y problemas mentales y neurológicos como irritabilidad y pérdida de memoria.
¿Cuán comunes son? Muy raros, dicen los expertos, pero una investigación halló que el 90% de los pacientes que ingerían estatinas se quejaban de padecer efectos adversos, la mitad de ellos graves.
Recién la semana pasada, un trabajo de investigación reportó una asociación entre el colesterol LDL “bajo” y la aparición de enfermedad de Parkinson.
Las estatinas están diseñadas para disminuir el colesterol LDL. En vías a encarar esta propaganda anticolesterol, es fácil olvidar que el colesterol es vital para el funcionamiento de nuestro cuerpo.
¿Porqué piensa usted que un huevo está lleno de colesterol? Porque se necesita una gran cantidad de colesterol para construir un pollo saludable.
También se necesita una inmensidad de colesterol para construir y mantener un ser humano saludable.
En realidad, el colesterol es tan vital que casi todas las células pueden producir colesterol; una de las funciones claves del hígado es la síntesis de colesterol.
El colesterol es vital para el funcionamiento apropiado del cerebro y es la roca fundamental de la mayoría de las hormonas sexuales.
Así que no sería una sorpresa observar que disminuyendo el colesterol puede incrementar la tasa de muertes.
El grupo femenino con un nivel de colesterol de 5 ó 6 tiene menor riesgo de morir que aquel con un nivel por debajo de cuatro.
The Lancet reportó que las estatinas no beneficiaron a nadie de más de 69 años, ni a los hombres; en realidad, hay bastante buena evidencia de que pudieron incluso adelantar su muerte.
El estudio Framingham en EEUU encontró que en las personas cuyos niveles de colesterol disminuían, aumentaba el 14% el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca por cada 1mg/dl.
Constituído en 1948, el estudio reveló en toda la población de Framingham, cerca de Boston, los factores que pudieran haber estado involucrados en la enfermedad del corazón y luego seguirlos para ver qué sucedía con ellos.
Todavía continúa, siendo el trabajo de investigación de enfermedad cardivascular de más larga duración y más citado.
Un estudio masivo de larga duración realizado en Honolulú, que observaba los niveles de colesterol y mortalidad en personas mayores, publicado en The Lancet, encontró que la presencia de una concentración baja de colesterol por largo tiempo incrementa el riesgo de muerte.
¿Esto puede ser porque el colesterol es necesario para combatir infecciones o por otras razones? Otros muchos estudios encontraron lo mismo.
Baja concentración de colesterol, incrementa el riesgo de morir joven.
Veamos cómo queda entonces la hipótesis del colesterol:
No hay evidencia que las grasas saturadas sean nocivas – y hay montones de “paradojas” donde países con una ingesta muy alta de colesterol no poseen riesgo alto de muerte por enfermedad cardiovascular.
Pero existe un problema más fundamental. La teoría proclama que las grasas y el colesterol le hacen cosas al cuerpo que no tienen sentido.
Para comenzar, las grasas saturadas y el colesterol son tratados como si estuvieran muy relacionados. Una dieta hipograsa disminuye el colesterol; una dieta rica en grasas lo aumenta.
Lo que nunca se explica es cómo funciona esto. No es sorprendente, porque las grasas saturadas no elevan el colesterol. No hay conexión bioquímica entre las dos sustancias, que pudiera explicar todas esas conclusiones negativas.
Es verdad que los alimentos que contienen colesterol también tienden a contener grasas saturadas porque ambas provienen de la fuente animal.
También es verdad que ninguna se disuelve en agua, así que para viajar en el torrente sanguíneo tienen que ser transportadas en un tipo de molécula conocido como lipoproteína – como la LDLs (lipropoteínas de baja densidad) y las HDls (lipoproteínas de alta densidad).
Pero siendo compañeros de viaje están estrechamente relacionadas a las grasas y el colesterol ingeridos. Una vez en el cuerpo, la mayor parte de las grasas de la dieta es transportada por los lipocitos en una lipoproteína llamada quilomicrón.
Mientras tanto, el colesterol es producido por el hígado en una vía de increíblemente complicados 13 pasos; el camino que las estatinas interrumpen.
Ningún bioquímico ha sido capaz de explicarme porqué la ingesta de grasas saturadas tendrían un impacto en esta producción hepática.
Por otro lado, el hígado sintetiza grasas, en grandes cantidades. Todo el exceso de carbohidratos que comemos, primero se transforma en glucosa y luego en grasa en el hígado.
Y ¿qué clase de grasas produce el hígado? Grasas saturadas; obviamente el cuerpo no lo considera dañino en absoluto.
Recientemente, la atención ha sido desviada desde los peligros de las grasas saturadas y el colesterol “malo” LDL a los beneficios del colesterol “bueno” HDL, y nuevas drogas que lo elevarían.
Pero la idea de que más colesterol HDL combate la enfermedad cardiaca está construida en fundamentos con igual insustancialidad.
Estas lipoproteínas parecen ser “excavadores”, succionando el colesterol que es descargado cuando una célula muere y traspasándola a otras lipoproteínas, que lo retornan al hígado.
Cosa muy interesante, las lipoproteínas LDL “malas” participan del proceso. La idea parece ser que las HDLs también pueden sacar el colesterol de las placas de arterias bloqueadas.
Sin embargo hay una inmensa diferencia entre absorber el colesterol libre circulante y succionarlo de una placa aterosclerótica que está cubierta con una capa impermeable.
No hay evidencia que las grasas saturadas sean nocivas – y hay montones de “paradojas” donde países con una ingesta muy alta de colesterol no poseen riesgo alto de muerte por enfermedad cardiovascular.
Pero existe un problema más fundamental. La teoría proclama que las grasas y el colesterol le hacen cosas al cuerpo que no tienen sentido.
Para comenzar, las grasas saturadas y el colesterol son tratados como si estuvieran muy relacionados. Una dieta hipograsa disminuye el colesterol; una dieta rica en grasas lo aumenta.
Lo que nunca se explica es cómo funciona esto. No es sorprendente, porque las grasas saturadas no elevan el colesterol. No hay conexión bioquímica entre las dos sustancias, que pudiera explicar todas esas conclusiones negativas.
Es verdad que los alimentos que contienen colesterol también tienden a contener grasas saturadas porque ambas provienen de la fuente animal.
También es verdad que ninguna se disuelve en agua, así que para viajar en el torrente sanguíneo tienen que ser transportadas en un tipo de molécula conocido como lipoproteína – como la LDLs (lipropoteínas de baja densidad) y las HDls (lipoproteínas de alta densidad).
Pero siendo compañeros de viaje están estrechamente relacionadas a las grasas y el colesterol ingeridos. Una vez en el cuerpo, la mayor parte de las grasas de la dieta es transportada por los lipocitos en una lipoproteína llamada quilomicrón.
Mientras tanto, el colesterol es producido por el hígado en una vía de increíblemente complicados 13 pasos; el camino que las estatinas interrumpen.
Ningún bioquímico ha sido capaz de explicarme porqué la ingesta de grasas saturadas tendrían un impacto en esta producción hepática.
Por otro lado, el hígado sintetiza grasas, en grandes cantidades. Todo el exceso de carbohidratos que comemos, primero se transforma en glucosa y luego en grasa en el hígado.
Y ¿qué clase de grasas produce el hígado? Grasas saturadas; obviamente el cuerpo no lo considera dañino en absoluto.
Recientemente, la atención ha sido desviada desde los peligros de las grasas saturadas y el colesterol “malo” LDL a los beneficios del colesterol “bueno” HDL, y nuevas drogas que lo elevarían.
Pero la idea de que más colesterol HDL combate la enfermedad cardiaca está construida en fundamentos con igual insustancialidad.
Estas lipoproteínas parecen ser “excavadores”, succionando el colesterol que es descargado cuando una célula muere y traspasándola a otras lipoproteínas, que lo retornan al hígado.
Cosa muy interesante, las lipoproteínas LDL “malas” participan del proceso. La idea parece ser que las HDLs también pueden sacar el colesterol de las placas de arterias bloqueadas.
Sin embargo hay una inmensa diferencia entre absorber el colesterol libre circulante y succionarlo de una placa aterosclerótica que está cubierta con una capa impermeable.
Autor: Dr. Malcolm Kendrick
Extraído del libro The Great Cholesterol (La gran estafa del colesterol) de Malcolm Kendrick, publicado por John Blake el 29 de Enero.
Publicado por Daily mail
Traducido por la Dra. Mariana Chapochnikoff. Junio 2007.
Las citas de este artículo fueron verificadas en MedLine.
Extraído del libro The Great Cholesterol (La gran estafa del colesterol) de Malcolm Kendrick, publicado por John Blake el 29 de Enero.
Publicado por Daily mail
Traducido por la Dra. Mariana Chapochnikoff. Junio 2007.
Las citas de este artículo fueron verificadas en MedLine.
Fuente: guiahomeopatica, web de la Dra. Mariana Chapochnikoff.
¿Cuán científico es el tratamiento ortodoxo del cáncer?
La profesión médica presume de la rigurosa investigación científica que respalda su enfoque en el tratamiento del cáncer. Alguien que acabe de recibir un diagnóstico de cáncer, se enfrenta a una enorme presión de nuestro sistema sanitario para que inicie inmediatamente un programa de tratamiento médico científico, que incluye cirugía, quimioterapia y radiación, en varias combinaciones. En pleno estado de miedo y conmoción, muchas personas en esta situación no pueden competir con el abrumador poder de la autoridad médica.
¿Cómo reaccionarían ustedes en esta situación? Quizá para los problemas simples de salud se inclinen hacia las terapias naturales, pero para algo tan serio como el cáncer se pueden sentir más seguros con los métodos verificados y comprobados de la atención médica ortodoxa. Sin embargo, si tiene la oportunidad, siga leyendo antes de tomar su decisión final. Usted podrá apreciar mejor el tratamiento natural del cáncer.
En este artículo he reunido algunos pequeños hechos conocidos sobre la ciencia que hay tras el tratamiento ortodoxo del cáncer. En la investigación sobre cáncer, el éxito – expresado en una proporción de supervivencia de cinco años – se establece al comparar otras formas de combinaciones del tratamiento, con los resultados de realizar solamente cirugía. Sin embargo, el índice de éxitos de la cirugía se ha comparado muy pocas veces con los índices de supervivencia de los pacientes que no han recibido ningún tratamiento, y nunca se ha comparado con el de los pacientes que han adoptado terapias naturales. Por tal razón, el tratamiento ortodoxo contra el cáncer es básicamente no científico. En conjunto, el supuesto índice de curación no es superior al que se puede contabilizar por remisiones espontáneas y por el efecto placebo.
En apoyo de mi posición, trascribo las siguientes declaraciones y conclusiones clave, extraídas de publicaciones médicas y científicas: "Los estudios parecen mostrar que una intervención precoz es de ayuda, porque las lesiones pre-cancerosas están incluidas en las extirpaciones tempranas que frecuentemente no se convertirían en cancerosas si se dejasen intocadas [el énfasis es del autor]."
En otras palabras, que las intervenciones precoces parecen ser provechosas porque se extirpan las lesiones que no son cancerosas, pero que se contabilizan como siendo cáncer, y esto mejora las estadísticas de supervivencia. "Tampoco importa si se extirpa mucho o poco de un pecho; el resultado siempre es el mismo" Esta afirmación indica que la cirugía no mejora las oportunidades de supervivencia, si no existiría una diferencia entre la cirugía radical y la extirpación del nódulo.
Los investigadores han dicho que es autocomplaciente continuar sometiendo por lo menos a un 70% de mujeres con cáncer de pecho, a un inútil proceso de mutilación. Además, no existe evidencia de que una mastectomía precoz afecte a la supervivencia; si las pacientes supieran esto muy probablemente rechazarían la cirugía.
En 1993, el editor de The Lancet señaló que, a pesar de las diversas modificaciones del tratamiento de cáncer de pecho, los índices de mortalidad no habían variado. Reconoció que a pesar de los comunicados casi semanales sobre progresos milagrosos, la profesión médica, con su extraordinaria capacidad para el autoengaño (sus palabras, no las mías) con toda sinceridad se han extraviado. Al mismo tiempo rechazaba el punto de vista de quiénes creen que la salvación vendrá de incrementar la quimioterapia post cirugía, justo hasta el punto antes de que pueda matar al paciente. Preguntaba: "¿No sería más científico preguntarse por qué nuestro planteamiento ha fracasado? Yo diría que es un poco tarde para hacerse esta pregunta, tras un siglo de mutilar a las mujeres. El título de este editorial, muy apropiado, es: Cáncer de pecho: ¿nos hemos perdido en el camino?
Básicamente, todos los tipos de combinaciones del tratamiento del cáncer de pecho parecen ser el resultado de índices de supervivencia a largo plazo. La única conclusión que puede extraerse de esto es que el tratamiento convencional no mejora los índices de supervivencia a largo plazo. Peor aún, Michael Baum MD, un destacado cirujano de cáncer de mama, encontró que la cirugía de cáncer de pecho tiende a incrementar el riesgo de recaída o muerte en tres años. También vinculaba que la cirugía acelera el cáncer, estimulando la formación de metástasis en otras partes del cuerpo.
Una de las primeras comparaciones efectuada en Alemania, encontró que las mujeres posmenopáusicas con cáncer de pecho, que no habían sido tratadas, vivían más tiempo que las mujeres que sí lo habían sido, y recomendaba no tratar a las mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama. Esta conclusión confirma un hallazgo de Ernst Krokowki, profesor alemán de radiología. Demostró de forma concluyente que las metástasis son generalmente accionadas por la intervención médica, incluyendo algunas veces incluso una biopsia o una operación no relacionada con el cáncer. Perturbar a un tumor causa que un número cada vez mayor de células cancerosas entren en el torrente sanguíneo, mientras que muchas intervenciones médicas (especialmente la quimioterapia) suprime el sistema inmunitario. Esta combinación es la receta para un desastre. Es la metástasis lo que mata, mientras que los tumores primarios, en general, y los de pecho en particular, pueden ser relativamente inofensivos. Estos hallazgos han sido confirmados por investigaciones recientes, que muestran que la cirugía, incluso si no está relacionada con el cáncer, pueden desencadenar una extensión explosiva de metástasis y conducir a un final prematuro.
De estos primeros informes se deriva que la cirugía radical del cáncer de próstata también tiende a diseminar la enfermedad. En realidad, el cáncer de próstata fue investigado en las primeras pruebas clínicas aleatorias sobre cualquier tipo de cáncer. Tras 23 años, no había diferencia en los índices de supervivencia de los que habían sufrido la operación y los de los controles que no habían sido operados, pero los que habían sido operados tenían una mayor incidencia de estados patológicos, como la impotencia o la incontinencia.
El fallecido H.B. Jones, Profesor de Farmacología Médica, fue un eminente estadístico de oncología de EE.UU. Dijo en una conferencia a la Sociedad Americana de Cáncer, en 1969, que ningún estudio había demostrado que una intervención precoz mejorase las oportunidades de supervivencia. Por el contrario, sus estudios demuestran de forma concluyente que las víctimas de cáncer que no reciben tratamiento viven cuatro veces más, y con mejor calidad de vida, que las que lo han recibido. No hace falta decir que no volvieron a invitarle.
Masajenado las estadísticas
"La estadística es el arte de torturar a los datos hasta que nos dicen lo que queremos oir". FreeNews
Un estudio epidemiológico confirmó el cuestionable valor de la terapia convencional, concluyendo que "las intervenciones médicas contra el cáncer han tenido un efecto insignificante en la supervivencia". Incluso el conservador New England Journal of Medicine publicó un artículo con el siguiente titular: "El cáncer invicto"
La forma habitual de hacer que las estadísticas médicas parezcan más favorables, es la siguiente. Los pacientes que mueren durante tratamientos prolongados con quimio o radioterapia no se contabilizan en las estadísticas, porque no recibieron el tratamiento completo. En el grupo de control, cualquiera que muera se contabiliza.
Además, el éxito es frecuentemente juzgado por el porcentaje de tumores que se reducen, independientemente de si el paciente sobrevive o no. Pero si se mide el índice o duración de la supervivencia, entonces sólo se expresa en términos de muerte por la enfermedad tratada. Normalmente no se muestra cuántos de los pacientes mueren debido al propio tratamiento.
La tendencia actual es coger prematuramente las condiciones pre-cancerosas y tratarlas como si fueran un cáncer. Esto incrementa estadísticamente el número de personas con cáncer, a la vez que prolonga artificialmente el tiempo de supervivencia, y disminuye los índices de mortalidad, haciendo así aparecer como que los tratamientos médicos tienen mucho más éxito. Sin embargo, también puede existir un componente verdadero de mayor supervivencia, ya que un número cada vez mayor de pacientes de cáncer optan por terapias naturales adicionales.
Una investigación sobre los historiales de 1,2 millones de pacientes de cáncer reveló que la proporción de muertes por causas no cancerosas, poco después del tratamiento, era un 200 % más elevado de lo que normalmente se hubiera esperado. Dos años después del diagnóstico y el tratamiento, este exceso en el índice de mortalidad caída al 50 %. La causa más común del índice de exceso de mortalidad que aparecía en la lista era fallo cardíaco y respiratorio. Esto significa que, en lugar de morir varios años después a causa del cáncer, los pacientes morían de los efectos del tratamiento, y esto ayudaba muchísimo a mejorar las estadísticas de cáncer, ya que no morían estrictamente de cáncer. Este engañoso informe sobre las muertes por cáncer ha conducido a solicitar estadísticas más honestas.
Tras analizar varios extensos estudios de proyecciones de mamogramas se encontró que las mamografías conducían a tratamientos más agresivos, sin beneficios de supervivencia; incluso el editor de The Lancet tuvo que admitir que no hay evidencia fiable de extensas pruebas al azar que apoyen los programas de realización de mamografías. El significado de esta declaración va mucho más allá del uso de los mamogramas.
Es ampliamente conocido por los que proponen la medicina convencional, que no tienen manera efectiva de ayudar a los pacientes de cáncer avanzado. Hasta ahora, el grito de atención ha sido siempre: "Detéctalo precozmente, así se puede curar". Estos estudios de evaluación de mamogramas demuestran que no importa cuándo se detecte el cáncer, los métodos convencionales son inútiles, tal como lo es globalmente la multibillonaria en dólares industria del cáncer (mi conclusión)
(A 13-year Canadian study )Un estudio canadiense de trece años de duración, sobre 40.000 mujeres, comparó los exámenes físicos del pecho, con exámenes además de mamografías. El grupo de examen más mamografía tenía más extirpaciones y cirugías, con un porcentaje de mortalidad de 107, en comparación con 105 muertes en el grupo de examen físico.
Ductal Carcinoma In Situ (DCIS) es un tumor de mama de forma no invasiva. Muchos casos de DCIS son detectados a través del uso de mamografías. En las mujeres jóvenes, el 92 % de todos los cánceres detectados por mamografía son de este tipo. Sin embargo, como media, un 44 % - y en algunas áreas – un 60 % de estos tumores son tratados por mastectomía. Ya que la mayoría de estos tumores son inofensivos, este tratamiento innecesario hace que las estadísticas de supervivencia parezcan ser mejores de lo que realmente son.
En tanto que el diagnóstico convencional es invasivo, y puede ayudar a extender el cáncer, un tipo de escreening electrodérmico – llamado prueba Biofield - desarrollado por un equipo de ocho hospitales y universidades europeas, apareció reseñado en The Lancet como teniendo un 99,1% de precisión en el diagnóstico de malignidad de los tumores de pecho
Un extenso meta análisis de los resultados de la radioterapia en el cáncer de pulmón mostró que, tras dos años, había un 21 % más de muertes en el grupo que recibía radioterapia además de cirugía, en comparación con los que habían recibido sólo cirugía. El artículo de The Lancet declaraba que lo racional es matar las células cancerosas que pudieran haber quedado tras la cirugía, pero es una vergüenza que los hechos no concuerden con esta teoría.
Quimioterapia: la ruleta rusa médica
La quimioterapia para niños con leucemia y con la enfermedad de Hodgkin es la pieza de orgullo del discutible y aparente éxito de la terapia ortodoxa de cáncer. Ahora bien, un estudio con seguimiento a largo plazo muestra que tales niños desarrollan 18 veces más cánceres malignos secundarios en su vida. Y todavía peor, las chicas tienen 75 veces (un 7,500 %) más alto el riesgo de desarrollar un cáncer de pecho cuando lleguen a los cuarenta. Un grave problema parece ser el desarrollo de fondo (deep or systemic) o sistémico de infecciones por Candida Albicans, poco después de haber iniciado la quimioterapia. Si estas infecciones no son tratadas convenientemente, es probable que se produzcan recidivas o futuros problemas de salud.
Un estudio sobre el cáncer de ovarios encontró que el riesgo de desarrollar leucemia tras el tratamiento con quimioterapia se incrementaba 21 veces, o un 2,100 %. Aparecía una clara dependencia en la dosis de quimioterapia, por medio de la cual la incidencia de que se desencadenase una leucemia se duplicaba entre los grupos con dosis bajas y moderadas, y se cuadriplicaba entre los grupos con dosis moderadas y altas. Habitualmente, también se desarrollan otros tumores tras tratar a los malignos con quimioterapia. En una prueba de mieloma múltiple, no se encontró ventaja alguna en usar la quimioterapia comparada con no usar tratamiento alguno.
El respetado bioestadista alemán Ulrich Abel presentó un amplio análisis realizado en más de 3.000 pruebas clínicas, sobre el valor de la quimioterapia para los carcinomas avanzados (por ejemplo, en el cáncer de pecho. Los oncólogos tienden a utilizar la quimioterapia porque puede inducir a una reducción temporal del tumor, llamada respuesta; sin embargo también tiende a producir desagradables efectos secundarios). Abel concluyó que no hay evidencia directa de que la quimioterapia prolongue la supervivencia en estos casos. Abel declaró: "Muchos oncólogos dan por supuesto que la respuesta a la terapia prolonga la supervivencia, una opinión basada en la falacia, y que no está avalada por estudios clínicos".
Ralph W. Moss, PhD, en "Cuestionando a la Quimioterapia", proporciona un análisis detallado sobre este tema. La conclusión general del libro es que, por lo que se refiere a la mayoría de cánceres, no hay evidencia de que la quimioterapia alargue la vida.
Sin embargo, incluso aunque la quimioterapia alargase la vida unos pocos meses, ¿qué pasa con la calidad de esta vida? Tom Nesi, antiguo Director de Asuntos Públicos de un gigante farmacéutico, Bristol-Myers Squibb, escribió en el New York Times sobre el éxito del tratamiento de su mujer, que estadísticamente le alargaba la vida tres meses. Dos semanas después del tratamiento, ella garabateaba en un bloc de notas: "Debilitada. No más, por favor". No me sorprenden los informes que dicen que muchos oncólogos no someterían a los miembros de sus propias familias a estos tratamientos.
El tratamiento completo
Virginia Livingston (más tarde Virginia Livingston-Wheeler), una notable investigadora de cáncer, y terapeuta, en su libro: "Cáncer: un nuevo adelanto", hace un relato de uno de los muchos pacientes a los que vio, que acudieron a ella después de recibir el tratamiento médico completo de un cáncer de pecho.
"Tras descubrirle un pequeño bulto en el pecho, le hicieron una mastectomía radical. Ninguno de los nódulos linfáticos extirpados de la axila estaba afectado; todo el cáncer había sido extraído con éxito. Para asegurarse de que no se reproduciría en las cicatrices, recibió tratamiento de radiación, y también se le extirparon los ovarios.
"Para espanto suyo, un año después aparecieron varios pequeños nódulos sobre la antigua cicatriz del pecho. Recibió de nuevo radiaciones. Aparecieron más nódulos en el cuello, que se trataron con más radiación. Además se le administró terapia hormonal masculina, lo que le produjo acné y grueso vello facial. Y los nódulos reaparecieron. Se le aplicó entonces quimioterapia, con los habituales efectos secundarios.
"Antes de que volviera a crecerle el cabello, el dolor de huesos que sentía fue diagnosticado como cáncer de huesos. Más quimioterapia y terapia hormonal con la expectativa de que fueran de ayuda. Sin embargo, varios meses después, las lesiones en los huesos empeoraron y se procedió a la extirpación de sus glándulas suprarrenales. Con optimismo, esto prolongaría su sufrimiento durante otro año. Tras lo cual la extirpación de su glándula pituitaria podría alargarle la vida entre tres y seis meses más.
"Llegada a ese punto, su fe en sus consejeros médicos estaba tan vapuleada que acudió a la Dra. Livingston en busca de ayuda. Pidió ser examinada sin que su marido se hallase presente, ya que quería ahorrarle la agonía de ver su cuerpo desnudo, deformado, mutilado y apergaminado, con un abdomen inmensamente hinchado y piernas flacas. Finalmente ella murmuró: "Doctora, ¿tendré que matarme a mí misma?
Conspiración de silencio
¿Por qué ellos están haciendo esto? (con "ellos", me refiero a lo que vulgarmente es llamado "The Cancer Establishment" - el cartel del cáncer). Creo que la respuesta la dio el eminente comentarista médico, y antiguo editor de New Scientist, Dr. Donald Gould, en un artículo intemporal denominado: "Cáncer: una conspiración de silencio". El subtítulo resume su posición: "Los cánceres más comunes son tan resistentes al tratamiento hoy en día como lo eran hace 40 ó 50 años. No se gana nada pretendiendo que la batalla contra el cáncer está siendo lenta pero certeramente ganada".
Esta verdad ha sido deliberadamente escondida del público en general. Según Gould, la razón de esta conspiración de silencio es el dinero. El público debe seguir viendo al Cancer Establishement como un ganador, para continuar aportando dinero. Uno de los científicos a los que se mencionaba, dijo que con decenas de miles de radiólogos y millones de dólares invertidos en equipamiento, el tratamiento de radiación se daba incluso si, estudio tras estudio, quedaba demostrado que era más perjudicial que beneficioso.
Gould también es de la opinión que los pacientes, que podrían estar más cómodos sin tratamiento médico hasta su inevitable muerte, con el tratamiento médico eran convertidos en miserables en un intento sin sentido de posponer la muerte durante unas pocas e infelices semanas. Pero, desde luego, es cuando más dinero se hace. Gould siente que ellos envenenan a sus pacientes con drogas y radiación, y los mutilan con cirugía innecesaria, en un desesperado intento de tratar lo intratable.
No han cambiado mucho las cosas desde que Gould escribiera ese artículo en 1976. En una reciente edición de The Moss Repports (Los informes Moss), podemos leer que la supervivencia a largo plazo de los cánceres más comunes, como el de próstata, pecho, colon-recto, y pulmones "apenas se ha movido desde los 70". En resumen, esto significa
que no ha habido mejoras significativas en los índices de supervivencia del cáncer desde final de los años 70, ni en los 80.
Los fundamentos científicos para la aprobación de medicamentos
Resulta también interesante conocer los fundamentos científicos en que se apoya la aprobación de medicamentos contra el cáncer. Muchos de estos medicamentes venían inicialmente de los EE.UU. En el pasado, una empresa debía proporcionar dos pruebas favorables y ampliamente aleatorias para obtener la aprobación de la FDA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos. "Favorables" significa que debía existir una cierta proporción de disminución tumoral, que persistiera por lo menos durante un mes. No era necesario demostrar que el tratamiento prolongaba la supervivencia, y no era necesario proporcionar resultados de cualquiera de los desenlaces desfavorables del mismo medicamento.
Estas pautas "estrictas y científicas" se relajaron durante la era Clinton, y las empresas farmacéuticas pueden ahora obtener la aprobación de la FDA basándose en pequeñas pruebas preliminares, incluso aunque una más amplia prueba aleatoria pueda resultar desfavorable. En una notable declaración sobre la aprobación de medicamentos, un portavoz del FDA señaló que cualquier retraso en la aprobación no significaría muertes innecesarias porque "todos estos tratamientos para cánceres avanzados no curan a la gente".
La situación quizá sea peor que un caso de tratamientos que únicamente carecen de efectividad. Un grupo de respetados investigadores revisó toda la evidencia estadística publicada sobre las consecuencias de los tratamientos médicos, y mostró que el sistema médico es ahora la principal causa de muerte y lesiones en los Estados Unidos. En el 2001, las muertes atribuibles a enfermedades cardíacas fueron 666.697; la cifra para el cáncer fue de 553.251, mientras que para las intervenciones médicas era de ¡783.936 por año! Coherentemente, el título de este estudio es "Muerte por Medicina"
Podrían preguntarse ustedes por qué las autoridades sanitarias cierran los ojos ante estas fatalidades masivas, causadas mayoritariamente por los medicamentos, mientras concentran sus energías en la supresión de los complementos dietéticos y remedios naturales.
Un síntoma de esta actitud oficial es la reciente epopeya de Pan Pharmaceuticals, cuando en el 2003 el gobierno australiano llevó a la bancarrota al mayor fabricante local de remedios naturales, supuestamente porque existía una posibilidad de que estos productos pudieran enfermar o incluso matar a alguien.
Según mi opinión, la razón principal de esta actitud oficial distorsionada es el hecho de que los departamentos sanitarios y las autoridades reguladores están dominadas por los doctores médicos, a los que se les ha enseñado (con dinero parcialmente pagado por las empresas farmacéuticas) a creer que los medicamentos son benéficos, y que los remedios naturales son potencialmente peligrosos. A pesar de que una gran mayoría de la población occidental prefiere los remedios naturales, casi todos los partidos políticos promocionan la dependencia de las drogas farmacéuticas.
Por esta razón, como primer paso para el cambio de este opresivo clima político, necesitamos urgentemente un partido político que promocione el cuidado sanitario por medios naturales en vez de la dependencia medicamentosa.
Podemos encontrar un indicio para la causa de esta apabullante estadística de "Muerte por Medicina" en una editorial de Richard Smith para el British Medical Journal: "Sólo un 15% de los artículos de las revistas médicas son científicamente válidos, y en parte, porque muchos tratamientos nunca han sido absolutamente evaluados".
Una buena prueba de la naturaleza no científica de la investigación médica fue el reciente fiasco con la terapia de reemplazo hormonal (TRH). Hace varias décadas, se demostró en una investigación "rigurosamente científica" que era segura y efectiva, Si no, no hubiera sido aprobada. Se la promocionó fuertemente como protectora contra las enfermedades cardíacas y contra el cáncer. Ahora cada nueva prueba demuestra que la TRH es peligrosa, y que incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y cáncer.
¿Qué falló? ¿Por qué ésto no se vio con anterioridad? Simplemente porque la investigación original se llevó a cabo con el objetivo de generar beneficios, mientras que los investigadores actuales no comparten ninguno de estos beneficios. Por tal razón, desconfío de cualquier investigación que es llevada a cabo con ansias de beneficios en la mente. Desgraciadamente, esto se aplica hoy en día a la mayoría de investigaciones médicas.
El camino hacia delante
Hace ahora 32 años que el Presidente Nixon declaró la guerra al cáncer. Desde entonces, se han gastado 2 trillones de dólares en los tratamientos e investigación convencional del cáncer, con el resultado de que ahora están muriendo de cáncer muchas más personas que antes. A pesar de que existen varios estudios que evalúan los efectos de varios nutrientes sobre diferentes cánceres, ninguno de los dos trillones de dólares ha estado disponible para que los terapeutas naturales llevasen a cabo pruebas de terapias holísticas sobre el cáncer. Los terapeutas naturales han tenido que hacer frente a un siglo de persecución, muchos de ellos habiendo sido llevados a juicio y acabando en la cárcel.
¿No sería más científico evaluar los métodos de los terapeutas naturales contra el cáncer, antes de meterlos en la cárcel? En Estados Unidos, muchas clínicas alternativas contra el cáncer han tenido que trasladarse a Méjico. (Para ver la lista de este tipo de clínicas en todo el mundo, ir a la página web http://www.cancure.org)
Un enfoque holístico del cáncer incluye una mejor nutrición, plantas, electromedicina y vibración o medicina energética, sanación emocional y terapia mental. El único estudio del que se haya informado, y que compara un enfoque holístico, concierne la terapia de Gerson, en una evaluación de porcentajes de supervivencia de cinco años, efectuada en 153 pacientes con melanoma. En él, sobrevivieron todos los pacientes en estadios 1 y 2 que recibieron en un 100 % la terapia de Gerson, en contra de sólo un 79 % de supervivientes de los que reciberon terapia convencional. En cánceres de estadio 3 (metástasis regionales) las cifras fueron, respectivamente un 70 % y un 41 %; en estadio 4 (metástasis distales), sobrevivieron un 39 % con Gerson, y un 6 % con la terapia convencional.
Muchos terapeutas naturales de cáncer proclaman índices de éxito de más de un 90 % en la detención y reversión del cáncer, siempre y cuando los pacientes no hayan sido sometidos con anterioridad al tratamiento ortodoxo. El tratamiento más perjudicial parece ser la quimio y la radioterapia.
Por todo esto, si usted tiene que afrontar un cáncer, le sugiero que resista y haga sus acciones sin miedo y sin presión. La situación difícilmente será tan urgente que usted tenga que tomar una decisión inmediatamente. En lugar de eso, haga su propia investigación a través de los libros, las revistas e Internet, y luego confíe en su sentido común y su intuición.
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Autor: Walter Last. Trabajó como bioquímico y químico de investigación en los departamentos médicos de varias universidades alemanas, y en Bio-Science Laboratories, en Los Ángeles, EE.UU. Posteriormente trabajó como nutricionista y terapeuta natural en Nueva Zelanda, donde vive actualmente.
Traducción castellano: Axel Makaroff.
Fuente: FreeNews.org
Etiquetas:
Cáncer,
Crítica sanitaria,
Medicinas alternativas
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