Respuesta al dictamen sobre Homeopatía emitido por el Ministerio de Sanidad y el Instituto Carlos III, el día 19 de diciembre de 2011


La Asamblea Nacional de Homeopatía, en tanto que entidad reconocida por la Organización Medico Colegial (OMC), el  Ministerio de Sanidad y los grupos parlamentarios, como interlocutora oficial de la homeopatía en España, y a su vez, como entidad que agrupa a la gran mayoría de los médicos colegiados, asociaciones, academias, farmacéuticos homeópatas, veterinarios homeópatas, y a grupos universitarios y de investigación, queremos manifestar nuestra total disconformidad con el dictamen sobre la Homeopatía emitido por el Ministerio de Sanidad-Instituto Carlos III del día 19 de diciembre de 2011, por los siguientes motivos:

1.      En primer lugar, y como punto fundamental, hay que destacar que el estudio en cuestión y el posterior dictamen han sido elaborados por una comisión de la que no han formado parte ni los Colegios de Médicos, ni de Farmacéuticos, ni los verdaderos expertos en el tema, que son los profesionales nombrados en el párrafo anterior.

2.      La comisión de estudio del Instituto de Salud Carlos III tampoco contó con la asesoría directa de especialistas en investigación en homeopatía, sociedades científicas y departametnos universitarios. Aunque el documento inicial se remitió a algunos colegios profesionales y a algunas comunidades autónomas, no fue enviado ni se recibió en las principales Asociaciones homeopáticas Nacionales: ni en la Federación Española de Médicos Homeópatas, ni en la Sociedad Española de Medicina Homeopática, ni en la Academia Medico Homeopatica de Barcelona, todas ellas agrupadas en la Asamblea Nacional de Homeopatía, las cuales disponen de equipos de investigación en homeopatía, con los conocimientos de los estudios del más alto estándar científico, y a su vez dirigen los programas de investigación científica y formación universitaria de postgrado en Másters Universitarios de Homeopatía en varias universidades españolas. 

3.      En la elaboración del citado informe solo se han tenido en cuenta una serie muy reducida de estudios, nueve en total, que han sido seleccionados mediante unos criterios subjetivos mal definidos (sesgo de selección), omitiendo los resultados de estudios clave y los estudios posteriores a Marzo de 2007, algunos de los cuales son del más alto valor metodológico y positivos para la Homeopatía. En muchos de los estudios y meta-análisis no contemplados por el Instituto Carlos III (más de 200 artículos publicados en revistas de referencia) se demuestra repetidamente que la Homeopatía funciona como método terapéutico y con un efecto superior al placebo.

4.      No se tuvieron en cuenta las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni las aportaciones que en el campo de la salud pública han llevado a cabo diversos Ministerios de Sanidad a nivel internacional (en Reino Unido, Alemania, Francia, Suiza, Brasil, India, Cuba, Austria, Sudáfrica, Ecuador, Costa Rica, Italia y México, entre otros) que avalan la seguridad, eficacia y relación costo-beneficio favorable para la homeopatía. Su efectividad y ausencia de efectos secundarios han sido confirmadas repetidamente en grupos de enfermos, experimentadores sanos, animales de compañía y de granja y en cultivos celulares animales y vegetales.

5.      Tampoco se han considerado en el citado estudio, el espíritu de leyes y dictámenes oficiales de mayor rango que ya existen en España y que conceden reconocimiento a la homeopatía:

    1. Real Decreto de Centros y Servicios Sanitarios 1277/2003.
    2. Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS).
    3. Ley del Medicamento del 2006.
    4. Decreto de fabricación de medicamentos homeopáticos en 2007.
    5. Así como las sentencias favorables por parte del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (2007 y 2009) y Tribunal Supremo (2011).
    6. Tampoco se ha tenido en cuenta la aprobación por la Organización Médica Colegial de España (OMC) de la Homeopatía como Acto Médico y de la propia Comisión de Deontología y Visado de la OMC que reconoció en 2007 que existen estudios científicos que avalan a la homeopatía.
    7. En el mismo sentido tampoco se ha recogido en el informe la aprobación por unanimidad de los grupos parlamentarios de una proposición no de ley (PNL) donde se solicitaba (2009) al Gobierno el desarrollo de la Homeopatía como Acto Médico y donde el medicamento homeopático se consideraba oficialmente como un medicamento y no como un placebo.
    8. Ni el hecho de que los medicamentos homeopáticos están recogidos y reconocidos por la Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento la cuál dice “ que deberán ser estudiados e investigados de acuerdo con sus particularidades”.
6.      La conclusión a la que llega el estudio de que "la eficacia de estas técnicas, medida en ensayos clínicos, no ha sido demostrada en casi ningún caso", es falsa y no se ajusta a la realidad, ya que múltiples estudios clínicos y meta-análisis han demostrado repetidamente que la Homeopatía funciona como método terapéutico y con un efecto superior y distinguible del placebo. Esta demostración se basa en numerosos trabajos que no han sido contemplados por el Instituto Carlos III.
 
Conclusión
Por todo lo expuesto, pediremos al nuevo Gobierno y a la nueva Ministra de Sanidad que se realice de forma rigurosa un nuevo informe en el que trabajen conjuntamente una comisión ministerial y una comisión de expertos en la materia, entre los que figuren representantes de las diferentes Sociedades Médicas de Homeopatía y de otras Terapias Médicas No Convencionales así como representantes de la Asociación de Farmacéuticos homeópatas, de Veterinarios homeópatas y de los Colegios profesionales de médicos y farmacéuticos.


Por la Asamblea Nacional de Homeopatía:

Dr. Valentín Romero. Presidente.
Dra. Dolores Tremiño. Presidenta de la Sociedad Española de Medicina Homeopática (SEMH).
Dr. Antonio Marqués. Secretario
Dra. Inmaculada González-Carbajal. Presidenta de la Federación Española de Médicos Homeópatas (FEMH).
Dra. Maite Bravo. Presidenta de la Academia Médico Homeopática de Barcelona (AMHB).
Dr. Antonio Ortega. Vocal por la SEMH.
Dra. Assumpta Mestre. Vocal por los Colegios de Médicos, Sección de Homeopatía. 
Dr. Gonzalo Fernández. Vocal de Comunicación.
Dra. Itziar Lezamiz. Vocal de Investigación.
D. César Varela. Vocal de Farmacia. Presidente de Asociación Española de Farmacéuticos Homeópatas (AFHOM).
Dña. Coral Mateo. Vocal de Veterinaria por la Sociedad Española de Homeopatia Veterinaria (SEHV).
Dr. Manel Cabero (Tesorero).
 
                                                                                      Madrid a 22 de diciembre de 2011.

Doctrina Homeopática de Hahnemann interpretada por Kent

Resumen:
Este trabajo tiene por objetivo detectar en el análisis de cuáles parágrafos o temas el Dr. Kent difiere o interpreta de manera diferente, según mi humilde criterio, el mensaje claro que el Dr. Hahnemann nos legara.
En La Filosofía Homeopática, Kent interpreta algunos parágrafos del Órganon de la Medicina V edición, cuya autoría es de Hahnemann, descubridor del Sistema terapéutico Homeopático y creador del Método por el cual se instituye dicho Sistema.
En el trabajo expongo de cada tema a tratar, en primer lugar las lecciones donde Kent se refiere a los mismos, luego parangono con los parágrafos del Órganon V edición, en los que Hahnemann detalla el tema y finalmente elaboro mis conclusiones al respecto.
Cotejando ambas obras escritas, arribé a conclusiones, referidas a ciertos temas, tales como: Experimentación, Susceptibilidad y Miasmas Crónicos, en los que observé conceptos similares y diferentes respecto a los mismos.

LA EXPERIMENTACIÓN
Kent: “La experimentación tiene su puesto en la ciencia, pero es solo un lugar confirmativo, ya que solamente puede confirmar lo que ha sido descubierto por medio de sus principios y leyes que señalan la dirección adecuada”. Dice también las experiencias no conducen a descubrimientos; más cuando un hombre está completamente instruido en principios, aquello que él observa por la experiencia puede confirmar lo que está en relación a la Ley”. [1]
Hahnemann: en distintos apartados de la Introducción del Órganon V ed., hace referencia a lo importante que fue la experimentación en el descubrimiento de su Sistema Terapéutico, diciendo por ej. “La experiencia, manantial de toda verdad, le ha convencido de la ventaja y de la eficacia de este procedimiento homeopático”.
“La observación, la meditación y la experiencia me han enseñado, que la marcha, del todo contraria a los preceptos trazados por la alopatía que debe seguirse para obtener curaciones suaves, prontas y duraderas, consiste en elegir en cada caso individual de enfermedad, un medicamento capaz de producir por sí mismo una afección semejante a la que se pretende curar”. [2]
Dr.James Krauss: …”Hahnemann se constituyó en una de las cuatro personalidades de la época en la historia de la ciencia médica, siendo el experimentador, descubrió la fuente sintomática tanto del diagnóstico patológico como del terapéutico, y de ésta manera convirtió en científica la práctica de la medicina. “La era de la experimentación científica médica, principia con Hahnemann y nadie más. Científico de corazón Hahenmann experimentó científicamente con el fin de observar científicamente”.
“La experimentación tiene uno de estos dos propósitos: observar para inducir, o verificar la inducción”. [3]

CONCLUSIONES SOBRE LA EXPERIMENTACIÓN
1) – Kent, al parecer espera sólo de la experimentación la confirmación de una Ley o Principio. La misma no conduce a descubrimientos.
2)- Considerando los conceptos de Krauss sobre los propósitos de la experimentación, según mi opinión, Kent sólo tiene en cuenta uno de los mismos, el de la verificación de las inducciones científicas.
3)- Hahnemann con la experiencia de la ingesta de Quina, si bien confirmó la Ley de la Semejanza, (ya enunciada con anterioridad a él), hizo en base al mismo, el descubrimiento de la Homeopatía, dando de ésta manera una valoración superlativa al significado de la experimentación, con respecto al dado por Kent.
4)- A título ilustrativo me gustaría concluir mis conclusiones con conceptos pertenecientes a Krauss: “Las demostraciones de Hahnemann convencen a aquellos que poseen integridad intelectual para la convicción científica, a aquellos que no sacrifican su integridad intelectual a los ídolos del día, y quienes repetirán las comprobaciones experimentales de las observaciones e inducciones científicas de Hahnemann, puesto que pueden ser repetidas”. [4]

SUSCEPTIBILIDAD
Es preciso antes de entrar en tema, recordar la teoría de Kent sobre el origen de la enfermedad, en la que habla de la existencia de dos reinos, el del pensamiento y el de la materia, equivalentes al reino de la causa y del resultado.” Causas son invisibles y resultados visibles. Las causas de la enfermedad y los remedios curativos de la misma deben ser similares en su naturaleza: las causas desiguales no producirán efectos iguales. Podemos llegar a causas similares estudiando efectos similares. La causa de la enfermedad y de la curación existen dentro de la Sustancia Primitiva y no en las formas últimas materiales, aunque la causa inmaterial de la enfermedad continúa en los cambios ulteriores de la misma”. [5]
-El mundo material está en orden y armonía: todo se mantiene en posición por el Influjo Divino.
-Todo el mantenimiento del mundo material está representado por la Sustancia Simple (SS), la cual tiene una serie de cualidades:
a)-La SS puede penetrar la S Material, sin reemplazarla, sin estorbar. Domina y controla el cuerpo material que ocupa.
b)- Pueden ser simples, compuestas o complejas. En el estado compuesto, entran en el cuerpo humano, manteniendo su identidad (yodo en su base). En el estado complejo en cambio, es cuando están presididas o dominadas por algo: las SS dinámicas se dominan unas a otras según sus propósitos: El alma, que es una SS dinámica domina a la FV (fuerza vital, otra SS dinámica), la cual mantiene en orden a las demás fuerzas.
c)- Otra cualidad de la SS, es la gradación [6]: los elementos inertes contienen en su naturaleza no sólo su propia SS identificadora sino que tienen grados de esa propia sustancia.
En el cuerpo humano también existen esos grados de SS. Los grados interiores son adecuados para la voluntad y el entendimiento, y los exteriores para los tejidos más ordinarios, existiendo una serie continua de cualidad en grados desde lo interior a lo exterior.

Sustancias que son inertes, por la potenciación pueden continuamente simplificar los grados volviéndose cada vez más finos. De aquí que las potencias bajas curen enfermedades superficiales y ordinarias del cuerpo, mientras que las altas son similares a los grados interiores o finos de la SS.

Kent: “Las causas de las enfermedades, existiendo como sustancias inmateriales, fluyen al hombre a pesar suyo; no puede controlarlas, ni resistirlas, y le ponen enfermo. Pero ocurren ciertos cambios y el hombre deja de ser susceptible, y ya no hay influjo de la causa sobre su economía, ha tenido lugar una suspensión porque la susceptibilidad ha cesado. La susceptibilidad cesa cuando ocurren cambios en la economía que excluyen tal influjo”.
“Pero la curación y el contagio son muy similares, y los principios aplicables a uno son también aplicables al otro”.
La diferencia esta en que en las curaciones tenemos la ventaja del cambio de la potencia, y esto nos hace capaces de adaptarla a las diferentes susceptibilidades del hombre enfermo. Por causa de estos diferentes grados de susceptibilidad, algunos están protegidos contra la causa de la enfermedad, mientras que otros enferman; el que enferma es susceptible a la causa de la enfermedad, de acuerdo con el plano en que esté y el grado de atenuación que exista al contraer el contagio.
El hombre tiene todos los grados de la potenciación y con estos puede hacer los cambios y adaptar la medicina a las diferentes susceptibilidades del hombre, en diferentes calidades o grados”. [7]
Relaciona también la susceptibilidad con la intensidad de la enfermedad artificial, diciendo:” …la primera proposición de Hahnemann en el par. 34, es que para curar las medicinas deben producir en el hombre sano una enfermedad artificial semejante a la enfermedad natural que se quiere curar. La segunda proposición es que esta debe ser de un grado mayor de intensidad. El asunto de la intensidad ya ha sido explicado antes, como algo más alto, más interno, algo superior o sea anterior. La intensidad o fuerza va en proporción al grado de aproximación a la sustancia primitiva. No hay ninguna idea de intensidad en ninguna otra dirección”. [8]

Hahnemann: -“Los medicamentos, sin duda también porque depende de nosotros variar su dosis, parece que tienen un poder de desarmonizar el cuerpo humano muy superior al de las irritaciones morbíficas naturales; porque las enfermedades naturales se curan y se vencen con medicamentos apropiados”. [9] - “Las potencias enemigas tanto físicas como morales, que atacan nuestra vida acá en la tierra, y que se llaman influencias morbíficas, no poseen de un modo absoluto la facultad de alterar la salud; solamente enfermamos bajo su influencia cuando nuestro organismo está suficientemente predispuesto a sentir los ataques de las causas morbíficas, y a dejarse poner por ellas en un estado en el que las sensaciones que experimenta, las acciones que ejecuta son diferentes de las que tienen lugar en el estado normal. Así pues estas potencias no determinan la enfermedad, ni en todos los hombres, ni en un mismo hombre en todas ocasiones”. [10]
-“Pero es muy diferente lo que sucede con las potencias morbíficas artificiales que llamamos medicamentos. Efectivamente, en todo tiempo y en todas circunstancias, un verdadero medicamento obra sobre todos los hombres, produciendo (exista ) en ellos los síntomas que le son propios y aun producen algunos apreciables por los sentidos, cuando se les administra a dosis bastante fuertes; de manera que todo organismo vivo cualquiera que sea, debe en todos los tiempos y de una manera absoluta, ser atacado y en cierto modo infectado por la enfermedad medicinal; lo que, como acabo de decir no sucede respecto de las enfermedades naturales”. [11]
-“…Es necesario ante todas las cosas, para que se efectúe la curación, que haya la mayor semejanza posible entre la enfermedad que se trata de combatir, y la que el medicamento puede suscitar en el cuerpo humano, a fin de que esta semejanza unida a la intensidad un poco mayor de la afección medicinal, permita a esta reemplazar a la otra, y quitarle así toda su influencia sobre la fuerza vital…”. [12]

CONCLUSIONES SOBRE SUSCEPTIBILIDAD
Con respecto a la susceptibilidad, si bien ambos médicos coinciden en algunos puntos, observo también ciertas diferencias.
1)- En primer lugar me gustaría aclarar, que el Dr. Kent al tratar el tema de susceptibilidad, hace referencia a los parag. 30, 31, 32, 33 y 34 del Órganon V ed., sin transcribirlos textualmente, y agregando palabras no escritas por el Dr. Hahnemann, como por ejemplo la palabra susceptibilidad, en el par. 31.
Más allá de que tenga o no razón en su análisis de dichos parágrafos, debería haberlos transcriptos textualmente antes de analizarlos.
2)- Coincidencias: las enfermedades naturales no enferman siempre a todos y en todo momento, sino que depende de un organismo predispuesto a sentir los ataques de la noxa.
A pesar que Hahnemann no menciona la palabra susceptibilidad (en la V edición), y teniendo en cuenta su significado (capaz de recibir modificación o impresión), el mensaje del par. 31 es el mismo que indica Kent.
Otra coincidencia sería, que los medicamentos enferman siempre al hombre, porque se puede manejar la dosis.
3) Diferencias: algunas surgen en las explicaciones que ambos dan tanto sobre el contagio de la enfermedad natural, como así también de la enfermedad artificial.

Kent dice que el hombre tiene distintos grados de susceptibilidad, y por lo tanto si la enfermedad natural tiene el mismo grado de susceptibilidad del hombre, entonces se producirá el contagio. Por el contrario se librará del mismo, cuando la enfermedad no tenga su mismo grado de susceptibilidad.
Por otro lado la explicación que da para el caso de la infección con los medicamentos, es que por la potenciación se va a llegar siempre al grado de susceptibilidad del hombre, enfermándolo.mann simplemente dice que una noxa va a enfermar al hombre que esté predispuesto a recibir la acción o impresión de la misma; y los medicamentos van a enfermar siempre porque se puede manejar su cantidad o dosis.

Kent puede tener razón en lo que expresa, pero a mi entender no dice lo mismo que Hahnemann.

4)- La otra conclusión refiere a la relación entre susceptibilidad e intensidad de los medicamentos:
Kent: “El asunto de la intensidad ya ha sido explicado antes, como algo más alto, más interno, algo superior o sea anterior. La intensidad o fuerza va en proporción al grado de aproximación a la sustancia primitiva. No hay ninguna idea de intensidad en ninguna otra dirección”.

Kent, según mi análisis, confunde dosis con potencia.

Hahnemann dice claramente que la mayor intensidad de la enfermedad artificial se logra con mayor dosis o cantidad de la misma. Él habla de intensidad como equivalente de cantidad o fuerza.


ENFERMEDADES CRÓNICAS: PSORA, SÍFILIS, SICOSIS

KENT: PENSAMIENTO SOBRE LA PSORA:

“La Psora es el principio de toda enfermedad física. Si la Psora no se hubiera establecido como un miasma sobre la raza humana, las otras dos enfermedades crónicas no hubieran podido existir, y la susceptibilidad a las enfermedades agudas no hubieran existido”.
-“Este estado se manifiesta en la forma de diferentes enfermedades crónicas o manifestaciones crónicas”. [13]
-“Con un comienzo insignificante y una progresión maravillosa, la Psora se extiende en sus estados fundamentales y se manifiesta en una gran parte de la enfermedades crónicas de la raza humana. Abarca epilepsia, la locura, las enfermedades malignas, tumores, úlceras, catarros y una gran parte de las erupciones”. [14]
-“La susceptibilidad a la Psora abre una cuestión demasiado amplia, para estudiarla entre las ciencias de una escuela médica. Es demasiado extensa, pues va hasta el mal primitivo [15] de la raza humana, es la primera enfermedad verdadera de la raza humana, que es la enfermedad espiritual, desde cuyo estado primitivo la raza humana progreso a lo que podría llamarse la verdadera susceptibilidad a la Psora, la cual a su vez puso el fundamento para otras enfermedades”. [16]
-“Debe haber un estado de la raza humana favorable al desarrollo de la Psora: no podría haberse implantado en una raza perfectamente sana”. “Algunos dirán que tendremos que aceptar la Palabra de Dios como algo histórico en cuanto se refiere al principio, pues no hay otra historia que venga desde tan lejos”. [17]
-“El pensamiento y la voluntad establece un estado en el hombre que identifica la condición en que se encuentra”.
-“Mientras el hombre continuaba pensando lo que era verdad y mantenía aquello que era bueno para su vecino, lo que era de derecho y además justo, el hombre quedó sobre la tierra libre de susceptibilidad a la enfermedad porque tal era el estado en que fue creado”.
-“…pero cuando el hombre empezó a desear las cosas que eran el resultado de un falso pensamiento, entró en un estado que se correspondía con el suyo interior. Según como sean la voluntad y el entendimiento serán los exteriores del hombre”. [18]
-“…todo el mundo es Psórico”. “ a medida que la Psora se amontona generación tras generación, siglo tras siglo, aumenta la susceptibilidad hacia ella”.
-“Desde luego que algunas personas dirán que el ácaro era anterior a la erupción, pues no saben que una persona sana no puede ser afectada por el ácaro. El miasma es evolucionando de un estado y el ácaro es a su vez el resultado último”. [19]
“La psora ha progresado hasta llegar a ser la más contagiosa de las enfermedades, pues cuanto más complicada se pone, tanto más susceptible son nuestros niños a sus comienzos, …son más sensibles a los otros miasmas”. [20]

KENT: PENSAMIENTO SOBRE SÍFILIS Y SICOSIS:
-“La voluntad y el pensamiento son anteriores a la acción del hombre. Esto es fundamental. El hombre no obra si no quiere; lo que quiere es lo que lleva a cabo. El quiere ir a la casa de la prostitución, él busca una prostituta con quien pueda copular, y de ella toma el miasma sifilítico”. [21]
-“…Primeramente hubo el pensamiento pérfido, luego el deseo del mal, hasta que finalmente prevaleció la acción”. [22]
-“La Sífilis no podría implantarse en el hombre si no existiera una condición que favoreciera su desarrollo”. [23]
-“Y si la Sífilis corresponde a la acción del hombre, y hay un estado anterior a ella, una condición enferma que le precede, aquel estado debe corresponder a aquel que precede la acción, que es el pensamiento y la voluntad”. [24]

KENT: CONTAGIO DE LOS MIASMAS CRÓNICOS
-“Los tres miasmas crónicos: Psora, Sífilis y Sicosis son contagiosos”
-“Un nuevo contagio nace con cada niño”.[25]
-“Los libros hablan del contagio primario como único contagio en la relación con el miasma Sifilítico”. [26]
-“…Los tres miasmas crónicos efectúan el contagio en la forma en que existen al tiempo de contraerlo. Se transmite el estado, de modo que, en el período avanzado de Psora uno puede transmitir a su esposa lo que el tenga, y ella lo toma y progresa en este estado de Psora, al que añade la suya propia, y sigue progresando en ella según sus peculiaridades”. [27]

HAHNEMANN: MIASMAS CRÓNICOS
-“Las verdaderas enfermedades crónicas naturales, son aquellas que deben su origen a un miasma crónico, que hacen sus progresos incesantemente cuando no se les opone medios curativos específicos, y que a pesar de todas las precauciones imaginables relativamente al régimen del cuerpo y del espíritu, abruman al hombre con padecimientos, que siempre van en aumento hasta el término de sus existencia. Estos son los tormentos más numerosos y mas grandes de la especie humana, puesto que el vigor de la constitución, la regularidad del género de vida y energía de la fuerza vital nada pueden contra ellos”. [28]
- “Entre estas enfermedades miasmáticas crónicas, que cuando no se las curan solo se extinguen con la vida, la única que se ha conocido hasta el día es la Sífilis. La Sicosis, de la que tampoco puede triunfar la fuerza vital por sí sola, no ha sido considerada como una enfermedad miasmática crónica interna, que formase una especie aparte, y se la creía curada después de la destrucción de las excrecencias de la piel, sin atender a que su foco o manantial existía siempre”. [29]
-“Pero un miasma crónico sin comparación más importante que estos dos, es el de la Psora. Los otros dos revelan la afección interna específica de donde dimanan, el uno por medio de úlceras y el otro por excrecencias en forma de coliflores. Después de haber infectado el organismo es cuando la Psora anuncia su inmenso miasma interno por una erupción cutánea del todo particular, a la que acompaña un prurito voluptuoso e insoportable y un olor especial. Esta psora es la única verdadera causa fundamental y productora de las innumerables formas morbosas que bajo el nombre de debilidad nerviosa, histerismo, hipocondría, etc….figuran en las patologías como otras tantas enfermedades propias, distintas e independientes una de otras”. [30]
-“El paso de este miasma a través de millones de organismos humanos en el curso de algunos centenares de generaciones, y el extraordinario desarrollo que ha debido adquirir con este motivo, explican hasta cierto punto, como pueden en la actualidad manifestarse bajo formas tan diferentes, sobre todo si se atiende al número tan infinito de circunstancias (clima, constitución, sitio en que se habita, etc.) que contribuyen ordinariamente a la manifestación de esta gran diversidad de afecciones crónicas (síntomas secundarios de la Psora), sin contar la variedad enorme de complexiones individuales. Así pues no es sorprendente que organismos tan diferentes penetrados del miasma psórico y sometidos a tantas influencias nocivas exteriores e interiores, que incalculable de afecciones, de alteraciones y de males, que la antigua patología ha citado hasta ahora como otras tantas enfermedades distintas, designándolas con nombres particulares”. [31]

En Enfermedades Crónicas, Hahnemann nos dice:-“…Concluyo de esto que el médico solo trata con una parte separada de un mal primitivo situado en profundidad, cuya vasta extensión se traduce en accidentes nuevos que se desarrollan de tiempo; que no debe, pues esperar lograr una curación duradera en cada caso de este tipo, como se hace en la hipótesis admitida hasta el presente de que son enfermedades separadas y autónomas…”. [32]
-“Es la Psora la enfermedad miasmática crónica más antigua, la más común, la más perniciosa, y sin embargo la más desconocida de todas, que deformó y atormentó a los pueblos desde hace tantos miles de años. Pero desde los últimos siglos ella se ha transformado en la madre de todos los miles de males increíblemente diversificados, (agudos) y crónicos (no venéreos), que están azotando ahora cada vez más al género humano…” [33]
-“Los más antiguos monumentos históricos que poseemos hablan ya de la Psora de gran desarrollo. Moisés (En el tercer libro, habla de los defectos del cuerpo que no podía tener un sacerdote destinado a sacrificar, la sarna maligna era mencionada), hace tres mil cuatrocientos años ya destacó diversas variedades”. [34]
-“Me ha sido más fácil a mí que a cientos de otros reconocer los signos de la Psora, tanto de la aún adormecida y latente en el interior del cuerpo, como de la que ha despertado desde el interior como males crónicos considerables. No tuve, para esto, más que comparar minuciosamente el estado de todas las personas afectadas con el propio; porque yo lo que es muy poco frecuente, jamás he sido psórico y por eso estuve exento, desde mi nacimiento hasta mi edad actual de ochenta años, de todas estas enfermedades que he de enumerar más adelante, aunque por otro lado soy muy receptivo a las enfermedades agudas, epidémicas, y aunque haya tenido muchas afecciones del ánimo, y mi vida intelectual haya sido muy activa”. [35]

HAHNEMANN: CONTAGIO DE MIASMAS
-“Tan sólo este síntoma cutáneo de la Psora que impregna al organismo entero (el cual lleva el nombre de sarna, porque es más que evidente); tan solo esta erupción, digo yo, así como las úlceras a las cuales ella da lugar más tarde y que están rodeadas por singular prurito sarnoso, los herpes con prurito sarnoso, que emiten humedad al ser frotados, y la tiña pueden propagar la enfermedad a otras personas, porque sólo ellos contienen el miasma transmisible de la Psora. Por el contrario los otros síntomas, esos secundarios y que sólo surgen después de la desaparición o la aniquilación artificial de la erupción, los padecimientos psóricos generales, no transmiten la enfermedad a otros como los síntomas secundarios de la peste de la lujuria, en cuanto es de nuestro conocimiento, no pueden contagiar la sífilis”.[36]

CONCLUSIONES SOBRE MIASMAS CRÓNICOS:
1)- Kent no transcribe los parágrafos del Órganon referentes a los miasmas crónicos que analiza.

2)-Con respecto a la susceptibilidad de la Psora:
-Kent afirma que la misma es la causa de toda enfermedad física, y la que da origen a la Sífilis y la Sicosis, como así también a los miasmas agudos.
Le llama el mal primitivo, refiriéndose aunque no lo diga expresamente al Pecado Original.

-Hahnemann en cambio habla de que toda enfermedad crónica se origina en un miasma crónico, los cuales son Psora, Sífilis y Sicosis.
>Cuando nos dice de la Psora: “…ella se ha transformado en la madre de todos los miles de males increíblemente diversificados, (agudos) y crónicos (no venéreos)…”, esta aclarando el origen independiente de los tres miasmas crónicos; y en lo referentes a lo agudo, a mi parecer esta hablando de las exacerbaciones del miasma crónico.
-Hahnemann hace referencia al mal primitivo cuando habla de la Psora, pero no en el mismo sentido que Kent; el quería significar una enfermedad que estaba por debajo, más profundamente, y que era verdaderamente la responsable del mal que estaba a la vista.
-Hahnemann si reconoce que la Psora es antiquísima, dando ejemplos de la aparición de la enfermedad en la época de Moisés, pero no la relaciona con el Pecado Original, porque sí fuera así no admitiría que el nunca tuvo Psora.
-Para Kent la susceptibilidad a la Psora aumenta con los años, al pasar de generación en generación, volviéndose más contagiosa.
Hahnemann a este respecto nos dice que al pasar de generación en generación, en las distintas complexiones, y por las diversas influencias externas, la Psora cada vez se empeora más. El reconoce que siempre fue muy contagiosa, y no que se vuelve más contagiosa al pasar por las distintas generaciones humanas.
-El Dr. Kent opina que todos somos Psóricos, y es comprensible este pensamiento desde su óptica religiosa, al asociarla con el Pecado Original.

3)- Kent: “La Sífilis no podría implantarse en el hombre si no existiera una condición que favoreciera su desarrollo”. “… primeramente hubo un pensamiento pérfido, luego el deseo del mal, hasta que finalmente prevaleció la acción”. O sea que según él, para contraer Sífilis(o Sicósis) por vía sexual, primero tendría que haber estado afectado por el miasma psórico.
Hahnemann nos dice solamente que para que un individuo adquiera el miasma sifilítico o sicótico, hace falta contacto sexual con una persona infectada (coito impuro), o bien heredarlo, independientemente de que el mismo sea o no psórico.

4)- Con respecto al contagio de los Miasmas: Kent reconoce que los tres miasmas crónicos son contagiosos, siendo el más contagioso el psórico.
No explica con claridad, (por lo menos con respecto a la Psora) si el contagio se realiza en el período primario, y cómo es el mismo. Lo que si nos dice, es que la Psora se puede contagiar en estados avanzados de desarrollo, y de allí el que la adquiera la sigue desarrollando, y se añade a la suya propia. Lo mismo dice para la Sífilis y la Sicosis.
Reconoce la herencia de los miasmas.
Hahnemann hace referencia al contagio de los miasmas crónicos, reconociendo que si bien los tres son contagiosos, la Psora es la peor en ese sentido, por la facilidad en ese sentido. En los tres casos, Hahnemann dice que el período de contagio se realiza en el período primario del miasma, siendo el de la Sífilis y la Sicósis por contacto venéreo. Aclara también que estos se pueden heredar.

Referencias
[1] (Pag. 55) Filosofía Homeopática
[2] (Introducción del Órganon del arte de Curar. V edición, pag 47,48 y 82)
[3](pag 9, 16 y 13 de la Introducción al Órganon de la Medicina. VI ed. Dr. James Kraus).
[4](Pag 15 Órganon VI edición).
[5] (Pag 130, 150) Filosofía Homeopática
[6](Teoría de la Serie y de los Grados de Swenderborg):
[7] (pag. 145, 146) Filosofía Homeopática
[8] Pag .150 Filosofía Homeopática
[9] Parag. 30 Órganon del arte de Curar V ed.
[10] Par.31 Órganon del arte de Curar V ed.
[11](Par. 32 Órganon del arte de Curar V ed).
[12] (par. 34 Órganon del arte de Curar V ed.)
[13] Pag 172 Filosofía Homeopática
[14] Pag. 173 Filosofía Homeopática
[15]-“Primitive Wrong: agravio, injusticia, error, culpa primitivos, por lo que Kent parece entender que la Psora es el “Pecado Original”, sobre el que descansa la patología humana. (Nota del traductor)
[16] Pag. 172 Filosofía Homeopática
[17] (Pag. 183 Filosofía Homeopática
[18] Pag. 184 Filosofía Homeopática
19] Pag. 185 Filosofía Homeopática
[20] Pag.189 Filosofía Homeopática
[21] Pag. 186 Filosofía Homeopática
[22] Pag. 186 Filosofía Homeopática
[23] Pag.182 Filosofía Homeopática
[24] Pag. 183 Filosofía Homeopática
[25] Pag. 185 Filosofía Homeopática
[26] Pag. 191 Filosofía Homeopática
[27] Pag. 192 Filosofía Homeopática
[28] Parag. 78 Órganon del arte de Curar V ed.
[29] Parag 79 Órganon del arte de Curar V ed.
[30] Parag. 80 Órganon del arte de Curar V ed.
[31] Parag. 81 Órganon del arte de Curar V ed.
[32] Párrafo 20 Enfermedades Crónicas.
[33] Párrafo 29 Enfermedades Crónicas.
[34] Párrafo 34 Enfermedades Crónicas.
[35] Nota (1) párrafo 95 Enfermedades Crónicas.
[36] Párrafo 85 Enfermedades Crónicas.

Bibliografía
Órganon del Arte de Curar. V edición. Dr. Hahnemann
Órganon de la Medicina . VI edición. Dr. Hahnemann
Filosofía Homeopática. Dr. Kent
Enfermedades crónicas. Dr. Hahnemann


Autora: Farm. Adriana Elena Cárdenas
Fuente: Homeopatía Tucumán

La historia del Profesor Benveniste

La historia del Dr. BENVENISTE, o el peligro de descubrir ciertos fenómenos que contradicen el paradigma científico dominante.

En estos días de burlas y críticas constantes a la homeopatía, en que grupos de jóvenes científicos imbuidos de presunta racionalidad, se atreven a organizar un “suicidio homeopático” para demostrar que no existe base alguna para creer en las dosis infinitesimales y por ende en la homeopatía, es bueno recordar la historia del Dr. Benveniste, precursor y visionario de una realidad que de momento es negada con obstinación y contundencia por el “establishment” científico dominante y sus jóvenes y feroces secuaces, pero que indefectiblemente va a ir ganando terreno y que, indefectiblemente también, va a hacernos ver otro aspecto de la realidad de los fenómenos.



 “Es necia presunción desdeñar y condenar como falso lo que no nos parece verosímil,
vicio común a aquellos que creen tener inteleigencia superior a la normal”
-Montaigne.


Benveniste, doctor en medicina, había pasado sus años de residente en el sistema de hospitales de París y después había comenzado a investigar las alergias, especializándose en los mecanismos de la alergia y la inflamación. Más adelante fue nombrado director de investigación del Instituto Nacional Francés para la Salud y la Investigación Médica ( INSERM ) y se distinguió por descubrir el PAF, o factor de actividad plaquetar, que interviene en el mecanismo de algunas alergias como el asma.


A sus cincuenta años, Benveniste tenía el mundo a sus pies. No cabía duda de que le esperaba la aclamación internacional de la medicina convencional. Abundaban los rumores sobre la posibilidad de que fuera uno de los pocos biólogos franceses considerado posible receptor del Premio Nobel. Sus escritos estaban entre los más citados por los científicos del INSERM. Incluso había recibido una medalla de plata del CNRS, uno de los más prestigiosos galardones científicos franceses.
Entonces, en 1984, un pequeño error de cómputo hizo que su futuro brillante y asegurado se descarrilara accidentalmente. El laboratorio de Benveniste en el INSERM había estado estudiando la degranulación basófila: la reacción de ciertos leucocitos sanguíneos a los alérgenos. Un día, Elisabeth Davenas, una de sus mejores técnicas de laboratorio, le informó de que había visto y registrado una reacción en los leucocitos a pesar de que había demasiadas pocas moléculas del alérgeno en la solución. Todo esto debía ser producto de un simple error de cálculo. Ella había pensado que la solución de partida estaba más concentrada de lo que estaba en realidad. Al tratar de diluir la solución hasta la concentración habitual, en realidad la había diluído hasta un punto en que quedaban muy pocas de las moléculas antígenas originales.

Después de examinar los datos, Jacques prácticamente la echó de su despacho.

“Los resultados que presentas son imposibles”, declaró, “porque ahí no hay moléculas”. “Has estado experimentando con agua, vuelve a repetir el experimento”.

Pero cuando se volvió a repetir el experimento con la misma disolución y obtuvo el mismo resultado, Benveniste se dio cuenta de que Elisabeth, una trabajadora meticulosa, podría haber tropezado con algo que mereciera la pena investigar.


Durante varias semanas Elisabeth siguió yendo a su despacho con los mismos datos inexplicables, mostrando poderosos efectos biológicos de una solución tan debilitada que no podía tener suficientes antígenos para causarla, y a Jacques se le empezaron a ocurrir explicaciones cada vez más curiosas para poder encajar estos resultados en una teoría biológica reconocible.

Después de observar estos resultados, uno de los tutores de su laboratorio, un médico que también era homeópata, comentó que estos experimentos se asemejaban mucho al principio de la homeopatía. En este sistema médico las soluciones de sustancias activas se diluyen hasta el punto en que prácticamente no queda nada de la sustancia original, sólo su “memoria”.
En aquel tiempo Jacques ni siquiera sabía qué era la homeopatía pero al investigador científico que llevaba dentro se le había abierto el apetito. Pidió a Elisabeth que diluyera las soluciones todavía más de modo que no quedara absolutamente nada de la sustancia original. En estos estudios Elisabeth continuó obteniendo resultados consistentes con los anteriores, como si el ingrediente activo siguiera estando allí sin importar lo diluída que estuviera la solución que a estas alturas era casi agua pura.

Por su formación como especialista en alergias, Jacques usó en estos estudios la prueba de alergias normalizada, cuyo propósito es producir la típica respuesta alérgica en las células humanas. Había aislado los basófilos, un tipo de glóbulo blanco que contiene anticuerpos de IgE en su superficie.
Éstas son las células responsables de las reacciones hipersensibles de las personas alérgicas. Jacques eligió las células IgE porque respondían fácilmente a alérgenos tales como el polen o el polvo, liberando histamina de sus gránulos intracelulares, y también respondían a ciertos anticuerpos anti-IgE. Si este tipo de célula se ve afectada por algo, es poco probable que te pase desapercibido. Otra ventaja de las IgE es que podía teñirlas mediante un compuesto que él mismo había desarrollado y patentado en el INSERM. Los basófilos, como la mayoría de las células, tienen una apariencia gelatinosa, y por eso tienes que teñirlas para poder verlas y estudiarlas en laboratorio.

Pero el teñido, incluso con un tinte estándar como el tuluidina azul, está sujeto a cambios y depende de muchos factores: la salud de la anfitriona y la influencia de otras células sobre la original. Cuando estas células IgE quedan expuestas a los anticuerpos anti-IgE, su capacidad de absorber el tinte cambia. Al anti-IgE se le ha llamado el “quita-pinturas biológico” (2) porque su capacidad de inhibir el tinte es tanta que prácticamente vuelve a hacer que los basófilos sean invisibles.

La lógica final que hizo que Benveniste se decidiera por el anti-IgE tenía que ver con el hecho de que estas moléculas concretas son especialmente grandes. Si estás intentando ver si el agua retiene su efecto después de que todas las moléculas de anti-IgE hayan sido filtradas, sería prácticamente imposible dejar alguna atrás accidentalmente.

En estos estudios llevados a cabo a lo largo de cuatro años, entre 1985 y 1989, y esforzadamente registrados en los libros de laboratorio por Elisabeth Davenas, el equipo de Benveniste creó mezclas muy diluídas de anti-IgE vertiendo una décima parte de la solución anterior en el tubo siguiente y completándola con nueve décimos de un disolvente estándar. A continuación cada disolución era sacudida vigorosamente, como se hace con los preparados homeopáticos. El equipo usaba disoluciones de este tipo, una parte de solución por nueve de disolvente y después seguía diluyéndolas hasta que había una parte de solución por noventa y nueve partes de disolvente. Cada una de las disoluciones era añadida sucesivamente a los basófilos, que seguidamente eran contados bajo el microscopio.

Para sorpresa de Jacques y de todos los demás, descubrieron que estaban registrando efectos de inhibición en la absorción del tinte de hasta el 66%, incluso con disoluciones tan diluídas como una parte en 10 elevado a 60.

En experimentos posteriores con disoluciones aún mucho más diluídas, de hasta una parte en 10 elevado a 120, donde prácticamente no había ninguna posibilidad de que quedara ni una sola molécula de IgE, los basófilos seguían viéndose afectados.
Pero el fenómeno más inesperado estaba aún por llegar. Aunque la potencia de los anti-IgE llegaba a su punto máximo en concentraciones de una parte en 1000 ( la tercera disolución decimal ) y a partir de ahí iba decreciendo con cada dilución subsiguiente, como cabía esperar lógicamente, el experimento daba un giro de 180 grados en la novena dilución. El efecto del IgE altamente diluído empezaba a aumentar en ese punto y continuaba aumentando cuanto más se diluía (3). Como siempre había dicho la homeopatía, cuanto más débil sea la disolución, más poderoso es su efecto.

Benveniste unió sus fuerzas con cinco laboratorios diferentes de cuatro países ( Francia, Israel, Italia y Canadá ) y todos ellos fueron capaces de replicar sus resultados.


Entonces los trece científicos publicaron conjuntamente los resultados de su colaboración de cuatro años en la edición de 1988 de la prestigiosa revista Nature, mostrando que si se diluyen soluciones de anticuerpos repetidamente hasta que ya no contengan ni una molécula del anticuerpo, seguían produciendo una respuesta en las células inmunes (4). Los autores concluyeron que en ciertas diluciones ya no quedaba ninguna de las moléculas originales y que:
Información específica debe de haber sido transmitida durante el proceso de dilución / sucusión. El agua podría actuar como plantilla de la molécula, por ejemplo, por medio de una red infinita ligada por hidrógenos, o campos eléctricos y magnéticos… La naturaleza precisa de este fenómeno permanece inexplicada.


Para la prensa popular Benveniste había descubierto “la memoria del agua”, y en general se consideró que sus estudios validaban la homeopatía. Benveniste mismo se dio cuenta de que sus resultados tenían repercusiones que estaban más allá de cualquier teoría de la medicina alternativa. Si el agua fuera capaz de imprimir y almacenar información de las moléculas, esto tendría un impacto en nuestra comprensión de las moléculas y de cómo se “hablan” unas a otras en nuestros cuerpos, pues las moléculas de las células humanas están, evidentemente, rodeadas de agua. En cualquier célula viva hay diez mil moléculas de agua por cada molécula de proteína.

La revista Nature también comprendió indudablemente las posibles repercusiones que tendría este descubrimiento en las leyes aceptadas de la bioquímica. El editor, John Maddox, había consentido en publicar el artículo, pero lo hizo después de dar un paso sin precedentes: al final del artículo añadió el siguiente editorial:

Reserva editorial:


Los lectores de este artículo pueden compartir la incredulidad de los muchos árbitros que han comentado diversas versiones del mismo durante los últimos meses. La esencia del resultado es que una solución acuosa de un anticuerpo retiene su capacidad de evocar una respuesta biológica incluso cuando se diluye hasta tal punto que hay una probabilidad despreciable de que quede una sola molécula del anticuerpo en cualquier muestra. No hay una base física que explique tal actividad. Con la amable colaboración del profesor Benveniste, Nature ha dispuesto que investigadores independientes observen repeticiones de los experimentos. En breve se publicará un informe sobre dicha investigación.

En su propio editorial, Maddox también invitaba a los lectores a hacer agujeros en el estudio de Benveniste (5).
Cuatro días después de la publicación, Maddox mismo llegó con lo que Benveniste describió como un “equipo de falsos científicos” compuesto por Walter Stewart, un conocido cazacharlatanes y James Randy, un mago profesional que tendía a ser convocado para denunciar trabajos científicos que obtenían sus resultados de manera fraudulenta. ¿Eran un mago, un periodista y un cazacharlatanes el mejor equipo posible para evaluar los sutiles cambios de la experimentación biológica?, se preguntó Benveniste.

Bajo su ojo escrutador, Elisabeth Davenas llevó a cabo cuatro experimentos, uno a ciegas, y según Benveniste todos ellos tuvieron éxito. Sin embargo, Maddox y su equipo negaron los resultados y decidieron cambiar el protocolo experimental llevando a cabo un proceso de codificación más exigente; Stewart insistió en llevar a cabo él mismo algunos de los experimentos y cambió parte de su diseño aunque, según dijo Benveniste, no tenía la formación necesaria para ejecutarlos.

Bajo su nuevo protocolo y en medio de una atmósfera cargada que implicaba que el equipo del INSERM estaba ocultando algo, se llevaron a cabo tres pruebas más que no funcionaron. En este punto Maddox y su equipo tenían lo que deseaban y se fueron rápidamente, pidiendo antes fotocopias de 1.500 de los informes de Benveniste.

Poco después de esta visita de cinco días, Nature publicó un informe titulado “Los experimentos de alta dilución son un engaño”. Decía que el laboratorio de Benveniste no había observado los protocolos científicos adecuados y descartaba los datos de apoyo de los demás laboratorios. Maddox expresó su sorpresa de que los estudios no funcionaran siempre, cuando esto es la norma en los experimentos biológicos… Ésta era una de las razones por las que Benveniste había llevado a cabo más de trescientos experimentos antes de publicar. Maddox tampoco tuvo en cuenta que el test de teñido es muy sensible y puede ser alterado por el menor cambio en las condiciones del experimento, hasta tal punto que a veces parte de la sangre del donante ni siquiera se verá afectada por altas concentraciones de anti-IgE. La revista también expresó su desazón ante el hecho de que dos de los laboratorios que colaboraban con Benveniste estuvieran siendo financiados por un fabricante de remedios homeopáticos. “La financiación por parte de la industria es práctica habitual en las investigaciones científicas”, respondió Benveniste. ¿Estaban indicando que los resultados habían sido alterados para agradar a los patrocinadores?

Benveniste devolvió el ataque apelando a la ecuanimidad científica:
Las cazas de brujas o las persecuciones tipo McCarthy matarán la ciencia. La ciencia solo florece en libertad…El único modo de dirimir resultados contradictorios es repetirlos. Es posible que todos estemos equivocados de buena fe. Esto no es un crimen, sino una práctica habitual en ciencia. (6)


Los resultados publicados por Nature tuvieron un efecto devastador en la reputación de Benveniste y en su posición en el INSERM. Un consejo científico de esta institución censuró su trabajo, realizando declaraciones casi unánimes de que debería haber realizado otros experimentos “antes de afirmar que ciertos fenómenos han escapado a 200 años de investigaciones químicas (7)”. El INSERM se negó a escuchar las objeciones de Benveniste respecto a la calidad de la investigación de Nature y le impidió continuar su trabajo. Circularon rumores de desequilibrio mental y fraude. Llovieron cartas a Nature y otras publicaciones diciendo que su trabajo era “ciencia dudosa”, “un engaño cruel” y “pseudociencia”.

A Benveniste se le dieron varias oportunidades de abandonar grácilmente su trabajo y ninguna razón profesional para seguir realizándolo. Si defendía su trabajo original sin duda estaba abocado a destruir la carrera que tanto tiempo llevaba construyendo. Benveniste había llegado a la posición más alta posible en el INSERM y no deseaba ser director. Nunca había ambicionado una carrera, sólo quería seguir adelante con su investigación. Había descubierto pruebas que demolían todo lo que les habían enseñado a creer sobre la comunicación celular, y ahora ya no era posible volver atrás. Decía que sus experimentos eran como mirar debajo de las faldas de la naturaleza. Benveniste abandonó el INSERM y buscó apoyo de fuentes privadas como DigiBio, que permitieron que él y Didier Guillonnet, un hábil ingeniero de la Escuela Central de París que se le unió en 1977, siguieran adelante con el trabajo. Después del fiasco de Nature pasaron a la “biología digital”, un descubrimiento que no lograron en un único momento de inspiración sino tras ocho años de seguir la senda lógica de una experimentación cauta (9).

Los estudios de la memoria del agua llevaron a Benveniste a examinar cómo se comunican las moléculas dentro de una célula viva. La teoría habitual, denominada Relación Cuantitativa Estructura-Actividad (QSAR), dice que dos moléculas que se combinan estructuralmente intercambian información química específica cuando chocan una con otra. Es algo parecido a una llave que encuentra su cerradura. Los biólogos aún se adhieren a las nociones mecanicistas cartesianas de que sólo puede haber reacción si existe contacto. Aunque aceptan la existencia de la fuerza de la gravedad rechazan cualquier otra noción de acción a distancia.


Si estas ocurrencias se deben a la casualidad existe muy poca esperanza estadística de que ocurran cuando tenemos en cuenta cómo es el universo de la célula. En la célula media, que contiene una molécula de proteína por cada diez mil moléculas de agua, las moléculas rebotan por la célula como un puñado de pelotas de tenis flotando en una piscina. El problema central de la teoría actual es que depende demasiado de la casualidad y también requiere bastante tiempo. No puede explicar la velocidad real de algunos procesos biológicos como la ira, la alegría, la tristeza o el miedo. Pero, en cambio, si cada molécula individual tiene su propia frecuencia característica, su receptor o molécula con el espectro de rasgos adecuado se sintonizará con su frecuencia, del mismo modo que sintonizas la radio para captar una estación específica, aunque esté muy alejada. Algo parecido ocurre cuando un diapasón hace que otro diapasón oscile a la misma frecuencia. Ambos entran en resonancia: la vibración de un cuerpo es reforzada por otro cuerpo que vibra a la misma frecuencia o cerca de ella. A medida que estas dos moléculas resuenen en la misma longitud de onda, empezarán a resonar con las siguientes moléculas de la reacción bioquímica, creando así, en palabras de Benveniste, una “cascada” de impulsos electromagnéticos que viajan a la velocidad de la luz. Esto explica mejor que la colisión accidental cómo se empieza una reacción bioquímica en cadena prácticamente instantánea. También es una extensión lógica de los trabajos de Fritz Popp. Si los fotones corporales excitan moléculas en todo el espectro de frecuencias electromagnéticas, es lógico que tengan su propia frecuencia característica.

Los experimentos de Benveniste demostraron de manera decisiva que las células no dependen de colisiones casuales, sinó de señales electromagnéticas creadas por ondas electromagnéticas de baja frecuencia ( menos de 20 kHz ). Las frecuencias elecromagnéticas que Benveniste ha estudiado corresponden a frecuencias de radio, aunque no emiten ningún sonido que podamos detectar. Todos los sonidos de nuestro planeta ( el agua en un arroyo, el rugido de un trueno, un disparo, el piar de un pájaro,…) ocurren a baja frecuencia, entre 20 htz y 20 khtz, el rango de audición del oído humano.

Según la teoría de Benveniste, dos moléculas se sintonizan una con otra, incluso a larga distancia, y resuenan en la misma frecuencia. Entonces las dos moléculas resonantes crearán otra frecuencia, que resonará con la siguiente molécula o grupos de moléculas en el paso siguiente de la reacción biológica. Según Benveniste esto explica por qué pequeños cambios en una molécula ( el cambio de un péptido, por ejemplo ) tendrán un efecto radical en lo que esa molécula haga.

Esto no es tan improbable, considerando lo que ya sabemos respecto a cómo vibran las moléculas. Tanto las moléculas concretas como los vínculos intermoleculares emiten ciertas frecuencias específicas que pueden ser detectadas a miles de millones de años luz de distancia mediante los más sensibles telescopios modernos. Estas frecuencias han sido aceptadas por los físicos desde hace mucho tiempo, pero nadie en la comunidad biológica, aparte de Fritz Albert Popp y sus predecesores, se ha detenido a considerar si tienen algún propósito.

Antes de Benveniste otros como Robert O. Becker y Cyril Smith, llevaron a cabo abundantes experimentos con las frecuencias electromagnéticas de los seres vivos. La contribución de Benveniste fue demostrar que las moléculas y átomos tienen sus frecuencias únicas usando la tecnología moderna tanto para registrarlas como para usar esa misma grabación en la comunicación celular.

A partir de 1991 Benveniste demostró que es posible transferir señales moleculares específicas simplemente usando un amplificador y ondas electromagnéticas. Cuatro años después fue capaz de registrar y reproducir dichas señales usando un ordenador multimedia. A lo largo de miles de experimentos Benveniste y Guillonnet registraron la actividad de la molécula en un ordenador y reprodujeron la señal para un sistema biológico generalmente sensible a esa sustancia. En todos los casos el sistema biológico fue engañado: creyó que estaba interactuando con la sustancia misma y actuó consecuentemente, iniciando la reacción biológica en cadena tal como habría hecho en presencia de la molécula genuína (10). Otros estudios mostraron que el equipo de Benveniste podía borrar estas señales y detener la actividad celular mediante un campo magnético alternante, trabajo que llevaron a cabo en colaboración con el Centro Nacional de Investigación Científica de Medudon, en Francia. La conclusión inevitable es que, como Fritz Albert Popp teorizó, las moléculas se hablan unas a otras mediante frecuencias oscilantes.

El equipo DigiBio puso a prueba la biología digital en cinco tipos de estudios: activación basofílica, activación neutrofílica, pruebas de la piel, actividad del oxígeno y, más recientemente, coagulación del plasma. Como la sangre misma, el plasma, el líquido amarillento de la sangre que transporta las proteínas y los productos de desecho, se coagula. Para poner bajo control dicha habilidad, debes empezar por retirar el calcio del plasma atrapándolo químicamente. Si a continuación le añades agua con calcio, el plasma se coagulará. Añadiendo un medicamento típicamente anticoagulante evitaremos que se coagule, incluso en presencia del calcio.

En su estudio más reciente, Benveniste tomó un tubo de ensayo de este plasma sin calcio y le añadió agua que contenía calcio expuesto al “sonido” ( frecuencia electromagnética digitalizada ) del anticoagulante. Lo mismo que en otros de sus experimentos, la frecuencia característica del anticoagulante funciona como si las propias moléculas del anticoagulante estuvieran allí: en su presencia, la sangre es más reacia a coagular de lo normal.
El agua se encuentra entre las sustancias más misteriosas porque, siendo un compuesto formado por dos gases, es líquida a temperatura y presiones normales. En sus estudios, Del Giudice y Preparata han demostrado matemáticamente que, cuando están muy apretados, los átomos y moléculas exhiben una conducta colectiva, formando lo que han denominado “dominios coherentes”. Están especialmente interesados en este fenómeno tal como ocurre en el agua. En un informe publicado en Physical Review Letters, Preparata y Del Giudice demostraron que las moléculas de agua crean dominios coherentes, de manera parecida a un rayo láser. La luz se compone normalmente de fotones de muchas longitudes de onda, como los colores del arco iris, pero los fotones de un rayo láser tienen un alto grado de coherencia, como si formaran una única onda coherente, un solo color intenso (13). Estas moléculas de agua de longitudes de onda singulares parecen ser “informadas” en presencia de otras moléculas, es decir, tienden a polarizarse en torno a cualquier molécula cargada, almacenando y transportando su frecuencia para que pueda ser leída a distancia. Esto significaría que el agua es como una grabadora, que imprime y transporta la información tanto si la molécula original sigue estando allí como si no. Sacudir los recipientes, como se hace en homeopatía, parece ser un medio de acelerar este proceso (14).

El agua es tan vital para la transmisión de energía e información que los trabajos de Benveniste demuestran que las señales moleculares no pueden ser transmitidas por el cuerpo a menos que lo hagas en un medio acuático (15). En Japón, un físico llamado Kunio Yasue, del Instituto de Investigación para la Información y la Ciencia de la Notre Dame Seishin University en Okayama, también descubrió que las moléculas de agua desempeñan cierto papel a la hora de organizar la energía discordante en fotones coherentes: un proceso llamado “superradiación” (16).

Esto sugiere que el agua, como medio natural de las células, actúa como conductor esencial de la frecuencia característica de la molécula en todos los procesos biológicos y que las moléculas de agua se organizan para formar un patrón sobre el que puede imprimirse la información de la onda. Si Benveniste está en lo cierto, el agua no sólo envía la señal, sino que la amplifica.

El aspecto más importante de la innovación científica no es necesariamente el descubrimiento original, sino la réplica del trabajo. Sólo la réplica de los datos iniciales legitima una investigación y convence a la comunidad científica ortodoxa de que podrías tener algo entre manos. A pesar de la mofa casi universal de los resultados de Benveniste, empezaron a realizarse investigaciones reputadas en otras partes. En 1992, FASEB ( Federación de Sociedades Americanas para la Biología Experimental ) celebró un simposio organizado por la Sociedad Internacional de Bioelectricidad para examinar las interacciones de los campos electromagnéticos con los sistemas biológicos (17). Muchos otros científicos han replicado los experimentos de alta dilución (18), y algunos han repetido y confirmado los experimentos que usan información digitalizada para la comunicación molecular (19). Los últimos estudios de Benveniste fueron replicados dieciocho veces en un laboratorio independiente en Lyon, Francia, y en otros tres centros independientes.

Varios años después del episodio con la revista Nature relativo a la memoria del agua, había equipos de científicos que aún trataban de probar que Benveniste se equivocaba. La profesora Madelene Ennis, de la Queen’s University de Belfast, convocó un gran grupo de investigadores europeos con la esperanza de mostrar, de una vez por todas, que la homeopatía y la memoria del agua eran una completa estupidez. Un consorcio de cuatro laboratorios independientes de Italia, Francia, Bélgica y Holanda, dirigido por el profesor M. Roberfroid, de la Universidad Católica de Lovaina, en Bruselas, llevó a cabo una variante del experimento original de Benveniste con la degranulación basófila. El experimento fue impecable. Ninguno de los investigadores sabía cuál era la solución homeopática y cuál agua pura. Incluso las soluciones fueron preparadas por laboratorios que no tenían nada que ver con el estudio. Los resultados fueron codificados, decodificados y tabulados por un investigador independiente, también desconectado del estudio.

Finalmente, tres de los cuatro laboratorios obtuvieron resultados estadísticamente significativos con las preparaciones homeopáticas. La profesora Ennis todavía no se creía dichos resultados y los atribuyó a un error humano. Para eliminar posibles despistes humanos, aplicó un protocolo que contaba los números automáticamente. Los resultados automatizados seguían mostrando lo mismo. Las altas diluciones del ingrediente activo funcionaban, tanto si el ingrediente activo estaba presente como si el agua se hallaba tan diluída que no quedaba nada de la sustancia original. Ennis se vió obligada a ceder:
Los resultados me obligan a suspender mi excepticismo y empezar a buscar explicaciones racionales a nuestros descubrimientos” (20).

Ésta era la última posibilidad para Benveniste. Si los resultados de Ennis hubieran sido negativos, se habrían publicado en Nature , enviando su trabajo a la basura para siempre. Pero, como concordaron con los suyos, fueron publicados en un periódico poco conocido y unos cuantos años después, garantizando así que nadie pudiera tomar nota.

Además de los resultados de Ennis, todos los estudios científicos de la homeopatía prestaban apoyo a los descubrimientos de Benveniste. Pruebas de excelente calidad, doblemente ciegas y contrastadas con placebos, demostraron que la homeopatía funciona para, entre muchas otras dolencias, el asma (21), la diarrea (22), las infecciones del tracto respiratorio superior en niños (23), e incluso las enfermedades de corazón (24). De 105 pruebas llevadas a cabo con homeopatía, al menos 81 ofrecieron resultados positivos. Las más incontestables fueron llevadas a cabo en Glasgow por el doctor David Reilly, cuyos estudios doblemente ciegos y con controles placebo, con todas las comprobaciones y equilibrios de un estudio científico prístino (25), mostraron que la homeopatía funciona para el asma. A pesar del diseño científico de la prueba, un editorial de The Lancet , recordando la respuesta de Nature a los pimeros descubrimientos de Benveniste, accedió a publicar los resultados pero se negó a aceptarlos: “Qué podría ser más absurdo que la noción de que una sustancia es terapéuticamente activa cuando está tan diluída que es poco probable que el paciente reciba una sola molécula de ella? Sí, el principio de dilución homeopático es absurdo, de modo que el motivo de su eficacia terapéutica debe de estar en alguna otra parte” (26)

Cuando leyó sobre el debate que se estaba desarrollando de The Lancet respecto a los estudios de Reilly, Benveniste no pudo resistirse a responder:
Esto nos recuerda inexorablemente la contribución maravillosamente autosuficiente de un académico francés del siglo XIX al encendido debate sobre la existencia de meteoritos, que animó a la comunidad científica de su tiempo: “Las piedras no caen del cielo porque en el cielo no hay piedras”. “ (27)

Benveniste estaba tan cansado de que otros laboratorios fracasaran ocasionalmente en sus intentos de replicar sus experimentos que hizo que Guillonnet le construyera un robot. El robot era poco más que una caja con un brazo que se movía en tres direcciones, y podía hacerlo todo menos la medición inicial. Lo único que uno tenía que hacer era facilitarle los ingredientes y unos tubos de plástico, presionar los botones y marcharse. El robot tomaba el agua que contenía calcio, la ponía en un alambique , reproducía la señal sonora de la heparina ( anticoagulante ) durante cinco minutos para que el agua quedara “informada”, después mezclaba el agua informada en un tubo de ensayo con plasma, ponía la mezcla en un aparato de medir, leía los resultados y los ofrecía a quien estuviera llevando a cabo la investigación. Benveniste y su equipo hicieron cientos de experimentos con ayuda de este robot, pero la idea fundamental era distribuir estos aparatos a otros laboratorios. De este modo, tanto los demás centros como el equipo de Clamart podían estar seguros de que el experimento estaba estandarizado universalmente, que el protocolo era idéntico y se llevaba a cabo correctamente.
Mientras trabajaba con su robot, Benveniste descubrió a gran escala el mismo fenómeno que Popp había contemplado en el laboratorio con sus pulgas de agua: pruebas evidentes de que las ondas electromagnéticas de los seres vivos tienen un efecto sobre su entorno. Cuando Benveniste consiguió que su robot estuviera operativo, descubrió que generalmente funcionaba bien, pero con ciertas excepciones. Dichas excepciones coincidían con los días en que una mujer concreta realizaba los experimentos. Lo mismo estaba ocurriendo en Lyon pero con un hombre. El método científico de la mujer era impecable y seguía el protocolo al pie de la letra. La mujer misma, doctora y bióloga, era una trabajadora experta y meticulosa. Sin embargo no conseguía los resultados en ninguna ocasión. Después de llevar a cabo estos estudios durante seis meses, sólo quedaba una conclusión posible: algo en su presencia misma impedía el resultado positivo. Para Jacques era vital llegar al núcleo del problema. Los efectos biológicos no tienen nada de sutil. Cambia la estructura o la forma de una célula aunque sólo sea ligeramente y alterarás completamente su capacidad de encajarse con las células receptoras. Sí o no, éxito o fracaso. Un medicamento funciona o no funciona. En este caso, algo de la mujer en cuestión estaba bloqueando la comunicación celular en los experimentos que llevaba a cabo.

Benveniste sospechaba que la mujer debía de estar emitiendo algún tipo de ondas que bloqueaban las señales. Desarrolló un medio de medición y pronto descubrió que la mujer emitía campos electromagnéticos que interferían con las señales de comunicación del experimento. Como las sustancias carcinógenas de Popp, ella alteraba las frecuencias. Esto parecía increíble, algo más propio del ámbito de la brujería que de la ciencia, pensó Benveniste. Seguidamente hizo que la mujer sostuviera en la mano un tubo de gránulos homeopáticos durante cinco minutos, y después examinó el tubo con sus aparatos. Toda actividad, toda señal molecular, había sido borrada. (28)

Benveniste era un teórico; ni siquiera era físico. Había entrado accidentalmente en el mundo del electromagnetismo y ahora se encontraba experimentando en un territorio completamente extraño para él: la memoria del agua y la capacidad molecular de vibrar a frecuencias muy altas o muy bajas. Éstos eran los dos misterios que no llegaba a resolver. Lo único que podía hacer era seguir trabajando donde se sentía más cómodo ( en sus experimentos de laboratorio ), mostrando que estos efectos eran reales. Pero había una cosa que no tenía clara. Por algún motivo que ignoraba, estas señales también parecían ser enviadas fuera del cuerpo y de algún modo estaban siendo recibidas y escuchadas.


Extracto del libro “El Campo” de Lynn McTaggart, que se puede descargar.
Traductor: Dr. Joan Mora
Para las referencias bibliográficas ( de 2 a 28 ), consultar páginas 307 a 309 del libro “El Campo” de Lynne McTaggart.
Fuente: Joan Mora Homeopatia