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EL LEGADO CIENTIFICO DE MADELEINE BASTIDE

RESUMEN
Nuestro trabajo está basado en la obra de la Dra. Madeleine Bastide (fallecida en 2007), fue profesora de Inmunología en la Facultad de Farmacia de Montpellier, además de investigadora en dicha facultad y perteneció también al grupo de investigación GIRI: (Groupe International de Recherche sur l´Infinitesimal).
Dedicó sus esfuerzos a demostrar en el ámbito del laboratorio los principios de la Medicina Homeopática y demostró la actividad de las dosis mínimas en experimentaciones de laboratorio.
Es evidente que los estudios que consideran al viviente en su totalidad, interactuando con el medio, van a tener un marco muy distinto a las investigaciones que consideran al viviente como una yuxtaposición de sistemas mecánicos basados en el dogma de que todo es molecular,(herederos del positivismo: paradigma mecanicista).
A continuación describimos dos de los numerosos modelos experimentales que M.Bastide realiza concernientes a la ley de infinitesimalidad:
1- Polluelos a los que se ha realizado la ablación quirúrgica de la Bolsa de Fabricio en estadío embrionario precoz, e inmunizados con tiroglobulina porcina (Tg), si son tratados con altas diluciones de bursina, se restauran las respuestas hormonales e inmunitarias específicas.
2- Trabajos con timulina diluida y dinamizada:
a) Disminuye la respuesta inmune humoral y celular en ratones sanos y la estimula en ratones inmunodeficientes.
b) Protege a ratones irradiados durante la estación cálida.
Un aspecto en el que Madeleine insiste en su obra es la necesidad de integrar los principios de Infinitesimalidad, Similitud y Totalidad cuando queremos estudiar la Medicina Homeopática.
En un punto de su recorrido asocia su investigación con Agnes Lagache, filósofa, con la cual propone un nuevo paradigma que explique y de sentido a la Homeopatía: el paradigma informacional o de los significantes, desarrollado en su libro Signal and Images. Este paradigma pone en juego la comunicación analógica, permitiendo comunicaciones no simbólicas a nivel corporal.

INTRODUCCION
La Dra Madeleine Bastide (fallecida en 2007) fue profesora de Inmunología en la Facultad de Farmacia de Montpellier, además de investigadora en dicha facultad y perteneció también al grupo de investigación GIRI: (Groupe International de Recherche sur I'Infinitésimal).
Dedicó sus esfuerzos a demostrar en el ámbito del laboratorio los principios de la Medicina Homeopática.
El principio de las Dosis Mínimas, la actividad de las medias y altas diluciones preparadas según el método usado en Homeopatía, es el punto que más controversia genera en el debate actual sobre la cientificidad o no cientificidad de la Medicina Homeopática, y ella demuestra la actividad de estas dosis mínimas en experimentaciones en laboratorio.
Sin embargo, no podemos separar el principio de Dosis Mínima en Homeopatía del resto de los principios que la conforman: Similitud y Totalidad.
Es evidente que los estudios que consideren al viviente en su totalidad, interactuando con el medio, van a tener un marco muy distinto a las investigaciones que consideran al viviente como una yuxtaposición de sistemas mecánicos basados en el dogma de que todo es molecular.
En un punto de su recorrido asocia su investigación con Agnes Lagache , filósofa, con la cual propone un nuevo paradigma que explique y de sentido a la medicina Homeopática : el paradigma informacional o de los significantes, desarrollado en su libro Signal and Images.
Nuestro propósito es mantener vivo no solo el recuerdo de Madeleine Bastide, sino también su trabajo, reconociendo su importancia como una prestigiosa figura en nuestra historia reciente, cuya actualidad hemos tenido el placer de disfrutar esta tarde.

CIENCIA Y PARADIGMAS
Ciencia se puede definir de muchas formas, pero Mario Bunge nos dice que ciencia es "un cuerpo de ideas que puede caracterizarse como conocimiento racional, sistemático, exacto y verificable, y por tanto, falible, por medio de la cual, el ser humano ha alcanzado una reconstrucción conceptual del mundo, que es cada vez más amplia, profunda y exacta."
Para Kuhn, "ciencia normal" significa investigaciones basadas firmemente en una o más realizaciones científicas pasadas, realizaciones que, alguna comunidad científica particular reconoce como fundamento para sus prácticas posteriores. Cuando la profesión no puede pasar por alto ya las anomalías que subvierten la tradición existente de prácticas científicas, se inician las investigaciones extraordinarias que conducen, por fin a la profesión a un nuevo conjunto de compromisos, una base nueva para la práctica de la ciencia. Estas son las revoluciones científicas. (1)
A lo largo de la Historia, hemos podido comprobar como precisamente esas investigaciones extraordinarias de aquellos científicos que se asomaban a lo desconocido, al enigma, eran primero incomprendidas, luego desautorizadas y finalmente aceptadas.
La aceptación llega tardíamente porque previamente se produce una tensión en los paradigmas instalados en relación a los nuevos.
¿Qué es un paradigma?: Podemos definir paradigma como “un conjunto de realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica.”
Para ser aceptado como paradigma, una teoría debe parecer mejor que sus competidoras . Pero no necesita explicar, y de hecho nunca lo hace, todos los hechos que se pueden confrontar con ella”. (1)
Un paradigma es pues, un modelo o patrón aceptado.
“Ninguna parte del objetivo de la ciencia normal está encaminado a provocar nuevos tipos de fenómenos; en realidad, a los fenómenos que no encajaran dentro de los límites mencionados, frecuentemente ni siquiera se los ve. Tampoco tienden los científicos normalmente a descubrir nuevas teorías y a menudo se muestran intolerantes con las formuladas por otros….ya que la investigación científica normal, va dirigida a la articulación de aquellos fenómenos y teorías que ya proporciona el paradigma.”(1)
Enfocándonos en nuestra realidad, Madeleine Bastide considera que todo el debate se sitúa entre los herederos del positivismo que asimilan al viviente como una yuxtaposición de sistemas mecánicos basados sobre el dogma de que todo es molecular y los defensores de otras acepciones integrando las particularidades del viviente, su capacidad creativa, su adaptabilidad, su facultad de integrarse en el entorno y su temporalidad.(5,6,7)
Ella nos habla de tres paradigmas:
Paradigma mecanicista: La ciencia biológica contemporánea es analizada como una ciencia físico-química siguiendo a Claude-Bernard. Es el estudio del objeto y de sus interacciones físicas y químicas, sobre el principio fundamental de la interacción molécula-receptor.
Paradigma simbólico: Del mundo del pensamiento, del lenguaje discursivo, que presupone la capacidad de abstracción.
Paradigma de los significantes biológicos: Nuevo paradigma propuesto por A.Lagache, el cual pone en juego la comunicación analógica, permitiendo comunicaciones no simbólicas a nivel corporal.
Madelaine Bastide diferencia las características de la farmacología molecular clásica y la farmacología informacional.
La primera está basada en la interacción molécula-receptor, la segunda concierne a todo el organismo.
En cuanto a las diluciones homeopáticas ,en diluciones superiores a la 10CH, no hay ya moléculas de la substancia.
En la farmacología molecular, hay que demostrar la actividad de las moléculas en el
sistema biológico. Ella realizó investigaciones en las que pudo observar el efecto de las altas diluciones de moléculas endógenas (Por ejemplo: timulina).
La farmacología molecular siempre depende de la vida media de la substancia; se constituye de acuerdo a la evaluación de la concentración tisular y es independiente del estado del organismo.
En la farmacología informacional, se ha observado una memoria biológica, no necesita una molécula, solo información que sea transportada, y sí depende del estado del organismo receptor.
Por lo tanto, la actividad molecular es testada en un sistema aislado y es siempre reproducible. La farmacología informacional, es totalmente dependiente del entorno, y la reproductibilidad no siempre se consigue.
Madeleine considera que debido a todo esto, se deberá acordar el uso y los límites del método experimental de acuerdo al modelo experimentado.
En este punto, queremos también citar a Sergio Abanades y Marta Duran, especialistas en farmacología clínica, cuando dicen que “el paradigma científico predominante establece que las moléculas intactas son necesarias para la eficacia de los medicamentos, lo que a algunos sirve de excusa para descartar a priori las numerosas evidencias científicas a favor de un efecto biológico de la homeopatía” (3) Estos autores añaden que “ Las ultradiluciones de los medicamentos homeopáticos son capaces de inducir efectos biológicos comprobados tanto en células o en sistemas aislados de células (estudios in vitro) como en modelos con animales o con plantas (estudios in vivo).
También citaremos a Kunh en su libro “La estructura de las Revoluciones Científicas” cuando dice que “con frecuencia un paradigma, desarrollado por un conjunto de fenómenos, resulta ambiguo al aplicarse a otro estrechamente relacionado.”(1) Por tanto, el paradigma mecanicista es inadecuado para evaluar los experimentos válidos para la medicina homeopática, para la cual la globalidad, la similitud y las altas diluciones son principios fundamentales. Y este mismo autor insiste repetidamente en que cada una de las ciencias necesita su propio paradigma.
Esta revisión de modelos científicos, en relación a acercarnos a las propuestas de la medicina homeopática, nos llevan necesariamente a hacer un brevísimo apunte de un concepto científico fundamental:

La HORMESIS
Término usado por primera vez por Southman y Ehrlic en 1943 de la universidad de Idaho.
Hormesis se define como el fenómeno de relación entre dosis y respuesta caracterizado por una estimulación a dosis bajas y una inhibición a dosis altas.
Los precursores son Arndt y Schultz.
Por ejemplo, el ácido acetil salicílico (Aspirina) a fuertes dosis disminuye la formación de trombos en vivo, mientras que en altas diluciones la acelera (Doutremepuich y cols 1990-1994)(11)
El modelo de auto-recuperación (self-recovery) (Efecto rebote y hormesis ) : es un modelo propuesto por numerosos investigadores y algunos homeópatas como la explicación de base de la medicina Homeopática. Así, Hahnemann dice en el parágrafo 64 de la 6ª edición del Organón:
“Cada efecto primitivo de un medicamento, que, dado en grandes dosis es capaz de alterar fuertemente el estado de un cuerpo sano, es seguido de un estado justamente opuesto producido por nuestra fuerza vital cuando éste es posible” (12)
Madeleine afirma sin embargo, que el efecto rebote estaría ligado a una presión molecular o física muy fuerte, que en el curso del tiempo provocaría una serie de oscilaciones compensatorias cada vez más débiles que serían muy diferentes de la acción de la imagen de la enfermedad representada por la patogenesia (11)
La Hormesis, y su aplicación más comúnmente designada como “mitriditización”, se caracteriza por un aumento de las capacidades de defensa del organismo contra los tóxicos. “Los organismos estresados por un tóxico a dosis no mortales escogerán el mejor procedimiento de supervivencia: el más simple es una estimulación del crecimiento”. Todos los organismos vivos sea cual sea su lugar en la escala biológica, desde las bacterias a los mamíferos, muestran esta especie de defensa adaptada a la agresión. Si el estrés viene determinado por un agente físico como el calor o químico como un tóxico, por ejemplo, metales pesados, “la defensa se organiza por medio de moléculas de protección o proteínas de estrés, presentes en todos los organismos. Estas moléculas son secretadas en el momento de la agresión. Un sistema de protección designado como mitridatización es una aplicación directa de estas propiedades; las concentraciones ponderales utilizadas en pretratamiento antes de la intoxicación son una aplicación de la Hormesis puesto que ellas pueden provocar la liberación efectiva de moléculas de defensa. Una segunda intoxicación no será tan letal en razón de la presencia de moléculas de estrés liberadas después de la primera aplicación del tóxico (como una isoterapia). El organismo así pretratado es protegido de manera proporcional a la cantidad de moléculas de defensa presentes.”(8,10).
Madeleine participó en la realización de modelos experimentales que estudian el efecto de diluciones homeopáticas de productos de origen biológico en una especie de “endo-iso-terapia”, en estas experimentaciones verificaron la radioprotección de las altas diluciones de timulina, bursina e interleukina 3. Se evaluaron las modificaciones en el ratio de mortalidad en ratones irradiados tratados con altas diluciones de estas 3 moléculas, comparando con ratones control irradiados no tratados. Demostraron que las altas diluciones de moléculas pertenecientes al sistema inmune fueron capaces de modular la radiorresistencia del ratón irradiado durante la estación cálida, correspondiendo a la acrofase de la respuesta celular inmune. (13)
El modelo de ISOTERAPIA-ISOPATIA puede darse en relación a dosis ponderales o usando modelos de altas diluciones.
Varios experimentos de Madeleine en relación a la isopatía serán revisados ampliamente en el capítulo que analiza experimentos con altas diluciones, por ejemplo trabajos con Timulina en ratones y con Bursina en pollos.
Los efectos de las altas diluciones comienzan con la terapéutica homeopática. Sin ella los científicos no habrían imaginado probar sustancias tan diluidas que no contienen moléculas. Precisamente, el uso terapéutico ha probado que, diluciones por debajo del número de Avogadro pueden tener efectos biológicos.
Cuando queremos estudiar realmente la Medicina Homeopática, ha de ser integrando los principios de Infinitesimalidad, Similitud y Totalidad. Madeleine en múltiples ocasiones reflexiona sobre la dificultad de encontrar modelos experimentales que aborden la totalidad y la similitud fuera de los modelos de terapéutica homeopática.
“La única aproximación experimental posible concierne a la ley de infinitesimalidad. Sin embargo, estos modelos de infinitesimalidad aparecen rápidamente ligados al concepto de Totalidad y Similitud”.(18) En toda ciencia, la estructura del pensamiento (o el paradigma utilizado) permiten concebir los modelos experimentales necesarios para la comprensión de los fenómenos: Una organización calculada de los diversos parámetros a estudiar es siempre indispensable para la puesta en evidencia de un efecto.
Aquí es donde Madeleine nos habla de la Homeopatía como terapéutica basada en “la información de los significantes corporales”, esta aproximación teórica está construida y propuesta por A.Lagache (1988) en los “Echos du Sensible”. (11)
Los tres principios fundamentales de la Homeopatía son interdependientes: las diluciones infinitesimales aportan al organismo una información del remedio correspondiente a la enfermedad artificial que tiene lugar en una relación de similitud para el organismo entero. Solamente a la luz de esta relación es donde se pueden interpretar los modelos experimentales.
M.Bastide cita en su obra investigaciones realizadas de acuerdo a la LEY DE SIMILITUD.
La mayoría de los modelos experimentales en referencia a la ley de similitud están basados en síntomas locales (11):
1.- Investigadores israelitas han tratado ratones con agua de beber que contenía diluciones de Silícea: 5CH, 30CH, 200CH, con el objeto de acelerar un proceso de cicatrización. El efecto terapéutico fue mayor a más alta dilución, la dilución más activa fue la 200 CH.
2.-Se observó una acción psicofarmacológica de la sempervidina sustancia extraída de Gelsemium sempervivens muy utilizada en Homeopatía, evidenciada en ratones por un grupo italiano. Diluciones de 5CH, 7CH y 30 CH han sido capaces de disminuir significativamente la ansiedad de la rata. (19)
A continuación desarrollamos brevemente dos de los numerosos modelos experimentales que M.Bastide realiza concernientes a la ley de infinitesimalidad.

1.-El primer trabajo se refiere a estudios en el animal demostrando que altas diluciones de una molécula endógena característica de un órgano son capaces de suplir el funcionamiento del órgano de donde procede:
La ablación quirúrgica de la Bursa de Fabricio en polluelos recientemente salidos del huevo altera la actividad adrenocortical basal o la inducida por estrés. La Bursa de Fabricio es activa muy precozmente y el tejido búrsico es colonizado por los precursores de las células hematopoyéticas entre el 8 y el 14 día de incubación. Los polluelos bursectomizados en el estadio de jóvenes embriones pueden producir Ig M, Ig G y IgA pero son incapaces de fabricar anticuerpos específicos en respuesta a estimulaciones antigénicas repetidas .Examinaron las respuestas adrenocorticotropa y pineal después de la estimulación antigénica repetida en pollos bursectomizados en un estadio embrionario precoz, inmunizados con tiroglobulina porcina(Tg). Los títulos de anticuerpos anti-Tg también se midieron. Se mostró que la producción de 3 hormonas (ACTH, Corticosterona y Melatonina) y de Acs específicos estaban notablemente reducidas en los pollos bursectomizados. La administración en el huevo de bursina (tripéptido aislado de la Bursa de Fabricio) a diluciones más allá del Nº de Avogadro, pudo restaurar las respuestas hormonales e inmunitarias específicas. Paradójicamente la concentración más fuerte de bursina fue ineficaz, las mejores respuestas se obtuvieron con las dosis más débiles (100 pg, 100fg) o por altas diluciones. (18)

2.-El segundo trabajo está realizado con Timulina diluida y dinamizada en ratones, valorando alteraciones inmunes:
La Timulina es una hormona (nonapeptido) circulante, cuya función principal es la maduración de linfocitos T. La Timulina fue diluida por el método homeopático al 1/100. Se trata de un ensayo sobre la respuesta humoral y celular en ratones sanos.
1º.- Ensayos realizados sobre la respuesta específica humoral y celular en ratones sanos y en ratones inmunodeficientes:
Se usaron ratones normales SWISS inmunizados con glóbulos rojos de cordero, tras ser tratados previamente vía intraperitoneal los días 15, 13, 11 y 8 antes del sacrificio, y el Ag se inyectó el 4º día antes del sacrificio. Las diluciones usadas eran 4CH (1nanogr), 7CH, 9CH y 11 CH Resultado: disminución significativa y reproducible de la respuesta de Acs para las diluciones mayores comparada con los obtenidos con el solvente no dinamizado (También ocurre en la inmunidad celular)
Ratones inmunodeficientes genéticamente, cuyo timo involuciona precozmente, por lo que son deficientes en hormonas tímicas , (NZB) New Zealand Black, han sido escogidos para estudiar la posibilidad de un efecto corrector de diluciones homeopáticas de timulina, tratados con Timulina 4, 7 ,9 y 11 CH .Las 4 preparaciones estimulan espectacularmente la respuesta humoral .Las 4CH y 9CH evaluadas en otros experimentos estimularon también fuertemente la respuesta celular.”
2.- La timulina usada en modelos de restauración de la capacidad inmunitaria del ratón (Radioprotección o post-quimioterapia)
Se usa un modelo de irradiación total (total body irradiation: TBI) en ratones BALB/c. Estos ratones han sido tratados antes y después de la irradiación con agua de bebida con altas diluciones de una mezcla de Timulina, Bursina, e Interleukina 3 (Multi-colony stimulating factor).El objetivo es comparar las tasas de mortalidad de ratones tratados por altas diluciones y los ratones control (irradiados no tratados). Los ratones han sido tratados 48 horas antes de la irradiación y a lo largo de la experimentación.
Los resultados han mostrado una protección que llegó al 85% de supervivencia durante la estación cálida (marzo, mayo junio y julio) y ninguna protección o agravación durante la estación fría , en particular Diciembre, Enero y Febrero. Estas respuestas ligadas a las variaciones circanuales de la respuesta inmune han sido verificadas al año siguiente. Se ha comprobado que la respuesta celular es máxima durante la estación cálida y mínima durante la fría.
El periodo durante el cual la respuesta es máxima, permite la acción de los inmunomoduladores utilizados. Al contrario, el estado más frágil de los ratones en la estación fría no permite este efecto y por ello, la diluciones pueden provocar una fuerte agravación y la muerte de los ratones.
Además de verificar la acción de las altas diluciones, se encuentra con dos particularidades experimentales (11):
1.- El efecto farmacológico del agua pura dinamizada
2.- La agravación irreversible desencadenando un estado patológico más grave en los sujetos tratados que en los testigos.
En relación al efecto farmacológico del agua pura dinamizada citamos un experimento realizado sobre ratones timectomizados o tratados con Ciclofosfamida (200mg/Kg) para estudiar el efecto de inmunorestauración de la timulina diluida y dinamizada. El solvente dinamizado da resultados elevados de anticuerpos; tenemos la hipótesis de la existencia de un remanente importante de timulina en los animales timectomizados a la edad de 15 días. En este caso, parece que el solvente diluido y dinamizado es capaz de amplificar la información de las moléculas endógenas presentes. (14, 15, 16, 17, 13, 6, 7)
La observación de efectos agravantes, en general fácilmente reversibles en modelos que utilizan la ley de similitud son mucho más impresionantes en modelos que utilizan moléculas endógenas. En el experimento de los ratones irradiados y tratados por altas diluciones de timulina, se observó una tasa de mortalidad más elevada en los ratones tratados. M.B. indica que es evidente que la ausencia de una similitud vuelve difícil la interpretación de la información. En ausencia de similitud, según el estado del sujeto, el poder de la información puede llevar a una sobrecarga informativa que conduzca a una agravación que pueda ser dramática sobre todo si el sujeto es débil como es el caso de los ratones.
Todas estas observaciones y experimentaciones, llevan a Madeleine Bastide a considerar que la Homeopatía es una terapéutica científica, con una posibilidad de verificación experimental. No ha podido ser aceptada por el pensamiento positivista porque reposa en una lógica de comunicación analógica.
Como hemos mencionado anteriormente, Madeleine junto a A. Lagache, nos hablan del Paradigma de los Significantes “Este nuevo paradigma constituye una mediación entre el cuerpo tomado en su conjunto y su entorno, entre el cuerpo y la psique, entre el paradigma mecanicista y el paradigma simbólico”.(11)
El modo de acción de las altas diluciones, podría considerarse “la comunicación significante”, la información aportada por las altas diluciones podría ser sensible a los campos electromagnéticos y transferirse por ondas de esta naturaleza. Las dinamizaciones-diluciones, permitirían vehiculizar una información que podrá tratar el organismo receptor.
La información no existe en sí misma, más que por los cambios que se producen en el comportamiento del receptor, para el cual se vuelve significante. La comunicación es específica del viviente, no puede no comunicarse; tiene un sentido transformador para él mismo porque el ser viviente se va adaptando al medio y cambiando, así los seres vivos en su conjunto modifican su entorno. El cuerpo debe poder informarse y recibir informaciones plausibles y tratables que confirmen y hagan posible su propia existencia. Así pues, el cuerpo puede ser concebido como una estructura de comunicación, informante e informada, cuya vida está relacionada con los intercambios significativos en el mundo.
Como acabamos de citar, el paradigma de los significantes, estaría entre el paradigma mecanicista, válido para el mundo de los objetos y el paradigma simbólico involucrado en el mundo del pensamiento; entre ellos se encuentra el mundo de la Sensibilidad Significante al que pertenece el viviente, desde la célula hasta el hombre.
Es en este marco de información donde las altas diluciones se vuelven significantes para el organismo vivo a condición de que exista una parrilla de lectura:
En las altas diluciones de sustancias endógenas (bursina, timulina…) la información es automáticamente leída gracias a que naturalmente tienen un sentido para ese organismo; por esto las altas diluciones de bursina han podido” reemplazar” a la bolsa de Fabricio.
Cuando se trata de moléculas exógenas, donde la información no es identificable naturalmente por el organismo, ha de haber un proceso de aprendizaje tras un contacto previo con esa molécula, en este caso estamos en la ley de identidad.
En el campo de la Homeopatía, los medicamentos homeopáticos en el sujeto sano pueden vehiculizar una información bajo la forma de imágenes de patología (patogenesia). Estas imágenes de patologías, verdaderos espejos de los síntomas presentados por la enfermedad, son inteligibles para el organismo; el organismo enfermo es capaz de recibir esta información y negativizar su patología (por lectura mimética, ley de similitud).
Este sistema de comunicación está constituido por la matriz de la información, el mediador que la transmite y el receptor capaz de leerla. Estos tres elementos son indisociables y no existen más que por su relación recíproca. En nuestro modelo homeopático, la matriz de la información es la cepa homeopática, el mediador de la información está asegurado por la preparación diluida y dinamizada y es el receptor sensible quien registra, lee y trata esta información. Es el organismo del receptor en su totalidad el que responde, ya sea sano (patogenesia) o enfermo (tratamiento).
“Se constata pues que los tres principios de la Homeopatía (Similitud, Infinitesimalidad y Totalidad) son interdependientes: Las diluciones infinitesimales permiten la obtención de soluciones informantes desprovistas de objeto que van a obrar bajo la forma de significantes corporales; obran sobre el organismo globalmente (Totalidad) que “descodifica” la información gracias a una parrilla de lectura (Similitud). (20)

CONCLUSIONES
En relación a la exposición del trabajo de Madeleine Bastide que acabamos de presentar, resaltamos los puntos siguientes:
1- Experiencias citadas como pruebas de la ineficacia de la medicina Homeopática se han realizado sin respetar sus principios.(13)
2- Los modelos experimentales citados demuestran una real eficacia de las dosis infinitesimales, incluidas las que teóricamente no contienen moléculas.(19)
3-La Homeopatía adquiere un estatus de terapéutica científica, con una posibilidad de verificación experimental, basada en una lógica de comunicación analógica y no sobre una lógica de objetos.(11) Propone junto a A. Lagache el Paradigma de los Significantes.
4.-Madeleine plantea la hipótesis de que las informaciones corporales son transmitidas por señales electromagnéticas de muy baja intensidad y de muy baja frecuencia, emitidas de forma estable por los solventes acuosos dinamizados.(20)
5- La medicina Homeopática, terapéutica dotada de 200 años, es, por su originalidad y su modernidad, la precursora de nuevas terapéuticas informacionales del futuro.
Madeleine Bastide nos muestra un espíritu infatigable en su búsqueda científica. Junto a Agnes Lagache, reflexiona sobre la necesidad de un nuevo paradigma en relación a la medicina homeopática, a partir del cual puedan proponerse métodos experimentales propios y más adaptados a la Homeopatía.

BIBLIOGRAFIA
1.-T.S Kuhn. La estructura de la revoluciones científicas.(2004) Fondo de Cultura Economica.
2.-Mario Bunge. La Ciencia .Su método y su Filosofia.
3.-Abanades Sergio, Duran Marta. Actualizacion de las evidencias científicas en Homeopatia. Dpto de Farmacologia y Fisiologia. Universidad de Zaragoza.
4.-Bastide M.Recherches sur la thymuline. Journee de I'homeopathie. Sheraton Airport, Bruxelles, Belgique, 9 Octobre 2004.
5.-Bastide M.La recherche fondamentale en homeopathie. Basic scientific research in Homeopathy: the different experimental models. 3rd International Symposium of homeopathy. Lisbonne, Portugal, 18-20 Juin 1998.
6.- Bastide M : Homeopathy as an informational pharmacology: experimental studies. Congresso Internazionale de Ecomedicina. Milan, Italie, 7-9 Mai 1999.
7.- Bastide M, Lagache A. La globalite et le phenomene Immunologique. Congres de la Federation Nationale des Societes Medicales Homeopathiques de France. Nantes, France, 14-15 Mai 1999.
8.-Bastide M. Pour une definition du concept homeopathique et son application a la recherche scientifique. Entretiens du Carla. Castres, France, 24-25 octobre 2002
9.- Bastide M.Basic research on high dilution effects. Introductory lecture. International School of Biophysics on High Dilution Effects on cells and integrated systems (Italian National Research Council). Naples, Italie, 23 Octobre 1995.
10.- Bastide M. “Para una definicion del concepto homeopatico y su aplicacion a la investigacion cientifica. Entretiens du Carla.
11.-Bastide M. Propositions de modeles pour la comprehension de I'Homeopathie. Congres du Bicentenaire de I'Homeopathie, Federation des Societes Homeopathiques de France. Annecy, France, 5-7 Mai 1996.
12.-Hahnemann Samuel. Organon de la Homeopatia 6ª ed.
13.-Guennoun M, Boudard F, Cabaner C, Robbe Y, Dubois JB, Bastide M. Radioprotection and immune system regeneration of irradiated mice by using high dilution treatment.First Annual Alternative Therapies Symposium. San Diego, USA, 18-20 Janvier 1996.
14.-Bastide M. Recherches sur la thymuline. Journee de I'homeopathie. Sheraton Airport, Bruxelles, Belgique, 9 Octobre 2004.
15.- Bastide M, Boudard F.High dilutions as a tool of immunomodulation. International School of Biophysics on High Dilution Effects on cells and integrated systems (Italian National Research Council). Naples, Italie, 25 Octobre 1995.
16.-.Bastide M. Information and living systems. First International Workshop on TFF. Istituto di Ricerca Alberto Sorti (IDRAS). Turin, Italie, 15 Juin 1996.
17.-Bastide M. Effect of high dilutions on the immune system. 51st Congress of the Liga Medicorum Homoeopathica Internationalis (LMHI). Capri, Italie, 2-6 Octobre 1996.
18.- Bastide M, Boudard F, Youbicier-Simo J. Etude experimental de I'activite immunopharmacologique de hautes dilutions homeopathiques chez I'animal. Congreso de Medicina Naturale. Milano, Italie, Octobre 1995.
19.- 1. Bastide M. Evolution recente de la recherche en pharmacologie homeopathique. Formation continue en homeopathie: "Recherche Scientifique et Clinique en Homeopathie".Montpellier, France, 19 Mars 1992.
20.- Bastide M. Information homéopathique et organisme receveur. 13eme Congrès ANPHOS. Aix les-Bains, 17-18-19 Octobre 1997.


Autores:
Dra Coro Goitia Ispizua. Centro Medico Zabalburu. Plaza Zabalburu Nº4-1ºD 48010Bilbao. Profesora de AMHUBI.Tlf: 608977353. E-mail: dra.corogoitia@amhubi.org
Dra Esther Sagredo Manzanedo.Centro Medico Zabalburu. Plaza Zabalburu Nº4-1ºD 48010Bilbao. Profesora de AMHUBI.Tlf: 610086386. E-mail:dra.esthersagredo@amhubi.org
Ponencia presentada en el VII COngreso Nacional de Homeopatía, Donostia,6-8 de mayo de 2016.

La Validez Científica de la Homeopatía

Hay muchos estudios científicos que demuestran la validez de la homeopatía. Estudios como el organizado por el gobierno Suizo, del que se hacía eco el Huffington Post, el de la universidad de Londres, este estudio de México y una enorme cantidad de muchos otros que demuestran científicamente su eficacia.
El premio Nobel de Medicina Luc Montaigner demostró que las ultradiluciones tenían efecto, como ya mencioné en el artículo sobre la memoria del agua. Posteriormente lo explicaba en un documental que difundió la televisión francesa TF5, el verano de 2015.
Son muchos los medicamentos convencionales que tomamos habitualmente y que no cuentan con estudios científicos (doble ciego etc) que los avalen. Como por ejemplo las estatinas para bajar el colesterol, muchos antidepresivos y algunos antiinflamatorios, como bien explica el Dr. Adrián Martínez en el diario informacion. La aspirina por ejemplo, es uno de los medicamentos más usados en el mundo y sin embargo no se demostró su eficacia hasta pasados 70 años de comenzar a usarse. Incluso hoy en día hay numerosos efectos biológicos en la aspirina que no son totalmente entendidos por la ciencia y sin embargo tiene una gran aceptación.
A pesar de estos estudios que avalan la homeopatía, en las últimas semanas ha habido mucha controversia respecto a este tema y los medios en España hablan de la homeopatía como si fuera una medicina sin ningún tipo de reconocimiento. En países como Suiza, Alemania o Francia la homeopatía es parte del sistema sanitario público. En estos países la homeopatía esta totalmente aceptada y entienden que si la homeopatía funciona en bebés, animales e incluso en agricultura, no tiene sentido considerarla un placebo.
Los medicamentos homeopáticos son otra opción más para un médico a la hora de curar a un paciente. Un médico homeópata puede recetar antibióticos, antiinflamatorios etc. Simplemente dispone de otras alternativas eficaces que pueden evitar tratamientos agresivos cuando no son necesarios. Y nunca, bajo ningún concepto recomendará que se dejen de aplicar tratamientos realmente necesarios.
En el resto de Europa y en EEUU el estudio de la homeopatía es muy común. En Austria tres Universidades ofrecen estos estudios, 9 en Francia, 10 en Alemania, 3 en Italia, 2 en Suiza, 43 en EEUU, en universidades como Harvard y Yale entre otras, y la lista continúa para otros países europeos y no europeos. Es importante tener en cuenta que los médicos homeópatas están en contra de que esta profesión sea ejercida por personas sin los estudios de Medicina. Los médicos homeópatas, son médicos, con apellido “homeópata”.
En España se estima que más de 10.000 médicos prescriben medicamentos homeopáticos tanto en consultas privadas como en centros de salud y hospitales. En todo el mundo se estima que hay más de 248.000 médicos especializados en homeopatía. Se utiliza en más de 80 países, algunos de ellos densamente poblados como en India o Brasil donde el uso de la homeopatía está muy extendido.
A pesar de esta evidencia científica y la experiencia de muchos homeópatas curando a pacientes sigue habiendo controversia.
Cuando intentaron prohibir la homeopatía en Francia en 1843 el ministro de Salud Guizot dijo ”Si la homeopatía es una quimera caerá por sí misma, si es cierta por mucho que luchemos contra ella se mantendrá”

Autor: Dr. Xabier Ibarburu. San Sebastián.
Fuente: web del Dr. Xabier Ibarburu

THE IMPORTANCE OF HAHNEMANN’S ORGANON

Unfortunately it is a sad fact, that most homœopaths are but poorly (if at all) acquainted with Hahnemann’s Organon.(1) Yet, there is no doubt that this is the single most important work on the subject, providing the very basis upon which a truly in-depth study of its single foundation principle (Similia) and its application, must begin. That Organon remains largely unstudied and even ignored reveals the real agnosyn (2) of our institutions and teachers charged with training future generations of homœopaths.
This short article hopes to encourage those who still feel the flame of conviction for orthodox (3) Homœopathy, to revisit its most basic source, to make it their serious and continued study, and to thereby realise its full relevance and unmatched genius.

Hahnemann himself was annoyed at those who were too lazy to carefully read his directions in Organon. He writes: (4) “Many persons of my acquaintance but half converted to homœopathy have repeatedly begged me to publish still more exact directions as to how this doctrine may be actually applied in practice, and how we are to proceed. I am astonished that after the very particular directions contained in the Organon of Medicine more especial instructions can be wished for.” “I am also asked, ‘How are we to examine the disease in each particular case?’ As if special enough directions were not to be found in the book just mentioned.”
CMF von Bönninghausen, Hahnemann’s most respected and trusted student and colleague, stated the following with regard to the general neglect of Organon:  (5) “It seems actually at present to be a rarity and an exception when any homœopath again consults the “Organon of Healing,” and I know several who do not even possess, and have never read, this book. And yet it is indisputably the basis of the homœopathic healing art, and besides so many valuable grains of gold are enclosed within it that at every repetition of the reading of this remarkable book, especially when read by the older practicing and experienced homœopathic physicians, ever new and important instruction and intelligence may be gained, so that its neglect cannot be too sharply reproved.” J.T.Kent himself gives the following comments on this topic: (6) To learn the Materia Medica, one must master Hahnemann’s Organon, after which the symptomatology, and a full repertory must be the constant reference books, if careful homœopathic prescribing is to be attained and maintained. A. McNeil of San Francisco, in his article The Homœopathic Library, (7) rightly gives the following advice: “I will therefore proceed to those works which relate to the treatment of patients. The foundation on which all homœopathic therapeutics rests is the Organon. Study it frequently and thoroughly. The great Adolph Lippe made it a rule to read it once a year and he said that every time he discovered something he had not before observed. Those sections which describe the examination of patients should be more especially studied, for your repertories and materia medicas will avail you little if you do not examine your patients as he teaches.” A thorough understanding of the foundation principle of Homœopathy is indeed essential to its most effective application in each and every case of illness. After all, the only absolute point of distinction between ∗ Original article appeared in Australian Journal of Homœopathic Medicine, 1993:2;2,101-03. This expanded version appeared in the American Journal of Homœopathic Medicine, 97:4,270-273, Winter 2004-05.
Homœopathy and all other therapies, is its philosophical and practical foundation on Similars. But how do we study the Organon? It is interesting to read from people who were self-taught in this respect.
Let us look at what the respected Dr.JN Kanjilal, who taught himself Homœopathy (after his allopathic medical training), since it provides interesting guidelines for those of us in a similar position where (at the present time at least) a proper, comprehensive, high-level institutional training in Homœopathy is mostly unavailable. Dr.Kanjilal has very well stated the method which he himself utilised in his self-education in Homœopathy, and he offers the following advice relating to the study of Organon: (8) “In the first reading every word of every aphorism together with its footnotes must be read very carefully with meticulous attention to the commas, semicolons etc., as well as the parentheses. Never be satisfied until the whole meaning of the aphorism with its logic and connotation becomes quite clear. In this reading, of course, the whole book, beginning from its NAME to the last line of the Appendix must be gone through.” “In the second reading each aphorism should be read in the context of the whole Organon including the Appendix as given in the 5th Edition, translated by Dudgeon. Before starting the second reading a thorough perousal of the “Contents” of the same book, as given just after the preface to the Fifth Edition…should be given. This will help greatly in forming an idea of the arrangements of the different subjects taught in the book. After that, while reading any aphorism, all other aphorisms dealing with any of the points of the aphorism should be reperoused. For example:* The phrase accessory circumstances occurs in aphorisms 5, 7 and 94; accessory symptoms of the remedy occurs in 163, 167, 180 and 181; accessory symptoms of the disease occurs in 5, 7 and 95; and so on. All these groups of aphorisms should be read together, so that the whole sense of the theme becomes quite clear.” “After these two thorough personal readings, this book should most advantageously be read in a study circle of friends and colleagues who have already given such minimum two readings of the book. Each member of the study circle should try to explain his grasp on each of the aphorisms according to his understanding and sense of logic. In this way by mutual debate all the points will become more and more clear and more deeply comprehended.” * These references are not entirely verbatim, rather, they are more contextual, most references only dealing with the basic topic rather than using the precise phrase as suggested by Kanjilal. Hence, §§ 5, 7, 94 only relate to accessory circumstances; §§163, 167, 180, 181 only relate to accessory symptoms of the remedy; §§5, 7, 95, only relate to accessory symptoms of the disease [G.D.] Let me make the point that Hahnemann’s Organon is not just a small book on homœopathic philosophy, but a treatise on the application of scientific reasoning to the practice of medicine, as we may read in the following summation of B.K.Sarkar: (9) “Hahnemann’s Organon is a critique of medical philosophy underlying the art of medicine. An analytical study of Organon as well as that of the history of Homœopathy and the life-story of its founder show clearly that Homœopathy is a product of inductive logic applied to the subject of Medicine. It is in fact the first as well as one of the most brilliant examples of the application of the inductive method of reasoning to the solution of one of the great problems of humanity viz., the treatment and cure of disease.” From the very beginning of my own acquaintance with Homœopathy (1977), I made Organon the subject of my focus, since, as I could understand it, Hahnemann’s views could most accurately be ascertained from Hahnemann himself, even allowing for difficulties of translation. Through my teachings with Organon, I have heard students lament the difficulties of its language, and I of course assured them that its study becomes easier and easier the more often it is consulted and read carefully. I should also note that, when these same students of mine have begun their in-depth study of Hahnemann’s Materia Medica Pura (MMP) and Chronic Diseases (CD), they soon realised and remarked something along the lines of “Organon is easy to read compared to MMP & CD!”. (10)
Further, in my own experience, I would say it is not possible to appreciate the depth and implication of Hahnemann’s Organon without studying his other available works, from whence the Organon was evolved (especially Essay on a New Principle…, Aesculapius in the Balance, Medicine of Experience, The Medical Observer) and which have been translated into English and collected into the inadequately named volume The Lesser Writings of Samuel Hahnemann (HLW).
Let it not be assumed that Organon is merely a theoretical treatise – indeed it is the distillation of Hahnemann’s constant thoughts and significant experiences in the practice of medicine, into a highly condensed expression of a methodical and practical application of his discovery of a single and general therapeutic principle (similars) to the clinical situation for the specific purpose of healing the sick, in the simplest, most gentle and reliable
manner. (11) Bönninghausen clearly understood this, and through it’s constant study, gained such mastery of the art, and Hahnemann’s confidence to such a degree, that Hahnemann made the following declaration: (12) “…Baron von Bönninghausen of Münster has studied and grasped my homœopathic system of treatment so thoroughly that as a homœopath he deserves to be fully trusted, and if I should fall ill and be unable to help myself I would not entrust myself to any other physician.” Lastly, I would recommend this work to the study of all homœopaths, both student and teacher, and suggest it is never too late to return to it’s pages, to study and examine each aphorism carefully, and in context with what Hahnemann had written earlier (13) (HLW); remember, Bönninghausen was 43 years of age when he undertook its study, and look how much he accomplished!
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Notes & References
1. Hahnemann, S.: Organon der Heilkunst, 6. Auflage (1842), edited by J.M.Schmidt, Haug, Heidelberg, 1996. English title: Organon of Medicine, sixth edition (1842) annotations translated W.Boericke (1921); fifth edition text translated by R.E.Dudgeon (1893).
2. By ‘agnosy’ (Gr. α [lack of]; γνώση [gnosis = knowledge]) I refer to a lack of knowledge or familiarity.
3. I use the term orthodox, from the Greek, ορθόδοξος (orthodoxos) in its strict sense, to mean upright or correct, and in reference to Homœopathy proper, i.e., practiced in strict accord with the observation of Similia Similibus Curantur as the immutable therapeutic law of nature.
4. Hahnemann, S.: Materia Medica Pura, B.Jain, New Delhi, vol.1, Preamble (1833).
5. Bönninghausen,CMF.: Typhoid Fever and High Potencies (1853), in The Lesser Writings of C.M.F. von Bönninghausen, compiled by T.L.Bradford (1908) from the German translations by L.H.Tafel; First Indian edition, 1979, B.Jain, p.23 footnote.
6. Kent, J.T.: Lectures on Homœopathic Materia Medica, 2nd edition (1911), 1989 Reprint edition, Jain, New Delhi, p.12, Preface.
7. McNeil, A.: The Homœopathic Library, talk presented at the seventeenth annual session the International Hahnemannian Association (IHA), Glenn Summit, Philadelphia, June 24-25, 1896, in Transactions of the IHA.
8. Kanjilal, J.N.: Writings on Homœopathy, 2 vols., Das, Calcutta, 1977, vol.1, pp.255 – 256. 
9. Sarkar, B.K.: Essays on Homœopathy, Hahnemann Publishing Company, Calcutta, 1968, p.459.
10. MMP and CD also become much easier with familiarity and study.
11. Refer Hahnemann’s Organon of Medicine, 6th edition, §§1,2.
12. Haehl, R.: Samuel Hahnemann, His Life and Work, 1922, 2 volumes, Indian edition, BJain, New Delhi, 1985, vol.2, p.483.
13. Sarkar, B.K.: op. cit., p.461:
“The longer one can look back, the further one can look forward. The past supplies the key to the present and the future…In order to grasp fully the significance of the principles of Homœopathy a student should possess the knowledge of the state of affairs in the medical world when Hahnemann appeared on the scene. In order to enter the mind of Hahnemann when he was a homœopath in the making, a student should be acquainted with the original writings of Hahnemann which may be taken as precursors to his immortal work Organon…These writings should serve as a good introduction to the study of Organon and should go a great way to rouse the critical faculty of a homœopathic medical student.”
Author: George Dimitriadis, Hahnemann Institute, Sydney, Australia. 

El totalitarismo científico

“La Ciencia es Dios y la Universidad su Templo”.

El totalitarismo se manifiesta en muchas parcelas de la vida, no sólo en las ideologías y formas de gobierno, sino también en el pensamiento. Algunas formas de totalitarismo son más sutiles que otras, amparadas en los valores y convencionalismos predominantes en una sociedad dada. Al amparo de la “democracia”, la “justicia” o  la “ciencia”, por ejemplo, se perpetran y se toleran los mayores desaguisados en contra de la libertad, no ya individual, sino de importantes minorías sociales.

El totalitarismo científico es una de esas formas sutiles de pensamiento totalitario y único que pretenden erigirse como administradores únicos y exclusivos de las ideas. Como decía el filósofo de la ciencia Paul K. Feyerabend, “la ciencia, hoy en día, es nuestra religión favorita”[i]. Al colocar a la ciencia en el lugar que corresponde a la religión, es decir, al Espíritu, se le convierte en un dios único con prerrogativas propias del ámbito espiritual, no del material, al que en realidad pertenece la ciencia. Eso conlleva cambios aparentemente sutiles pero muy significativos, por ejemplo, el considerar, más o menos conscientemente, que el campo de acción de la ciencia es toda la realidad existente; y, de ahí, que sus resultados se extrapolen indiscriminadamente a otros ámbitos totalmente ajenos al terreno científico.

Si presuponemos que el objetivo de una sociedad, y en ella todas sus instituciones,  organismos y cargos públicos, es el bienestar general de todos sus individuos, deberíamos preservar todos aquellos conocimientos que favorezcan ese objetivo principal, sin discriminaciones ideológicas. El totalitarismo científico, al rechazar toda otra forma de conocimiento que no sea el científico, es discriminatorio, reduccionista e intolerante, sin darse cuenta que sus premisas son tanto o más cuestionables que las de cualquier otra perspectiva de la realidad.

Como decía otro gran filósofo de la ciencia, Karl Popper: “El antiguo ideal de la ‘episteme’ –de un conocimiento  absolutamente seguro y demostrable – ha mostrado ser un ídolo. La petición de  objetividad científica hace inevitable que todo enunciado científico sea  provisional para siempre: sin duda, cabe corroborarlo, pero toda corroboración  es relativa a otros enunciados que son, a su vez, provisionales. Sólo en nuestras experiencias subjetivas de convicción, en nuestra fe subjetiva, podemos estar absolutamente seguros”.[ii]

Con estas bases por delante, ¿cómo se entiende que una institución, que se supone al servicio del bien común, como es una universidad –paradigma que debería ser de la libertad de pensamiento y vanguardia de las ideas para el mejoramiento individual y social -, censure conocimientos a impartir según criterios reduccionistas, discriminatorios e intolerantes?es. Sólo en  nuestras experiencias subjetivas de convicción, en nuestra fe subjetiva, podemos  estar absolutamente se; conocimientos que se ofrecen como alternativa y ampliación de recursos terapéuticos, que amplían los conocimientos médicos para poder disponer de mayores, mejores y más inocuos medicamentos en el arsenal farmacológico, al que pueda recurrir cualquier médico, suficientemente formado, para poderlos prescribir a sus pacientes, de cara, en definitiva, al bienestar de los individuos que componen toda la sociedad.



[i] Paul K. Feyerabend.- Diálogo sobre el método.
[ii] Karl Popper.- La lógica de la investigación científica.

IL SENSO DEI FENOMENI E I LIMITI DELLA SCIENZA NORMALE – RIFLESSIONI SULLA MEDICINA

Le considerazioni che seguono sono formulate da un professore di Chimica Generale, che, stante l’ area culturale specifica alla quale è rivolto questo giornale, è da ritenersi nella migliore delle ipotesi un “inesperto qualificato”. Pertanto lo scrivente è lungi dall’ adombrarsi se il lettore riterrà limitati, incompleti o addirittura non condivisibili alcuni dei punti di vista espressi in questo articolo, giacchè mai come in questo caso vale il pensiero di Wittgenstein “ciò che è detto, è detto sempre da un osservatore”. Tuttavia tengo a sottolineare che essi nascono e riflettono quello che da alcuni anni scrivo a commento delle mie pubblicazioni scientifiche in un settore che, al pari della medicina, ritengo debba essere culturalmente ridefinito.
L’ occasione di riflessione nasce dall’ invito a portare un contributo nell’ ambito di un convegno (La complessità in medicina) che la Società Italiana di Omeopatia e Medicina Integrata ha organizzato a Firenze. La Società ha come scopo statutario prioritario l’ inserimento nella normale pratica medica di una tecnica terapeutica fondata su un modello concettualmente differente da quello adottato ufficialmente dalla cultura occidentale. A mio parere la grande differenza fra i due paradigmi sui quali si basano i due modelli potrebbe essere ridotta essenzialmente all’ esistenza di un sentimento di fiducia o meno, che si ha nei confronti della capacità di un organismo malato di dare origine al processo di autoguarigione. Se tale sentimento di fiducia esiste, l’ intervento medico può consistere nell’ indurre una sottile interferenza atta a favorire cotale processo. Se viceversa si ritiene che esso sia insufficiente, il modello terapeutico che ne consegue parte dal presupposto che il processo in discussione possa o debba essere ignorato.
Se ai miei occhi in linea di principio tale differenziazione non prefigura sentimenti di smarrimento o aberrazione, di fatto le due tecniche terapeutiche si basano su filosofie profondamente differenti e questo fa sì che, quando esse siano formulate con tonto fanatismo, si cada sovente in una farsa grottesca di contrapposizione scienza verso non-scienza. E poiché quelli che fondano la loro medicina su una pretesa metodologia galileiana, quale quella che presuppone il sentimento di sfiducia nel sopracitato processo di autoguarigione, sono molti di più e sono supportati dall’ autoassertivismo del potere accademico, la situazione sconfina nella contrapposizione grid-group (ovvero gerarchia politico-culturale avverso setta) con argomenti di lazzo, dileggio, scherno fino alla contumelia nei confronti della parte soccombente. Dal mio punto di vista tale comportamento è pienamente comprensibile perché i proseliti della minoranza sembrano emozionalmente insensibili, dal momento che hanno evitato ed evitano di formulare qualsiasi proposizione con sembianza culturalmente degna. Il problema sta nel fatto che da una parte, se dovessero fare un esame con me, non ho dubbi che in trenta secondi i suddetti proseliti si sarebbero levati il pensiero, e dall’ altra, se fossi malato, non esiterei a farmi chilometri in ginocchioni per farmi visitare da alcuni di loro che ho avuto la fortuna di conoscere, e che, vittima della mia presunzione, ritengo medici di classe superiore. La spiegazione del tutto sta nel fatto che, almeno da un punto di vista scientifico stretto, entrambe le tecniche sono lungi dall’ avere una autoreferenza scientifica, ancorchè supportate da uno schema interpretativo autoconsistente della fenomenologia. 
La nostra cultura deve adoperarsi, parafrasando Lester Brown,1 per creare una medicina che soddisfi le sue necessità attuali nel più profondo rispetto dei diritti delle generazioni future. Ma poiché la cultura è potere, si deve concludere che in questo momento il potere fra le due fazioni è distribuito in maniera sostanzialmente asimmetrico. Da cui ricordando che il potere in tutte le sue forme si arroga i diritti di tracciare il confine fra l’ ammissibile e il non ammissibile, di determinare lo sviluppo culturale della società e di esercitare all’ occorrenza la coercizione, ritengo che il quadro non sia particolarmente incoraggiante per lo sviluppo della medicina non convenzionale. A meno di non ridefinire culturalmente l’ oggetto stesso della medicina in un processo di sviluppo concettuale che renda puramente nominalistici gli aggettivi convenzionale, non convenzionale, complementare e integrato, che si reggono sul presupposto della “scienza normale” adottata dalla nostra civiltà occidentale. 
La storia mostra che un certo insieme di fenomeni è sempre stato analizzato in maniera diversa a seconda della cultura e delle concezioni della natura. Stante la correttezza e l’ ammissibilità delle osservazioni, i quadri concettuali risultanti sono stati diversi, pur mantenendo tutti in generale la caratteristica di compatibilità con l’ insieme dei fenomeni osservati. Questo è la base dell’ esistenza di scuole di pensiero diverse nel campo della medicina, a seconda dell’ area geografica. Tuttavia si è spesso verificato che qualora nella stessa società si avessero più scuole di pensiero, una di esse sia diventata dominante per motivi non necessariamente di validità, quanto piuttosto di urgenza o di impostazione culturale dominante. Con il tempo tale scuola è diventata ufficiale, mentre le tesi delle altre sono state relegate al ruolo di credenze. 
La scuola di pensiero dominante una volta affermatasi fa codificare i propri assunti nei manuali, che vengono a costituire il riferimento degli studenti e dei professionisti.2 In essi vengono espressi i principi della scuola supportati dagli esempi che più si convengono alla dimostrazione assertiva della teoria. Per amore di chiarezza non vengono menzionati quelli che non si attagliano alla teoria stessa. Pertanto nell’ esercizio professionale tali manuali vengono a costituire l’ unica base della verità rivelata nel settore culturale specifico, inducendo pertanto a tacciare di eresia tutte le eventuali ipotesi che non si confanno a tale verità. Da un punto di vista scientifico tale situazione ha un effetto condizionante in quanto tutte le “libere ricerche” vengono indirizzate ad affinare il quadro concettuale dominante. In questo caso infatti la teoria determina l’ osservazione e non, come sarebbe auspicabile, il viceversa, e induce a sottovalutare e non considerare le eventuali contraddizioni o i fenomeni che se discostano. Quando questo si verifica, si parla di “scienza normale”. 
Il concetto di scienza come fu formulato da Galileo, Cartesio e Newton presuppone il concetto di idea assoluta come dettato dalla tradizione cristiana e pertanto si riferisce esclusivamente alla definizione di fenomeni che possono essere misurati e quantificati. Esso pertanto presuppone la coordinazione di dati sperimentali e la loro analisi attraverso un sistema logico. La conseguenza è che i fenomeni osservati devono essere caratterizzati da regolarità e che quindi l’ universo può essere descritto matematicamente. C’ è da sottolineare pertanto che il concetto di scienza così formulato non considera in linea di principio gli aspetti qualitativi di un fenomeno. Questo va ricordato a tutti coloro che nell’ ambito della scienza medica sono soliti parlare di metodi galileiani. Infine va sottolineato che, affinchè si addivenga alla caratterizzazione dell’ essenza delle entità del mondo che ci circonda, l’ interpretazione del fenomeno deve essere oggettiva, fatto questo che presuppone una serie di assunzioni a priori per stabilire i criteri di oggettività. Questa ultima proposizione può sembrare ovvia, ma, come sarà discusso in seguito, è lungi dall’ esserlo. 
L’ uomo ha imparato a coltivare la terra, tessere, fondere i metalli e costruire case e palazzi facendo a meno del metodo scientifico. In breve ha imparato che un bicchiere casca per terra e si rompe senza sapere la legge di gravità. Il suo cervello è primariamente impostato all’ apprendimento dei fenomeni dalla sopravvivenza e dall’ utilitarismo. Questo ha portato allo sviluppo della tecnologia e delle arti intese come specializzazione. Da questo punto di vista quindi la medicina si è sviluppata nei secoli come arte maggiore, prescindendo dalla conoscenza dettagliata della natura microscopica del nostro organismo e dei processi biochimici che ne determinano il funzionamento. Il medico si è formato e ha operato sulla base dei risultati di esperienze ottenuti dalle generazioni precedenti (leggi: tecniche terapeutiche) integrandoli con le esperienze dirette della sua professione quotidiana. Questa prassi prescinde dalla ricerca dell’ essenza dei fenomeni, che è l’ oggetto amorale della ricerca scientifica, mentre invece è determinato da un aspetto etico, che prescinde dalla scienza, in quanto alla base c’ è quel meraviglioso sentimento che porta l’ uomo a sollevare dalla pena il proprio simile sofferente. Non v’ è dubbio che da questo punto di vista la farmacologia sia una scienza mentre non lo è più quando diventa espressione della clinica. E in nome della loro arte maggiore, scusandomi per la banalità dell’ asserto, i medici tradizionali, forse per motivi di insicurezza, quando mi prescrivono una pasticca di aspirina, sono felici di darmi un milione di molecole di farmaco per ogni cellula del mio organismo; per contro gli omeopati, più prudenti, si compiacciono con se stessi facendomi assumere una molecola di principio attivo ogni miliardo delle stesse cellule (quando va bene, dal momento che, secondo loro, meno me ne danno più effetto mi fa). 
La medicina moderna nacque nella metà dell’ ottocento e si è soliti indicare in Claude Bernard il più autorevole padre fondatore. Negli scritti di Bernard si definisce chiaramente il concetto di equilibrio interno dell’ organismo e della sua tendenza a mantenere costanti dei parametri critici qualora sollecitato da perturbazioni esterne (cioè l’ omeostasi di Cannon), indicando quindi nella malattia una alterazione di tale equilibrio. 3 Tuttavia la medicina dimenticò presto questo dettato fondamentale e si sviluppò seguendo le scoperte di Pasteur, che sostenne che la malattia era dovuta a un fattore singolo. Questa semplificazione del problema ebbe fondamentalmente successo perché permetteva di seguire i canoni del pensiero scientifico di Descartes. La funzionalità dell’ organismo venne ad essere linearmente demandata alla funzionalità dei suoi singoli diversi organi componenti. In questo quadro la malattia è dovuta al cattivo funzionamento di un componente e pertanto l’ intervento terapeutico è concettualmente limitato all’ intervento sul singolo organo. Da allora lo sviluppo della medicina è strettamente connesso allo sviluppo della biologia, esaltando i successi di questa fino a prefigurare come risolutivo l’ intervento dell’ ingeneria genetica. E’ innegabile che tale filosofia basata sull’ approccio biologico molecolare abbia permesso di addivenire a notevoli successi come per esempio la cura del cancro. Ormai è da ritenersi che i biologi ci abbiano fornito una conoscenza pressochè completa della struttura microscopica dell’ organismo vivente e non v’ è dubbio che ci sia da aspettarsi una ulteriore serie di successi in un prossimo futuro dall’ utilizzo delle interazioni farmaco-recettore. Il punto che deve far invece riflettere sta nello sviluppo applicativo della conoscenza biologica. C’ è infatti da osservare che il metodo perseguito è basato sull’ indurre una perturbazione (leggi: terapia) spesso violenta su un sistema fuori equilibrio quale si può definire un organismo malato. Il problema primo quindi è la determinazione della misura e della durata della perturbazione in quanto è ovvio che nella stragrande maggioranza dei casi una perturbazione violenta, e quindi difficile da controllare, implica il passaggio da uno stato di non equilibrio a un altro stato di non equilibrio. Questo è esattamente l’ opposto del meccanismo di retroazione negativa che è alla base della vita. Parlando più in generale tale approccio sistematico appare innaturale nel senso che prevede un atteggiamento aggressivo (il senso della natura è quello della cooperazione, raramente quello dell’ aggressione se non per sopravvivenza). Di fatto la medicina tradizionale fallisce tutte le volte che è chiamata a intervenire su fenomeni cooperativi: l’ embriogenesi, l’ autoguarigione, la funzione cognitiva. 
Il metodo terapeutico fondato sull’ omeopatia può per contro essere considerato puramente basato sulla fenomenologia. Il pensiero del padre fondatore Hahnemann è basato su una visione vitalista dell’ organismo umano perseguendo il pensiero romantico del suo tempo che vedeva la natura come uno schema di relazioni. Nella visione hahnemanniana la malattia è dovuta alla variazione della cosiddetta energia vitale che caratterizza differentemente ogni individuo e pertanto l’ intervento terapeutico è determinato a annullare tale mutamento. Tale concezione è molto simile, mutatis mutandis, a quella della medicina cinese e a tutte le tecniche che prevedono una variazione di flusso bioenergetico. 
La tecnica terapeutica di Hahnemann prevede alcuni aspetti oggi scientificamente inaccettabili, talchè personalmente, pur ammirando l’ opera di questo grand’ uomo, giustifico la disapprovazione della attuale medicina tradizionale. Ritengo altresì che se avesse letto con attenzione quanto scriveva il contemporaneo Kant, le sue proposizioni avrebbero potuto essere formulate in una maniera significativamente più acuta. Tengo tuttavia a sottolineare che, come discuterò in seguito, molti principi utilizzati su base di fenomenologia terapeutica si adattano alla visione che si sta proponendo nei tempi moderni e rafforzano la mia critica di base nei confronti degli omeopati moderni, che si sono appiattiti su una teoria formulata quando a l’ Academie des Sciences si discuteva in quale anfratto del corpo umano si trovasse l’ anima o la coscienza. E la prima conseguenza dello stato di appiattimento è quella di avere un orizzonte limitato, ancorchè la concezione di terapia individuale a seconda della biodiversità costituisca per contro una visione sotto molti aspetti nettamente più avanzata da un punto di vista moderno di quella della medicina tradizionale. 
Il punto chiave del pensiero scientifico occidentale da quattro secoli a questa parte è stato di scoprire cosa c’ era di comune in un insieme di elementi simili o quello che c’ era di immutabile nel corso dell’ evoluzione temporale di una serie di eventi, il tutto alla ricerca della legge divina. La ricerca della legge universale porta quindi a una visione semplificata perseguendo una ricerca di certezza nell’ ambito di un rapporto diretto causa – effetto, giustificando quindi un approccio riduzionistico e un metodo basato sull’ analisi piuttosto che sulla sintesi. Per questo motivo la trascrizione matematica di una legge scientifica avviene in generale attraverso un’ equazione lineare. Non c’ è dubbio che questo metodo valga in molti campi tanto è vero che è sopravvissuto per molti secoli e i successi che si sono ottenuti utilizzando questo procedimento hanno avuto un effetto incredibile nella storia dell’ uomo. Tuttavia i monumenti che gli scienziati hanno eretto a questa visione non devono far dimenticare che tale paradigma è ben lontano da rendere conto della coordinazione esistente fra i fenomeni che osserviamo quotidianamente e nel caso della medicina quelli che si verificano in un organismo, definito da processi chimici e fisici da ritenersi termodinamicamente altamente improbabili. 
Se quindi la scacchiera della natura permette il movimento di più pezzi insieme e il loro cambiamento di valore dopo ogni mossa, il metodo analitico può mostrare i suoi limiti. Il processo alternativo è quello di privilegiare le correlazioni fra i fenomeni naturali, cercando di costruire una visione organica. Questo approccio organicistico, che con diverse sfumature caratterizza il pensiero orientale in toto e il pensiero occidentale partendo da Pitagora fino a Whitehead sottolinea il carattere di rete di relazioni che caratterizza il mondo nel quale viviamo. Talchè se, a differenza di quanto sostenuto da Descartes, un aggregato di entità interagenti possiede proprietà diverse e in generale superiori a quelle definite dalla somma delle proprietà delle singole entità e se le entità stesse sono interconnesse dinamicamente, il sistema non può essere descritto da equazioni lineari, come avviene nella scienza classica. Questo nell’ era dei computer ha portato allo sviluppo del concetto di retroazione e della teoria del caos (Prigogine),4 che è alla base della scienza delle complessità. 
Questa concezione della natura comporta una ridefinizione del mondo vivente e più in particolare, per quello che riguarda noi uomini, delle sue conseguenze nell’ interpretazione del senso della fenomenologia come espressione del sistema cognitivo (Bateson, Maturana),5,6 del senso del pensiero concettuale, della coscienza e dell’ espressione culturale dell’ uomo. L’ aspetto fondamentale è quello di ridisegnare, se non rimuovere, il concetto di base cartesiano sul quale si è sviluppato il pensiero scientifico moderno. Mi limiterò qui a discutere alcuni aspetti che io ritengo essenziali per lo sviluppo del pensiero medico. 
Presupposto fondamentale per lo sviluppo della medicina è la definizione del sistema vivente. Nell’ ambito della Scienza delle Complessità (v. Schrödinger, Prigogine, Maturana e Varela)7-11 esso è definibile come un sistema dissipativo che si autogenera e che è definito da uno schema di organizzazione, inteso come configurazione tra componenti, e da una struttura, definibile come rappresentazione dei componenti (cioè gli organi, i tessuti, le cellule, ecc) che possono essere intesi come l’ espressione materiale del suo schema di organizzazione. E’ importante sottolineare che la struttura viene ad essere determinata dallo schema di organizzazione. Sotto questa luce il limite della scienza tradizionale e della medicina in particolare è stato quello di occuparsi quasi esclusivamente dei componenti, trascurando l’ importanza essenziale dello schema di organizzazione. 
Il processo della vita prevede un continua variazione strutturale del sistema, fermo restando il fatto che esso ha sempre se stesso come referente in quanto la logica della sua configurazione è quella di conservare la propria identità. Tali variazioni pertanto sono sempre cooperative nel senso che non riguardano mai il singolo componente, ma sempre il loro insieme. Il punto chiave sta nel fatto che le interazioni con l’ ambiente implicano variazioni strutturali del sistema come risposta del sistema cognitivo (inteso come somma del sistema nervoso, endocrino e immunitario). Poiché tali variazioni strutturali sono diverse a seconda delle interazioni avute in precedenza, la risposta dell’ organismo è individuale. L’ autonomia dell’ atto cognitivo viene altresì rafforzata dal fatto che non tutte le perturbazioni dell’ ambiente sono efficaci, ma solo quelle selezionate dall’ organismo. In questo senso il processo della vita è un processo di apprendimento continuo che viene determinato dalla risposta individuale del sistema stesso. Pertanto ognuno genera il proprio mondo, indipendentemente dal mondo esterno. 
Questa visione di un sistema cognitivo organizzato è per esempio la chiave del sistema immunitario, la cui formulazione basata sul modello della selezione clonale di McFarlane Burnet e sviluppato da Jerne12 in uno schema a rete è chiaramente limitata. La teoria offre una spiegazione razionale dell’ infezione, ma non certo la tolleranza, la memoria e l’ evoluzione del sistema stesso. Questi fenomeni presuppongono il concepimento del sistema immunitario come un sistema a rete che si riarrangia in maniera cooperativa come conseguenza di uno stimolo esterno. In altre parole bisogna ammettere che l’ interazione singola determinata dallo stimolo esterno implichi una estensione all’ intorno come effetto di ordine superiore, come se le diverse cellule comunicassero e raggiungessero una nuova configurazione di autoorganizzazione sia in seguito a una piccola che a una grande perturbazione. La complessità del sistema non permette una completa simulazione, ma studi effettuati su modelli con numero di parametri limitato giustificano questo punto di vista.13-15 E’ interessante notare che in questo modello, che giustifica l’ aggressività e la tolleranza nello stesso tempo a seconda dell’ intensità dello stimolo, si ritrovino i due metodi terapeutici visti all’ inizio, caratterizzati rispettivamente da aggressività e sottile interferenza. 
Questa visione quindi in senso più generale implica che l’ organismo non raccoglie informazioni dall’ esterno, ma le genera in maniera personalizzata sotto l’ azione degli stimoli esterni. Nel generare il proprio mondo attraverso il suo processo cognitivo e per interazione con organismi simili che hanno mondi simili si può addivenire a una coordinazione dei mondi come espressione di un processo collettivo. Da questo ha origine il linguaggio e la cultura. E’ questo il senso dei fenomeni e il limite del nostro pensiero concettuale. La scienza umana non definisce le caratteristiche di un mondo indipendente, ma di quello definito dalla biologia dell’ osservatore. In altre parole ha significato solo per definire un insieme di spiegazioni accettabili di una realtà estremamente particolare e non oggettiva in quanto è quella definita dalle esperienze di vita dell’ osservatore. 
L’ insieme di queste considerazioni fornisce i punti di partenza per lo sviluppo futuro della medicina. Il primo punto è che l’ attenzione del medico deve privilegiare non specificatamente il singolo componente dell’ organismo quanto piuttosto il componente definito dal suo schema di relazione. Questo ci riporta allo sviluppo del pensiero di Bernard, sottolineando il carattere determinante di quei processi che la cibernetica ha definito processi di retroazione, nonché il carattere di sistema dinamico in non equilibrio proprio dell’ organismo vivente. Il secondo punto è che, come conseguenza del carattere biologico della conoscenza, il concetto di universalità o verità assoluta è trascendente all’ esistenza umana. Tale valore infatti prevede delle ammissioni a priori che prescindono dai processi naturali di cognizione. 
La conseguenza che è importante far propria è il fatto che posso dire che la maggiore comprensione della natura fa addivenire alla conclusione che la medicina è impotente a controllare un organismo nella sua totalità. Ancorchè sia vero che tutti i meccanismi che caratterizzano i sistemi viventi siano riconducibili a una successione di processi chimici, il software che descrive la loro interconnessione e la loro contemporaneità è troppo complicato e la scienza si deve limitare solo alla formulazione di algoritmi, ovvero sequenze di regole semplici. Questo tuttavia non deve mortificare il sentimento di sfida che l’ uomo ha nei confronti del mondo. Deve solo aiutarlo a prendere coscienza dei propri limiti e quando è necessario adottare l’ approccio più adatto. Che nell’ ambito della medicina si traduce che professare una medicina degna implica una chiarezza mentale che, stante la complessità della fenomenologia, prescinde dalla legge esatta e dai dogmatismi universitari o fideistici. 


Bibliografia 

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Autore: Andrea Dei, Professore di Chimica Generale, Dipartimento di Chimica – Università di Firenze. Email: andrea.dei@unifi.it