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Prólogo de los traductores al español de la obra "Samuel Hahnemann. Su vida y su obra." de Richard Haehl

Samuel Hahnemann, su vida y su obra es un libro peculiar. Consta de dos tomos, el primero de los cuales lo constituye la biografía propiamente dicha, mientras que el segundo contiene los documentos que Richard Haehl utilizó en su investigación de la vida de Hahnemann. El vínculo entre ambos tomos consiste en las referencias que aparecen en el primero a los suplementos del segundo, referencias que se hacen entre paréntesis con la palabra "suplemento" y el número correspondiente. Esto permite, como indica el propio Haehl en su prólogo, conocer las fuentes consultadas y ampliar la lectura sin recargar el texto.
El principal interés de la presente obra lo constituye el exhaustivo trabajo de documentación en el que se basa y que justifica su enorme importancia como obra fundamental de la literatura homeopática. En efecto, esa ingente documentación la convierte en un texto de fondo, de lectura inexcusable para todo aquél que quiera conocer no sólo la vida de Hahnemann, sino la primera historia de la homeopatía, de la que depende en buena parte su situación actual.
Su principal defecto es la redacción. Hemos de admitirlo: la literatura no le debe nada a Haehl. Tanto la edición alemana como su versión inglesa, supervisada por el propio Haehl, se soportan en una estructura literaria de calidad muy deficiente. El estilo grandilocuente de la época junto con el no menos engorroso del propio autor, que jamás ahorra adjetivos, adverbios ni reiteraciones, nos han obligado a una relativa corrección del estilo, favorecida, como suele ocurrir, por el propio proceso de la traducción y limitada naturalmente por la fidelidad al sentido del texto.
La obra mantiene llamativas contradicciones referidas, no a los hechos que relata, sino más bien a la consideración que tales hechos merecen al autor. Tales contradicciones forman parte, por así decir, del estilo de la obra y las hemos respetado por dos razones: en primer lugar, porque su modificación nos habría obligado a desvirtuar el pensamiento de Haehl y en segundo lugar, porque, como acabamos de decir, no afectan al contenido documental. Por otra parte, la técnica de composición del libro ha contribuido a camuflarlas. Siendo ésta una obra basada en la enorme documentación obtenida por Haehl a lo largo de veinticinco años y habiendo requerido asimismo mucho tiempo su redacción, es razonable pensar que distintas notas o reflexiones pertenecientes a dos momentos distintos recojan diferentes percepciones del autor. Tal vez más tarde, a la hora de componer el texto definitivo, ni Haehl ni sus colaboradores tuvieron ocasión de apreciar tales diferencias.
Sólo conocemos de esta obra su versión original en alemán y la ya mencionada traducción al inglés. La versión inglesa es casi idéntica a la alemana, con la única diferencia de algunos añadidos correspondientes sin duda al hallazgo de nuevos documentos en el intervalo entre ambas publicaciones. En la mayor parte de los casos, esos añadidos no son sino abundamientos sobre los datos ya conocidos. Puesto que nos atenemos a la edición alemana, no los hemos incorporado, con una excepción: al final del capítulo XXV, en nota al pie, recogemos una aportación documental a la edición inglesa que se refiere a la práctica profesional de la segunda señora Hahnemann, cuyo contenido es de lo más sorprendente en relación a los datos conocidos con anterioridad.
Como traductores, hemos procurado ejercer el mínimo grado de intromisión tanto en la sustancia como en la estructura del texto. He aquí los criterios en relación al contenido documental:
En ocasiones, Haehl hace citas textuales sin dar la referencia. Nosotros, hasta donde ha sido posible, hemos eliminado el entrecomillado convirtiéndolas en citas indirectas.
Los títulos de los libros, artículos o revistas que aparecen en alemán en el original, los hemos traducido para comodidad del lector, dando al final de este tomo un listado con la traducción y su correspondiente título original. En cuanto a los títulos que aparecen en el original en otras lenguas, los hemos respetado dando la traducción a pie de página la primera vez que aparecen en el texto. Ni en un caso ni en otro esto implica necesariamente que existan versiones de tales obras en castellano.
Los nombres de las instituciones, sociedades y agrupaciones han sido traducidos al castellano desde cualquier idioma.
En cuanto a las ilustraciones que aparecen tanto en la edición alemana como en la inglesa, hemos considerado que en un momento en que a través de Internet pueden conseguirse todo tipo de imágenes con la mayor facilidad, era preferible no incluirlas.
Con respecto al procedimiento de traducción, en el primer tomo hemos empleado el mismo que utilizamos en la traducción de Órganon de la medicina racional, es decir, la confrontación exahustiva de la lectura del texto, partiendo el filólogo de la edición alemana y el homeópata de la edición inglesa y una traducción al español cuyo primer borrador inició en sus últimos años el doctor Emilio Morales Morales, padre de uno de los firmantes. Con la sola intención de disponer de un texto para lectura personal, este último continuó la labor de traducción y corrección desde el texto inglés, durante varios años y de manera irregular, hasta conseguir una versión satisfactoria en castellano. Algún tiempo después surgió la idea de crear Editorial Mínima y éste fue, tras Órganon de la medicina racional, el segundo de nuestros proyectos. Comenzamos a trabajar en él casi desde el comienzo y hemos continuado ese trabajo durante años: no sólo había que confrontar la traducción del primer tomo con el original alemán, sino que había que traducir íntegramente el segundo tomo, mucho más extenso y constituido por los documentos que Haehl había utilizado en la elaboración de la biografía. De esta colosal tarea se encargó un equipo de traductores, coordinado por Juancho Larreta Zulategui y constituido además por Esteban Bache Bernal y Víctor Borrero Zapata, con la colaboración de Cristina Martínez Fraile. Aquí, la labor del homeópata se circunscribió a las dudas específicas y a las tareas de corrección de textos. Esta labor, no obstante, ha sido ardua: a las dificultades terminológicas propias de la disciplina homeopática se le unieron las de otros campos, especialmente la química, que obligaron a homeópata, coordinador y traductores a recurrir a las más diversas fuentes para solucionarlas. Tampoco ha resultado cómoda la tarea de unificar el formato y el estilo de las numerosísimas cartas reproducidas en el tomo segundo, quehacer en el que se ha pretendido mantener las formas y el tono de la época sin, no obstante, hacer de estos textos lecturas imposibles.
Terminados los dos tomos, pasaron todavía por el filtro crítico de Matilde Rubín Córdoba y María Luisa Rey Guerreiro, habituales colaboradoras de Editorial Mínima, cuyo admirable trabajo de corrección jamás podrá ser suficientemente valorado.
En la traducción de textos griegos y latinos, han venido en nuestra ayuda los filólogos clásicos Celia Larreta Zulategui, Rocío Larreta Zulategui y Gabriel Martel Bravo, a los que desde aquí queremos agradecer sus generosas aportaciones.
También queremos dejar constancia de nuestro agradecimiento por su colaboración a los médicos homeópatas Alicia Falagán Seco y Manuel Gutiérrez Ontiveros.
Finalmente, una mención especial a la ayuda recibida de la Federación Española de Médicos Homeópatas que contribuye a facilitar nuestra tarea en pro de la divulgación de la homeopatía, así como a los buenos oficios de su presidenta, la doctora Inmaculada González Carbajal que en todo momento se ha mostrado activamente solidaria con Editorial Mínima y con el proyecto que representa.
A pie de página hemos dado, aún a riesgo de excedernos, todas las aclaraciones que nos han parecido pertinentes para la mejor comprensión de los términos o los conceptos que se utilizan en el texto, y también la información que nos pareció relevante para una mejor contextualización histórico-cultural. Estas notas se mezclan con las del autor, diferenciándose de las mismas por un "(N. de los t.)"


Autores: Dr. Emilio Morales Prado y Juan Pablo Larreta Zulategui, coordinador de la traducción.
Sevilla, 10 de abril de 2011.

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