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LOS CONGRESOS HOMEOPÁTICOS EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

Estas Jornadas Nacionales de Homeopatía organizadas por la Federación Española de Médicos Homeópatas cierran la actividad de congresos y encuentros de homeopatía en nuestro país en el presente siglo. Momento oportuno éste, para hacer un memorándum de lo que ha sido nuestra historia en este aspecto. La evolución de la homeopatía española en el siglo XX se relaciona con los acontecimientos históricos que determinaron el devenir de nuestro país a lo largo de este siglo. Podemos establecer tres períodos que se corresponden con fases de nuestra historia política: una primera fase hasta el alzamiento nacional de 1936, una segunda fase que se sitúa hasta finales de los años setenta y otra tercera que llega hasta la actualidad. En la primera fase la homeopatía sigue el proceso de desarrollo que tiene su origen en la segunda mitad del siglo XIX; entonces era Madrid el foco fundamental de expansión a través de la Sociedad Hahnemanniana Matritense que cobijó en su seno a homeópatas notables, promovió la homeopatía tratando de proporcionarle un respaldo legal y llegó a crear el primer y único hospital dedicado exclusivamente a la atención de los enfermos mediante el método homeopático. A finales del siglo XIX se creó la Academia Médico Homeopática de Barcelona, ésta surge en un momento de menor actividad en la sociedad de Madrid y recoge el testigo en la labor de formación y expansión de la homeopatía. Desde 1936 hasta finales de los años setenta, la homeopatía española está condicionada por la situación política y social que marca nuestra historia en ese período; la tónica general es la falta de actividad motivada por la desaparición de las sociedades homeopáticas, los médicos homeópatas abandonan esta práctica por diversos motivos y se pierde la tradición homeopática en nuestro país, de este modo el uso de este método desaparece de la memoria colectiva. A finales de los años setenta y al socaire de la apertura general que se produce con la transición política, los médicos jóvenes entran en contacto con la homeopatía a través de canales diversos: los laboratorios de productos homeopáticos y la Academia de Barcelona, contribuyeron de manera especial en estos primeros años de la década de los ochenta al resurgimiento de la homeopatía, mediante la organización de cursos y seminarios que permitieron un primer contacto con esta terapéutica. Los Congresos Homeopáticos del siglo XX tuvieron lugar en la primera fase y en la tercera. En el presente trabajo nos centraremos más en la primera fase por resultarnos más desconocida, los de la tercera forman parte de nuestra historia presente y sólo haremos mención a ellos sin entrar en más detalle. CONGRESO HOMEOPÁTICO DE 1924 El primer congreso que se celebró en España fue el International Homoeopathic Council de Barcelona en septiembre de 1924. La organización de este congreso es una muestra de la vitalidad que tenía en aquellos momentos la Academia Médico Homeopática de Barcelona en el contexto general de la homeopatía española. Su presidente fue el Dr. Miguel Balarí Costa y entre los delegados extranjeros encontramos figuras de renombre tales como el Dr. Higinio G. Pérez de México, el Dr. Pierre Schmidt de Ginebra, el Dr. Nebel de Laussane, el Dr. Mattoli de Italia y el Dr. Juan Antiga de la Habana. La Revista de homeopatía práctica, publicación periódica de la Academia de Barcelona, en la edición de septiembre-octubre de 1924, recoge las incidencias de este congreso cuyas sesiones se realizaron en el Fomento del Trabajo Nacional del 2 al 5 de septiembre. CONGRESO HOMEOPÁTICO DE 1929 En 1929 se celebró en Madrid el Primer Congreso Nacional de Medicina Homeopática cuyas sesiones se realizaron en las dependencias del Hospital Homeopático de San José y contó con una afluencia de participantes que se estimaba en el noventa por ciento de los homeópatas españoles. El Dr. Juan Vergés Payró, Presidente de la Liga Hispano Americana para la homeopatía y Presidente de Honor del Congreso, manifiesta sus impresiones en El Sol de Meissen de 1929, resaltando la importancia de las jornadas tanto en el aspecto social como científico. En la sesión inaugural estaban presentes destacadas personalidades de la vida política e intelectual como el Exmo. Sr. Martínez Anido, ministro de la Gobernación y el Director General de Sanidad. Formaban la mesa presidencial el Dr. Migual Balarí de Barcelona, el Exmo. Marqués de los Salados, el Dr. Patricio del Barco, el Dr. Castro Pascual, catedrático de Microbiología de la Facultad de Farmacia, el Dr. Juan Vergés y el Dr. Augusto Vinyals. El acto inaugural del Congreso concluyó con una impresión cinematográfica de los actos de la asamblea y de los asistentes que constituye un testimonio muy interesante de aquel Congreso Nacional. No queremos detallar los temas que se trataron pero sí señalar que se dedicó toda una sección del Congreso a la enseñanza de la homeopatía, por ser éste un aspecto que preocupaba a los homeópatas, ya que la aversión hacia esta medicina por parte de los organismos oficiales en todos los tiempos, dificultaba la formación de los médicos que querían acceder a su práctica. Hubo también jornadas dedicadas a la homeopatía filosófica y experimental, a la materia médica, y a los modernos tratamientos médicos y su relación con la terapéutica hahnemanniana. El Dr. Barco Pons en la reseña que hizo de este congreso para El Mundo Médico exponía las siguientes conclusiones: pedir a los Poderes públicos el reconocimiento de la especialidad homeopática para que su enseñanza fuera oficial y que esta terapéutica no se pudiera ejercer sin el título de médico homeópata. Que se estableciera en España la sede de la experimentación hahnemanniana controlada por todos los medios que la ciencia dispusiera, para sacar de ello el mayor provecho. Que se considere como un hecho científicamente demostrado que en determinadas condiciones, las dosis mínimas de vitaminas, hormonas, toxinas, etc... pueden producir efectos biológicos excelentes. Que la vacunoterapia, la opoterapia, la tuberculinoterapia, la bacterioterapia y muchos otros tratamientos médicos, están fundamentados en la ley del similia similibus curentur. Que las modernas concepciones de las enfermedades alérgicas y sus tratamientos con las dosis infinitesimales, constituyen un nuevo resurgir de las ideas hahnemannianas. Todas estas conclusiones pueden ser subrayadas hoy día por todos nosotros, ya que están muy cerca de lo que proponemos los homeópatas en la actualidad. CONGRESO HOMEOPÁTICO DE 1933 Entre el 24 y el 28 de julio de 1933 se celebró en Madrid el VII Congreso de la Liga Internacional Homeopática bajo el patronato de S.E el Presidente de la República D. Niceto Alcala Zamora y como Presidentes de Honor estaban los Exmos. Sres. Presidentes de la Generalitat de Cataluña y de las Repúblicas Argentina, Brasil, Cuba, Chile, México, Perú, Portugal y Venezuela. Entre los miembros de honor estaban el alcalde de Madrid, el rector de la Universidad Cental y el profesor D. Santiago Ramón y Cajal. La sesión inaugural fue en el Hotel Palace y entre las personalidades homeopáticas más sobresalientes destacamos al Dr. Pierre Schmidt, presidente de la Liga Homeopathica Internationalis, el Dr. Assmann de Alemania, el Dr. Bodman de Inglaterra, el Dr. Majumdar de India, el Dr. Nebel de Suiza y el Dr. Nogueira da Silva de Brasil. Las sesiones científicas comenzaron con una conferencia de Don Salvador de Madariaga que fue leída por el Dr. Torres Oliveros ya que no pudo estar presente en el Congreso por haber sufrido un accidente. El colofón de la primera jornada lo puso el Dr. Marañón con una ponencia cuyo título era Alergias, hormonas y vacunas. Su relación con la homeopatía y que despertó el interés general por ser la nota más sobresaliente del Congreso. El Dr. Marañón señalaba que algunos métodos como la vacunoterapia, la hormonoterapia y las vitaminas, justifican la teoría homeopática, manifestando además, que un gran número de pacientes que acuden al homeópata lo hacen intoxicados por los tratamientos de la medicina clásica, buscando en los gránulos y diluciones un descanso para el cuerpo. El congreso prosiguió en los días siguientes con diversas sesiones científicas y con una reunión de la Junta Directiva de la Liga Homeopática Internacional clausurando el Congreso el Dr. Pierre Schmidt. Este es el esbozo general de los congresos homeopáticos que se celebraron en España con anterioridad a la guerra civil, acontecimiento que marcó un tiempo de silencio y olvido hasta la apertura que se produjo con la transición política a finales de los setenta. En la década de los ochenta la creación de asociaciones homeopáticas en diversos lugares de España propició la organización de las Primeras Jornadas Nacionales de Homeopatía que se celebraron en Mallorca en 1987. La Academia de Barcelona y la Asociación de Mallorca fueron las responsables de llevar a cabo este primer encuentro nacional de homeópatas noveles que presentaron sus trabajos en las sesiones que se desarrollaron entre el 15 y el 18 de octubre. La Academia de Barcelona organizó en 1990 el Congreso de la Liga coincidiendo con el centenario de su fundación. Dicho congreso se celebró en la Ciudad Condal entre el 10 y el 13 de mayo. En 1992 la Asociación de médicos homeópatas de Aragón y la Sociedad Científica de homeopatía de Aragón organizaron en Zaragoza la II Jornadas Nacionales de Homeopatía del 26 al 28 de marzo. Las III Jornadas se celebraron en Madrid del 7 al 9 de marzo de 1997, organizadas por la Sociedad Hahnemanniana Matritense, con la Asociación Vasco Navarra en el comité científico y con la colaboración del Instituto Homeopático de San José, la Asociación de Mallorca y la F.E.M.H. La continuidad de estos congresos nacionales hasta el presente, es una muestra de la vitalidad que tiene hoy día la homeopatía en nuestro país.
Autora: Dra. Inmaculada González-Carbajal García Ponencia presentada en las IV Jornadas Nacionales Universitarias de Homeopatía. FEMH. Sevilla, Abril 1999.

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