Resumen
Olvidado tras la amplia difusión y aceptación del método repertorial de Kent, especialmente desconocido entre los homeópatas de habla castellana por la falta de traducciones de las obras originales, el método de Boenninghausen ha permanecido durante mucho tiempo confinado al ámbito de la homeopatía alemana (la de origen del autor y su obra) y entre los homeópatas con dominio del inglés, sobre todo en la India y en Estados Unidos (a partir de las traducciones y revisiones de Allen y Boger).
Este trabajo quiere ser una recuperación del primero de los dos métodos repertoriales de la homeopatía clásica, para darlo a conocer al colectivo homeopático hispano, como instrumento de validez vigente en la búsqueda del remedio más adecuado a cada caso clínico.
Presentamos una exposición de las características del método de repertorización de Boenninghausen y sus formas de aplicación, comentamos los casos en los que puede estar mejor indicado su uso, y señalamos las diferencias con el método repertorial de Kent.
Introducción
Formado en el método de repertorización de Kent en los grupos de Homœopathia Europea, creados y liderados por Jacques G. Imberechts, alumno directo de Pierre Schmidt[1] (quien a su vez fuera discípulo del Dr. E.A. Austin[2], y éste de la Dra. F. Gladwin, homeópata americana discípula y colaboradora directa de Kent en la elaboración de su repertorio), no ha sido hasta época relativamente reciente, a raíz de la preparación de las clases sobre ‘Repertorio y Semiología homeopática’ para el Master de Homeopatía de la Universidad de Sevilla, que he conocido el método de repertorización de Boenninghausen, anterior al de Kent, y usado por el propio Hahnemann, quien en su obra principal, el Órganon, hace referencia a él en la nota al parágrafo 153:
“El Dr. Von Boenninghausen ha prestado un gran servicio a la Homeopatía con la publicación de los síntomas característicos de los medicamentos homeopáticos y su Repertorio, lo mismo que el Dr. J.H.G. Jahr con su manual de síntomas principales.”[3]
Hahnemann parece ser que no quedó satisfecho con el repertorio que encargó a su jóvenes alumnos Rückert y Jahr, que fue el segundo de los repertorios manuscritos utilizados por Hahnemann; el primero había sido redactado en latín por su propia mano sin ninguna otra ayuda (1805). En cambio, aprobó totalmente y parece ser que utilizó en su práctica profesional el repertorio de Boenninghausen[4].
Boenninghausen redactó tres repertorios sucesivos:- el primero, Repertorio de Medicamentos Antipsóricos (1832), fue el primer repertorio homeopático publicado, con prefacio de Hahnemann (la referencia en la 5ª edición del Órganon se refiere a éste); -luego realizó el Repertorio de Medicamentos no antipsóricos (1835);-y, por último, por consejo del propio Hahnemann, agrupó los dos repertorios anteriores en uno, el Manual terapéutico para médicos homeópatas (1846)[5], que incluía también La Relación relativa de los medicamentos homeopáticos (1836).
El repertorio de Boenninghausen tuvo una sola edición en francés (1846), traducido por el Dr. D. Roth.; una nueva reedición de esta misma traducción no se realizó hasta 1976.[6] Esta nueva edición francesa ha sido traducida recientemente al español (1993).[7]
En cambio, en los Estados Unidos, fue objeto de cinco ediciones, pero ya en el siglo XX, en traducciones de H. Okie, J. Hempel y Timothy F. Allen, el célebre autor de la Enciclopedia de la Materia Médica Homeopática en diez volúmenes, el Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book (1935)[8].
Allen reorganizó el repertorio de Boenninghausen, añadió muchos medicamentos, de manera que prácticamente creó un libro distinto al original. Las rúbricas de este repertorio de referencia fueron incorporadas en las posteriores ediciones del repertorio de Kent[9].
También aparecieron dos ediciones inglesas.
La 5ª edición americana y última de la traducción de T. Allen (1935) fue prologada y corregida por H. A. Roberts y Annie C. Wilson, ya que la original de Allen tenía muchos errores de traducción; ese prólogo[10] es interesante para entender la filosofía que existe detrás del repertorio de Boenninghausen.
Pero antes de esas ediciones Cyril M. Boger había traducido el primer repertorio de Boenninghausen sobre los medicamentos anti-psóricos (1900), y posteriormente compiló en un solo volumen todas las obras maestras de Boenninghausen, en especial todas las referencias al repertorio, bajo el título de Boenninghausen’s Characteristics and Repertory (1905). La 2ª edición de esta obra se realizó en Bombay (1937), dos años tras la muerte de Boger.
Estas tres obras (la original de Boenninghausen, la traducción inglesa de Allen y la compilación en inglés de Boger), que aparentemente pueden confundirse como la misma obra, incluso con añadidos a la obra original en las versiones inglesas para enriquecerla, son en realidad tres obras radicalmente distintas, aunque puedan ser útiles todas ellas.
De hecho, la confusión ha llevado a no saberse a qué obra nos referimos cuando hablamos del ‘repertorio de Boenninghausen’, como si existiera uno solo con sus traducciones literales fidedignas.
Justificación
Esta cuestión aquí planteada no tendría mayor relevancia si no fuera porque hay autores que sostienen que el tipo de información y la forma en que está estructurada en cada uno de esos tres repertorios hace que su uso no conduzca al mismo resultado.
Por un lado, en revisiones minuciosas[11] se han podido constatar los errores y las variaciones de las rúbricas del repertorio de Boenninghausen a los posteriores (Boger, Kent y Allen).
Por otro lado, otros autores[12] mantienen que sólo la obra original de Boenninghausen[13] representa en su conjunto su manera especial de tomar el caso y analizarlo, habiendo perdido las otras dos el referente filosófico con que Boenninghausen elaboró su repertorio.
Sin embargo, en su prólogo histórico Roberts y Wilson[14] nos demuestran la importancia de la obra de Allen aplicando el peculiar método de analizar el caso de Boenninghausen, incluso con la aportación de casos clínicos ejemplares; aunque los propios autores reconocen no haber podido contrastar la obra de Allen con el original alemán[15], dan muestras de su utilidad como instrumento repertorial al afirmar:
“En cualquier caso que haya síntomas confusos, sean pocos o muchos, o que el remedio más adecuado esté velado, podemos adaptar el ‘Pocket Book’ para ordenar el caos y el remedio será desvelado, SI no esperamos que el repertorio por sí solo tome la decisión por nosotros.”[16]
Médicos homeópatas contemporáneos[17] confirman la utilidad práctica del repertorio de Boenninghausen en la traducción de Allen.
Y, a pesar de los autores que insisten en que “mientras el trabajo de Boger es una compilación de los escritos terapéuticos de Boenninghausen, sólo el ‘Therapeutic Pocketbook’, mediante su diseño y construcción engañosamente sencillos y único en su género, desarrollado por el mismo Boenninghausen, proporciona el mecanismo específico para aplicar el método condensado de ‘recombinación de síntomas característicos’ de Boenninghausen para la selección del remedio.”[18], hay otros[19] que utilizan el Boenninghausen’s Characteristics and Repertory de Boger con gran eficacia práctica.
El Manual terapéutico para médicos homeópatas de Boenninghausen era el repertorio más usado a finales del siglo XIX, pero fue cayendo en desuso a raíz de la popularidad del repertorio de Kent, aunque el mismo Kent reconoce haberlo usado[20].
En la actualidad existe un lento movimiento de recuperación del interés por el antiguo repertorio de Boenninghausen, sobre todo en Alemania y en la India, lo que ha facilitado la realización de dos nuevas traducciones inglesas más fieles al original alemán con sus correspondientes versiones informatizadas[21].
Existe una única traducción al español, de la edición francesa de 1976, realizada en Mexico, pero de escasa difusión hasta ahora[22].
Objetivos
La presentación de este trabajo tiene como primer y principal objetivo el dar a conocer a la comunidad homeopática de habla castellana el modo peculiar de tomar y analizar el caso, seleccionar los síntomas característicos y repertorizar de Boenninghausen, muy cercano al pensamiento hahnemanniano, que configura una estrategia terapéutica original adaptada a la filosofía homeopática más ortodoxa. Aunque este método tiene más de 150 años, ha sido muy poco difundido en el mundo homeopático hispano, en parte probablemente por no existir ninguna traducción castellana de las obras de Boenninghausen, ni de las adaptaciones ó versiones de Allen y Boger.
El conocimiento del método de repertorizar de Boenninghausen nos da la posibilidad de incorporar una nueva (aunque históricamente fuera de las primeras) estrategia terapéutica a nuestra práctica homeopática.
El conocer las diferencias entre las obras de Boenninghausen, Boger y Allen nos abre también una vía de investigación para dilucidar las diferencias que puedan existir entre la aplicación del método de Boenninghausen con su repertorio original, con el Pocketbook de Allen ó con el repertorio de Boger, sin descartar tampoco la posibilidad de utilizar cualquier repertorio de Kent ampliado con los añadidos de Boenninghausen, Boger y Allen.
Características del método de Boenninghausen
Hay dos pilares básicos en la concepción semiológica de Boenninghausen, aprendidos muy de cerca de Hahnemann,:
1- La idea de 'síntoma completo', con sus cuatro elementos fundamentales: -localización; -sensación; -modalidades; y –concomitantes.
2- El concepto de ‘totalidad sintomática’ hahnemanniano en Boenninghausen adquiere una característica más específica, que se aproxima mucho a lo que actualmente llamamos ‘holismo’, privando siempre la sintomatología general por encima de la particular.
Debemos a Constantine Hering[23] el esquema visual para ilustrar las cuatro dimensiones de un síntoma completo (las cuatro patas sobre las que basar el diagnóstico):
1.- Sensaciones
2.- Localizaciones
Tejidos, órganos
Condición patológica
3.- Modalidades
-de agr. y mej.
-etiológicas
4.- Concomitantes
Hering recomendaba a sus alumnos seleccionar, entre los síntomas pertenecientes a estas cuatro categorías básicas, un mínimo de tres signos característicos en los que apoyar el diagnóstico (‘el taburete de tres patas’).[24]
Boenninghausen observó que en las experimentaciones puras (provings) recogidas en la Materia Médica Pura de Hahnemann, los síntomas registrados a menudo estaban ‘incompletos’, es decir, a los síntomas de cada experimentador por separado les faltaban modalidades, la descripción clara de las sensaciones, etc. Cada uno de los experimentadores presentaba un síntoma incompleto, pero tomada la patogenesia en su conjunto podía obtener la localización, las distintas sensaciones, las modalidades y los síntomas concomitantes, que configuraban lo que él dio en llamar ‘síntoma completo’.
Además, también se dio cuenta que esas ‘partes’ de un síntoma completo eran experimentadas de forma diversa, en asociaciones sintomáticas diferentes, en cuadros clínicos distintos, según cada experimentador.
De forma similar, los pacientes presentan situaciones clínicas con síntomas incompletos, ó con modalidades confusas.
Boenninghausen llegó a la conclusión que este problema de los síntomas individuales incompletos, tanto en los provings como en los casos clínicos, podía resolverse por medio de la aplicación de la ‘analogía’: los síntomas que aparecen en una parte (del caso o del proving) de forma incompleta pueden completarse con fiabilidad por analogía, asociándoles las condiciones destacadas que aparecen en otras partes del caso. Aunque no encontremos el síntoma exacto podemos relacionar por analogía las sensaciones, modalidades y concomitantes, que aparecen en otros lugares. De manera que esas otras partes pueden ser consideradas como síntomas generales de toda la persona, y no sólo como peculiaridades de síntomas particulares específicos.
“Boenninghausen aplicaba los principios de concomitancia cuando, en un caso oscuro, ordenaba un poco el caos combinando los fragmentos dispersos de los síntomas para formar uno ó más síntomas típicos, tomando la localización de una parte, el carácter de las sensaciones por los síntomas expresados por el paciente en relación a otras partes, y las condiciones de agravación y mejoría quizás de una afección de alguna otra parte, ó quizás por la consideración de todas las partes afectadas. Hay que recordar, sin embargo, que esos síntomas no son elegidos al azar; todos deben guardar una relación clara entre ellos en cuanto a horario y circunstancias, aunque haya una irregularidad aparente en su agrupación. Por una aplicación amplia del principio reunía todas las localizaciones afectadas, todas las sensaciones y todas las condiciones, cada una en su lugar, y entonces erigía la totalidad,…”[25]
Y así llegamos a una de las características principales del método de Boenninghausen, que es la generalización a gran escala. Según el concepto de totalidad sintomática de Boenninghausen, que considera que no existen propiamente síntomas "particulares" porque el hombre se enferma siempre en su totalidad, las partes sólo representan el efecto local de la desarmonía general de la fuerza vital. Todas las modalidades se generalizan.
Esta generalización, junto con el uso de la analogía para completar los síntomas, es más fácil de realizar con los síntomas físicos, por eso el método de Boenninghausen pone más énfasis en los síntomas físicos que en los mentales.
Muchos autores criticaron duramente a Boenninghausen, entre ellos Hering[26] y Kent[27], por no distinguir entre las modalidades generales y las modalidades locales.
Hering señalaba que en las patogenesias completas a veces se constatan modalidades locales diferentes a las modalidades generales, como el caso típico de las cefaleas de Arsenicum album que pueden mejorar por aplicaciones frías al contrario de la modalidad general muy marcada de agravación por el frío.
Kent hablaba de generalización abusiva al trasponer signos locales en signos generales.[28] Boenninghausen destacó las modalidades especialmente notables de las patogenesias, no susceptibles de interpretación ambigua por parte del enfermo, considerando que raramente se trata de modalidades locales si son realmente intensas, pues en definitiva, dada la unidad profunda del organismo, un síntoma local muy característico tiene el mismo valor que un síntoma general (holismo).
El tercer pilar básico del método de Boenninghausen es la doctrina de la concomitancia. El lugar, la sensación y la modalidad no son suficientes para individualizar un caso dado, se necesita el concomitante.[29]
El síntoma concomitante es aquel síntoma característico que ocurre simultáneamente (ó en alternancia) al síntoma principal, raro por el contexto, peculiar por su combinación[30], que permite diferenciar el caso ó el remedio de cualquier otro similar, porque no tiene nada que ver con el síntoma principal y aparentemente no tiene ninguna importancia por su benignidad, por ello el paciente no le presta la menor atención y hay que descubrirlo mediante un interrogatorio minucioso.
Los síntomas concomitantes son una parte necesaria de la totalidad sintomática, sobre todo si se han empezado a manifestar al mismo tiempo que la enfermedad. Pueden ser físicos ó psíquicos. Todos los síntomas característicos contemporáneos de la enfermedad son concomitantes. Síntomas comunes adquieren una importancia significativa por su agrupación con el síndrome patológico principal y se convierten en signos característicos de la enfermedad.[31]
"El síntoma concomitante es a la Totalidad lo que la condición de agravación
ó mejoría es al síntoma aislado. Es el factor diferenciador."[32] Los síntomas concomitantes, a su vez, pueden dividirse en los tres factores de lugar, sensación y modalidad. Este factor individualizante se encuentra más a menudo en alguna modalidad común (de agravación ó mejoría) a todos los síntomas del grupo (de la totalidad) que no entre las modalidades de un síntoma particular, aunque sea el principal.
Esto muestra otra vez más la importancia de la generalización en la filosofía boenninghauseniana; para Boenninghausen era más importante el grupo, la agrupación sintomática, que el síntoma aislado por muy peculiar que fuera.
“El síntoma único peculiar a veces confiere individualidad al grupo, …; pero el rasgo individualizante se encuentra más a menudo en alguna modalidad común a todos los síntomas del grupo.”[33]
Muchos homeópatas, entre ellos Hering, criticaron el método de Boenninghausen por el uso demasiado extenso de los principios de concomitancia y asociación[34], aunque fue el mismo Hering quien organizó un repertorio en base al de Boenninghausen, teniendo en consideración sobre todo las concomitancias sintomáticas, pero sólo llegó a escribir un volumen sobre síntomas mentales concomitantes.[35]
Boger, al revisar el repertorio de Boenninghausen, creó secciones de modalidades dentro de cada sección de lugar.[36]
Boenninghausen insiste en la presencia de los “síntomas con modalidades” en la construcción de la “totalidad” y generalizar estas modalidades.’[37] En el siguiente orden de importancia:
1º- las etiologías (modalidades de causa);
2º- las agravaciones generales; y
3º- las mejorías generales. Teniendo en cuenta tanto la esfera mental (emocional e intelectual) como la física.
En su esquema de valoración semiológica figuran en lugar destacado los síntomas generales físicos, incluyendo en ellos las sensaciones, los deseos y aversiones (en general, no sólo alimenticios), los impulsos psico-biológicos anormales, las urgencias, instintos e impulsos y los patológicos generales.[38]
Los síntomas mentales, por su complejidad de interpretación, son colocados al final en el esquema de jerarquización sintomática de Boenninghausen; éste los utilizaba más bien como síntomas confirmatorios del paciente, en una última etapa del análisis del caso, para realizar el diagnóstico diferencial de la lista de los remedios que surgen después de la repertorización.
Esto no significa que Boenninghausen diera poco valor a los síntomas mentales en la totalidad sintomática, como algunos lo han malinterpretado, sino que veía una gran dificultad en entender la mente, que no podía desmenuzarse tan fácilmente como los síntomas físicos en sus cuatro componentes.[39]
Boenninghausen consideraba en teoría al psiquismo como la guía más segura de la personalidad del enfermo; y, de hecho, listó los síntomas mentales al principio de su repertorio (al igual que Kent), pero sólo les dedica siete páginas (de las 305 en la traducción de Allen, es decir, un 2,3%; que en el repertorio de Boger aumentan a 45 de 963, es decir, un 4,67%, excluyendo los apartados relativos a remedios, relaciones, concordancias y característicos; recordemos que en el repertorio de Kent las 95 páginas dedicadas al capítulo de ‘Mind’suponen un 6,67% del total)[40], a las que hay que añadir las cuatro páginas de la sexta parte, entremezcladas entre todas las ‘agravaciones y mejorías’, dedicadas a las “afecciones y pasiones como causa y sus epifenómenos”[41].
Este lugar restringido otorgado al psiquismo por Boenninghausen ha sido un enigma para muchos adeptos a la técnica repertorial de Kent. Hay ahí una articulación esencial para la comprensión de la evolución y de la diferenciación de diversas escuelas homeopáticas a partir de Hahnemann.[42]
También ocupan un lugar final en la jerarquización los síntomas particulares característicos, que no son susceptibles de generalización.[43]
Otro aspecto importante del método de Boenninghausen son las relaciones entre los remedios, relaciones diferenciadas por zonas corporales, por localizaciones, sensaciones y modalidades, y a todos los niveles y secciones de su repertorio; valorando los remedios complementarios, relaciones de agudo-crónico, antídotos, remedios incompatibles, los que siguen bien y completan la acción de otros (concordancias), etc.
En su repertorio original, también en la traducción y ampliación de Allen, y en el de Boger, se mantiene este último capítulo como uno de los más importantes.
Roberts reconoce que “Para la mayoría de médicos homeópatas el último capítulo del Pocket Book, las Relationships, ha sido un misterio total.”[44] Esas relaciones medicamentosas, basadas en las experiencias de Hahnemann y Boenninghausen, se han ido transmitiendo a través de generaciones de homeópatas, y aparecen en muchas de las obras clásicas de Materia Médica homeopática, sin embargo no ocurre lo mismo entre los homeópatas modernos, a no ser que se trate de meras recopilaciones bibliográficas.
Uno de los pocos ejemplos encontrados de la utilidad práctica de esta sección del repertorio de Boenninghausen en la actualidad, nos la ofrece Will Taylor[45] en su exposición de un caso clínico donde combina el análisis desde el método de Boenninghausen en el caso agudo para terminar con la aplicación del método kentiano para el crónico, demostrando la eficacia de las relaciones previsibles entre medicamentos afines y su utilidad diagnóstica.
El principio de la generalización, la doctrina de la concomitancia y el uso de la analogía para completar los síntomas forman la base conceptual del método de repertorización de Boenninghausen.
Diferencias con el método repertorial de Kent
Si interpretáramos a Hahnemann y a Boenninghausen a partir de las distinciones semiológicas efectuadas por Kent, nos arriesgaríamos a provocar un contrasentido total.
Kent distingue los síntomas generales de los síntomas comunes y de los síntomas locales (‘particulares’)[46]. Atribuye una importancia muy relevante a los síntomas mentales, considerándolos los más generales de todos; confiere un lugar importante pero secundario a los síntomas físicos generales y a las modalidades; y coloca en el último lugar a los característicos locales.
“Muchos síntomas regionales son al mismo tiempo comunes y particulares, particulares porque son de una sola zona corporal y comunes porque describen un estado (patológico).”[47]
La concepción antropológica de Kent es jerárquica, siendo el síntoma mental primordial porque manifiesta con mayor especificidad el desarreglo profundo del ser humano. La ‘cascada’ de trastornos desde el nivel mental hasta el nivel lesional determina su grado de importancia:
Mental ............. Afectivo (emocional) ............. Sensorial ............. Funcional ............. Lesional
Autores homeopáticos contemporáneos[48] sostienen un esquema antropológico jerárquico similar, resumiéndolo en tres niveles básicos: Mental/Espiritual; Emocional/Psíquico y Físico (incluyendo el sexo, el sueño, la alimentación y los cinco sentidos). Y adjudicando también, igual que Kent, al nivel mental el máximo rango.
“El nivel mental es el nivel más crucial para el ser humano. Es el contenido mental y espiritual de la persona lo que le confiere la verdadera esencia a dicha persona.”[49]
Este planteamiento llevó a Kent a ampliar el capítulo Mente de su repertorio como ningún otro repertorio había recogido antes, y a que autores más modernos lo hayan desarrollado y completado mucho más.[50]
De ahí se establece la escala de valoración de los síntomas a repertorizar, según las enseñanzas kentianas de John Weir, Margaret Tyler[51] y Pierre Schmidt[52]:
1. Etiología manifiesta.
2. Síntomas Mentales (y emocionales): voluntad, amores, odios, miedos, cólera, tristeza, inteligencia, ilusiones, delirios, memoria, …
3. Síntomas raros, singulares, extraños o paradójicos (excepto si los generales se oponen de forma clara).
4. Síntomas Generales : agravaciones, mejorías; horarios, estacionalidad, lateralidad, periodicidad, tendencias y predisposiciones, …
5. Intolerancias, aversiones y deseos alimentarios.
6. Sueño y sueños.
7. La esfera Genital: trastornos sexuales, trastornos menstruales, …
8. Secreciones.
9. Síntomas Regionales, de arriba abajo.
10. Síntomas Patognomónicos de la enfermedad.
Basándose la repertorización mayormente en los síntomas correspondientes a los apartados 1-7, usando raramente los síntomas de los apartados 8-10 excepto en casos defectivos, con pocos síntomas.
Empleando el lenguaje moderno, podríamos decir que Kent es psicosomático[53] en el sentido de Alexander[54], Weiss y English[55], al postular, no sólo la unidad reaccional del alma y el cuerpo, sino el origen psíquico obligatorio de todos los fenómenos patológicos. En cambio, la perspectiva de Hahnemann y Boenninghausen sería más bien somato-psíquica.[56]
Para Hahnemann y Boenninghausen la distinción fundamental de los síntomas no se hace entre síntomas generales y síntomas locales, sino entre síntomas comunes, sin importancia para la elección del remedio, y síntomas característicos.
En su concepción holística del ser humano (en contraposición a la concepción jerárquica de Kent) cualquier síntoma puede expresar la unidad reaccional de todo el organismo. En el límite, no existen síntomas locales propiamente dichos, porque toda manifestación local no es más que la expresión localizada de un trastorno general o, si es primitiva como el caso de los traumatismos, repercute inmediatamente sobre el estado general.
Como todo es general por definición, en cada fenómeno patológico basta distinguir lo que es característico de lo que es común.
El acento no se pone a priori sobre los síntomas psíquicos sino sobre lo que en cada caso particular es más marcado, más intenso, lo mejor analizado por el enfermo y lo percibido más objetivamente por el médico.
En la práctica, según la correcta apreciación de Boenninghausen, pocos síntomas mentales son indiscutibles, pues su exacta apreciación por el enfermo y por el médico son difíciles.[57]
A partir de las indicaciones del propio Hahneman en su Órganon, de la totalidad sintomática se escogen los síntomas característicos para diagnosticar el remedio más semejante (§104). Los síntomas característicos son los síntomas individualizadores (§153) de cada caso, por ser los más específicos, definidos, particulares, significativos, precisos, determinados o distintivos (§102,104). Se pueden distinguir por ser los más (§153): –llamativos (notables), que llaman la atención; -singulares, únicos de su clase, que singularizan el caso; -inhabituales (extraordinarios), raros, de aparición rara (§102); y/o –peculiares, comunes a (propios de) pocas enfermedades (§102).
Y se descartan los síntomas comunes, que son los síntomas generalizantes (§102), es decir, los más inespecíficos, indefinidos, generales, difusos, imprecisos, indeterminados o indistintos.
Entre los síntomas comunes se incluyen los síntomas patognomónicos: que permiten el diagnóstico específico de una enfermedad; los síntomas fisiopatológicos: que son la consecuencia del (mal)funcionamiento fisiológico; los síntomas objetivos (signos físicos): síntomas externos visibles (e.g. piel y mucosas); y/o los síntomas locales ("particulares"):que afectan a una sola parte del organismo.
Estos síntomas comunes pueden adquirir relevancia, ya sea por sus modalidades especiales que permitan entrever su individualidad., ya sea por su peculiar combinación.
No hay que perder de vista, sin embargo, las enseñanzas de Hahnemann respecto a la importancia del estado emocional del paciente. “…en todos los casos de enfermedad que debamos curar, el estado anímico del paciente es de particular importancia junto a la totalidad de los síntomas, si debemos trazar un cuadro de la enfermedad que se ajuste a la realidad, lo que nos capacitará para tratarla homeopáticamente con éxito.”
“Lo dicho tiene tal importancia que el estado de ánimo del paciente con frecuencia determina principalmente al remedio homeopático que será seleccionado, dado que es un síntoma decididamente característico, por lo que jamás debe pasar inadvertido al médico que sea buen observador.”[58]
Sin embargo, una revisión[59] actual de las historias clínicas de Hahnemann, de su práctica homeopática durante sus últimos años en París, ha revelado que “Prescribía ampliamente sobre la base de los síntomas patológicos, y la patología física del paciente era tomada en cuenta en su totalidad y no como algo subsidiario.” “No existe evidencia en estos registros clínicos que Hahnemann diera el enorme peso especial a los síntomas psicológicos dado por algunos prescriptores modernos.” “El lugar prominente dado a éstos en la homeopatía moderna parece haberse originado en Kent y sus seguidores, un siglo más tarde,…” especialmente por la influencia de las ideas de Emmanuel Swedenborg, que fueron seguidas por muchos homeópatas americanos contemporáneos de Kent [60](Garth Wilkinson[61], Constantine Hering, Otis Clapp, Hans Gram, John Ellis, etc.).[62]
De Swedenborg aprovecha Kent su visión universal y jerárquica de la realidad, especialmente la llamada teoría de los grados.[63]
Boenninghausen resume mnemotécnicamente los siete aspectos que son necesarios conocer para tener una imagen completa de una enfermedad, es decir, para conseguir la totalidad sintomática (§7, §16)[64], utilizando un hexámetro del siglo XII que usaban los teólogos escolásticos para determinar la gravedad de un pecado: “Quis? Quid? Ubi? Quibus auxiliis? Cur? Quomodo? Quando?”
Y coloca en primer lugar el aspecto psíquico del enfermo.
Quis?- ¿Quien? “Por supuesto, la personalidad, la individualidad del paciente, debe encabezar la imagen de la enfermedad, porque la disposición natural se apoya en ella.” Boenninghausen incluye en este apartado: el sexo, la edad, la constitución física y el temperamento, y los estados de la mente y el espíritu, tanto en enfermedad como en salud.
Quid?- ¿Qué? La enfermedad, con su naturaleza y peculiaridades.
Ubi?- ¿Dónde? El lugar de la enfermedad, su localización.
Quibus auxiliis?- ¿Con qué? Se refiere a los síntomas acompañantes, concomitantes, especialmente aquellos que “(a) raramente aparecen en conexión con la enfermedad principal; (b) aquellos que pertenecen a otra esfera de enfermedad diferente del trastorno principal; y (c) por último, aquellos que son más ó menos característicos de uno de los medicamentos, aunque nunca se hayan encontrado en tal yuxtaposición.”
Cur?- ¿Por qué? Las causas de la enfermedad, la etiología, tanto las internas, es decir, la
disposición natural general (idiosincrasia), como las externas u ocasionales.
Quomodo?- ¿Cómo? Se refiere al modo, es decir, a todas las modificaciones que pueden tener lugar, excepto el tiempo, que está contemplado en la siguiente pregunta; incluye todas las modalidades, las agravaciones y las mejorías, también las aversiones y deseos alimentarios. Boenninghausen declara en este apartado: “…considero las indicaciones obtenidas por esta pregunta y la siguiente como las más importantes, indudables, y por lo tanto las más decisivas para los propósitos terapéuticos.”
Quando?- ¿Cuándo? “Esta última pregunta concierne al horario de aparición, de agravación o de mejoría de los trastornos, y sigue en orden natural a la precedente, y es raras veces de menor importancia en terapia que la anterior.” También incluye la periodicidad, pero especialmente las agravaciones y mejorías en momentos particulares a lo largo del día.[65]
La aproximación al enfermo, según el método de Kent, se adapta mejor a las enfermedades psicosomáticas propiamente dichas, es decir, aquellas cuya etiología es psíquica.
Pone el énfasis especialmente en las “modalidades de causa emocional”. Esclarece el aspecto muy interesante de la estructura caracterológica de los sujetos predispuestos a ciertas enfermedades y el de las modalidades reaccionales generales a las agresiones externas. Pero deja de lado otros aspectos, que en muchos casos tienen una relevancia innegable: el aspecto morfológico, los signos tipológicos objetivos, los síndromes patológicos, los organotropismos y las afinidades tisulares de los remedios, la constitución y el temperamento, etc.[66]
Por último, cabe destacar que una de las grandes aportaciones del método de Boenninghausen, la consideración especial de los síntomas concomitantes, en el método de Kent se difumina de tal modo que, de hecho, en su repertorio es una de las categorías sintomáticas que se pierden totalmente, diseminadas entre las grandes rúbricas particulares, perdiendo así su especificidad asociativa peculiar; sólo en algunas modalidades acompañadas del adverbio “durante” o “con” encontramos algunos de aquellos.
De la misma forma, el interés manifiesto de Boenninghausen por las concordancias entre medicamentos, en Kent pierden prácticamente su valor; el gran capítulo dedicado a ellas en el repertorio del primero desaparece totalmente en el segundo, dejando de ser ya una guía repertorial para la prescripción más eficaz. Kent desarrolla un esquema más completo de valoración del efecto del remedio a partir de las diferentes reacciones posibles del enfermo y sus síntomas[67], aunque también contempla ciertas posibilidades de complementariedad entre la acción consecutiva de ciertos remedios y la necesidad del uso de ‘series de remedios’, como la clásica Sulphur, Calcarea y Lycopodium, para completar la curación en algunos casos.[68]
Formas de aplicación del método de Boenninghausen
Básicamente siendo el método de repertorización el mismo, distinguimos cuatro formas de aplicarlo según el repertorio a utilizar, ya sea el original de Boenninghausen, la traducción que hizo de él Allen, la compilación que realizó Boger o el repertorio de Kent.
1. Método del Therapeutic Pocketbook original
La información de este repertorio de Boenninghausen fue aprovechada por los autores posteriores de repertorios, como Lippe, Lee y el mismo Kent.
Del repertorio de Boenninghausen, además del alemán original, existen desde hace poco al menos dos versiones bastante fieles en la lengua inglesa, la editada por George Dimitriadis y publicada por el Hahnemann Institute Sydney, una renovación y ampliación con contribuciones de K.-H. Gypser[69], y la traducción y edición de Peter Vint, versión bilingüe publicada por Archibel en su formato informático Radar[70]. Sólo conocemos otra traducción de esta obra a otro idioma: la histórica traducción francesa de D. Roth[71], reeditada por los Laboratoires Homœopathiques de France con motivo de su cincuentenario en 1976.[72] De esta traducción francesa se hizo una traducción al español que se publicó en Mexico en 1993[73].
Estas nuevas y recientes[74] versiones inglesas del original van a permitir que su uso no quede restringido a los homeópatas alemanes, y pueda contrastarse en la práctica homeopática de otras latitudes todo lo que puede dar de sí su utilización, que tal como afirman algunos autores representa un instrumento muy simple, y al mismo tiempo muy sofisticado, de repertorización, siguiendo las estrictas directrices de su creador, que “… permite al usuario aplicar el concepto de recombinación de los característicos de un caso de enfermedad en la selección del remedio.”[75]
2. Uso del Boenninghausen Therapeutic Pocket Book de Allen
Los clásicos defensores de la validez del uso de la traducción sui generis que hizo Timothy Allen del original fueron H. Roberts y Annie Wilson, que escribieron el ya famoso prólogo[76] de la 5ª edición americana, donde explican con mucho detalle el método de repertorización de Boenninghausen como una especie de ‘manual de uso’ de dicho repertorio en unas 70 páginas.
Esta obra todavía puede conseguirse a través de las reediciones que hacen de ella en la India.[77] Existe también en formato informático[78]. No sabemos de ninguna traducción de esta obra a ningún idioma.
Con la aportación de casos clínicos ejemplares, explicando paso a paso el método de Boenninghausen, desde el caso clínico ‘en bruto’ hasta la repertorización y selección del remedio, pasando por la selección de los síntomas característicos, los autores de este prólogo dan muestras de su utilidad como instrumento repertorial, aunque reconocen no haber podido contrastar la obra de Allen con el original alemán[79].
La rapidez y la facilidad del uso de los programas informáticos ha propiciado que médicos homeópatas contemporáneos[80] hayan confirmado la utilidad práctica del repertorio de Boenninghausen en la traducción de Allen, siguiendo siempre el método recomendado por Boenninghausen.
3. Uso del Boenninghausen’s Characteristics and Repertory de Boger
La obra de Boger sigue republicándose periódicamente en la India[81] y ha servido como repertorio de referencia a muchas generaciones de homeópatas, aunque no conocemos ninguna traducción de esta obra original en inglés.
A primera vista parecería un compendio de todas las referencias repertoriales de Boenninghausen, por lo tanto una obra más completa que la original de la que procede; pero al examinarla en detalle vemos que se trata de un repertorio totalmente nuevo, aunque mantiene la información de Boenninghausen, la estructura interna ha cambiado.
Actualmente existen programas informáticos que lo tienen incorporado[82].
Analizando la estructura del repertorio de Boger, se puede deducir que su filosofía repertorial es similar a la de Boenninghausen en la idea de totalidad del paciente, acentuando la importancia de los síntomas físicos generales, las modalidades generales y los concomitantes; además, existe una gran generalización en cuanto a “lugar” y “patología”, que hace destacar la importancia dada por Boger a los síntomas patológicos generales.[83]
Aunque existen autores[84] que ponen en duda la utilidad del repertorio de Boger aplicando el método de repertorización de Boenninghausen, hay otros[85], en cambio, que manifiestan claramente la gran ayuda que les ha aportado para abordar cierto tipo de casos.
4. Uso del Repertorio de Kent (con los añadidos de Boenninghausen)
Es posible utilizar el repertorio de Kent según la técnica de Boenninghausen, ya que Kent incorporó en su repertorio casi la totalidad de la obra de aquel, aunque la estructura y la filosofía de referencia sea bastante distinta; lo que posteriormente hizo que introdujera algunas modificaciones significativas, por ejemplo eliminando progresivamente las localizaciones (anatómicas) de los síntomas.[86]
Aquí el problema, y el argumento de los críticos, sigue siendo el mismo que con el repertorio de Boger: a pesar de estar toda la información incluida, la estructura del repertorio, al diferir del original de Boenninghausen, pierde el diseño especial que permite obtener una orientación fiable para la selección del remedio más similar según la selección sintomática propia a la metodología boenninghauseniana.
Cuando nos referimos al repertorio de Kent, nos estamos refiriendo con mayor razón a todos los repertorios posteriores que, con base en el de Kent, han ampliado la información a partir de las obras de Boenninghausen. En especial, cabe mencionar el repertorio de Barthel[87] como uno de los repertorios que han introducido la tendencia a la generalización del repertorio de Boenninghausen.
Cuándo utilizar el método de Boenninghausen
Por supuesto, el autor utilizó su método de repertorización en todos los casos, porque en su día tampoco había otros métodos alternativos.
Actualmente, con la alternativa del gran método de Kent, podemos elegir los casos, que por su presentación sintomática, sean más aptos para ser analizados y repertorizados como Boenninghausen proponía. Es decir, otra vez más, como a cada paso intentamos hacer en homeopatía, adaptaremos el método de repertorización al caso individual, aplicaremos pues el principio general homeopático de la individualización también para escoger el mejor método repertorial.
En la práctica homeopática clásica los únicos métodos que ofrecen suficientes garantías para conducirnos al simillimum son estos dos: el de Boenninghausen y el de Kent; por eso, será importante saber en qué casos utilizar uno u otro.
Dadas las características del método de Boenninghausen, cuando en un caso no tengamos síntomas mentales, podremos basarnos en los síntomas más generales, sobre todo si sólo tenemos síntomas particulares asociados a concomitantes[88], o síntomas comunes asociados a concomitantes, pues la relevancia de los síntomas concomitantes, aquellos que ocurren simultáneamente, hacen que su presencia permita una mayor eficacia repertorial del uso de este repertorio[89], sobre todo por el hecho de que en el repertorio de Kent esa relación semiológica de concomitancia no viene reflejada.
El síntoma concomitante lo podemos encontrar en cualquier otra parte, incluso alejada del síntoma principal, y a menudo se trata de una condición de agravación o mejoría.
Cuando haya escasez de síntomas generales pero existan modalidades particulares, por el principio de la generalización podremos utilizar esas modalidades como síntomas generales, principalmente las modalidades de causa, las agravaciones generales y las mejorías generales.
Si nos encontramos con síntomas incompletos podremos completarlos por analogía, empleando los aspectos comunes a todos o a la mayor parte de los síntomas del caso.
Si de un caso dado tenemos la localización, la sensación, las modalidades y los concomitantes, es decir, tenemos un síntoma completo, este repertorio nos puede ayudar mucho; podemos prescribir con éxito basándonos en un solo síntoma si ese síntoma está completo.[90]
La porción de un síntoma que no puede completarse en una sola parte puede completarse en otra parte.
Desde el punto de vista clínico, el método de Boenninghausen parece adaptarse mejor a los casos agudos[91], con la ventaja de poder detectar el remedio crónico a partir de la consideración de los síntomas agudos que se repiten en cada crisis[92]; también a los casos pediátricos, que suelen tener pocos síntomas y menos síntomas mentales claros[93]; y a los casos con una patología física (enfermedad ‘local’) importante[94]; aunque clásicamente se ha utilizado para cualquier tipo de caso crónico, tanto físico como mental.[95]
CONCLUSIONES
1- El método de repertorización de Boenninghausen es una estrategia terapéutica clásica en Homeopatía, elaborada por uno de los más estrechos colaboradores de Hahnemann y utilizada por el propio Hahnemann.
2- El método de repertorización de Boenninghausen plantea una forma especial de selección y valoración sintomática en base a los síntomas característicos (definidos según las orientaciones dadas por Hahnemann en el Organon[96]) frente a los síntomas comunes.
3- En el método de repertorización de Boenninghausen se valoran los síntomas sobre todo por su peculiar combinación (‘síntoma completo’: lugar + sensación + modalidades + concomitantes), aunque sean síntomas comunes; adquieren así especial importancia los síntomas concomitantes, y esa combinación se realiza reagrupando los cuatro aspectos de los diferentes lugares del organismo donde se expresan, por la aplicación del principio de analogía.
4- En el método de repertorización de Boenninghausen se priorizan los síntomas generales, dando el valor de generales a las modalidades particulares.
5- Los síntomas mentales adquieren un valor secundario en la repertorización, no por su menor importancia sino por su dificultad en ser bien definidos, utilizándose posteriormente para el diagnóstico diferencial entre los remedios que aparecen con mayor puntuación en la repertorización.
6- Un aspecto especial del método de repertorización de Boenninghausen es la relativa a las relaciones entre los medicamentos, en cuanto a su aplicación sucesiva en un caso dado, que él mismo y otros autores definieron por su experiencia clínica.
7- Para aplicar el método de repertorización de Boenninghausen se pueden usar distintos repertorios, teniendo en cuenta sobre todo dos aspectos importantes:
-uso de la rúbrica general junto a las particulares del caso (es decir, añadiendo los remedios que figuren en las particulares y no en la general)[97];
-uso de concomitantes (reconstruyéndolos virtualmente si el repertorio no los ofrece directamente). La mayor o menor eficacia de cada repertorio en seleccionar los remedios más adecuados a cada caso está por demostrar en el marco de la experiencia clínica contemporánea.
8- El método de repertorización de Boenninghausen puede ser de especial utilidad para la selección y valoración sintomática de casos sin síntomas mentales, con síntomas concomitantes, con síntomas comunes en combinación peculiar, con pocos síntomas generales, o con síntomas incompletos.
9- El método de repertorización de Boenninghausen se adapta especialmente bien a las enfermedades agudas, enfermedades infantiles y enfermedades físicas.
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[1] Imberechts,Jacques.- Comment je rencontrai le Dr. Pierre Schmidt. Cahiers du Groupement Hahnemannien du Docteur P. Schmidt, 25ème série, nº 9-10 (1988), pp. 45-47.
[2] Le Dr. E.A. Austin, élève du Dr. Kent. Cahiers du Groupement Hahnemannien du Docteur P. Schmidt, 24ème série (1987), pp. 187 y sig..
[3] Hahnemann, Samuel.- Organon de la Medicina (6ª ed.), §153, nota. Ed. Albatros. Buenos Aires, 1978.
En la 5ª edición del Órganon (1833) sólo se refiere a Boenninghausen: “M. De Boenninghausen ha hecho un gran servicio a la homeopatía, en su Exposición de los síntomas que caracterizan los medicamentos antipsóricos.” Hahnemann, Samuel.- Organon del Arte de Curar. Miraguano Eds. Madrid, 1987.
[4] Séror, Robert.- LE RÉPERTOIRE. Historique, depuis Hahnemann jusqu’à nos jours. http://homeoint.org/seror/histoire/repertor.htm.
[5] Therapeutisches Taschenbuch, für homöopathische Ärzte, zum Gebrauche am Krankenbette und beim Studium der reinen Arzneimittellehre. Münster, Germany, 1846. (incluía 126 remedios).
[6] En el sitio web del Dr. Séror pueden encontrarse los prefacios a ambas ediciones francesas. http://homeoint.org/seror/articles.
[7] Boenninghausen,C. de.- Manual de Terapéutica homeopática y repertorio. Nueva Editorial Médico Homeopática Mexicana. Mexico D.F., 1993.
[8] El ‘Libro de bolsillo ó Manual Terapéutico de Boenninghausen’ incluía 342 remedios. Allen añadió 220 remedios, pero eliminó 4, Angustura y los tres remedios magnéticos (Magnetis poli ambo, Magnetos polus arcticus y Magnetos polus australis).
[9] Ediciones del Repertorio de Kent: 1ª ed. (1897), 2ª ed. (1908), 3ª ed. (1924), 4ª ed. (1935), 5ª ed. (1945), 6ª ed. (1957); estas son las ediciones americanas. La 3ª edición fue la última manuscrita por Kent mismo y la de mejor calidad; las tres siguientes, editadas por sus seguidores (Dra. F.E. Gladwin, Dr. Austin, Dr. Pierre Schmidt) y su viuda (Clara Louise Kent) incorporan pocas variaciones. Las posteriores ediciones de la India (a partir de 1961) contienen muchos errores.
[10] El título del cual traducido al castellano sería: “Los Principios y la Practicabilidad del Manual terapéutico de bolsillo de Boenninghausen para médicos homeópatas para su uso en la cabecera del enfermo y en el estudio de la Materia Médica”.
[11] Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book, trad. T.F. Allen, introd. H. A. Roberts y Annie C. Wilson. B. Jain Publishers. New Delhi, 1993. pp. 45-53.
Souk-Aloun,P.- Remarques sur le Répertoire de Boenninghausen (Traduction française de D. Roth). http://homeoint.org/books/soukrexp/repboenn.htm
[12] Dimitriadis, George.- The Bönninghausen Repertory. An Introduction. Hahnemann Institute. Sydney, 2000. E-mail: theborep@nextcentury.com.au
[13] La primera traducción inglesa fidedigna la realizó Johann Ernst Staff en el mismo año 1846 en que se editó la obra original alemana, aunque se publicó algo más tarde en los Archiv für die homöopathische Heilkunst.
[14] The Principles and Practicability of Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book for Homœopathic Physicians to use at the bedside and in the study of the Materia Medica. Introducción de H.A. Roberts y Annie C. Wilson a la 5ª edición americana del Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book traducido por T.F. Allen (1935).
[15] Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book, trad. T.F. Allen, introd. H. A. Roberts y Annie C. Wilson. B. Jain Publishers. New Delhi, 1993. p. 44.
[16] Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book, trad. T.F. Allen, introd. H. A. Roberts y Annie C. Wilson. B. Jain Publishers. New Delhi, 1993. p. 58.
[17] Horvilleur,Alain.- La pratique de l’Homéorep. Homœopathie Française, 1988.
Bachelerie,Robert.- Répertoire des caractéristiques de Boenninghausen. Cahiers du Groupement Hahnemannien du Docteur P. Schmidt, 28ème série, nº 3 (1991), pp. 128-133.
[18] Dimitriadis, George.- The Bönninghausen Repertory. An Introduction. Hahnemann Institute. Sydney, 2000. E-mail: theborep@nextcentury.com.au
[19] Taylor,Will.- Boenninghausen’s Method (1997). www.simillibus.com/articles.html
[20] Kent,J.T.- The Development and Formation of the Repertory, en Sivaraman,P.- Kent’s Repertory of the Homœopathic Materia Medica Expanded. B. Jain Publ. New Delhi, 1995. pp. xxxiii-xxxv.
[21] THE BÖNNINGHAUSEN REPERTORY. Therapeutic Pocketbook Method. (En libro y en programa informático). Hahnemann Institute. Sydney, 2000. E-mail: theborep@nextcentury.com.au
Boenninghausen's Therapeutic Pocketbook. Radar Software. www.wholehealthnow.com/homeopathy_pro/therapeutic_pocketbook.html
[22] Boenninghausen,C. de.- Manual de Terapéutica homeopática y repertorio. Nueva Editorial Médico Homeopática Mexicana. Mexico D.F., 1993.
[23] Hering,Constantine.- The Guiding Symptoms of our Materia Medica. Vol. I. Preface. p. 7. B. Jain Publishers. New Delhi, 1971.
[24] Séror,Robert.- La théorie du « Tabouret à 3 pieds ». http://homeoint.org/seror/articles/hering3p.htm
[25] Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book, trad. T.F. Allen, introd. H. A. Roberts y Annie C. Wilson. B. Jain Publishers. New Delhi, 1993. p. 13.
[26] “Fue un gran error, de Boenninghausen, separar las condiciones, como si cada una de ellas pudiera tener una aplicación general.…Las modalidades no son convertibles de una parte ó función a otra en cada caso, aunque en muchos casos puedan corresponder.” En Hering,C.- Analytical Repertory of the Symptoms of the Mind. B. Jain Publ. New Delhi, 1983, p.16-17.
[27] “La dificultad principal con el Repertorio de Boenninghausen era que las modalidades de las partes y las del paciente estaban todas mezcladas juntas, de manera que el libro era bastante insatisfactorio.” “La primera idea de Boenninghausen fue que las modalidades estuvieran colocadas de forma satisfactoria en conexión con los síntomas a los que pertenecían. Finalmente salió la forma condensada, el Libro de Bolsillo (Pocket Book). Éste, para mi forma de pensar, no era propiamente homeopatía; …”, en Kent,J.T.- The Development and Formation of the Repertory, en Sivaraman,P.- Kent’s Repertory of the Homœopathic Materia Medica Expanded. B. Jain Publ. New Delhi, 1995. pp. xxxiii-xxxiv.
[28] Demarque,Dénis.- Préface du Répertoire de Boenninghausen. http://homeoint.org/seror/articles/demarboen.htm
[29] Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book, trad. T.F. Allen, introd. H. A. Roberts y Annie C. Wilson. B. Jain Publishers. New Delhi, 1993. p. 21.
[30] Hahnemann, Samuel.- Organon de la Medicina, §102. Ed. Albatros. Buenos Aires.
[31] Demarque,Dénis.- Préface du Répertoire de Boenninghausen. http://homeoint.org/seror/articles/demarboen.htm
[32] Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book, trad. T.F. Allen, introd. H. A. Roberts y Annie C. Wilson. B. Jain Publishers. New Delhi, 1993. p. 21.
[33] Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book, trad. T.F. Allen, introd. H. A. Roberts y Annie C. Wilson. B. Jain Publishers. New Delhi, 1993. p. 23.
[34] Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book, trad. T.F. Allen, introd. H. A. Roberts y Annie C. Wilson. B. Jain Publishers. New Delhi, 1993. p. 11.
[35] Hering,C.- Analytical Repertory of the Symptoms of the Mind. B. Jain Publ. New Delhi, 1983.
[36] Taylor,Will.- Boenninghausen’s Method. www.simillibus.com/articles.html
[37] Benedict D’Castro,J. – Lógica de Repertorios. B. Jain Publishers. New Delhi, 1994. p. 152.
[38] Benedict D’Castro,J. – Lógica de Repertorios. B. Jain Publishers. New Delhi, 1994. p. 152.
[39] Taylor,Will.- Boenninghausen’s Method. www.simillibus.com/articles.html
[40] V. Nota 47.
[41] Boenninghausen,C. de.- Manual de Terapéutica homeopática y repertorio. Nueva Editorial Médico Homeopática Mexicana. Mexico D.F., 1993. p. LXXXIV.
[42] Demarque,Dénis.- Préface du Répertoire de Boenninghausen. http://homeoint.org/seror/articles/demarboen.htm
[43] Benedict D’Castro,J. – Lógica de Repertorios. B. Jain Publishers. New Delhi, 1994. p. 152.
[44] Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book, trad. T.F. Allen, introd. H. A. Roberts y Annie C. Wilson. B. Jain Publishers. New Delhi, 1993. p. 37.
[45] Taylor,Will.- Boenninghausen’s Method. www.simillibus.com/articles.html
[46] Kent,J.T.- Lectures on Homœopathic Philosophy. Lectures XXXII & XXXIII : ‘The Value of Symptoms’. North Atlantic Books. Richmond, 1979. (Existe traducción castellana).
[47] Kent,J.T.- Lectures on Homœopathic Philosophy. Lecture XXXIII : ‘The Value of Symptoms (continued)’. p. 211. North Atlantic Books. Richmond, 1979.
[48] Vithoulkas,George.- The Science of Homeopathy. Chapter 2: ‘The Three Levels of the Human Being’. Grove Press, Inc. New York, 1980. (Existe traducción castellana).
[49] Vithoulkas,George.- The Science of Homeopathy. Chapter 2: ‘The Three Levels of the Human Being’. p. 25. Grove Press, Inc. New York, 1980.
[50] Por ejemplo, el Synthetic Repertory en 3 volúmenes de Barthel & Klunker dedica todo el primer volumen, siendo el más voluminoso, a la sección Mind, pasando de las 95 pàginas que tenía el repertorio de Kent original a 551 (1102 paginadas, que para comparar mejor debemos dividir por la mitad, porque cada página tiene doble paginación, en las dos columnas). El Synthesis de Frederik Schroyens, manteniendo una estructura más similar al Kent de referencia, llega a las 217 páginas en su última versión española publicada en 1998, la edición 6.1, lo que supone un 11% de 1958 páginas, que se reduciría un poco si descontáramos las páginas de diccionario inglés-español que hay después de cada capítulo.
[51] Tyler,Margaret.- A Study of “Kent’s Repertory”, en Sivaraman,P.- Kent’s Repertory of the Homœopathic Materia Medica Expanded. B. Jain Publ. New Delhi, 1995.
Tyler,Margaret & Weir,John.- Repertorising, en Kent,J.T.- Repertory of the Homœopathic Materia Medica. (enriched Indian edition, reimpresión de la 6ª edición americana). B. Jain Publishers. New Delhi, 1987.
Hui Bon Hoa,J.- « Compendio » de Técnica Repertorial & Homeopática de Kent. (fotocopias facilitadas por el traductor, Jacques Imberechts).
[52] Imberechts,Jacques G.- Introduction à la Technique Répertoriale de Kent. 1977 (fotocopias facilitadas por el autor).
[53] Psicosomático = Referente a las relaciones entre lo físico y lo mental. En Cortada,F.J.- Diccionario Médico Labor, tomo 2, p. 858. Ed. Labor. Buenos Aires, 1970.
[54] Alexander,F.- La médecine psychosomatique. Payot. París, 1952 (orig. 1950).
[55] Weiss,E. y English,S.O.- Médecine psychosomatique. Delachaux et Niestlé. Neuchâtel/París, 1952. (orig. 1943).
[56] Somatopsíquico = Perteneciente a la vez al cuerpo y a la mente. En Cortada,F.J.- Diccionario Médico Labor, tomo 3, p. 271. Ed. Labor. Buenos Aires, 1970.
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[57] Demarque,Dénis.- Préface du Répertoire de Boenninghausen. http://homeoint.org/seror/articles/demarboen.htm
[58] Hahnemann, Samuel.- Organon de la Medicina, §210-211. Ed. Porrúa. México, 1984.
[59] Handley,Rima.- In Search of the Later Hahnemann. pp. 64-65, 70-73. Beaconsfield Publishers Ltd. Bucks, 1997.
[60] Que, al igual que Kent, fueron miembros de la Nueva Iglesia del Señor.
[61] Uno de los primeros traductores de Swedenborg al inglés.
[62] Treuherz,Francis.- The Origins of Kent’s Homœopathy. Journal of the American Institute of Homeopathy, vol. 77, nº 4, December 1984, pp. 130-149.
Campbell,A.- The Two Faces of Homœopathy. London, 1984.
Nicholls,P.- Homœopathy and the Medical Profession. London, 1988.
Van Galen, Emil.- Kent’s hidden links: the influence of Emmanuel Swedenborg in the homœopathic philosophy of James Tyler Kent. Homœopathic Links, 3 (1994), pp. 27-38.
[63] Antón Pacheco,José Antonio.- Filosofía y homeopatía: la influencia de Swedenborg. Revista Española de Homeopatía, nº 3 (1996), pp. 19-21.
[64] Hahnemann, Samuel.- Organon de la Medicina, §7, §16. Ed. Porrúa. México, 1984.
[65] Boenninghausen,C.M.F. Von.- The Lesser Writings of C.M.F. Von Boenninghausen. ‘A Contribution to the Judgement Concerning the Characteristic Value of Symptoms’. pp. 107-121. B. Jain Publishers. New Delhi, 1979.
Existe traducción en castellano en Medina, Conrado.- Doctrina homeopática, cap. 45. B. Jain Publ. New Delhi, 1993. Transcrita en Boenninghausen,C.M.F. Von.- Valor característico de los síntomas. Revista Española de Homeopatía, nº 3 (1996), pp. 35-41.
[66] Demarque,Dénis.- Préface du Répertoire de Boenninghausen. http://homeoint.org/seror/articles/demarboen.htm
Little,D.- Constitution,Temperament & Diathesis. 1999. www.simillimum.com/Thelittlelibrary/Constitutionaetiologymiasm/temperaments1.html
[67] Kent,J.T.- Lectures on Homœopathic Philosophy. Lecture XXXV : ‘Prognosis after observing the action of the remedy’. North Atlantic Books. Richmond, 1979. (Existe traducción castellana).
[68] Kent,J.T.- Lectures on Homœopathic Philosophy. Lectures XXXVI, pp 240-241 . North Atlantic Books. Richmond, 1979. (Existe traducción castellana).
[69] THE BÖNNINGHAUSEN REPERTORY. Therapeutic Pocketbook Method. (En libro y en programa informático). Hahnemann Institute. Sydney, 2000. E-mail: theborep@nextcentury.com.au
[70] www.wholehealthnow.com/homeopathy_pro/therapeutic_pocketbook.html
[71] Boeninghausen,C. de .- Manuel de thérapeutique pour servir de guide au lit du malade et à l’étude de la Matière Médicale Pure. J. B. Baillière. 1876.
Préface de C. De Boenninghausen à son répertoire. Traduction du Dr.D. Roth. http://homeoint.org/seror/articles/boenprf.htm
[72] Préface du Répertoire de Boenninghausen, par le Professeur Denis Demarque. http://homeoint.org/seror/articles/demarboen.htm
[73] Boeninghausen,C. de .- Manual de Materia Médica y Repertorio. 2ª ed. Nueva Editorial Médico Homeopática Mexicana. Mexico D.F., 1993.
[74] La del Hahnemann Institute Sydney es del 2000 y la de Archibel de finales del 2002.
[75] Dimitriadis, George.- The Bönninghausen Repertory. An Introduction. Hahnemann Institute. Sydney, 2000.
[76] The Principles and Practicability of Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book for Homœopathic Physicians to use at the bedside and in the study of the Materia Medica. Introducción de H.A. Roberts y Annie C. Wilson a la 5ª edición americana del Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book traducido por T.F. Allen (1935).
[77] Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book, trad. T.F. Allen, introd. H. A. Roberts y Annie C. Wilson. B. Jain Publishers. New Delhi, 1993.
[78] Bachelerie,Robert.- HOMEOREP – Logiciel d’aide à la recherché du remède homœopathique à partir du « Boenninghausen’s therapeutic pocket book », de Allen. 1983.
[79] Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book, trad. T.F. Allen, introd. H. A. Roberts y Annie C. Wilson. B. Jain Publishers. New Delhi, 1993. p. 44.
[80] Horvilleur,Alain.- La pratique de l’Homéorep. Homœopathie Française, 1988.
Bachelerie,Robert.- Répertoire des caractéristiques de Boenninghausen. Cahiers du Groupement Hahnemannien du Docteur P. Schmidt, 28ème série, nº 3 (1991), pp. 128-133.
[81] Boger,C.M.- Boenninghausen’s Characteristics and Repertory. B. Jain Publ. New Delhi, 1981 .
[82] Es uno de los repertorios seleccionables entre las opciones que ofrece el MacRepertory® y el CARA®, por ejemplo.
[83] Benedict D’Castro,J. – Lógica de Repertorios. B. Jain Publishers. New Delhi, 1994. pp. 155-7.
[84] Dimitriadis, George.- The Bönninghausen Repertory. An Introduction. Hahnemann Institute. Sydney, 2000.
[85] Taylor,Will.- Boenninghausen’s Method (1997). www.simillibus.com/articles.html
[86] Demarque,Dénis.- Préface du Répertoire de Boenninghausen. http://homeoint.org/seror/articles/demarboen.htm “A. de Almeida Rezende Filho señala, por ejemplo, que la sección del repertorio de Boenninghausen que trata de las localizaciones de los síntomas de los órganos genitales femeninos, que figura en la primera edición del repertorio de Kent, fue suprimida en las ediciones siguientes.”
[87] Barthel,Horst & Klunker,Will- Synthetic Repertory. 3 vols. Karl F. Haug Verlag GmbH & Co. Heidelberg, 1973.
[88] Benedict D’Castro,J. – Lógica de Repertorios. B. Jain Publishers. New Delhi, 1994. p. 161.
[89] Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book, trad. T.F. Allen, introd. H. A. Roberts y Annie C. Wilson. B. Jain Publishers. New Delhi, 1993. p. 20.
[90] Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book, trad. T.F. Allen, introd. H. A. Roberts y Annie C. Wilson. B. Jain Publishers. New Delhi, 1993. p. 21.
[91] Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book, trad. T.F. Allen, introd. H. A. Roberts y Annie C. Wilson. B. Jain Publishers. New Delhi, 1993. Case II, p. 61-3.
Bachelerie,Robert.- A propos d’un cas d’angine traité par Sabadilla au moyen du Répertoire des caractéristiques de Boenninghausen. Cahiers du Groupement Hahnemannien du Docteur P. Schmidt, 28ème série, nº 3 (1991), pp. 128-133.
Taylor,Will.- Boenninghausen’s Method (1997). www.simillibus.com/articles.html
[92] Horvilleur,Alain.- La pratique de l’Homéorep. Homœopathie Française, 1988.
[93] Horvilleur,Alain.- La pratique de l’Homéorep. Homœopathie Française, 1988.
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[94] Taylor,Will.- Boenninghausen’s Method (1997). www.simillibus.com/articles.html
[95] Boenninghausen’s Therapeutic Pocket Book, trad. T.F. Allen, introd. H. A. Roberts y Annie C. Wilson. B. Jain Publishers. New Delhi, 1993. p. 59-68.
[96] Hahnemann, Samuel.- Organon de la Medicina (6ª ed.), §153. Ed. Albatros. Buenos Aires, 1978.
[97] Taylor,Will.- Boenninghausen’s Method. www.simillibus.com/articles.html
Ponencia presentada en las V Jornadas de la FEMH, en Alicante, 4-6 Abril 2003.
Revisado por el Dr. Jacques Imberechts, Diciembre 2004.
Publicado en la Revista Española de Homeopatía, 2006. 17: 31-44.
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