Páginas

NUEVO ENFOQUE EN LA HISTORIA CLÍNICA HOMEOPÁTICA: A PROPÓSITO DE UN CASO DE MAGNESIA CARBÓNICA

Sin duda el núcleo de sufrimiento de los pequeños pacientes que necesitan este remedio, es el miedo al abandono. No en vano Kent comprobó sus buenos resultados en los orfelinatos que frecuentaba. Es el remedio de los niños adoptivos que deben realizar un esfuerzo para adaptarse a su nueva vida.
Procedencia Reino mineral. Es la sal de carbonato de magnesia o magnesia blanca. El remedio se elabora por la trituración de la misma.
Acción General Desnutrición o mal nutrición sobre todo en niños, a los que da aspecto caquéctico (delgadez extrema). Esto se produce por alteraciones de la nutrición celular debido al enlentecimiento de la circulación venosa. Caída en estados epileptoides sin pérdida de conocimiento, con sacudidas musculares, espasmos y calambres que se pueden apreciar a simple vista. Síntomas Mentales Niños hipersensibles, muy nerviosos con falta de atención, que quieren cambiar continuamente de actividad, lo que les produce gran inquietud mental y física (van tocándolo todo) Esto hace difícil la convivencia con el niño, sobre todo para padres y educadores. Son muy irritables, se enfadan a la menor contradicción, por lo que casi siempre están malhumorados. Son en general miedosos. Según Scholten, los niños magnesia carbónica son agresivos porque tiene necesidad de sentirse reconocidos y aceptados; si esto no ocurre, de alguna forma, obligan a los demás a respetarlos.
Síntomas Físicos (Generales y Locales) El aspecto del niño es de enfermedad, por la palidez y delgadez que presenta. Gran deseo de comer carne y beber leche que en general le sienta mal, dando deposiciones diarreicas de color verdoso acompañadas de cólicos. Despide olor ácido de todo el cuerpo. Se agrava con la dentición. El niño que es adoptado, siente dolor ante el hecho del abandono de sus padres biológicos, pero al mismo tiempo, siente un gran temor hacia la nueva situación que le presenta la vida. “¿Y si estos padres me abandonan igual que lo hicieron los anteriores?”. Siente miedo a dejar partir lo conocido para que se instale lo nuevo, mucho más vital.
Historia Clínica Acude a consulta por primera vez el hijo adoptivo de una paciente. Tiene cuatro años y viene desde los países del este, acompañado de su hermano menor. La madre me cuenta que los dejaron abandonados en el frío de la calle y fueron llevados a un orfelinato por la policía. El aspecto externo del niño indica su procedencia ya que está muy delgado, con tez pálida y ojeras. Ha aprendido muy rápidamente el español y no quiere acordarse de su idioma, porque dice que no va a volver allí. Es muy enfadadizo con los otros niños y con su hermano, a los que muerde si no le obedecen. Es desafiante y tiene arrebatos de rabia que han empeorado últimamente. Me explica la madre que tiene una reacción muy rara después de estos y de otras emociones. Se queda de pie quieto con los ojos abiertos, la mirada perdida y sacudidas en numerosos músculos de su cuerpo, esto la tiene asustada por si es una epilepsia. Observo el cuadro de forma directa, pudiendo comprobar que no se trata de epilepsia, pero si crisis de espasmos y sacudidas musculares. En la consulta no se está quieto ni un minuto, todo lo quiere tocar y tiene a su madre persiguiéndole continuamente. Habla muy alto y deprisa; se hace imposible mantener su atención un instante. Tiene un aliento desagradable que llega a ser repulsivo. Comienzo prescribiendo Lycopodium, Veratrum Album, que le hacen bien pero no le mejora sustancialmente. Después de un curso donde conozco la utilidad de la Magnesia Carbónica en el tratamiento de los niños adoptivos decido prescribir una dosis en baja potencia, para irla subiendo con posterioridad .Los resultados han sido muy positivos, está más tranquilo, no es tan desafiante y está mucho más cariñoso con los otros. Las sacudidas, aunque aún le dan, son menos frecuentes e intensas.
Interpretación La adaptación a la nueva situación debe realizarla en su familia adoptiva, a la que exige atención y cariño exclusivo. El cuadro mental y físico que presenta no es más que su necesidad de ser reconocido y aceptado en un medio que considera hostil. El temor a un nuevo abandono y a no poder sobrevivir tras él acechan continuamente a nuestro pequeño paciente. Con la toma del remedio, la tranquilidad se instala en su mente. Comprende que no es necesario "romperse" luchando para salir adelante, sólo debe aceptar la nueva situación que le ofrece la vida.
Autora: Dra. Belkys Méndez Arozena.
Ponencia presentada en el II Congreso Nacional de Homeopatía. Tenerife, 28 Abril a 1 Mayo de 2006.

No hay comentarios:

Publicar un comentario