El siguiente caso ilustra en forma clara como el Dr. Hahnemann tomaba un caso utilizando el Therapeutic Pocket Book de Boenninghausen (1846) y cómo usaría el mismo repertorio, pero con un programa computarizado.
Podemos apreciar que durante la repertorización, todo parecía indicar que Nux Vómica sería el remedio más adecuado para este paciente, en particular eso pareciera ya que se sabía que el paciente tenía una personalidad irritable, de manera que cuando el Dr. Hahnemann considera la disposición de un síntoma mental, se refiere a como es que el paciente reacciona a la enfermedad y NO a la personalidad (ver párrafos abajo). Hahnemann considera piezas clave, a todo lo que ha cambiado en ese paciente y sólo usa la disposición general para ver si el estado de la enfermedad embona con la patogenesia del remedio. De este modo, un paciente usualmente irritable ha desembocado en un síntoma mental como el que se especifica en la línea número 8 del caso clínico abajo.
Caso Clínico: Original de Hahnemann en 1815. (del video, traducido)
Hombre pálido y adelgazado de 42 años de edad, el cual de manera continua ha estado dedicado a su trabajo de escritorio, vino conmigo el día 27 de Diciembre de 1815 habiendo estado ya enfermo durante 5 días.
1.-La primera noche él enfermó sin causa manifiesta, mal y mareado, con muchos eructos.
2.-La siguiente noche (alrededor de las 2 a.m.) vómitos agrios.
3.-Las noches subsiguientes eructos severos.
4.-Hoy también enfermo, eructos de sabor agrio y fétido.
5.-Sentía como si la comida estuviera cruda y sin digerir.
6.-Sentía su cabeza como vacía, hueca, aturdida y como si estuviera sensible por dentro.
7.-El menor ruido es doloroso para él.
8.-El está en una disposición dócil, apacible.
Así podemos ver que Nux vómica no contiene esa disposición apacible, PUSATILLA aparece en primer lugar (conteniéndola) y fue administrada en este paciente llevándolo hacia una curación rápida, suave y permanente.
Párrafo 153 Organon 5ª Edición:
“En esta búsqueda de un remedio homeopático específico, es decir, en esta comparación de signos y síntomas colectivos de la enfermedad natural con la lista de síntomas de los medicamentos conocidos, a fin de encontrar entre estos un agente morbífico artificial que corresponda por semejanza a la enfermedad que haya que curar, debemos tener en cuenta principal y únicamente los signos y síntomas (109) del caso patológico, más notables, singulares, extraordinarios, peculiares (característicos). Porque estos síntomas son principalmente los que deben corresponder con los muy semejantes en la lista de medicamentos con el fin de elegir el más apropiado para realizar la curación. Los síntomas más generales e indefinidos, como la pérdida del apetito, cefalalgia, debilidad, sueño inquieto, malestar general, etc., merecen poca atención cuando presentan este carácter vago e indefinido y no pueden describirse con más exactitud, pues en casi todas las enfermedades y en casi todas las drogas se observan síntomas de la misma naturaleza general.”
Pie de nota párrafo 109:
“El Dr. Von Boenninghausen, por la publicación de los síntomas característicos de las medicinas homeopáticas y por su repertorio, ha prestado un gran servicio a la homeopatía….”
De aquí que uno solo busca de entre síntomas de la propia enfermedad, aquel síntoma que podría ser el que se está presentando y que podría estar asociado con los demás síntomas, realmente no importa en tanto éste sea CARACTERTISTICO del remedio que produce los mismos síntomas en la experimentación.
Es entonces, que es importante recalcar que los remedios nunca se ajustan caprichosamente a las intensiones de nuestra selección sintomática, por lo que es esencial el conocimiento de la materia médica pura y en consecuencia el uso de herramientas bien estructuradas que contengan únicamente síntomas derivados de las experimentaciones de acuerdo al protocolo de selección e inclusión de Hahnemann (y Boenninghausen); esto es, con los elementos de cada síntoma experimentado, dándoles los grados apropiados y detectando tanto como es posible los síntomas propios de la acción primaria (aunque en la MMP es denotada en algunas ocasiones (ej: Ignatia) la observación donde se encuentra una acción secundaria, por ser aparentemente opuesta pero que es todavía generada por el remedio en sí mismo).
Esto me lleva a lo siguiente:
Párrafo 6 Organon 6ª Edición:
“El observador desprovisto de prejuicios y bien consciente de la futilidad de las especulaciones trascendentales que no pueden ser confirmadas por la experiencia, ante cada caso individual de enfermedad toma nota exclusivamente -Mediante su facultad de penetración ejercitada al máximo –de los cambios en la salud de su cuerpo y de la mente (Fenómenos mórbidos, accidentes, síntomas) que pueden ser percibidos externamente por medio de los sentidos; es decir que él advierte solamente las desviaciones que partiendo del estado de salud anterior llevan hasta el individuo ahora enfermo, las que son sentidas por el mismo paciente, confirmadas por quienes viven con él y observadas por el médico. Todos estos signos perceptibles representan a la enfermedad en toda su extensión o sea que, en su conjunto, constituyen el verdadero cuadro y el único concebible, de la enfermedad.”
Esto clarifica que uno simplemente observa lo que el paciente debe ser, fue y ahora es, notando la diferencia. Eso es TODO lo que uno observa. Solamente se toma la expresión de la enfermedad y como afecta al paciente y como lo expresa ese paciente.
Lo que uno trata de hacer es encontrar la descripción exacta y las modalidades de la enfermedad.
Todo remedio genera síntomas y todo paciente enfermo también lo hace por lo que tendremos que tener en mente y releer detenidamente los siguientes párrafos:
Párrafo 210 Organon 6ª Edición:
“De origen psórico son casi todas esas enfermedades que antes he denominado unilaterales, que parecen ser las más difíciles de curar a consecuencia de su unilateralidad y en las que todos los otros síntomas pareciera que desaparecen ante el síntoma único, de prominente importancia. De este carácter son las denominadas enfermedades mentales. No obstante ellas no constituyen un tipo de enfermedad nítidamente separado de las demás, desde que en todas las otras enfermedades denominadas corporales el estado de ánimo y de la mente siempre está alterado y en todos los casos de enfermedad que debamos curar, el estado anímico del paciente es de particular importancia junto a la totalidad de los síntomas, si deseamos trazar un cuadro de la enfermedad que se ajuste a la realidad, lo que nos capacitará para tratarla homeopáticamente con éxito”
Párrafo 211 Organon 6ª Edición:
“Lo dicho tiene tal importancia que el estado de ánimo del paciente con frecuencia determina principalmente al remedio homeopático que será seleccionado, dado que es un síntoma decididamente característico, por lo que jamás debe pasar inadvertido al médico que sea buen observador.”
Párrafo 212 Organon 6ª Edición:
“El Creador de los agentes terapéuticos ha tenido muy en consideración esta característica fundamental de todas las enfermedades, la alteración del estado de ánimo y de la mente, porque no hay en el mundo sustancia poderosamente medicinal que no altere muy notablemente el estado de ánimo y de mente del individuo sano que la experimente y cada medicina cumple esto de una manera que difiere de la acción de las restantes.”
Párrafo 213 Organon 6ª Edición:
“En consecuencia, jamás seremos capaces de curar de conformidad con la naturaleza, es decir, homeopáticamente, si en cada caso de enfermedad, aunque sea aguda, no prestamos atención paralelamente a los otros síntomas, a aquéllos que se relacionan con los cambios del estado de ánimo y de mente y si, cuando procuraremos aliviar al paciente no seleccionamos de entre las potencias morbíficas, una medicina que, además de la similitud que guarde con respecto de los otros síntomas de la enfermedad, sea también capaz de producir un estado similar de ánimo y de mente.”
En estos últimos párrafos podemos vislumbrar a lo que Hahnemann se refiere con estado de ánimo generado por la enfermedad y al que es producido por los remedios en sujetos durante la experimentación pura. De ningún modo se puede confundir un síntoma mental producto de la reacción del paciente hacia la enfermedad (ö al remedio en la experimentación) con la PERSONALIDAD del paciente. Así como de ningún modo se debe tampoco hacer una síntesis de los síntomas mentales que se traduzca en PERSONALIDADES.
La realidad es que Hahnemann y Boenninghausen se apegaron a sus preceptos y principios observados y escritos en el Órganon. Así, ellos llegaron a tener excelentes tasas de éxito en sus prescripciones y muy pocas veces fallaron. Más aún, los estudiantes a quienes Hahnemann enseñó también tuvieron ese éxito usando sólo alrededor de 150 remedios.
Seguir la metodología y emular el proceso hahnemanniano es el punto clave de todo esto. Dejar de seguir a quienes han tergiversado la fórmula en base a personalidades, dando a este sistema curativo tintes religiosos, fundamentalistas, espirituales y, peor aún, hasta esotéricos, es apremiante en beneficio del paciente y por ende de la homeopatía.
Autor: Dr. Gary Weaver
Vídeo en inglés narrado por el / English video narrated by Dr. Gary Weaver: tpbcase.wmv
Traductor al español: Dr. José Guillermo Zamora, Médico Cirujano UAG, Homeópata del Institute for Homeopathic Medicine, IHM Dhom (Lic.). La Paz (Bolivia).
Fuente: Polony & Weaver Español (Dr. Guillermo Zamora)
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